jueves, 17 de noviembre de 2016

EVANGELIO APÓCRIFO DE BERNABÉ (I)

Aunque el evangelio parece seguir las líneas de los canónicos, el orden de la narración es distinto y el texto contiene variantes muy significativas. Lo que llama la atención es el convencimiento de Jesús de que El ha sido enviado para recordar al pueblo de Israel los pactos y la Ley de Moisés. Pero desprecia olímpica y ostensiblemente a los no judíos, a los no circuncisos. Estaría bien que todos los fanáticos que se asoman todos los días a estas páginas para recitarnos los versículos que les han hecho aprender de memoria, vieran cómo fue falsificado su mensaje por intereses espúreos. Todo lo que dicen que dijo, a lo mejor lo dijo, pero no cómo nos enseñaron y, desde luego no vino a redimir al hombre a través de su martirio. ¡¡¡menos lobos, Caperucita !!!Muy recomendable su lectura.

VERDADERO EVANGELIO DE JESUS, LLAMADO EL CRISTO, UN NUEVO PROFETA ENVIADO POR DIOS AL MUNDO, SEGUN LA DESCRIPCION DE BERNABE, SU APOSTOL

Bernabé, apóstol de Jesús el Nazareno, llamado Cristo, a todos quienes viven sobre la Tierra les desea paz y consuelo.

Queridos hermanos: el Dios grande y Maravillosos nos visitó durante estos últimos años a través de su Profeta Jesucristo, en gran misericordia de enseñanza y milagros, por cuya razón muchos, siendo engañados por Satanás, bajo la pretensión de piedad, están predicando la doctrina más impía, llamando a Jesús "hijo de Dios", repudiando la circuncisión ordenada por Dios para siempre, y permitiéndose toda carne impura; entre los cuales también Pablo ha sido engañado, y de esto no hablo sin sufrir; y por esta causa estoy escribiendo aquella verdad que yo ví y escuché en el trato que tuve con Jesús, para que podáis ser salvados, y no engañados por Satanás pereciendo en el Juicio de Dios. Por tanto cuidados de todo aquel que os predique una nueva doctrina contraria a la que yo escribo, para que así podáis ser salvados eternamente. Que el gran Dios esté con vosotros y os proteja de Satanás y de todo mal. Amén.

1. EN ESTE PRIMER CAPITULO ESTA CONTENIDA LA ANUNCIACION DEL ANGEL GABRIEL A LA VIRGEN MARIA ACERCA DEL NACIMIENTO DE JESUS.

En estos últimos días una virgen llamada María, del linaje de David, de la tribu de Judá, fue visitada por el ángel Gabriel, enviado por Dios. Esta virgen, que vivía en toda santidad sin pecar, y siendo inmaculada y estando dedicada a la oración y el ayuno, estaba sola un día, y entonces entró en su habitación el ángel Gabriel, y la saludó, diciendo: Dios te salve, María.

La virgen se asustó por la aparición del ángel, pero este le consoló, diciendo: No temas María, pues has hallado favor ante Dios, quien te ha escogido para que seas la madre de su profeta, el cual será enviado al pueblo de Israel para que puedan seguir Su Ley con corazón sincero. La virgen respondió: ¿Pero cómo puedo tener hijos, siendo que ningún hombre me ha conocido?. el ángel contestó:¡Oh María!, Dios que pudo hacer al hombre sin necesidad de hombre, es capaz de crear en tí un hombre sin necesidad de hombre alguno, ya que para El nada es imposible. María respondió: Yo se que Dios es Todopoderoso, por tanto, que sea Su Voluntad.

El ángel respondió: Ahora ha sido concebido en ti el profeta, a quien llamarás Jesús, y lo mantendrás alejado del vino y la bebida embriagante y de toda carne impura, ya que el niño es un santo de Dios. María se postró con humildad, diciendo: He aquí la esclava de Dios, hágase en mí según tu palabra. El ángel partió, y la virgen glorificó a Dios, diciendo: Glorifica mi alma al Señor y su Grandeza, y se regocija mi espíritu en Dios, mi Salvador pues El se ha dignado tomar en cuenta la insignificancia de su sierva, tanto que seré llamada bienaventurada por todas las naciones, ya que El, que es Poderoso, me ha engrandecido y bendecido. Bendito sea su Santo Nombre, pues su Misericordia se extendió de generación en generación sobre quienes le temen. Poderosa es su Mano, y El destruyó a los soberbios y acabó con el orgullo que había en sus corazones. El derrumbó al Poderoso de su trono, y exaltó a los humildes. A quien estaba hambriento de él lo sació de cosas buenas, y al rico lo despidió con las manos vacías. Ya que El recordó las promesas hechas a Abraham y a su hijo por siempre.

2. LA ADVERTENCIA DEL ANGEL GABRIEL DADA A JOSE ACERCA DEL EMBARAZO DE LA VIRGEN MARIA.

María, habiendo conocido la voluntad de Dios, temiendo que las gentes pudieran considerar un pecado que ella estuviese embarazada, y la apedreasen como culpable de fornicación, escogió a un compañero de su propio linaje, un hombre conocido con el nombre de José, de vida intachable; ya que él siendo justo, temía a Dios y lo adoraba con ayuno y oraciones, viviendo del trabajo de sus manos, pues era carpintero.

A este hombre que la virgen conocía, lo escogió como compañero y le dio a conocer el designio divino.

José, siendo un hombre piadoso, cuando se dio cuenta que María estaba encinta, sintió que debía separarse de ella, ya que temía a Dios. Pero, cuando estaba dormido, fue reprendido por el ángel de Dios, quien le dijo: ¿Oh José!, por qué intentas repudiar a María, tu esposa? Has de saber que lo que vive en ella ha sido hecho por la voluntad de Dios. La virgen dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre Jesús: y a él mantendrás alejado del vino y de las bebidas embriagantes y de toda carne impura, ya que es un santo de Dios desde el vientre de su madre. El es un profeta de Dios enviado al Pueblo de Israel, para que él pueda convertir a Judea a su corazón, y para que Israel camine bajo la Ley del Señor, como está escrito en el libro de Moisés. El vendrá con gran poder, que Dios le dará, y obrará grandes milagros, por lo cual muchos serán salvados.

José, despertando del sueño, dio gracias a Dios, y vivió con María toda su vida, sirviendo a Dios con toda sinceridad.

3. MARAVILLOSO NACIMIENTO DE JESUS, Y APARICION DE ANGELES ALABANDO A DIOS.

Reinaba en ese tiempo en Judea Herodes, por decreto de César Augusto, y Pilato era gobernador, durante el sacerdocio de Anás y Caifás. Entonces, por decreto de Augusto, todo el mundo fue censado; allí que cada uno fuera a su propia tierra, y se presentaran por sus propias tribus para ser empadronados. José, de acuerdo al mandato, partió de Nazaret, una ciudad de Galilea, con María su esposa, que se hallaba en estado avanzado de embarazo, para ir a Belén -ya que ésa era su ciudad, siendo del linaje de David- para poder ser censados según el decreto del César.

Habiendo llegado José a Belén, ya que la ciudad era pequeña y había una gran multitud de forasteros reunidos allí, no pudo encontrar alojamiento, y por lo tanto tomó albergue fuera de la ciudad en un refugio hecho para descanso de los pastores. Mientras José permaneció allí se cumplieron los días para que María diera a luz. La virgen fue rodeada por una luz sumamente brillante, y dio a luz a su hijo sin dolor. Ella lo tomó en sus brazos, y lo envolvió en trapos y lo colocó en el pesebre, ya que no había lugar en la posada.

Entonces vino con alegría una multitud de ángeles sobre el albergue, bendiciendo a Dios y anunciando la paz a quienes temieran a Dios. María y José alabaron al Señor por el nacimiento de Jesús, y ella lo alimentó con gran regocijo.

4. LOS ANGELES LES ANUNCIAN A LOS PASTORES EL NACIMIENTO DE JESUS, Y ELLOS LO ENCUENTRAN Y LO ANUNCIAN

Entonces estaban los pastores cuidando sus rebaños, como es su costumbre. Y entonces, fueron rodeados por una luz sumamente brillante, de la cual se les apareció un ángel bendiciendo a Dios. Los pastores se llenaron de temor debido a la luz y a la súbita aparición del ángel; por lo que el ángel del Señor los consoló diciéndoles: En verdad os anuncio una gran alegría, pues ha nacido en la ciudad de David un niño en un pesebre, con su madre, la cual bendice a Dios. Y cuando él hubo dicho esto, vino una gran multitud de ángeles bendiciendo a Dios, anunciando paz a los hombres de buena voluntad. Cuando los ángeles se fueron, los pastores hablaron entre ellos, diciendo: Vayamos hasta Belén, y veamos la palabra que Dios nos ha anunciado por medio de Su ángel.

Acudieron muchos pastores a Belén buscando al niño recién nacido, y encontraron fuera de la ciudad que el niño había nacido, según lo dicho por el ángel, y estaba acostado en un pesebre. Ellos por lo tanto le rindieron homenaje, y le dieron a la madre lo que ellos tenían, anunciándole lo que ellos habían visto y oído. María entonces guardaba todas esta cosas en su corazón, y José similarmente, dando gracias a Dios. Los pastores regresaron a sus rebaños, anunciando a todos qué gran cosa habían visto. Y así todo el país de Judea se llenó de temor, y todo hombre a quien llegaban estas noticias las guardaba en su corazón y decía: Nos preguntamos, ¿qué será este niño?.

5. CIRCUNCISION DE JESUS

Cuando se cumplieron los ocho días según la Ley del Señor, como está escrito en el libro de Moisés, tomaron al niño y lo llevaron al templo para circuncidarlo. Y así, circuncidaron al niño, y le dieron el nombre Jesús, como el ángel del Señor había dicho antes de que fuese concebido en el vientre. María y José sintieron que el niño debería ser para la salvación y ruina de muchos. Mientras tanto, ellos temían a Dios, y cuidaban al niño, con temor a Dios.

6. TRES MAGOS SON CONDUCIDOS POR UNA ESTRELLA DESDE ORIENTE A JUDEA, Y HALLANDO A JESUS, LE RINDEN HOMENAJE Y LE DAN REGALOS.

En el reinado de Herodes, rey de Judea, cuando nació Jesús, tres magos del Oriente observaban las estrellas del cielo. Entonces apareció ante ellos una estrella de gran brillantez, por lo que, habiendo discutido entre ellos, decidieron acudir a Judea, guiados por la estrella, la cual iba ante ellos, y habiendo llegado a Jerusalén, preguntaron dónde había nacido el Rey de los Judíos. Y cuando Herodes escuchó esto se sintió atemorizado, y toda la ciudad se vio alterada. Herodes, por tanto, convocó a los sacerdotes y escribas, diciendo: ¿Dónde debería nacer el Cristo?. Ellos respondieron que él había de nacer en Belén, pues está escrito por el profeta: Y tú, Belén, no eres pequeña entre las princesas de Judea, pues de ti saldrá un líder, el cual conducirá a Mi pueblo, Israel.

Entonces Herodes llamó a los magos y les preguntó a qué habían venido; y ellos contestaron que habían visto una estrella en el Oriente, la cual los había guiado hasta allí, y que ellos deseaban rendir homenaje con regalos a este nuevo rey manifestado por su estrella.

Entonces dijo Herodes: Id a Belén y buscad con toda diligencia al niño; y cuando lo hayáis encontrado, venid y decídmelo, ya que yo también quisiera acudir y rendirle homenaje. Pero esto lo dijo engañosamente.

7. LA VISITA DE LOS MAGOS A JESUS, Y SU REGRESO A SU PAIS, ADVERTIDOS EN UN SUEÑO

Los magos, por tanto, partieron de Jerusalén, y hé aquí que la estrella que se había aparecido ante ellos en el Oriente fue delante de ellos. Al ver la estrella los magos se llenaron de alegría. Y así, habiendo venido a Belén. fuera de la ciudad, vieron que la estrella se detenía sobre el albergue donde había nacido Jesús. Los magos entonces avanzaron y entrando al albergue encontraron al niño con su madre, y arrodillándose le rindieron homenaje. Y los magos le regalaron especies, con plata y oro, volviendo a contarle a la Virgen todo lo que habían visto.

Y después, cuando ellos dormían, fueron advertidos por el niño que no fueran a Herodes, sino que partiesen a sus hogares por otro camino, y que anunciaran todo lo que ellos habían visto en Judea.

8. JESUS ES LLEVADO, HUYENDO, A EGIPTO, Y HERODES ORDENA LA MASACRE DE LOS NIÑOS INOCENTES

Viendo Herodes que los magos no regresaron, se sintió burlado por ellos; y entonces determinó dar muerte a todo niño que hubiese nacido entonces. Pero hé aquí que mientras José dormía, se le apareció un ángel del Señor, diciendo: Levántate de prisa, y toma al niño con su madre e id a Egipto, ya que Herodes desea matarlo, José se levantó con gran temor, y tomó a María con el niño, y se fueron a Egipto, vivieron allí hasta la muerte de Herodes quien, creyéndose burlado por los magos, envió a sus soldados para que matasen a todos los niños recién nacidos en Belén. Los soldados por tanto fueron y mataron a todos los niños que había allí, como Herodes lo había ordenado. Se cumplieron así las palabras del profeta, que dijo: Hay lamentos y mucho llanto en Ramah: Raquel se lamenta por sus hijos, pero no hay quien la consuele, pues ellos ya no están.

9. JESUS, HABIENDO REGRESADO A JUDEA, SOSTIENE UNA MARAVILLOSA DISCUSION CON LOS DOCTORES, A LA EDAD DE 12 AÑOS

Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció en un sueño a José, y le dijo: Regresa a Judea, ya que han muerto los que querían la muerte del niño. José por lo tanto tomó al niño con María -habiendo llegado él a la edad de siete años- y volvió a Judea; donde, al oír que Arquelao, hijo de Herodes, estaba reinando en Judea, fue a Galilea, temiendo quedarse en Judea; y ellos se fueron a vivir a Nazaret.El niño creció en gracia y sabiduría ante Dios y ante los hombres.

Jesús, habiendo llegado a la edad de 12 años, subió con María y José a Jerusalén, para adorar allí según la Ley del Señor escrita en el libro de Moisés. Cuando terminaron sus oraciones regresaron ellos, habiendo perdido a Jesús, ya que ellos creían que él se había vuelto a casa con sus parientes. María por lo tanto volvió con José a Jerusalén, buscando a Jesús entre parientes y vecinos. Al tercer día encontraron al niño en el templo, en medio de los doctores, discutiendo con ellos acerca de la Ley. Y todos estaban asombrados por sus preguntas y respuestas, diciendo: ¿Cómo puede haber tal doctrina en él, siendo que él es tan pequeño y aún no ha aprendido a leer?.

María lo regañó, diciendo: Hijo, ¿qué nos has hecho? Mira, tu padre y yo te hemos buscado, sufriendo, durante tres días. Jesús respondió: ¿Qué no sabes que servir a Dios debe ponerse antes que el padre y la madre?. Jesús entonces bajó con su madre y con José a Nazaret, y estuvo sujeto a ellos con humildad y reverencia.

10. JESUS, A LA EDAD DE 30 AÑOS, EN EL MONTE DE LOS OLIVOS, RECIBE MILAGROSAMENTE EL EVANGELIO, DE MANOS DEL ANGEL GABRIEL

Jesús, habiendo alcanzado la edad de 30 años, como él mismo me dijo, subió al Monte de los Olivos con su madre para recoger aceitunas. Luego, al mediodía, cuando él estaba rezando, al llegar a estas palabras: Señor, con misericordia..., fue rodeado por una luz sumamente brillante y por una multitud infinita de ángeles, los cuales decían: Bendito sea Dios. El ángel Gabriel le presentó, como si fuera un espejo reluciente, un libro, el cual descendió entrando al corazón de Jesús, y en él estaba el conocimiento de los que Dios hizo y dijo, y lo que Dios quería, en tal forma que todo le fue claramente expuesto; como él me lo dijo: Créeme, Bernabé, que yo conozco a todos lo profetas con todas sus profecías, tanto que todo lo que yo digo ha salido de ese libro.

Jesús, habiendo recibido esta visión, y sabiendo que él era un profeta enviado a la casa de Israel, dio a conocer todo ello a María su madre, diciéndole que era necesario que él sufriese gran persecución por la causa de Dios, y que ya no podía seguir viviendo con ella sirviéndola. Entonces, habiendo oído esto, María contestó: hijo, cuando naciste todo esto me fue anunciado; así que bendito sea el santo nombre de Dios, Jesús partió por tanto ese día dejando a su madre, para atender a su misión profética.

11. JESUS CURA MILAGROSAMENTE A UN LEPROSO, Y ENTRA A JERUSALEN

Jesús, al descender de la montaña para entrar a Jerusalén, se encontró a un leproso, el cual, por inspiración divina, supo que Jesús era un profeta. Por tanto, con lágrimas le rogó, diciendo: Jesús, hijo de David, ten piedad de mí. Jesús respondió: ¿Qué deseas, hermano, que yo haga para tí?.

El leproso respondió: Señor, dame salud. Jesús lo respondió, diciendo: En verdad eres tonto; ruégale a Dios, Quien te creó, y El te dará salud; ya que yo soy un hombre como tú. El leproso contestó: Yo sé que tú, señor, eres un hombre, pero un santo del Señor. Por ello, rézale tú a Dios, y El me dará la salud. Entonces Jesús, suspirando, dijo: Señor Dios Todopoderoso, por el amor a Tus santos profetas, dále la salud a este hombre enfermo.

Entonces, habiendo dicho esto, dijo él, tocando al hombre enfermo con sus manos en el nombre de Dios: ¡Oh hermano, recibe tu salud!. Y cuando él hubo dicho esto, el leproso fue sanado, tanto que la carne le quedó limpia como la de un niño. Viendo él que había sido sanado, el leproso, con voz fuerte, gritó: Venid aquí, Israel, a recibir al profeta que Dios te envía. Jesús le rogó, diciendo: Hermano, no te apresures, no digas nada, pero cuanto más le rogaba, más gritaba él, diciendo: Ved al profeta!, ¡ved al santo de Dios!. Y a estas palabras muchos que salían de Jerusalén se regresaron, y entraron con Jesús a Jerusalén, recontando lo que Dios, a través de Jesús, había hecho al leproso.

12. PRIMER SERMON DE JESUS DIRIGIDO A LAS GENTES; MARAVILLOSO EN DOCTRINA ACERCA DEL NOMBRE DE DIOS.

La ciudad entera de Jerusalén se conmoción por estas palabras, así que todos corrieron juntos hacia el templo para ver a Jesús, el cual entrando allí a rezar, así que apenas cabían allí. Así que los sacerdotes le solicitaron a Jesús: Estas gentes desean verte y escucharte; por tanto, sube al pináculo, y si Dios te da una palabra, dile en el nombre del Señor.

Entonces subió Jesús al lugar desde el cual solían hablar los escribas. Y habiendo ordenado silencio con la mano, abrió la boca, y dijo: Bendito sea el santo nombre de Dios, Quién, por Su Bondad, quiso crear a Sus criaturas para que lo glorificasen. Bendito sea el santo nombre de enviarlos para la salvación del mundo, como habló El a través de Su siervo, David, diciendo: Antes que a Lucifer Yo te creé a ti en la brillantez de los santos". Bendito sea el santo nombre de Dios, Quien creo a los ángeles para que le obedecieran. Y bendito sea Dios. Quién castigó y reprobó a Satanás y a sus seguidores, los cuales no reverenciaron a aquél a quien Dios quiso que rindieran homenaje. Bendito sea el santo nombre de Dios, Quién creó al hombre del barro de la tierra, y lo envió por encima de Sus obras. Bendito sea el santo nombre de Dios, Quién con misericordia, miró las lágrimas de Adán y Eva, los primeros padres del género humano. Bendito sea el santo nombre de Dios, Quién justamente castigó a Caín, el fratricida, envió el Diluvio sobre la tierra, incendió las tres ciudades perversas, arrasó a Egipto, derrotó al Faraón en el Mar Rojo, dispersó a los enemigos de Su pueblo, castigó a los infieles, y castigó a los impenitentes. Bendito sea el santo nombre de Dios, Quién con misericordia, miró a Sus criaturas, y por lo tanto, les envió Sus santos profetas, para que pudiesen caminar ante El en la verdad y la rectitud; Quien liberó a Sus siervos de todo mal, y les dio esta tierra, como lo prometió el a nuestro padre Abrahám y a su hijo por siempre. Luego, a través de Su siervo Moisés, El nos dio esta santa Ley, para que Satanás no nos engañe, y El nos exaltó sobre todos los demás pueblos. Pero, hermanos, ¿qué hacemos hoy, que no somos castigados por nuestros pecados?.

Y entonces Jesús, con gran vehemencia, reprendió a las gentes por haber olvidado la Palabra de Dios, y por haberse entregado a la vanidad; reprendió a los sacerdotes por su negligencia en el servicio de Dios y por su ambición mundana; reprendió a los escribas porque predicaban doctrinas varias y abandonaban la Ley de Dios; reprendió a los doctores (de la ley) porque hacían inválida la Ley de Dios a través de sus tradiciones. Y de tal sabia manera habló Jesús a las gentes, que todos lloraron, desde el menor al mayor, pidiendo misericordia a gritos, y solicitándole a Jesús que rezara por ellos; excepto los sacerdotes y líderes, quienes en ese día concibieron odio contra Jesús por haber hablado así él contra los sacerdotes, escribas y doctores. Y ellos meditaron acerca de su muerte, pero por temor a las gentes, que lo habían recibido como profeta de Dios, no dijeron palabra.

Jesús levantó sus manos al Señor Dios y rezo, y la gente lloraba diciendo: Así sea, oh Señor, así sea. Terminada la oración, Jesús descendió del templo; y ese día partió de Jerusalén, con muchos que le seguían. Y los sacerdotes hablaron mal de Jesús entre ellos.

13. LA MARAVILLOSA DEVOCION DE JESUS Y SU ORACION, Y EL MAGNIFICO CONSUELO DEL ANGEL GABRIEL

Habiendo pasado algunos días, y percibiendo Jesús en su espíritu el deseo de los sacerdotes, ascendió al Monte de los Olivos para rezar. Y habiendo pasado la noche entera en oración, rezando Jesús en la mañana dijo: Oh Señor, yo sé que los escribas me odian, y que los sacerdotes están decididos a matarme a mí, Tu siervo; por tanto, Señor Dios Todopoderoso y Misericordioso, escucha por piedad las oraciones de Tu siervo, y sálvame de sus intrigas, ya que Tú eres mi salvación. Tu palabra es la Verdad, la cual durará por siempre.

Cuando Jesús hubo dicho estas palabras, he aquí que vino a él el ángel Gabriel, diciendo: No temas, oh Jesús, ya que un millar de millares de quienes viven arriba en el cielo te cuidan, y tú no morirás sino hasta que todo sea cumplido, y el mundo esté cercano a su fin. El ángel Gabriel respondió: Levántate, Jesús, y recuerda a Abrahán, quien queriendo hacer a Dios el sacrificio de su unigénito Ismael, y recuerda la Palabra de Dios, y no pudiendo el cuchillo cortar a su hijo, a mi palabra ofreció un cordero en sacrificio. Así harás tú también, por lo tanto, oh Jesús, siervo de Dios.

Jesús contestó: De buena gana, pero ¿dónde encontraré el cordero, si no tengo dinero y no es lícito robarlo?. Entonces el ángel Gabriel le mostró un cordero, el cual ofreció Jesús en sacrificio, alabando y bendiciendo a Dios, El cual es Glorioso por siempre.

14. DESPUES DE AYUNAR 40 DIAS, JESUS ESCOGE A LOS DOCE APOSTOLES

Jesús descendió del monte, y pasó de noche, solo, al otro lado del Jordán, y ayunó 40 días y 40 noches, sin comer nada día y noche, suplicando continuamente al Señor por la salvación de Su pueblo, al cual él había sido enviado por Dios. Y cuando hubieron pasados los 40 días, él estaba hambriento. Entonces se le apareció Satanás, y lo tentó con muchas palabras, pero Jesús lo expulsó por el poder de las palabras de Dios. Habiendo partido Satanás, vinieron los ángeles y le administraron a Jesús todo lo que el necesitaba.

Jesús, habiendo regresado a la región de Jerusalén, fue encontrado otra vez por las gentes con alegría sumamente grande, y ellos le rogaron que se quedara a vivir con ellos: ya que sus palabras, no eran como las de los escribas, sino que tenían poder, ya que tocaban al corazón. Jesús, al ver que la multitud de quienes habían regresado al buen camino era grande, caminado en la Ley de Dios, subió a la montaña, y pasó toda la noche en oración, y cuando llegó el día descendió él de la montaña, y escogió a doce, a quienes él llamó apóstoles, entre los cuales está Judas, el cual fue crucificado. Sus nombres son: Andrés y Pedro, su hermano, pescadores; Bernabé, quien escribe esto, con Mateo el publicano, que se sentaba en el puesto de la aduana; Juan y Santiago, hijos de Zebedeo; Tadeo y Judas; Bartolomé y Felipe; Santiago, y Judas Iscariote, el traidor. A éstos reveló él siempre los secretos divinos, pero al Iscariote Judás, él lo hizo su administrador de todo lo que era dado en caridad, pero Judas robada la décima parte de todo.

15. MILAGRO OBRADO POR JESUS EN UNA BODA, TRANSFORMANDO EL AGUA EN UNA BEBIDA DELICIOSA

Cuando se aproximaba la fiesta de los Tabernáculos, cierto hombre rico invitó a Jesús con sus discípulos y su madre a una boda, Jesús fue entonces, y cuando ellos celebraban, se acabó el vino. Su madre le dijo a Jesús: Ya no tienen vino. Jesús respondió: Y a mí qué me importa, madre mía. Su madre ordenó a los sirvientes que obedecieran lo que Jesús le sindicase. Habían allí seis recipientes para agua para que las gentes se purificases, según la costumbre de Israel, para la oración, Jesús dijo: Llenad estos recipientes con agua. Los sirvientes así lo hicieron. Jesús le dijo: En el nombre de Dios, dádles de beber a los que están festejando. Los sirvientes entonces le dieron al maestro de ceremonias, para que probara, el cual los reprendió diciendo: Oh siervos, indignos, ¿por qué habeís guardado hasta ahora la mejor bebida?, ya que él no sabía nada de lo que Jesús había hecho.

Los sirvientes respondieron:Oh señor, hay aquí un hombre santo de Dios, ya que él ha transformado el agua en esta bebida. El maestro de ceremonias pensó que los sirvientes estaban borrachos; pero los que estaban sentados cerca de Jesús, habiendo visto todo lo sucedido, se levantaron de la mesa y le rindieron homenaje, diciendo: En verdad tú eres un santo de Dios, un verdadero profeta, enviado por Dios a nosotros. Entonces sus discípulos creyeron en él, y muchos regresaron sus corazones hacia el bien, diciendo: Alabado ser Dios, Quien tiene piedad de Israel, y visita la casa de Judá con amor, y bendito sea Su santo Nombre.

16. MARAVILLOSA ENSEÑANZA DADA POR JESUS A SUS APOSTOLES ACERCA DE LA CONVERSION AL BIEN

Un día Jesús convocó a sus discípulos y subieron a la montaña,. y cuando él se hubo sentado allí, sus discípulos se acercaron a él, y él abrió su boca y los instruyó, diciendo: Grandes son los beneficios que Dios ha concedido sobre nosotros, por lo que es necesario que lo sirvamos con corazón sincero. Y así como el vino nuevo se guarda en recipientes nuevos, así también debéis vosotros convertiros en hombres nuevos, si vais a contener la nueva doctrina que saldrá de mi boca. Verdaderamente os digo, que así como un hombre no puede ver con sus ojos al cielo y la tierra al mismo tiempo, así es imposible amar a Dios y al mundo.

Ningún hombre en su sano juicio serviría a dos amos que están en enemistad el uno con el otro; ya que si uno os amara, el otro os odiaría. Así os digo en verdad que vosotros no podeís servir a Dios y al mundo, ya que el mundo consiste en falsedad, codicia y maldad. Por tanto no podéis hallar reposo en el mundo, sino más bien persecución y perdición. Así que servid a Dios y despreciad al mundo, ya que así encontraréis reposo para vuestras almas. Escuchad mis palabras, ya que os hablo con la verdad.

En verdad, bienaventurados sean los pobres que odian verdaderamente en esta vida terrenal, ya que ellos serán consolados.

Bienaventurados sean los pobres que odian verdaderamente las delicias del mundo, ya que ellos abundarán en las delicias del reino de Dios.

En verdad, bienaventurados sean los que comen a la mesa de Dios, porque los ángeles les atenderán y servirán.

Vosotros estáis viajando como peregrinos. ¿Se carga el peregrino a sí mismo con palacios y campos y otras cosas mundanas en el camino? Claro que no; sino que él carga cosas ligeras y valiosas por su utilidad y conveniencia en el camino. Esto debería ser un ejemplo para vosotros; y si deseáis otro ejemplo, yo os lo diría, para que podáis hacer como os digo. No hagáis pesados vuestro corazones con deseos mundanos, diciendo: "¿Quién nos vestirá?", o "¿Quién nos dará de comer?"; sino mejor ved a las flores y los árboles, con las aves, a quienes Dios nuestro Señor vistió y alimentó con mayor gloria que toda la gloria de Salomón. Y El es capaz de alimentarnos, así, el Dios que os creó y os llamó a Su servicio.; Quien durante 40 años hizo que el maná descendiera del cielo para Su pueblo, Israel, en el desierto, y no dejó que sus ropas se volvieran viejas ni gastadas, siendo ellos 640.000 hombres, mujeres y niños. Verdaderamente yo os digo, que el cielo y la tierra perecerán, y sin embargo Su misericordia sobre aquéllos que le escuchan no perecerá. Pero los ricos del mundo, en su prosperidad, están hambrientos y perecerán.

Hubo un hombre muy rico cuyos ingresos se incrementaban, y decía: "¿Qué haré, oh alma mía? Voy a derribar mis graneros porque son pequeños, y construiré unos nuevos y más grandes: ¡así triunfarás, alma mía!" ¡Oh hombre desgraciado!, ya que esa noche él murió. El debería haberse preocupado por los pobres, y haberse procurado amigos, con limosnas de las riquezas impías de este mundo, ya que ellos traen tesoros en el reino de los cielos.

Decidme, os ruego, si vosotros dieseis vuestro dinero al banco de un publicano, y él os devolviese diez veces y 20 veces más dinero, ¿acaso no le daríais a ese hombre todo lo que tuvieseis? Pero yo os digo, en verdad, que cualquier cosa que deis y entreguéis por amor a Dios, la recibiréis de vuelta multiplicada 100 veces, y duradera por toda la vida. Ved entonces cuánto debéis conformaros para servir a Dios>>.





17. EN ESTE CAPITULO SE PERCIBE CLARAMENTE LA INFIDELIDAD DE LOS CRISTIANOS Y LA VERDADERA FE DE LOS CREYENTES

Cuando Jesús hubo dicho esto, contestó Felipe: "Estamos contentos de servir a Dios, pero deseamos, sin embargo, conocer a Dios, ya que Isaías, el profeta, dijo: "Verdaderamente Tú eres un Dios escondido", y dijo Dios a Moisés, Su siervo: "Yo soy el que soy">>. Jesús contestó: <

Felipe contestó: Maestro, ¿qué dices? Está escrito ciertamente en Isaías que Dios es nuestro padre; ¿cómo, entonces, no tiene hijos El?. Jesús contestó Están escritas en los profetas muchas parábolas, por lo que uno no de debe tomarlos al pie de la letra, sino atender el significado; ya que todos los profetas, que son 144.000 -a quienes Dios envió al mundo- hablaron obscuramente. Pero después de mí vendrá el Esplendor de todos lo profetas y santos, y arrojará luz sobre la oscuridad de todo lo que los profetas dijeron, ya que él es el mensajero de Dios. Y habiendo dicho esto, Jesús suspiró y dijo: ¡Ten piedad de Israel, Oh señor Dios!; y mira con misericordia a Abrahán y a su descendencia, para que ellos puedan servirte con corazón sincero.

Sus discípulos respondieron: ¡Así sea, oh Señor, Dios nuestro!. Jesús dijo: En verdad os digo, , que los escribas y doctores han vuelto vacía la Ley de Dios con sus falsas profecías, contrarias a las profecías de los verdaderos profetas de Dios; por lo que Dios está furioso contra la casa de Israel y contra esta generación sin fe. Sus discípulos lloraron al oír estas palabras, y dijeron: Ten piedad, oh Dios, ten piedad del templo y de la ciudad santa, y no la dejes al desprecio de las naciones. Que ellas no desprecien Tu santo Convenio. Jesús contestó: Así sea, Señor Dios de nuestros padres.

18. AQUI SE MUESTRA LA PERSECUCION DE LOS SIERVOS, DE DIOS POR EL MUNDO, Y LA PROTECCION DE DIOS SALVANDOLOS.

Habiendo dicho esto, dijo Jesús: Vosotros no me habéis escogido, sino que yo os escogí a vosotros, para que seáis mis discípulos. Si entonces el mundo os odia, verdaderamente seréis mis discípulos; ya que el mundo siempre ha sido un enemigo de los siervos de Dios. Recordad (a los) santos profetas que fueron matados pro el mundo, como en el tiempo de Elías, que 10.000 profetas fueron matados por Jezabel, en tal forma que apenas pudo escapar el pobre Elías -y 7.000 hijos de profetas con él- escondidos por el capitán de las huestes de Ahad. ¡Oh mundo impío, que conoces a Dios! No teméis pues, ya que los cabellos de vuestra cabeza han sido numerados para que no perezcan. Mirad las golondrinas y otras aves, de las cuales no cae una pluma si no es con el Permiso de Dios. ¿Tendrá entonces Dios más cuidado de los pájaros que del hombre, para quien El creó todo? ¿Hay, acaso, algún hombre que se preocupe más por su zapato que por su propio hijo? Claro que no. Ahora, ¿Cómo va a ser posible que penséis que Dios os abandonará, siendo que cuida de las aves? ¿Y para qué hablar de los pájaros? Una hoja de árbol no cae si no es por la Voluntad de Dios.

Creédme, ya que os digo la verdad, que el mundo os temerá grandemente si observáis mis palabras, ya que si él no temiera ver revelada su maldad al descubierto, no os odiaría; pero él teme que sea expuesta, por lo tanto os odiará y os perseguirá. Si viereis que el mundo se burla de vosotros, sois tomados como burla por el mundo, el cual considera Su sabiduría como locura. Si Dios soporta al mundo, con paciencia poseeréis vuestra alma. Por lo tanto, si alguien os da un golpe en un lado de la cara, ofrecédle el otro para que lo golpee. No paguéis mal por mal, ya que eso hacen los peores animales; mejor pagad bien con el bien. Considerad a Dios, que hace que el sol salga sobre los buenos y los malos, y similarmente la lluvia. Así debéis vosotros hacer el bien a todos; ya que está escrito en la Ley: "Sed santos, porque Yo, vuestro Dios, soy Santo; sed puros, ya que Yo soy Puro; y sed perfectos, ya que Yo soy Perfecto". Verdaderamente os digo que el siervo estudia para complacer a su amo, así que él no se pone ninguna prenda de vestir que desagrade a su amo. Vuestras ropas son vuestra voluntad a Dios, nuestro Señor. Estad seguros de que Dios odia la pompa y el lujo de este mundo, y por lo tanto, odiad al mundo.

19. JESUS PREDICE QUE SERA TRAICIONADO, Y, DESCENDIENDO DE LA MONTAÑA, CURA A 10 LEPROSOS.

Cuando Jesús hubo dicho esto, Pedro contestó: Oh maestro, vé que nosotros hemos dejado todo para seguirte; ¿qué será de nosotros?. Jesús respondió: Verdaderamente vosotros en el Día del Juicio os sentaréis a mi lado, dando testimonio contra las doce tribus de Israel.

Y habiendo dicho esto, Jesús suspiró, diciendo: Oh Señor, ¿qué cosa es ésta,?, pues yo he escogido a doce, pero uno de ellos es un demonio.Los discípulos se afligieron y apenaron por esta palabra; por lo que el que esto escribe preguntó en secreto a Jesús, con lágrimas, diciendo: Oh maestro, ¿me engañará a mí Satanás, y entonces me volveré un réprobo?. Jesús respondió: No te aflijas, Bernabé; ya que aquéllos a quienes Dios escogió antes de la creación del mundo no perecerán. Regocíjate, ya que tu nombre está escrito en el libro de la vida.

Jesús consoló a sus discípulos, diciendo: No temáis, ya que aquél que me odiará no está afligido por lo que dije, ya que en él no está el sentimiento divino. A estas palabras suyas los escogidos fueron consolados. Jesús hizo sus plegarias, y sus discípulos dijeron: Amén, así sea, Señor Dios Todopoderoso y Misericordioso.

Habiendo terminado sus devociones, Jesús bajó de la montaña con sus discípulos, y se encontró con 10 leprosos, los cuales gritaron desde lejos: ¡Jesús, hijo de David, ten piedad de nosotros!. Jesús le dijo que se acercaran, y les dijo: ¿Qué queréis de mí, oh hermanos?. Todos ellos gritaron: ¡Dános salud!. Jesús respondió: ¡Ah, miserables que sois, al haber perdido la razón!, ya que decís: "¡Dános salud!" ¿Que no veis que soy un hombre como vosotros? Invocad a Dios, que os ha creado, y El, que es Todopoderoso y Misericordioso, os sanará.

Con lágrimas respondieron los leprosos: Nosotros sabemos que tú eres un hombre como nosotros, pero, sin embargo, un santo de Dios y un profeta del Señor, por lo tanto ruega tú a Dios, y El nos sanará. Entonces los discípulos rogaron a Jesús, diciendo: Señor, ten piedad de ellos . Entonces Jesús rogó a Dios, diciendo: Señor Dios Todopoderoso y Misericordioso, ten misericordia y escucha las palabras de Tu siervo; y por el amor de Abrahán, nuestro padre, y por Tu pacto sagrado ten piedad de la petición de estos hombres y concédeles la salud. Entonces Jesús, habiendo dicho esto, volteó hacia los leprosos y dijo: Id y presentáos a los sacerdotes según lo que dice la Ley de Dios. Los leprosos partieron, y en el camino fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido curado, se regreso para buscar a Jesús, y se trataba de un Ismaelita. Y habiendo hallado a Jesús se arrodilló, reverenciándolo, diciendo: En verdad tú eres un santo de Dios., y con gracias le rogó que lo recibiera como sirviente. Jesús contesto: Diez fueron limpiados; ¿dónde están los otros nueve?. Y le dijo al que había sido sanado: Yo no vengo a ser servido, sino a servir; por lo tanto ve a tu casa, y recuenta cuánto ha hecho Dios en ti, para que ellos sepan que las promesas hechas a Abrahán y a su hijo, con el reino de Dios, se están aproximando. El leproso sanado partió, y habiendo llegado a su barrio volvió a contar cuánto había obrado Dios en él a través de Jesús.

20. MILAGRO EN EL MAR OBRADO POR JESUS, Y EL DECLARA DONDE SERA RECIBIDO EL PROFETA

Jesús fue al Mar de Galilea, y habiéndose embarcado en una nave, navegó hacia la ciudad de Nazaret; y entonces hubo una gran tempestad en el mar, tanto que el barco estuvo próximo a hundirse. Y Jesús dormía en la proa del barco. Entonces se acercaron a él sus discípulos, y lo despertaron, diciendo: Oh maestro, sálvate, porque perecemos. Ellos sentían gran temor, por causa del fuerte viento en contra y por el rugir del mar. Jesús se levantó, y levantando la vista hacia el cielo, dijo: Oh Elohim Sebaoth, ten piedad de Tus siervos. Entonces, cuando Jesús hubo dicho esto, repentinamente cesó el viento, y el mar se volvió tranquilo. Entonces los marineros temieron, diciendo: Y, ¿quién es éste, a quien obedecen el mar y el viento?.

Habiendo llegado a la ciudad de Nazaret, los marineros extendieron por toda la ciudad la noticia de lo que Jesús había obrado, por lo que la casa donde estaba Jesús se vio rodeada por todos los que vivían en la ciudad. Y los escribas y doctores, representándose ante él, dijeron: Hemos escuchado lo que hiciste en el mar y en Judea; dános por lo tanto alguna señal aquí en tu propio país.

Jesús respondió: Esta generación impía pide una señal, pero no le será dada a ellos, porque ningún profeta es recibido en su propia tierra. En el tiempo de Elías había muchas viudas en Judea, pero él sólo fue enviado a pedir alimento a una viuda de Sidón. Muchos eran los leprosos en Judea en el tiempo de Eliseo, no obstante, sólo Naamán, el sirio, fue sanado. Entonces se enojaron los ciudadanos y lo cogieron y lo llevaron a la cumbre de un precipicio para arrojarlo desde allí. Pero Jesús, caminando en medio de ellos, partió de allí.

21. JESUS CURA A UN ENDEMONIADO, Y LOS CERDOS SE ARROJARON AL MAR. DESPUES CURA A UNA CANAANITA.

Jesús subió a Cafarnaúm, y al acercarse a la ciudad, salió de entre las tumbas uno que estaba poseído por el demonio, y en tal forma que ninguna cadena podía contenerlo, y hacía gran daño a las gentes. Los demonios gritaban por su boca, diciendo: Oh santo de Dios, ¿por qué vienes antes de tiempo a molestarnos?. Y le rogaban que no los arrojase.

Jesús les preguntó cuántos eran. Ellos respondieron: Somos 666. Cuando los discípulos oyeron esto, huyeron asustados, y le rogaron a Jesús que se fuera. Entonces dijo Jesús: ¿Dónde está vuestra fe? Es necesario que los demonios se vayan, no yo. Los demonios, por tanto, gritaron: Saldremos, pero permítenos entrar en aquéllos cerdos. Andaban por allí pastando, cerca del mar, unos 10.000 cerdos que pertenecían a los canaanitas. Entonces Jesús dijo: Id y entrad en los cerdos. Con un rugido, los demonios entraron en los cerdos, y los hicieron arrojarse de cabeza al mar. Entonces los que alimentaban a los cerdos huyeron hacia la ciudad, y contaron todo lo que Jesús había hecho que sucediera.

Entonces los hombres de la ciudad vinieron y encontraron a Jesús y al hombre que fue sanado. Los hombres se llenaron de temor y rogaron a Jesús que se fuera y saliera de sus fronteras. Jesús los dejó y se fue hacia la región de Tiro y Sidón.

Y hé aquí que una mujer de Canaán con sus dos hijos, que había salido de su propio país para conocer a Jesús, al verlo llegar con sus discípulos, grito: Jesús, hijo de David, ¡Ten piedad de mi hija, que es atormentada por el demonio!. Jesús no le contestó ni una palabra, ya que ella pertenecía al pueblo incircunciso. Los discípulos se movieron a lástima, y dijeron: ¡Oh hijo maestro, ten piedad de ellos! ¡Mira cómo gritan y lloran!. Jesús respondió: Yo sólo fui enviado al Pueblo de Israel. Entonces la mujer, con sus hijos, fue ante Jesús, llorando y diciendo: ¡Oh hijo de David, ten piedad de mi!. Jesús contesto: No está bien quitar el pan de la mano de los hijos y dárselo a los perros. Y esto dijo Jesús por razón de la impureza de ellos, ya que eran de las gentes incircuncisas. La mujer respondió: Oh señor, los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces se asombró Jesús por las palabras de la mujer, y dijo: ¡Oh mujer, tu fe es grande!. Y habiendo levantado las manos hacia el cielo, rezó a Dios y luego dijo:

22. CONDICION MISERABLE DE LOS INCIRCUNCISOS EN QUE EL PERRO ES MEJOR QUE ELLOS.

Los discípulos preguntaron a Jesús ese día, diciendo: Oh maestro, ¿por qué diste esa respuesta a la mujer, diciendo que ellos eran como perros?. Jesús contestó: Verdaderamente os digo que un perro es mejor que un hombre incircunciso. Entonces se afligieron los discípulos, diciendo: Duras son estas palabras, ¿quién será capaz de recibirlas?. Jesús respondió: Si consideráis, oh tontos, lo que hacen el perro, que no tiene razón, para el servicio de sus amo, encontraréis que lo que digo es verdad decídme, ¿cuida el perro la casa de su amo y expone su vida contra los ladrones? Sí, seguro. ¿Por qué recibe él? Muchos golpes e insultos con poco pan, y él siempre le muestra a su amo una cara alegre. ¿Es esto cierto?.

Cierto es, oh maestro, respondieron los discípulos. Entonces dijo Jesús: Considerad ahora cuánto le ha dado Dios al hombre, y veréis cuán injusto es él al no observar el Pacto que Dios hizo con Abrahán, Su siervo. Recordad lo que dijo David al rey Saúl de Israel, contra Goliat el filisteo: "Mi señor", dijo David, "mientras tu siervo estaba vigilando el rebaño de tu siervo vinieron el lobo, el oso y el león y atraparon las ovejas de tu siervo; entonces tu siervo fue y los mató, rescatando a las ovejas. ¿Y que es este incircunciso sino uno como ellos ? Por lo tanto, tu siervo irá en el nombre de el Señor Dios de Israel, y matará a ese impuro que blasfema a las gentes santas de Dios".

Entonces dijeron los discípulos: Dínos, oh maestro, ¿por qué razón debe el hombre ser circuncidado?. Jesús respondió: Que sea suficiente para vosotros el que Dios lo ordenase a Abrahán, diciendo: "Abrahán, circuncida tu prepucio y el de los de tu casa, ya que este es un pacto entre tú y Yo por siempre.

23. ORIGEN DE LA CIRCUNCISION, Y PACTO DE DIOS CON ABRAHAM, Y MALDICION DE LOS INCIRCUNCISOS

Y habiendo dicho esto, Jesús se sentó, y sus discípulos acudieron a su lado para escuchar sus palabras. Entonces dijo Jesús: Adán el primero hombre habiendo comido, por engaño de Satanás, el alimento prohibido por Dios en el Paraíso, se rebeló su carne contra el espíritu; y entonces él juró, diciendo: "¡Por Dios, te cortaré!". Y habiendo roto un pedazo de roca, cogió su carne para cortarla con el agudo filo de la piedra; entonces fue reprendido por el ángel Gabriel. Pero él respondió: "He jurado por Dios que lo cortaré; ¡yo nunca seré un mentiroso!".

Entonces el ángel le mostró la parte superflua de su carne, y ésa la cortó él. Y de aquí, así como todo hombre toma su carne de la carne de Adán, así está obligado él a observar todo lo que Adán prometió con juramento. Esto cumplió Adán en sus hijos, y de generación en generación fue transmitida la obligación de la circuncisión. Pero en la época de Abrahán había solo unos cuantos circuncidados sobre la tierra, ya que la idolatría se había multiplicado en el mundo. Entonces Dios le dijo a Abrahán el hecho acerca de la circuncisión, e hizo este Pacto, diciendo: "Al alma que no tenga circuncidada su carne, la expulsaré y dispersaré de mi pueblo por siempre".

Los discípulos temblaron de temor por estas palabras de Jesús, ya que él habló con espíritu vehemente. Entonces dijo Jesús: Dejad que tema el que no haya circuncidado su prepucio, ya que él está privado del Paraíso. Y habiendo dicho esto, Jesús habló otra vez, diciendo: El espíritu en muchos está listo para el servicio de Dios, pero la carne es débil. El hombre que teme a Dios, por lo tanto, debería considerar lo que es la carne, y dónde tiene su origen, y a qué será reducida. Del barro de la tierra creó Dios la carne, y en ella sopló el aliento de vida, infundiéndola allí. Y por lo tanto cuando la carne estorbe al servicio de Dios debe ser aplastada como arcilla y pisoteada, ya que el que odie tanto su carne en este mundo, la guardará para al vida eterna.

Lo que la carne es en este momento, sus deseos lo manifiestan -o sea, que es un enemigo acérrimo de todo bien; ya que ella desea el pecado. ¿Desearía entonces el hombre dejar agradar a Dios, su Creador, para satisfacer a Sus enemigos? Considerad esto: Todos los santos y profetas fueron enemigos de su carne para el servicio de Dios; así que ellos, prontamente y de buena gana, fueron a su muerte antes que ofender la Ley de Dios dada por Moisés, Su siervo, e ir a servir a los dioses falsos y mentirosos.

Recordad a Elías, quien huyó a través de lugares desiertos de las montañas, comiendo sólo pasto, vestido con pieles de cabra. ¡Ah durante cuántos días no comió él! ¡Ah, cuánto frío soportó! ¡Ah, cuántos aguaceros lo empaparon!, y (eso) por espacio de siete años, durante los cuales él soportó la feroz persecución de la impía Jezabel.

Recordad a Eliseo, el cual comía pan de cebada, y vestía las ropas más ásperas. En verdad os digo que ellos, al no temer lastimar la carne, fueron temidos con gran terror por el rey y el príncipe. Esto debería ser suficiente para querer castigar la carne, oh hombres. Pero si contempláis los sepulcros, sabréis lo que es la carne.

24. NOTABLE EJEMPLO DE COMO DEBERIA UNO HUIR DE LOS BANQUETES Y FIESTAS

Habiendo dicho esto, Jesús lloró diciendo: ¡Ay de aquéllos que son esclavos de su carne!, porque es seguro que ellos no tendrán bien alguno en la otra vida, sino sólo tormentos por sus pecados. Os digo que hubo un rico glotón que no prestaba atención a nada más que a la glotonería, y así todos los días tenía un espléndido festín. Se paraba a su puerta un hombre pobre, de nombre Lázaro, el cual estaba lleno de llagas, y se conformaría con tener las migajas que caían de la mesa del glotón. Pero nadie le daba; no, todos se burlaban de él. Sólo los perros le tenían lástima de él, ya que ellos le lamían sus llagas. Sucedió que el hombre pobre murió, y los ángeles les llevaron a los brazos de nuestro padre Abrahán.

El hombre rico también murió, y los demonios lo llevaron a los brazos de Satanás; y entonces, sufriendo el mayor tormento, levantó él la vista y de lejos vio a Lázaro en los brazos de Abrahán. Entonces gritó el rico: "¡Oh padre Abraham, ten piedad de mí, y envía a Lázaro para que con sus dedos pueda traerme una gota de agua para refrescar mi lengua, la cual está atormentada en esta llama".

Abrahán respondió: "Hijo, recuerda que tú recibiste tu bien en la otra vida y Lázaro su mal; entonces ahora tú estarás en tormento, y Lázaro en el consuelo". El rico gritó otra vez, diciendo: "Oh padre Abrahán, en mi casa hay tres hermanos míos. Por lo tanto envía a Lázaro para que les anuncie cuanto estoy sufriendo, para que ellos se arrepientan y no vengan aquí".

Abrahán respondió: "Ellos tienen a Moisés y los profetas, dejan que los oigan". El hombre rico dijo: "No, padre Abrahán, pero si un muerto se levanta, ellos creerán". Abrahán contestó: "Quien no cree en Moisés y los profetas tampoco creerá en los muertos, aun cuando se levantaran">>.

Ved entonces si los pobres son benditos, dijo Jesús, que tienen paciencia, y sólo desean lo necesario, odiando la carne. Oh desgraciados son quienes llevan cargando a otros en el funeral, para darles sus cuerpos como alimento a los gusanos, y no aprenden la verdad. Tan lejos están de ello que viven aquí como inmortales, ya que ellos construyen grandes casas y obtienen grandes ganancias y viven con soberbia.

25. COMO DEBE UNO DESPRECIAR LA CARNE, Y COMO DEBE UNO VIVIR EN EL MUNDO

Entonces dijo el que escribe: Oh maestro, verdaderas son tus palabras y por lo tanto hemos abandonado todo para seguirte. Dínos, entonces, cómo debemos odiar nuestra carne; puesto que matarse uno mismo no es lícito, y viviendo nosotros requiere que le demos a nuestra carne su sustento.

Jesús respondió: Mantén tu carne como a un caballo, y vivirás a salvo. Ya que a un caballo el alimento le es dado con medida, y el trabajo sin medida, y se le pone la rienda para que camine a voluntad (de uno), es amarrado para que no moleste a alguien, se le guarda en un lugar pobre, y se le golpea cuando no es obediente; así haz tú, oh Bernabé, y vivirás siempre con Dios.

Y no te ofenden mis palabras, ya que David el profeta hizo lo mismo, como confiesa él, diciendo: "Yo soy como un caballo ante Ti; y estoy siempre contigo". Ahora díme, ¿quien es más pobre, el que se contenta con poco, o el que desea mucho? Verdaderamente te digo, que si tan solo tuviera el mundo una alma sana, nadie amasaría nada para sí mismo, sino que todo sería común. Pero en esto se conoce su locura, que cuanto más amasa más desea. Y tanto como él amasa, ya que el reposo de otros lo hace amasar igual. por lo tanto que una sola túnica sea suficiente para vosotros, tirad vuestra bolsa, no porteís monedero, ni calcéis sandalias; y no penséis, diciendo: "¿Que nos sucederá?", sino tened en mente la Voluntad de Dios, y El os proveerá para satisfacer vuestras necesidades, tanto que nada os faltará.

En verdad os digo, que amasar mucho en esta vida da testimonio seguro de no tener nada qué recibir en la otra. Ya que aquél que es nativo de Jerusalén no construye casas en Samaria, ya que hay una enemistad entre estas ciudades. ¿Entendéis?. Sí, dijeron los discípulos.

26. COMO DEBE UNO AMAR A DIOS, Y EN ESTE CAPITULO ESTA CONTENIDA LA MARAVILLOSA DISPUTA DE ABRAHAM CON SU PADRE

Entonces dijo Jesús: Hubo un hombre que iba de viaje, y al ir caminando, descubrió un tesoro en un campo que iba a ser vendido por cinco piezas de dinero. Inmediatamente el hombre, cuando supo esto, vendíó su túnica para comprar ese campo. ¿Es eso creíble?. Los discípulos contestaron: El que no lo creyera está loco.

Entonces Jesús dijo: Locos estaréis vosotros si no dais vuestros sentidos a Dios para comprar vuestra alma, en donde reside el tesoro del amor; ya que el amor es un tesoro incomparable. Ya que aquél que ame a Dios para sí mismo; y quien tenga a Dios, lo tiene todo.

Pedro dijo:  maestro, ¿cómo debe uno amar a Dios con verdadero amor? Dínos. Jesús replicó: En verdad os digo que aquél que no odie a su padre y a su madre, y a su propia vida, e hijos y esposa, por el amor de Dios, ése tal no es digno de ser amado por Dios.

Pedro contestó: Oh maestro, está escrito en la Ley de Dios en el libro de Moisés: "Honra a tu padre, para que vivas largo tiempo sobre la tierra". Y además dijo el : "Maldito sea el hijo que no obedece a su padre y a su madre"; entonces Dios ordenó que el hijo desobediente ha de ser apedreado por la gente, con ira, a las puertas de la ciudad. ¿Y ahora nos ordenas odiar al padre y a la madre?.

Jesús respondió: Cada palabra mía es cierta, ya que no es mía, sino de Dios, Quien me envió a la casa de Israel. Por lo tanto os digo que todo lo que vosotros poseéis Dios os lo ha concedido; y así, ¿qué es más precioso, el don o el donador? Cuando tu padre y tu madre, con toda otra cosa, sean un obstáculo para ti en el servicio de Dios, abandónalos como enemigos. ¿No le dijo Dios a Abrahán: "Vete de la casa de tu padre y de tus parientes, y ven a vivir en la tierra que Yo te daré a ti y a tu descendencia"? ¿Y por que dijo esto Dios? Porque el padre de Abrahán era un hacedor de ídolos, que hacía y adoraba dioses falsos. De allí que hubiera enemistad entre ellos, tanto que el padre quiso quemar al hijo.

Pedro contestó: Verdaderas son tus palabras; por lo tanto te ruego que nos cuentes cómo burló Abrahán a su padre. Jesús contestó: Abrahán tenía siete años cuando empezó a buscar a Dios. Así, un día dijo a su padre: "Padre, ¿qué hizo al hombre?".

El padre tonto respondió: "El hombre; ya que yo te hice a tú, y mi padre me hizo a mí". Abrahán dijo: "Padre no es así; ya que yo oí a un hombre viejo llorar y decir: "Oh Dios mío, ¿por qué no me has dado hijos?".

Su padre contestó: "Es verdad, hijo mío, que Dios ayuda al hombre a que haga hombres, pero el no pone sus manos en ello; sólo es necesario que el hombre venga a rezarle a su dios y le dé sus corderos y ovejas, y su dios le ayudará": Abrahán respondió: ¿Cuántos dios, hay padre?". El viejo contesto: "Son infinitos en número, hijo mío".Entonces dijo Abrahán: "Oh padre, ¿qué haré si sirvo a un dios y otro me desea el mal porque yo no le sirvo a él? De alguna manera habría discordia entre ellos, y así surgirá la guerra entre dioses. Peso si, acaso, el dios que me desea el mal mata a mi propio dios, ¿qué haré? Es cierto que él me matará a mí también".

El viejo, riendo, contesto: "Oh hijo, no tengas miedo, ya que ningún dios le hace la guerra a otro dios; no. En el gran templo hay mil dioses con el gran dios Baal, y yo tengo ahora 70 años, y sin embargo nunca he visto que un dios golpea a otro dios. Y seguramente todos los hombres no sirven a un solo dios, sino un hombre a uno, y oro hombre a otro dios".

Abrahán respondió: "Así, entonces, ¿ellos tienen paz entre ellos?". Dijo el padre: "Sí". Entonces dijo Abrahán: "Oh padre, ¿Cómo son los dioses?". El viejo contestó: "Tonto, cada día yo hago un dios, el cual vendo a los demás para comprar yo el pan, ¡y tú no sabes como son los dioses!". Y entonces en ese momento estaba él haciendo un ídolo."Este", dijo él, "es de manera de palma, ése es de olivo, aquél pequeño es de marfil; ¡vé qué bien hecho está! ¿No parece como si estuviera vivo? Ciertamente, ¡solo le falta respirar!.

Abrahán replicó: "Y entonces padre, ¿los dioses no respiran? ¿Entonces cómo dan ellos el aliento? Y estando sin vida, ¿cómo dan ellos la vida? Es cierto, padre, que éstos no son Dios". El anciano se enojó por estas palabras, diciendo: "Si tuvieras edad para entender, te rompería yo la cabeza con esta hacha; pero ten cuidado, ¡porque tú no tienes entendimiento!"

Abrahán contestó: "Padre, si los dioses ayudan hacer hombres, ¿cómo puede ser que el hombre haga a los dioses? Y si los dioses están hechos de madera, es un gran pecado quemar madera. Pero díme, padre, ¿cómo es cuando tú has hecho tantos dioses, los dioses no te han ayudado a hacer otros tantos hijos que pudieran hacerte el hombre más poderoso del mundo?".

El padre estaba fuera de sí, oyendo hablar así a su hijo. El hijo siguió: "Padre, ¿estuvo el mundo alguna vez sin hombres?". "Sí", respondió el hombre, "¿por qué?". "Porque", dijo Abrahán, "quisiera saber quién hizo al primer dios". "¡Ahora véte de mi casa", dijo el viejo, "y déjame hacer este dios rápidamente, y no me hables; ya que, cuando tienes hambre tú deseas pan y no palabras".

Dijo Abrahán: "¡Un buen dios, ciertamente, al que tú cortas como deseas, y él no se defiende!". Entonces el anciano se enojó, y dijo: "Todo el mundo dice que es un dios, y tú, muchacho loco, dices que no los es. ¡Por mis dioses, si fueras un hombre te mataría!". Y habiendo dicho esto, le dio golpes y puntapiés a Abrahán, y lo saco de la casa, correteándolo>>.

27. EN ESTE CAPITULO SE VE CLARAMENTE LO IMPROPIA QUE ES LA RISA EN LOS HOMBRES, Y TAMBIEN SE VE LA PRUDENCIA DE ABRAHAM

Los discípulos se rieron de la locura del viejo, y se asombraron por la prudencia de Abrahán. Pero Jesús los reprendió, diciendo: Habéis olvidado las palabras del profeta, que dicen: "La risa actual es el heraldo del llanto por venir", y además. "No debes ir donde hay risa, sino sientáte con los que lloran, ya que esta vida pasa en miserias". Entonces dijo Jesús: En el tiempo de Moisés, ¿no sabéis que por reírse y burlarse de los demás Dios convirtió a muchos hombres de Egipto en bestias odiosas? Tened cuidado y no os riáis de alguien, por cualquier razón, ya que seguramente lloréis por ello.

Los discípulos respondieron: Nos reímos de la locura del viejo. Entonces dijo Jesús: En verdad os digo, cada uno ama a su cada cual, y en ello encuentra gusto. Por lo tanto, si no estuvieseis locos no os reiríais de la locura.

Ellos contestaron: que Dios tenga piedad de Nosotros. Dijo Jesús: Así sea.

Entonces dijo Felipe: Oh maestro, ¿cómo fue que el padre de Abrahán quiso quemar a su hijo?. Jesús respondió: Un día, habiendo llegado Abrahán a la edad de 12 años, le dijo su padre: "Mañana es el festival de todos los dioses; por lo tanto iremos al gran templo y le llevaremos un regalo a mi dios, el gran Baal. Y tú escogerás para ti un dios, ya que estas en edad de tener un dios".

Abraham respondió con sarcasmo: "De buena gana, oh padre mío". Y así en la mañana fueron ellos antes que todos los demás al templo. Pero Abrahán llevaba escondida bajo su túnica una hacha. Entonces, habiendo entrado al templo, al incrementarse la multitud, Abrahán se escondió detrás de un ídolo en una parte oscura del templo. Su padre, cuando partió, creyó que Abrahán se había ido antes que él a casa, así que no se quedó a buscarlo.

28

Cuando todos se hubieron ido del templo, los sacerdotes cerraron el templo y se fueron. Entonces Abrahán cogió el hacha y cortó los pies de todos los ídolos, excepto al gran dios Baal. A los pies de esté coloco el hacha, entre las ruinas de las estatuas, ya que al ser viejas y compuestas de piezas, se cayeron en pedazos. Entonces, Abrahán, saliendo del templo, fue visto por ciertos hombres, los cuales sospecharon de él que hubo era robado algo del templo. Así que lo agarraron, y llegando al templo, cuando vieron a sus dioses rotos en pedazos, gritaron lamentándose: "¡Venid rápidamente, oh hombres, y matemos al que ha matado a nuestros dioses!".

Cerca de 10.000 hombres llegaron allí corriendo, con los sacerdotes, e interrogaron a Abrahán acerca de la razón por la que había destruido a sus dioses. Abrahán respondió: "¡Sois tontos! ¿Puede un hombre matar a Dios? Es el gran dios el que los ha matado. ¿Qué no veis esa hacha que tiene el junto a sus pies? Cierto es que él no quiere compañeros".

Entonces llegó allí el padre de Abrahán, el cual, consciente de los muchos discursos de Abrahán contra sus dioses, y reconociendo el hacha con la que Abrahán había roto los ídolos en pedazos, gritó: "¡Ha sido este hijo mío traidor quien ha matado a nuestros dioses! ya que esta hacha es mía". Y les recontó todo lo que había pasado entre él y su hijo.

Entonces los hombres reunieron una gran cantidad de madera, y habiendo atado las manos y pies Abrahán, lo pusieron sobre la madera, y le prendieron fuego. Entonces, Dios, a través de Su ángel, ordenó al fuego que no quemase a Abrahán Su siervo. El fuego llameó con gran furia, y quemó a cerca de 2.000 de los que habían condenado a Abrahán a muerte. Abrahán verdaderamente se halló libre, y fue llevado por el ángel de Dios cerca de la casa de su padre, sin ver quién lo llevaba; y así Abrahán escapó de la muerte.

29

Entonces dijo Felipe: Grande es la Misericordia de Dios sobre los que lo aman. Dios, oh maestro, cómo llegó Abrahán al conocimiento de Dios. Jesús respondió: Habiendo llegado cerca de la casa de su padre, Abrahán temía entrar a la casa; así que el se alejó una cierta distancia de la casa y se sentó bajo un palmera, donde estando a solas dijo: Es necesario que haya un Dios, el cual tiene vida y más poder que el hombre, ya que el hace al hombre, y el hombre sin Dios no pudo hacer al hombre".

Entonces, mirando alrededor hacia las estrellas, la luna, y el sol, él pensó que ellos eran Dios. pero después de considerar su variabilidad en sus movimientos, dijo: "Es necesario que Dios no ese mueva, y que las nubes no lo oculten; o de lo contrario los hombres serían reducidos a nada".

Entonces, quedando así en suspenso, oyó que era llamado por su nombre: "¡Abrahán !". Y así volteando y no viendo a nadie en ningún lado, dijo él: "Ciertamente oí que me llamaban por mi nombre: "¡Abrahán !".Dijo él: "¿Quién me llama?".

Entonces oyó que se le decía: "Yo soy el ángel de Dios, Gabriel". Entonces Abrahán se llenó de temor; pero el ángel lo consoló, diciendo: "no temas, Abraham, ya que tu eres amigo de Dios; puesto que, cuando tú rompiste en pedazos los dioses de los hombres, fuiste escogido por Dios de los ángeles y profetas; tanto que tú estás inscrito en el libro de la vida".

Entonces dijo Abrahán: "¿Qué debo hacer, para servir al Dios de los ángeles y los santos profetas?". El ángel respondió: "Vé a esa fuente y lavaté, ya que Dios desea hablar contigo": Abrahán dijo: "Ahora, ¿cómo he de lavarme?". Entonces el ángel se presentó ante él como un apuesto joven, y se lavo en la fuente, diciendo: "Haz tu a tu vez lo mismo, oh Abrahán". Cuando Abrahán se hubo lavado, el ángel dijo: "Sube a esa montaña, ya que Dios desea hablar contigo allí".

El subió a la montaña como el ángel le dijo, y habiéndose sentado sobre sus rodillas, él se dijo: "¿Cuándo me hablará el Dios de los ángeles?". El oyó que era llamado con una voz amable: "¡Abrahán!". Abrahán contestó: "¿quién me llama?". La voz respondió: "Yo soy tu Dios, oh Abrahán". Abrahán, lleno de temor, inclinó su cara hacia la tierra, diciendo: "¿Cómo ha de escucharte tu siervo, el cual es polvo y ceniza?".

Entonces dijo Dios. "No temas, sino levántate, ya que Yo te he escogido como siervo Mío, y Yo deseo bendecirte y hacer que te multipliques en un gran pueblo. Por lo tanto véte de la casa de tu padre y de tus parientes, y vé a vivir a la tierra que Yo de daré a ti y a tu descendencia".

Abrahán respondió: "Todo lo haré, Señor; pero cuídame que ningún otro dios vaya a lastimarme". Entonces Dios hablo, diciendo: "Yo soy el Dios único, y no hay otro Dios más que yo. Yo derribo, y sano; Yo mato, y doy la vida; Yo envío al infierno, y saco de allí; y nadie es capaz de librarse de Mis manos por sí mismo". Entonces Dios le dio el Convenio de la circuncisión; y así nuestro padre Abrahán conoció a Dios.




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