Cuando ellos hubieron ayunado por
19 días, en la mañana del vigésimo día, ellos vieron los campos y
los cerros cubiertos de grano maduro. Entonces corrieron ellos ante
Jesús, y le contaron todo. Y cuando él lo hubo oído Jesús le dio
las gracias a Dios, y dijo: Id, hermanos, recoged el pan que
Dios os ha dado. Los hombres recogieron tanto grano que no
sabían donde almacenarlo; y esto fue la causa de plenitud en Israel.
Los ciudadanos se aconsejaron a poner a Jesús como rey de ellos;
sabiendo lo cual él huyó de ellos. Por lo tanto los discípulos
anduvieron buscándolo durante quince días.
139
Jesús fue hallado por el que
escribe, y por Santiago con Juan. Y ellos, llorando, dijeron: "Oh
maestro, ¿por qué escapaste de nosotros ? Te hemos buscado penando;
sí todos los discípulos te buscan llorando", Jesús contestó:
"Huí porque supe que una hueste de demonios está preparando
para mí lo que en corto tiempo veréis. Porque se levantarán contra
mí los jefes de los sacerdotes con los ancianos del pueblo, y
obtendrán autoridad del gobernador romano para matarme, ya que ellos
temerán que yo quiera usurpar el reino de Israel. Más aún yo seré
vendido por uno de mis discípulos, como José fue vendido en Egipto. Pero el justo Dios
lo hará fallar, como dijo el profeta David: "El hará caer en
el hoyo a quien tendió una trampa para su vecino". Ya que Dios
me salvará de las manos de ellos, y me sacará del mundo".
Los tres discípulos tuvieron
miedo; pero Jesús los consoló diciendo "No temáis, porque
ninguno de vosotros me traicionará". Con lo cual ellos
recibieron algo de consuelo. Al día siguiente vinieron, de dos en
dos, 36 de los discípulos de Jesús; y él permaneció en Damasco
esperando a los demás. Y todos ellos se lamentaban, porque supieron
que Jesús debería partir del mundo. Entonces él abrió la boca y
dijo: "Infeliz ciertamente es el que camina sin saber a dónde
va; pero más infeliz es el que es capaz y sabe cómo llegar a una
buena hostería, y sin embargo desea y quiere permanecer en el camino
inhóspito, en la lluvia, y en peligro de asaltantes. Decidme
hermanos, ¿es este mundo nuestro país nativo ? Seguramente no, ya
que el primer hombre fue arrojado al mundo como en exilio, y allí el
sufre el castigo a su error. ¿Puede hallarse acaso algún exiliado
que no aspire a regresar a su propio rico país cuando él se
encuentra en pobreza ?. Seguramente la razón lo niega, pero la
experiencia lo prueba, porque los amantes del mundo no pensarán en
la muerte; no, cuando uno les habla de ello, ellos no escucharán a
sus palabras.
140
Creed, oh hombres, que yo vine al
mundo con un privilegio que ningún hombre ha tenido, ni siquiera el
Mensajero de Dios lo tiene; ya que Dios no creó al hombre para ponerlo en el mundo, sino más bien para colocarlo en el paraíso.
Seguro es que el que no tiene esperanza de recibir nada de los
romanos, ya que ellos son de una ley que es extraña a él, no está
dispuesto a dejar su propio país con todo lo que el tiene, para
nunca regresar e ir a vivir a Roma. Y mucho menos haría eso él
cuando él mismo sabe que ha ofendido a César. Así mismo os digo en
verdad y Salomón, el profeta de Dios, grita conmigo: "Oh
muerte, qué amargo es tu recuerdo para los que tienen descanso en
sus riquezas". Yo no digo esto porque yo tenga que morir ahora;
ya que yo estoy seguro de que viviré hasta cercano el fin del mundo.
Pero yo os hablaré de esto para que podáis aprender a morir. Como
que Dios vive, todo lo que es hecho, aunque sea una vez, muestra que
para hacer bien una cosa es necesario ejercitarse uno en ello.
¿Habéis visto a los soldados,
cómo en tiempo de paz ellos se ejercitan unos con otros como si
estuvieran en guerra?, ¿pero cómo va a morir una buena muerte
elhombre , si no ha aprendido a morir bien ?. "Preciosa es la
muerte del santo a la vista del Señor", dijo el profeta David,
¿Sabéis por qué ? Yo os lo diré: es por qué? Yo os lo diré: es
porque, así como todas las cosas raras son preciosas, así la muerte
de los que mueren bien, como son escasos, es preciosa a la vista de
Dios nuestro Creador. Con seguridad, cuando un hombre empieza algo,
no sólo está dispuesto a terminar lo mismo, sino que él se
esfuerza para que su plan pueda tener una buena conclusión.
Oh hombre miserable, que aprecia a
su ropa más que así mismo; ya que cuando él corta tela él mide
cuidadosamente antes de cortarla; y cuando está cortado la cose él
con cuidado. Pero su vida - la cual nació para morir, tanto que sólo
no muere el que no nació - ¿ por qué no miden los hombres su vida
con la muerte ?
¿Habéis visto a los que
construyen, cómo para cada piedra que colocan tienen ellos en vista
los cimientos, midiéndolos para que estén derechos, para que la
pared no caiga ? !Oh hombre miserable! porque con mayor ruina caerá
el edificio de su vida, ya que él no mira al cimiento de la muerte.
141
Decidme: cuando un hombre nace,
¿cómo nace?, él nace desnudo. Y cuando él es colocado muerto bajo
la tierra, ¿qué ventaja tiene él ? Un vil trapo de tela, con el
cual él es vendado: y ésta es la recompensa que el mundo le da.
Ahora si los medios en toda obra deben ser proporcionales al comienzo
y al final, para que la obra pueda ser llevada a buen fin, ¿ qué
fin tendrá el hombre que desea riquezas terrenales ? El morirá,
como dijo David, el profeta de Dios: "El pecador morirá una
muerte pésima". Si un hombre cosiendo tela enhebrase vigas en
vez de hilo en la aguja, ¿cómo alcanzaría la obra (su fin) ? De
seguro el trabajaría en vano, y sería despreciado en vano y sería
despreciado por sus vecinos. Ahora bien, el hombre no ve que él está
haciendo esto constantemente cuando él acumula bienes mundanos,
porque la muerte es la aguja, donde las vigas de los bienes
terrenales no pueden ser enhebrados. No obstante en su locura él se
esfuerza constantemente para hacer que el trabajo tenga éxito, pero
en vano.
Y el que no crea en mis palabras,
que mire las tumbas porque allí encontrará él la verdad. El que
quisiere volverse sabio más que todos los demás en el temor de
Dios, que estudie el libro de la tumba, ya que allí encontrará él
la verdadera doctrina para su salvación. Ya que él sabrá cuidarse
del mundo, la carne y el sentido, cuando él vea que la carne está
reservada para ser alimento de los gusanos.
Decidme, si hubiere un camino que
fuera tal que caminando por el medio de él un hombre fuese seguro,
pero caminando por las orillas se rompiese él de cabeza; ¿qué
dirías si vieseis a los hombres compitiendo unos con otros, y
esforzándose en emulación para quedar más cerca de la orilla y
matarse? ¡Qué asombrados estaríais! Seguramente diríais: "Ellos
están locos y frenéticos, y si no están locos están
desesperados". "Así es", respondieron los
discípulos..
Entonces Jesús lloró y dijo:
"Así verdaderamente, son los amantes del mundo. Ya que si ellos
vivieran de acuerdo a la razón, que mantiene un lugar medio en el
hombre, ellos seguirían la ley de Dios, y serían salvados de la
muerte eterna. Pero ya que ellos siguen a la carne y al mundo ellos
están locos, y crueles enemigos de sí mismos, esforzándose para
vivir más arrogantemente y más lascivamente unos que otros".
142
Judas, el traidor, cuando vio que
Jesús había escapado de las gentes, perdió la esperanza de
volverse poderoso en el mundo, porque él cuidaba del bolso de Jesús
donde se guardaba todo lo que le era dado por amor de Dios. El tenía
esperanza de que Jesús se volviese rey de Israel, y así él mismo
fuese un hombre poderoso. Por lo tanto, habiendo perdido esta
esperanza, él se dijo en su corazón: "Si este hombre fuera un
profeta, él sabría que yo robo su dinero; así que él perdería la
paciencia y me expulsaría de su servicio, sabiendo que yo no creo en él. Y si él fuera un hombre sabio él no huiría del honor que
Dios quiere darle. Por lo tanto sería mejor que yo haga arreglos con
los jefes de los sacerdotes y con los escribas y fariseos, y vea cómo
entregárselos en sus manos, ya que así podré obtener yo algo
bueno". Entonces, habiendo hecho su resolución, él informó a
los escribas y fariseos cómo había sucedido el asunto en Naím. Y
ellos se aconsejaron con el sumo sacerdote, diciendo: "¿Qué
haremos si este hombre se vuelve rey ? Ciertamente nos irá mal; ya
que él está dispuesto a reformar la adoración a Dios según la
antigua costumbre, ya que él no puede prescindir de nuestras
tradiciones. Ahora, ¿cómo nos irá bajo la soberanía de ese
hombre? Seguramente todos nosotros pereceremos con nuestros hijos: ya
que siendo expulsados de nuestro puesto tendremos que mendigar
nuestro pan.
Nosotros ahora, alabado sea Dios,
tenemos un rey y un gobernador que son ajenos a nuestra Ley, así
como a nosotros no nos importa la de ellos. Y así nosotros podemos
hacer lo que queremos; ya que incluso aunque pequemos, nuestro Dios
es tan misericordioso que él es aplacado con sacrificio y ayuno.
Pero si este hombre se vuelve rey él no será aplacado a nos ser que
él vea la adoración de Dios según como lo escribió Moisés; y lo
que es peor, él dijo que el Mesías no vendrá del linaje de David
como nos lo ha dicho uno de sus principales discípulos, no que dijo
que él vendrá del linaje de Ismael y no en Isaac. ¿Cuál será
entonces el fruto si se deja que este hombre viva ? Seguramente los
ismaelitas se aliarán con los romanos, y éstos les darán nuestra
tierra en posesión; y así Israel otra vez estará sujeto a la
esclavitud como lo fue antes ". Por lo tanto, habiendo odio la
propuesta, el sumo sacerdote dio respuesta de que él debía tratar
con Herodes y con el gobernador, "porque las gentes están tan
inclinadas hacia él que sin los soldados no seremos capaces de hacer
nada; y quiera Dios que con los soldados podamos completar este
asunto". Entonces, habiéndose aconsejado entre ellos, planearon
atraparlo de noche, cuando el gobernador y Herodes hubieran estado de
acuerdo.
143
Entonces, vinieron todos los
discípulos a Damasco, por la Voluntad de Dios. Y ese día Judas el
traidor, más que ninguno otro, manifestó haber sufrido mucha pena
por la ausencia de Jesús. Por lo tanto Jesús le dijo: Que
todo hombre se cuide de quien sin ocasión se esfuerza para darte
señales de amor. Y Dios nos quitó el entendimiento, para
que no pudiésemos saber con qué propósito dijo él esto.
Después de la llegada de todos
los discípulos, Jesús dijo: Regresemos a Galilea, porque
así me lo ha dicho el ángel de Dios, que es necesario que yo vaya
allí. Así que, un sábado en la mañana, Jesús llegó a
Nazaret. Cuando los ciudadanos reconocieron a Jesús, todos quisieron
verlo. Entonces un publicano, de nombre Zaqueo, que era de corta
estatura, no siendo capaz de ver a Jesús por razón de la gran
multitud, se trepo a un sicomoro, y allí esperó a que pasara Jesús
cuando fuera a la sinagoga. Jesús entonces, habiendo llegado a ese
lugar, levantó la vista u dijo: Baja, Zaqueo, porqué hoy
permaneceré en tú casa.
El hombre bajó y lo recibió con
agrado, haciendo un banquete espléndido. Los fariseos murmuraron,
diciendo a los discípulos de Jesús: ¿Por qué ha ido
vuestro maestro a comer con publicanos y pecadores?. Jesús
respondió: ¿Por qué causa entra el médico a una casa?
Decidme, y yo os diré por qué he venido aquí. Ellos
contestaron: A curar al enfermo. Decís la
verdad, dijo Jesús, ya que los sanos no tienen
necesidad de medicina, sólo los enfermos.
144
Como que Dios vive, ante Cuya
Presencia mi alma comparece, Dios envió a Sus profetas y siervos al
mundo para que los pecadores se arrepintiesen; y El no los envió
para el bien de los justos, ya que ellos no tienen necesidad de
arrepentimiento, así como el que está limpio no tiene necesidad de
baño. Pero verdaderamente os digo, si vosotros fueseis verdaderos
fariseos vosotros estaríais complacidos de que yo acuda a los
pecadores para salvarlos.
Decidme, ¿conocéis vosotros
vuestro origen, y por que el mundo empezó a recibir fariseos?
Seguramente os lo diré, viendo que no lo sabéis. Por lo tanto
escuchad mis palabras. Enoc, un amigo de Dios, que caminó con Dios
en la verdad, no dándole importancia al mudo, fue trasladado al
Paraíso; y allí vive él hasta el juicio ya que cuando el fin del
mundo se acerque él regresará al mundo con Elías y otro. Y así
los hombres, teniendo conocimiento de esto, deseando el Paraíso,
empezaron buscar a Dios su Creador. Porque "Fariseo"
estrictamente significa "busca a Dios" en el idioma de
Canaán, ya que allí empezó este nombre para designar a los hombres
buenos, ya que los canaanitas eran dados a la idolatría, la cual es
la adoración de manos humanos.
Entonces los caanitas viendo a
ésos de nuestras gentes que se separaban del mundo para servir a
Dios, burlándose cuando veían a uno de ellos, decían: "¡Fariseo!",
osea, "él busca a Dios"; como diciendo: "Oh hombre
loco, tú no tienes estatuas de ídolos y adoras al viento; por lo
tanto mira tu destino y ven a servir a nuestros dioses". En verdad os digo, dijo Jesús, que todos los
santos y profetas de Dios fueron fariseos; no de nombre, como
nosotros, sino en toda obra. Ya que en todos sus actos ellos buscaban
a Dios su Creador, y por amor a Dios abandonaban las ciudades y sus
propios bienes, vendiendo éstos y dándolos a los pobres por amor a
Dios.
145
Como que Dios vive, en el tiempo
de Elías, amigo y profeta de Dios, había doce montañas habitadas
por 17000 fariseos; y era así que en tan número no se hallaba un
solo impío, sino que todos eran elegidos de Dios. Pero ahora, cuando
Israel tiene más de 100.000, ¡ojalá que de cada mil hubiera un
elegido!.
Los fariseos respondieron
indignados: Así, entonces nosotros somos todos réprobos, ¡y
tú consideras nuestra religión como reprobación!. Jesús
contesto: Yo no considero reprobación sino aprobación la
religión de los verdaderos fariseos, y por ello estoy dispuesto a
morir. Pero venid, veamos si vosotros sois fariseos. Elías, el amigo
de Dios, a petición de su discípulo Eliseo, escribió un pequeño
libro en el que él incluyó toda la sabiduría humana con la Ley de
Dios nuestro Señor.
Los fariseos se confundieron
cuando escucharon nombrar al libro de Elías, ya que ellos sabían
que, a través de sus tradiciones, nadie observaba esa doctrina.
Entonces ellos quisieron irse con el pretexto de que tenían algo qué
hacer. Entonces dijo Jesús: Si fueseis fariseos
abandonaríais todo el otro quehacer para atender a éste; ya que el
fariseo busca sólo a Dios. Entonces en confusión se
quedaron a escuchar a Jesús, quien dijo otra vez: "Elías,
siervo de Dios" -ya que así empieza el pequeño libro- "a
todos los que desean caminar con Dios su Creador, escribe esto. Quien
desee aprender mucho, ellos aman a Dios poco, porque el que teme a
Dios está contento con saber sólo lo que Dios quiere.Los que buscan
palabras bellas no buscan a Dios, Quien no hace sino reprobar
nuestros pecados. Los que desean buscar a Dios, que cierren las
puertas de sus casas, ya que el amo no se deja encontrar fuera de su
casa, en un lugar donde él no es querido. Guardad por lo tanto
vuestros sentidos y guardad vuestro corazón, ya que Dios no es
hallado fuera de nosotros, en este mundo donde El es odiado.
Los que quieran hacer buenas
obras, que se atiendan a si mismos, ya que no vale la pena ganar todo
el mundo y perder su propia alma. Los que quieran enseñar a otros,
que vivan mejor con los otros, ya que nada puede ser aprendido del
que le enseña es peor que él?. Los que buscan a Dios, que él huya
de la conversación de los hombres; porque Moisés estando solo en el
monte Sinaí encontró a Dios y habló con El, tal como un amigo que
habla con otro.
Los que buscan a Dios, solo una
vez en 30 días han de venir a donde los hombres del mundo; ya que un
día pueden ser hechas obras para dos años con respecto al negocio
del que busca a Dios. Cuando él camine, que no vea sino a sus
propios pies.Cuando él hable, que no diga sino lo que sea
necesario.Cuando ellos coman, que se levanten de la mesa todavía
hambrientos; pensando cada día que no llegarán al siguiente;
pasando el tiempo como uno respira. Que un vestido, depiel de
animales, sea suficiente.Que el trozo de tierra duerma sobre la
tierra desnuda; para cada noche que dos horas de sueño sean
suficientes. Que no odie a nadie sino a sí mismo; que no condene a
nadie sino a sí mismo.
En la oración, que se pare con
todo temor como si estuviese en el Juicio por venir. Ahora haced esto
en el servicio de Dios, con la ley que Dios os dio a través de
Moisés, ya que de esta manera encontraréis a Dios en todo tiempo y
lugar y tanto que sentiréis que vosotros estáis en Dios y Dios con
vosotros". Este es el pequeño libro de Elías, oh fariseos, así
que otra vez os digo que si fuerais fariseos os deberíais de haber
alegrado de que yo entre aquí, ya que Dios tiene misericordia de los
pecadores.
146
Entonces dijo Zaqueo: Señor,
mira que te daré, por amor a Dios, el cuádruple de todo lo que he
recibido de la usura. Entonces dijo Jesús: Este día
la salvación ha venido a esta casa. En verdad, en verdad, muchos
publicanos, rameras, y pecadores entrarán al Reino de Dios, y los
que se consideran a sí mismos justos entrarán a las llamas
eternas.
Al oír esto, los fariseos
partieron indignados. Entonces dijo Jesús a los que se convirtieron
al arrepentimiento, y a su discípulos: Hubo un padre que
tenía dos hijos, y el menor dijo: "Padre, dame mi porción de
bienes"; y su padre se los dio. Y él, habiendo recibido su
porción, partió, y se fue a un país lejano, donde él gastó toda
su riqueza con rameras, viviendo lujosamente. Después de esto hubo
una gran hambre en ese país, tanto que el hombre miserable fue a
servir a un ciudadano, el cual lo puso a alimentar cerdos, comiendo
bellotas. Pero cuando se ponía a pensar decía: "¡Oh cuántos
en la casa de mi padre tienen abundancia y banquetes, y yo perezco de
hambre aquí! Me levantaré, por lo tanto, e iré a mi padre, y le
diré: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti:, trátame
como a uno de tus siervos".
El pobre hombre fue, y entonces
sucedió que su padre lo vio llegar desde lejos, y se movió a
compasión por él. Así que salió a encontrarlo, y habiendo llegado
a él lo abrazó y lo besó. El hijo se arrodillo, diciendo: "Padre,
he pecado contra el cielo y contra tí, trátame como a uno de tus
siervos, porque yo no soy digno de ser llamado hijo tuyo". El
padre respondió: "Hijo, no digas eso, porque tú eres mi hijo,
y yo te dejaré en la condición de esclavo mío". Y él llamo a
sus siervos y dijo: "Traed túnicas nuevas y vestid a este hijo
mío, y dadle calzado nuevo; ponedle el anillo en su dedo, e
inmediatamente matad el becerro gordo y haremos una fiesta. Porque
este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida, estaba
perdido y ha sido hallado".
147
Mientras ellos festejaban en la
casa, hé aquí que el hijo mayor llegó a la casa, y él, oyendo que
festejaban dentro, se asombró, y habiendo llamados a unos de los
sirvientes, le preguntó por que razón estaban celebrando de esa
manera. El sirviente le respondió: "Tu hermano ha venido y tu
padre ha matado el becerro gordo, y ellos están festejando". El
hijo mayor se enojó mucho cuando oyó esto, y no quería entrar a la
casa. Por lo tanto salió su padre y le dijo: "Hijo, tu hermano
ha venido, ven tú has matado el becerro gordo". El padre
respondió: "Hijo, tú siempre estas conmigo y todo es tuyo;
pero éste estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y ahora ha
sido hallado, por lo tanto tenemos que alegrarnos". El hijo
mayor se enojó más, y dijo: "Ve tú alegrate, ya que yo no
comeré a la mesa de fornicadores". Y él partió y dejó a su
padre, sin recibir siquiera moneda de dinero. Como
que Dios vive, dijo Jesús, así mismo hay regocijo
entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Y cuando hubieron comido él
partió, ya que quería ir a Judea. Entonces los discípulos dijeron: Maestro, no vayas a Judea, ya que sabemos que los fariseos se
han aconsejado con el sumo sacerdote contra ti. Jesús
respondió: Yo lo supe antes que ellos, pero yo no les temo,
ya que ellos no pueden hacer nada contrario a la Voluntad de Dios.
Por lo tanto que hagan lo que deseen; ya que yo no les temo, sino que
temo a Dios.
148
Decidme ahora: los fariseos de
hoy, ¿son ellos fariseos?, ¿son ellos siervos de Dios? Seguramente
no, y yo os digo en verdad, que o hay peor cosa sobre la Tierra que
esto, que un hombre se cubra con la profesión y el ropaje de la
religión para cubrir su maldad. Yo os cantaré un solo ejemplo de
los fariseos de antaño, para que podáis conocer a los actuales.
Después de la partida d Elías, debido a la gran persecución por
los idólatras, la santa congregación de los fariseos se dispersó.
Porque en ese mismo tiempo de Elías fueron matados en un año más
de 10.000 profetas que eran verdaderos fariseos.
Dos fariseos fueron a las montañas
para vivir allí; y uno vivió 15 años sin saber nada de su vecino,
aunque ellos sólo estaban separados por apenas una hora de viaje.
¡Ved, entonces salieron en búsqueda de agua, y así ellos se
encontraron. Entonces el de más edad (porque era su costumbre que
los mayores hablasen antes que todos los demás, y ellos consideraban
un gran pecado que un hombre joven hablase antes que un hombre mayor,
el mayor, por lo tanto: "¿Dónde vives tú, hermano?". El
contestó, apuntado con el dedo hacia su morada: "Aquí vivo";
ya que ellos estaban cerca de la vivienda del más joven.
Dijo el mayor: "¿Cuánto
hace, hermano, que vives aquí?". El más joven respondió:
"Quince años".Dijo el mayor: "¿Acaso viniste cuando
Ahab mató a los siervos de Dios?". "Así es",
contestó el joven. Dijo el mayor: "Oh hermano, ¿sabes tú
quien es ahora rey de Israel?". El más joven contestó: "Es
Dios que es Rey de Israel, ya que los idólatras no son reyes sino
perseguidores de Israel". "Es cierto", dijo el mayor,
"pero yo quiero decir, ¿quién es el que ahora persigue a
Israel?". El más joven respondió: "Los pecados de Israel
persiguen a Israel, ya que, si ellos no hubiesen pecado, Dios no
habría hecho surgir contra Israel a los príncipes idólatras".
Entonces dijo el mayor: "¿Quién
es ese príncipe infiel a quien Dios ha enviado para castigo de
Israel?". El más joven contestó: "Ahora, ¿cómo voy a
saberlo, si estos 15 años yo no he visto a hombre alguno más que a
ti, y no sé leer, por lo que no son enviadas cartas?". Dijo el
mayor: "¡Pero que nuevas son tus pieles de oveja! ¿Quién te
las ha dado, sino tú no has visto a ningún hombre?".
149
El más joven respondió: "El
que mantuvo buenas las ropas del pueblo de Israel durante 40 años en
el desierto ha mantenido mis pieles tales como tú las viste".
Entonces el mayor se dio cuenta de que el más joven era más
perfecto que él, ya que él había tenido cada año contacto con las
gentes. Por lo tanto, para poder tener el beneficio de su conversión,
él dijo: "Hermano, tú no sabes leer, y yo se leer, y tengo en
mí casa los Salmos de David. Ven, entonces, para que yo pueda cada
día darte una lectura y explicarte lo que dijo David".
El más joven respondió: "Vayamos
ahora". Dijo el mayor: "Oh hermano, hace hora dos meses
desde que bebí agua. Vayamos, por lo tanto, y veamos lo que Dios
dijo a través de Su profeta David". El más joven respondió:
"Vayamos ahora". Dijo el mayor: "Oh hermano, hace
ahora dos meses desde que bebí agua. Vayamos, por lo tanto, y veamos
lo que Dios dijo a través de Su profeta David: "el Señor es
capaz de darnos agua".
Por lo tanto ellos regresaron a la
vivienda del mayor, ante cuya puerta hallaron un manantial de agua
fresca. Dijo el mayor: "Oh hermano, tú eres un santo de Dios;
ya que por tu bien ha dado Dios este manantial". El más joven
contestó: "Oh hermano, humildemente dijiste esto; pero cierto
es que si Dios hubiera hecho esto para mí El habría puesto un
manantial cerca de mi morada, para que yo no partiese en busca de
ella. Porque yo te confieso que he pecado contra ti. Cuando tú
dijiste que durante dos días que tú buscaste agua; y que yo había
estado durante dos meses sin beber, entonces yo sentí una exaltación
dentro de mí, como si yo fuera mejor que tú". Entonces dijo el
mayor: "Oh hermano, tu dijiste la verdad, por lo tanto tú no
pecaste".
Dijo el más joven: "Oh
hermano, tu has olvidado lo que dijo nuestro padre Elías, que el
busca a Dios debe condenarse sólo a sí mismo. Seguramente él no lo
escribió para que lo supiésemos, sino más bien para que lo
observásemos". Dije el de más edad, dándose cuenta de la
veracidad y rectitud de su compañero: "Es cierto; y nuestro
Dios te ha perdonado". Y habiendo dicho esto él tomó los
Salmos, y leyó lo que dijo nuestro padre David: "Yo pondré un
guardián sobre mi boca par que mi lengua no se incline a palabras de
iniquitud, excusando mi pecado con pretextos". Y aquí el hombre
mayor dio un discurso acerca de la lengua, y el más joven partió.
Entonces pasaron otros 15 años hasta que se encontraron, ya que el
más joven había cambiado de morada.
Entonces, cuando él lo encontró
otra vez, el mayor dijo: "Oh hermano, ¿por qué no regresaste
mas a mi vivienda?".El más joven respondió: "Porque
todavía no he aprendido bien lo que tú me dijiste". Entonces
dijo el mayor: ¿Cómo puede ser esto, si han pasado 15 años?".
El más joven replicó: "En cuanto a las palabras, yo las
aprendí en una sola hora y nunca las he olvidado; pero todavía no
las he observado. ¿Qué propósito tiene, entonces, aprender mucho y
no observarlo? Nuestro Dios no busca que nuestro intelecto sea bueno,
sino más bien nuestro corazón. Así, en el Día del Juicio, El no
nos preguntará lo que aprendimos, sino lo que hicimos".
150
El mayor contestó: "Oh
hermano no digas eso, porque tú desprecies el conocimiento, el cual
nuestro Dios quiere que sea apreciado". El más joven replicó:
"ahora, como voy a hablar sin caer en pecado; ya que tu palabra
es cierta, y la mía también. Yo digo, entonces, que aquéllos que
conocen los mandamientos de Dios escritos en la Ley deberían
observar aquéllos primero si ellos después quisieran aprender más.
Y todo lo que un hombre aprende, que lo observe, y no meramente lo
conozca". Dijo el mayor: "Oh hermano, dime, ¿con quién
has hablado, que dices que no has aprendido todo lo que yo dije?".
El más joven respondió: "Oh hermano, yo hablo conmigo mismo.
Todos los días me pongo a mí mismo ante el juicio de Dios, para
rendir cuentas de mí mismo. Y siempre encuentro dentro de mí a uno
que excusa mis faltas". Dijo el mayor: "Oh hermano, ¿que
faltas tienes tú, que eres perfecto?".
El más joven respondió: "Oh
hermano, no digas eso, porque yo estoy entre dos grandes faltas: una
es que yo no me reconozco a mí mismo como el mayor de los pecadores,
la otra es que yo no hago penitencia por ello más que los demás
hombres". Dijo el mayor: "oh hermano, ¿de quien es la
bondad o de quien son las faltas que tú consideras en esta montañas,
viendo que no hay hombres aquí". El más joven respondió: "yo
debo considerar la obediencia del sol y los planetas, ya que ellos
sirven a su Creador mejor que yo. Pero a ellos yo condeno, ya sea
porque no dan luz como yo deseo, o porque su calor es demasiado
grade, o hay demasiado o muy poca lluvia sobre el suelo".
Entonces, al oír esto, el mayor
dijo: "Hermano, ¿donde has aprendido tú esta doctrina, ya que
yo tengo ahora 90 años, por 75 de los cuales yo he sido un
fariseo?". El más joven contesto: "Oh hermano, tú dices
esto en humildad, ya que tú eres un santo de Dios. Sin embargo, te
respondo que Dios nuestro Creador no mira al tiempo sino mira al
corazón: por lo tanto David, teniendo 15 años de edad, más joven
que otros seis hermanos suyos, fue escogido rey de Israel, y se
volvió un profeta de Dios nuestro Señor".
151
151
Este hombre era un
verdadero fariseo, dijo Jesús a sus discípulos, y
quiera Dios que podamos en el Día del Juicio tenerlo como amigo
nuestro. Jesús entonces se embarcó en una nave, y los
discípulos lamentaron haber olvidado traer pan. Jesús los
reprendió, diciendo: Tened cuidado de la levadura de los
fariseos de hoy, porque un poco de levadura echa a perder una masa de
harina. Entonces dijeron los discípulos unos a otros: ¿Pero qué levadura tenemos, si no tenemos ningún pan?.
Entonces dijo Jesús: Oh hombres de poca fe, ¿Habéis
entonces olvidado lo que Dios hizo en Naím, donde no había señal
de grano? ¿Y cuántos comieron y quedaron satisfechos con cinco
panes y dos peces? La levadura del fariseo s falta de fe de Dios, y
cuidado del ego, lo cual ha corrompido no sólo a los fariseos de hoy
en día, sino que ha corrompido a Israel. Porque la gente sencilla,
no sabiendo leer, hace lo que ellos ven hacer a los fariseos, ya que
ellos los consideran santos.
¿Sabéis vosotros lo que es el
verdadero fariseo? El es el aceite de la naturaleza humana. Porque
así como el aceite descansa encima de todo líquido, así la bondad
del verdadero fariseo flota encima de toda bondad humana. El es un
libro viviente, que Dios da al mundo; ya que todo lo que él dice y
hace está de acuerdo con la Ley de Dios. Por lo tanto el que hace
como él observa la Ley de Dios. El verdadero fariseo es sal que no
deja que la carne humana se pudra; ya que todo el que lo vé se mueve
al arrepentimiento. El es una luz que ilumina el camino de los
peregrinos, ya que todo el que considera su pobreza con su penitencia
se da cuenta de que en este mundo nosotros no deberíamos cerrar
nuestro corazón. Pero el que enrancia el aceite, corrompe el libro,
echa perder la sal, extingue la luz; ese hombre es un fariseo. Si,
por lo tanto, no quereís perecer, tened cuidado y o hagáis como
hacen los fariseos de hoy en día.
152
Habiendo llegado Jesús a
Jerusalén, y habiendo entrado un día sábado al Templo, los
soldados se acercaron a tentarlo y atraparlo, y ellos dijeron: Maestro, ¿es ilícito hacer guerra?. Jesús
contestó: Nuestra fe nos dice que nuestra vida es una guerra
continua sobre la Tierra.
Dijeron los soldados: ¿Entonces
querrías tú convertirnos a tu fe, y que así abandonásemos la
multitud de dioses (ya que Roma sola tiene 28.000 dioses que se vén)
y siguiésemos a tu Dios que es solamente uno y por eso él no puede
ser visto, no se sabe dónde está, y tal vez él sea sólo
vanidad?. Jesús contestó: Si yo te hubiese creado,
como nuestro Dios te creó, yo trataría de convertirte.
Ellos respondieron: ¿Pero cómo nos ha creado Tu Dios, si no
se sabe dónde está? Muéstranos a tu Dios, y nosotros nos
volveremos judíos.
Entonces dijo Jesús: Si
tuvieseis ojos para verlo yo os lo mostraría, pero ya que sois
ciegos, yo no os lo puedo mostrar. Los soldados contestaron: De seguro, el honor que esta gente te rinde te debe haber
quitado el entendimiento. Porque todos tenemos dos ojos en la cabeza,
y tú dices que somos ciegos.
Jesús respondió: Los
ojos carnales sólo pueden ver cosas burdas y externas; vosotros por
lo tanto sólo podéis ver a vuestros dioses de madera, plata y oro
que no pueden hacer cosa alguna. Pero nosotros los de Judea tenemos
ojos espirituales, que son el temor y la fe en Dios, por lo tanto
nosotros podemos ver a nuestro Dios en todo lugar. Los
soldados contestaron: Ten cuidado de como hablas, porque si
tratas con desprecio a nuestros dioses nosotros tres pondremos en
manos de Herodes, el cual tomará venganza por nuestros dioses, los
cuales son omnipotentes. Jesús contestó: Si ellos
son omnipotentes como decís, perdonadme, ya que yo os adoraré.
Los soldados se alegraron al oír esto, y empezaron a ensalzar a sus
ídolos. Entonces dijo Jesús: Aquí no hay necesidad de
palabras sino de obras; haced entonces que vuestros dioses creen una
mosca, y yo los adoraré. Los soldados se desanimaron al oír
esto, y no supieron que decir, así que Jesús dijo: Seguramente,
viendo que ellos no hacen una simple mosca de la nada, yo por ellos
no abandonaré al Dios que creó todo con una sola palabra; cuyo
nombre solo atemoriza ejércitos. Los soldados contestaron: Adonai Sabaoth!. Y entonces de inmediato los soldados
rodaron fuera del Templo como una rueda de barriles de madera cuando se
lavan para llenarlos con vino; tanto que sus cabezas y pies golpearon
el suelo, y eso sin que nadie los tocara. Y ellos se asustaron tanto
y huyeron de tal manera que nunca más volvieron a ser vistos en
Judea.
153
Los sacerdotes y fariseos
murmuraron entre sí y dijeron: El tiene la sabiduría de
Baal y Astaroth, y así por el poder de Satanás él ha hecho esto.
Jesús abrió la boca y dijo: Nuestro Dios ordenó que no
robemos los bienes de nuestro prójimo. Pero este sencillo precepto
ha sido tan violado y abusado que ha llenado el mundo de pecado, y
tal pecado que nunca será perdonado como otros pecados son
perdonados: ya que para todo otro pecado, si un hombre lo lamenta y
ya no lo comete, y ayuna con oración y limosnas, nuestro Dios,
Poderoso y Misericordioso, lo perdona. Pero este pecado es de tal
clase que nunca será perdonado, excepto si lo que fue tomado
injustamente es restituido.
Entonces dijo un escriba: Oh
maestro, ¿cómo ha llenado al mundo de pecado el robo? Seguramente
ahora, por la gracia de Dios, hay sólo unos pocos ladrones, y ellos
no pueden dejarse ver sino que son inmediatamente colgados por los
soldados>>. Jesús respondió: <>.
Entonces los fariseos s acercaron
a Jesús y dijeron: <>. Jesús respondió: <>.
Entonces Jesús, viendo que ellos
se contenían, dijo otra vez: Aunque no sea yo el único en
Israel que conoce la verdad, sólo yo hablaré; así que escuchadme,
ya que vosotros me habéis preguntado. Todas las cosas creadas
pertenecen al Creador, de tal manera que nadie puede reclamar nada.
Así el alma, el sentido, la carne, el tiempo, los bienes, y el
honor, todos son posesiones de Dios, así que si un hombre no los
recibe como Dios quiere él se vuelve un ladrón. Y de manera
similar, si él los gusta contrario a lo que Dios quiere, él también
es un ladrón. Yo os digo , por lo tanto, como que Dios vive, ante
Cuya Presencia comparece mi alma, cuando toméis el tiempo, diciendo:
"Mañana haré así, yo diré tal cosa, yo iré a tal lugar",
sin decir: "Si Dios quiere", vosotros sois ladrones: Y
vosotros seréis mayores ladrones si gastáis la mejor parte de
vuestro tiempo dándoos placer y no complaciendo a Dios, y gastáis
la mejor parte en el servicio de Dios; entonces vosotros ciertamente
seréis ladrones. Quien comete pecado, sea de la forma que sea, él
es un ladrón; ya que él roba el tiempo y el alma y su propia vida,
la cual debería servir a Dios, y la da a Satanás, el enemigo de
Dios.
154
El hombre, por lo tanto, que tiene
honor, y vida, y bienes cuando sus posesiones le son robadas, el
ladrón será colgado en la cruz; cuando su vida es tomada, el
asesino será decapitado. Y esto es justo, porque Dios así lo
ordenó. Pero cuando el honor de un prójimo es arrebatado, ¿porqué
no es crucificado el ladrón? ¿Son los bienes, acaso, mejores que el
honor? ¿Ha ordenado Dios, acaso, que el toma bienes sea castigado y
el que toma vida con bienes sea castigado, pero el que toma el honor
se vaya libre? Seguramente que no; ya que por razón de sus
murmuraciones nuestros padres no entraron a cerca de 70.000 de
nuestras gentes.
Como que Dios vive, ante Cuya
Presencia comparece, mi alma, el que roba el honor es merecedor de
mayor castigo que el que roba a un hombre su bienes y su vida. Y el
que escucha al murmurador es similarmente culpable, ya que uno recibe
a Satanás sobre la lengua el otro en sus oídos. Los
fariseos se consumían de furia al oír esto, ya que ellos no podían
condenar sus palabras. Entonces se acercó a Jesús un doctor, y le
dijo: Buen maestro, díme, ¿por qué Dios no les dio grano y
frutas a nuestros padres? Sabiendo que ellos debían caer,
seguramente El debió haberles permitido grano, no haber tolerado que
los hombres lo vieran.
Jesús contesto: Hombre,
tú me llamaste bueno, pero tu erraste, por que solo Dios es bueno. Y
mucho más te equivocas el preguntar por qué Dios no hizo de acuerdo
con tu pensamiento. Sin embargo te contestaré todo. Yo te digo,
entonces, que Dios nuestro Creador al hacer Su obra no se conformó
El mismo a nosotros, por lo tanto no es ilícito para la criatura
buscar su propio camino y conveniencia, sino más bien el honor de
Dios su Creador, para que la creatura pueda depender del Creador y no
el Creador de la creatura. Como que Dios vive, ante Cuya Presencia
comparece mi alma, si Dios hubiera concebido todo al hombre, el
hombre no se habría reconocido a sí mismo como siervo de Dios; y
así él se habría considerado a sí mismo señor del Paraíso. Por
lo tanto el Creador, Quien es Bendito por siempre, le prohibió el
alimento, para que el hombre permaneciese sujeto a El.
Y en verdad os digo, que quien
tiene clara la luz de sus ojos vé todo claro, y saca luz incluso de
la oscuridad misma; pero el ciego no. Así que yo digo que, si el
hombre no hubiese pecado, ni yo ni tú habríamos conocido la
Misericordia de Dios y Su Equidad. Y si Dios hubiese hecho al hombre
incapaz de pecar él habría sido igual a Dios en eso; así que Dios
Bendito creó al hombre bueno y recto, pero libre para hacer lo que
quisiese en cuanto a su propia vida y salvación o condenación.
El doctor se asombró al oír esto y partío confundió.
155
Entonces el sumo sacerdote llamó
en secreto a dos sacerdotes ancianos y los envió a Jesús, que había
salido del Templo y estaba sentado en el ponche de Salomón,
esperando para rezar la oración del mediodía. Y cerca de él tenía
a sus discípulos con una gran multitud de gente. Los sacerdotes se
acercaron a Jesús y dijeron: Maestro, ¿por qué el hombre
comió grano y fruta? ¿Quería que él lo comiera, o no?. Y
esto lo dijeron tentándolo; ya que si él dijera: Dios lo
quería, ellos contestarían: ¿Por qué lo prohibió
El?, y si El decía: Dios no lo quiso, ellos
dirían: Entonces el hombre tiene más poder que Dios, ya que
él actúa contrario a la Voluntad de Dios.
Jesús respondió: Vuestra
pregunta es como un camino sobre una montaña, que tiene un
precipicio a la derecha y uno a la izquierda: pero yo caminaré al
darse cuenta que él conocía sus corazones. Entonces dijo Jesús: Todo hombre, ya que él tiene necesidad, hace todo para su
propio uso. Pero Dios, Quien no tiene necesidad de cosa alguna, obra
según Su Complacencia. Por lo tanto al crear al hombre El lo creó
libre para que pudiese saber que Dios no tenía necesidad de él; por
ejemplo, como hace un rey, quien para mostrar sus riquezas, y para
que sus riquezas, y para que sus esclavos lo amen más, les da la
libertad a sus esclavos. Dios, entonces, creó al hombre libre para
que pudiese amar a su Creador mucho más y pudiese conocer Su
Generosidad. Ya que aunque Dios es Omnipotente, al no tener necesidad
del hombre, habiéndolo creado por Su Omnipotencia. El lo dejó libre
por su Generosidad, de tal manera que él pudiese resistir el mal y
hacer el bien. Porque aunque Dios tiene contradicción para que,
habiendo obrado Su Omnipotencia y Generosidad en el hombre, El no
impediría el pecado en el hombre, yo digo, para que en el hombre
pudiese obrar la Misericordia de Dios, y su Equidad. Y en señal de
que digo la verdad, yo os digo que el sumo sacerdote, quien dijo: Este hombre tiene el demonio a su espalda, y él le cuanta
doto: ya que él aspira a reinar sobre Israel; pero ya lo verá
Dios.
156
Cuando hubo hecho la oración del
mediodía, Jesús, al salir del Templo, encontró a un hombre que era
ciego desde el vientre de su madre. Sus discípulos le preguntaron,
diciendo: Maestro, ¿quién pecó en ese hombre, su padre o
su madre, por lo que nació ciego?. Jesús respondió: Ni
su padre ni su madre pecaron en él, sino que Dios lo creó así para
testimonio del Evangelio. Y habiendo llamado al ciego yo
juraría por ciego para que se levantara, él escupió en el suelo e
hizo lodo y se lo puso sobre los ojos al ciego, y le dijo: ¿Ve
a la piscina de Siloam y lavate!.
El ciego fue, y habiéndose lavado
recibió luz; y entonces; al regresar a su casa, muchos que lo
encontraban decían: Si este hombre fuera ciego yo juraría
por cierto que él es el que solía sentarse a la hermosa puerta del
Templo. Otros decían: ES él, ¿pero cómo ha
recibido la luz?. y ellos lo acosaban diciendo: ¿Eres
tú el ciego que solía sentarse a la hermosa puerta del Templo?.
El contestaba: Yo soy él, ¿y qué?. Ellos decían: Pero cómo recibiste la luz? El respondió: Un
hombre hizo lodo, escupiendo en el suelo y puso este lodo sobre mis
ojos, y me dijo: "Ve y lavate en la piscina de Siloam". Yo
fui y me lavé, y ahora veo: ¡¡Bendito sea el Dios de Israel!.
Cuando el hombre ciego de
nacimiento fue de nuevo a la puerta hermosa del Templo, todo
Jerusalén estaba lleno del asunto. Entonces él fue llevado ante el
jefe de los sacerdotes, el cual estaba conspirando con los sacerdotes
y los fariseos contra Jesús. El sumo sacerdotes le preguntó,
diciendo: Hombre, ¿naciste ciego?. Sí,
contestó él. Ahora da gloria a Dios, dijo el sumo
sacerdote, y cuéntanos qué profeta se te apareció en un
sueño y te dio la luz. ¿Fue nuestro padre Abrahán, o Moisés el
siervo de Dios, o algún otro profeta? Ya que otros no podrían hacer
eso. El ciego de nacimiento replicó: Ni Abrahán ni
Moisés, ni ningún profeta ví yo en un sueño y me curó, sino que
cuando estaba yo sentado a la puerta del Templo un hombre me hizo
acercarme a él y, habiéndome hecho lodo de la tierra escupiendo en
ella, me puso algo de ese lodo sobre mis ojos y me envió a la
piscina de Siloam a lavarme; así que fui, y me lavé, y volví con
luz en mis ojos.
El sumo sacerdote le preguntó el
nombre de ese hombre. El ciego de nacimiento contesto: El no
me dijo su nombre, pero un hombre que lo vio me llamó y me dijo: "Vé
y lavate como dijo ese hombre, ya que el es Jesús el Nazareno, un
profeta y santo del Dios de Israel". Entonces dijo el
sumo sacerdote: ¿Te curó él acaso hoy, o sea, en
sábado?. El ciego respondió: Hoy me curó él.
Dijo el sumo sacerdote: Mira pues, cómo ese hombre es un
pecador, ya que él no guarda el sábado!.
157
El ciego respondió: Si él
es pecador yo no lo sé; pero esto es lo que sé, que yo era ciego,y
él me dio la luz. Los fariseos no creyeron esto: así lo
dijeron ellos al sumo sacerdote: "Envía a buscar a su padre y
su madre del ciego, y cuando ellos llegaron ante el sumo sacerdote,
él los interrogó, diciendo: ¿Es este hombre vuestro
hijo?. Ellos respondieron: Ciertamente el es nuestro
hijo.Entonces dijo el sumo sacerdote: El dijo que él
nació ciego, y ahora el vé; ¿cómo puede esto suceder? El
padre y la madre del ciego de nacimiento replicaron: Verdaderamente
el nació ciego de nacimiento: Da gloria a Dios, y dí la
verdad. Ahora el padre y la madre del ciego temían hablar,
debido a que un decreto había sido emitido por el senado romano de
que ningún hombre debía hablar en favor de Jesús, el profeta
dijeron: El tiene edad, preguntadle.
El sumo sacerdote, entonces, dijo
al ciego de nacimiento: Da gloria a Dios y dí la verdad,
porque nosotros conocemos a ese hombre, el que dices que te curó, y
él es un pecador. El ciego de nacimiento respondió: Si
él es un pecador, yo no lo se; pero esto es lo que sé, que yo no
veía y él me iluminó. De seguro, desde el principio del mundo
hasta ahora, nunca ha sido iluminado un ciego de nacimiento se
asombró por la incredulidad de ellos, y dijo: Os lo he
dicho, ¿así que por qué me preguntaís otra vez? ¿Os volvéis
vosotros también sus discípulos?. El sumo sacerdote
entonces lo insultó diciendo: Tú naciste por completo en
pecado, ¿y vas a enseñarnos? ¡Vete, y hazte tú discípulo de ese
hombre!, ya que nosotros somos discípulos de Moisés, y sabemos que
Dios habló a Moisés, pero a lo que se refiere a este hombre,
nosotros no sabemos quién es. Y ellos lo arrojaron fuera de
la sinagoga y templo, prohibiéndole hacer oración con los puros
entre Israel.
158
El ciego de nacimiento fue a ver a
Jesús, quién lo consoló diciendo: Nunca has sido tú tan
bendito como lo eres ahora, ya que tú estas bendito por nuestro
Dios, quién habló a través de David, nuestro padre y Su profeta,
contra los amigos del mundo, diciendo: "Yo maldigo vuestra
bendición". Porque la tierra no es tan contraria al aire, ni el
agua al fuego, ni la luz a la oscuridad, ni el frío al calor, ni el
amor al odio, como la Voluntad de Dios es contraria a la voluntad del
mundo.
Los discípulos entonces
preguntaron, diciendo: Señor, grandes son tus palabras;
dinos, por lo tanto, el significado, ya que todavía no entendemos.
Jesús contesto: Cuando conozcáis al mundo, veréis que yo
he dicho la verdad, y así conoceréis la verdad en cada profeta.
Sabed, entonces, que hay tres clases de mundos comprendidos en un
solo nombre: uno es el de los cielos y la Tierra, con el agua, el
aire y el fuego, y todas las cosas que son inferiores al hombre.
Ahora bien, este mundo en todas las cosas sigue la Voluntad de Dios,
ya que, como dijo David, el profeta de Dios: "Dios les dio un
precepto que ellos no transgreden".
El segundo es que todos los
hombres, tal como la "casa de Fulano" nos e refiere a las
paredes, sino a la familia. Ahora bien, este mundo, otra vez, ama a
Dios; porque por naturaleza todos anhelan a Dios, ya que en tanto que
según la naturaleza todos anhelan Dios? Porque ellos anhelan todos
un bien infinito sin ningún mal, y esto es solamente Dios. Por lo
tanto Dios Misericordioso envió a Sus profetas al mundo, para su
salvación.
El tercer mundo es la condición
caída del hombre de pecador, que se ha transformado a sí misma en
una ley contraria a Dios, el Creador del mundo. Esto hace que el
hombre se vuelva como los demonios, los enemigos de Dios. Y a este
mundo Dios odia tan severamente quitado su don de profecía. ¿Y
que?digo? Como que Dios vive, ante Cuya Presencia comparece mi alma,
cuando el Mensajero de Dios venga al mundo, si él concibiese amor al
mal mundo, seguramente Dios le quitará a él todo lo que El le dio
cuando El lo creó, y lo condenaría: tan grandemente contrario al
mundo es Dios.
159
Los discípulos contestaron: Oh
maestro, sumamente grandes son tus palabras, así que ten
misericordia de nosotros, ya que no lo entendemos. Dijo
Jesús: ¿Creéis acaso que Dios creó a Su Mensajero para
que fuera un rival, que quisiera hacerse a sí mismo igual a Dios?
Seguramente no, sino más bien como un buen esclavo, que no querría
lo que su Señor no quisiese. Vosotros no sois capaces de entender
esto porque no sabéis qué cosa es el pecado. Por lo tanto escuchad
a mis palabras. En verdad, en verdad os digo, que el pecado no puede
surgir en el hombre sino como una contradicción a Dios, ya que
solamente es pecado lo que Dios no desea: tanto que todo lo que Dios
quiere es lo más ajeno al pecado. Por lo tanto si nuestros
sacerdotes y el sumo sacerdote, con los fariseos, me persiguieran
porque las gentes de Israel me llamaron Dios, ellos estarían
haciendo una cosa que agrada a Dios, y Dios los recompensaría; pero
como ellos me persiguen por una razón contraria, ya que ellos no
querrán que yo diga la verdad acerca de como han contaminado ellos
el libro de Moisés y el de David, profetas y amigos de Dios, con sus
tradiciones, y por lo tanto me odian y desean mi muerte -así que
Dios los aborrece.
Decidme -Moisés mató hombres y
Ahab mató hombres- ¿es esto en cada caso asesinato? Ciertamente no;
porque Moisés mató a los hombres para destruir el culto al
verdadero Dios y para conservar la idolatría. Por lo tanto a Moisés
el dar muerte a hombres le fue convertido en un sacrificio, mientras
que a Ahab le fue convertido en sacrilegio: tanto que una y la misma
acción produjo estos dos efectos contrarios.
Como que Dios vive, ante cuya
Presencia mi alma comparece, si Satanás hubiera hablado a los
ángeles para ver cómo amaban ellos a Dios, él no habría sido
rechazado por Dios, pero como él buscó alejarlos de Dios, por lo
tanto él es un réprobo.
Entonces contestó el que escribe: ¿Cómo, entonces, ha de entenderse lo que fue dicho por
Miqueas, el profeta, acerca de la mentira que Dios ordenó que fuese
dicha por boca de los falsos profetas, como está escrito en el libro
de los reyes de Israel?. Jesús contestó: Oh
Bernabé, recita brevemente todo lo que se trató, para que podamos
ver la verdad claramente.
160
Entonces dijo el que escribe: Daniel el profeta, describiendo la historia de los reyes de
Israel y sus tiranos, escribió así: El rey de Israel se unió con
el rey de Judá para pelear contra los hijos de Belial (o sea, los
impíos) que eran los amonitas. Entonces Josafat, rey de Judá, y
Ahab, rey de Israel, estando ambos sentados en un trono en Samaría,
se presentaron allí ante ellos 400 falsos profetas, quienes dijeron
al rey de Israel: "Levante contra los amonitas, ya que Dios te
los entregará en las manos, y tú dispersarás a Amón".
Entonces dijo Josafat: ¿Hay aquí algún profeta del Dios de
nuestros padres?". Ahab respondió: "Hay uno solamente, y
el es malo, ya que él siempre predica el mal acerca de mi y a él lo
tengo en prisión". -Y esto él dijo, "Hay uno
solamennttee", por que todos los que habían eran tantos como
los que allí se encontraban habían sido matados por decreto de
Ahab, así que los profetas, tal como tú has dicho, oh maestro,
habían huido a las cimas de la s montañas donde no vivían
hombres.- "Entonces dijo Josafat: "Mandalo traer, y veamos
que dice".
Ahab por lo tanto ordenó que
Miqueas, fuera traído, y éste vino con grilletes en sus pies, y su
cara azorada como un hombre que vive entre la vida y la muerte. Ahab
le preguntó, diciendo: Habla Miqueas, en el nombre de Dios. ¿Debemos
ir contra los amonitas? ¿Entregará Dios sus ciudades en nuestras
manos?" Miqueas respondió: "¡Levantaos, levantaos, ya que
prósperamente te levantarás, y aún más prósperamente bajarás!".
Entonces los falsos profetas alabaron a Miqueas como verdadero Dios,
y rompieron los grilletes de sus pies.
Josafat, que temía a Dios, y
nunca había doblado sus rodillas ante los ídolos, le preguntó a
Miqueas, diciendo: "Por amor del Dios de nuestros padres, dí la
verdad al pueblo de Israel ¿cómo tú has visto el resultado de esta
guerra?".Miqueas contesto: "Oh Josafat, yo temo tu cara así
que te diré que he visto al pueblo de Israel como ovejas sin
pastor". Entonces Ahab, sonriendo, dijo a Josafat: "Yo te
dije que este hombre sólo predica el mal, pero tú no lo creíste".
Entonces dijeron ellos dos: "¿Pero cómo sabes esto, oh
Miqueas?".
Miqueas respondió: "Me
pareció que había congregado un concilio de ángeles ante la
Presencia de Dios, y oí a Dios decir así: ¿Quién engañará a
Ahab para que vaya contra Amón y sea matado?. Entonces uno dijo una
cosa y otro dijo otra. Entonces vino un ángel y dijo: Señor, yo
pelearé contra Ahab, e iré a sus falsos profetas y pondré la
mentira en su boca, y así él se levantará y será matado. Y al oír
esto, Dios dijo: Id entonces y hacedlo, ya que tú prevalecerás".
Entonces se enfurecieron los falsos profetas, y su jefe golpeó la
mejilla de Miqueas, diciendo: "Oh rechazado de Dios, ¿Cuándo
partió de nosotros el ángel que trajo la mentirá? Miqueas
respondió: "Tú lo sabrás cuando hayas de casa en casa por
temor a ser matado por haber engañado a tu rey". Ellos se
levantaron, entonces, y según la palabra de Miqueas sucedió el
asunto. ya que el rey de los amonitas dijo a sus siervos: "Mirad
que no vayáis a pelear contra el rey de Judá, ni contra los
príncipes de Israel, sino matad al rey de Israel, Ahab, mi
enemigo". Entonces dijo Jesús: Para allí,
Bernabé, porque es suficiente para nuestro propósito.
161
¿Habéis escuchado
todo?, dijo Jesús. Los discípulos respondieron: Sí,
señor. Entonces Jesús dijo: Mentir es ciertamente
un pecado, pero el asesinato es uno mayor, porque la mentira es un
pecado que afecta al que la dice, pero el asesinato, mientras que
afecta al que lo comete, es tal que destruye también la cosa más
querida que Dios tiene aquí en la Tierra, o sea, el hombre. Y mentir
puede ser remediado diciendo lo contrario de lo que había sido
dicho; mientras que el asesinato no tiene remedio, ya que no es
posible dar vida otra vez a los muertos. Decidme, entonces, ¿pecó
Moisés, el siervo de Dios, al matar a todos los que él mató?.
Los discípulos respondieron: Dios no lo quiera; ¡Dios no
quiera que Moisés hubiera pecado al obedecer a Dios que se lo
ordenó!.
Entonces dijo Jesús: Y yo
os digo, Dios no quiera que hubiera pecado aquel ángel que engañó
a los falsos profetas de Ahab con la mentira; ya que así como Dios
recibió la matanza de hombres como sacrificio, así recibió El la
mentira como alabanza. En verdad, en verdad os digo, que así como se
equivoca el niño que hace que sus zapatos sean hechos a la medida de
un gigante, asimismo se equivoca el que quiera someter a Dios a la
ley. Por lo tanto, cuando creáis que sólo es pecado aquello que
Dios no quiere, vosotros hallaréis la verdad, tal como yo os he
dicho. Entonces, como Dios no es compuesto ni cambiable, así también
El no puede desear y no desear una misma cosa; ya que entonces El
tendría contradicción en Si Mismo, y consecuentemente dolor, y no
sería infinitamente Bendito.
Felipe contestó: ¿Pero
cómo ha de entenderse el dicho del profeta Amós, de que "no
hay mal en la ciudad que Dios no lo haya hecho"?. Jesús
respondió: <
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