No es fácil hacer una buena traducción. Una mala te puede hundir una buena obra o hacerte odiar un libro que, de por sì, merecería todos los elogios. En esto creo que estaremos de acuerdo. Veremos en lo que sigue, a ver si tengo razón.
Hace mucho tiempo que os doy la lata con formas alternativas de interpretar algunas cosas. Y la Biblia Kolbrin es la Joya de la Corona. Es mi opinión que ha constituido la fuente de la que han bebido posteriormente muchas religiones. Porque, en realidad, El Kolbrin (que es como se le conoce realmente) no es el libro sagrado de ninguna religión. Es, por una serie de características, que me propongo analizar cuando acabe la traducción, la verdadera historia de los avatares de la Humanidad en aquellos tiempos brumosos en los que los académicos no se atreven a entrar, aunque nadie le haya tachado de falso. Es más, según cuentan, el incendio de la abadía inglesa en que se creía que se guardaba, fué provocado con furia para encontrar este Libro que ha ido pasando de generación en generación y de mano en mano por una Hermandad sin nombre, porque no era una hermandad de señores, ni caballeros, ni artesanos, ni agricultores. Non solum sed etiam, o sea no sólo todo lo anterior sino también. El caso es que, el conocimiento contenido en este libro, aunque está encaminado a ser conocimiento humano, había que esperar unas circunstancias determinadas para dadas a conocer.
Yo no sé si las circunstancias que esperaban nuestros antepasados se cumplen en esta época o no. Algunas puede ser. Lo que, según dicen en el prólogo, se había convertido en un problema era el mantenerlo en secreto, por las presiones y peligros que, aún habiéndolos sufrido en tiempos pasados, se habían multiplicado con tanto invento tecnológico.
Por el Kolbrin murieron en la hoguera muchos creyentes. Por creer una verdad cruda y desnuda que no convenía que existiera. Por eso, la obra nos ha llegado un poco deficitaria, aunque los dos primeros libros, que para mí son fundamentales, están intactos. Y las partes que más nos pueden interesar en estos tiempos de confusión: los ciclos de la tierra, regidos por leyes astronómicas que se cumplen siempre, porque así fué el Plan Primigenio. La existencia de más de una Humanidad muy diferentes entre sí. La llegada, a la Tierra de los que se llamaron a sí mismos Hijos de Dios y que tenían que vivir apartados de los Yoslings, o sea de los nativos, porque estos eran muy guarros y estaban llenos de piojos, pero eran fuerte y fieros y los que se creían importantes no aguantaban tanto oxígeno, no aguantaban tanta presión, para no contaminarse se emborrachaban con pócimas especiales, etc, etc, Si esto no excita vuestra curiosidad, es que no habéis leído el Silmarilión de Tolkien.
Pero, como siempre, no era esto de lo que yo quería hablar. Me he encontrado con una palabra muy rara, cuya traducción no encuentro en ningún idioma y he recorrido tropecientas páginas a ver si en alguna utilizaban la dichosa palabrita (hakim ). Al final, por el contexto he decidido traducirla como "partículas que enferman" (porque virus no sería correcto, sería un anacronismo). Bueno, pues a lo tonto, a lo tonto se me ha ido media tarde con la dichosa palabra. Y me he encontrado con algo que me ha resultado incómodo.
Siempre he opinado que la Verdad pertenece a todos y que el que la oculta es para beneficiarse de ella. Yo estoy trabajando el Kolbrin por aficcón, por hartura académica, porque me cansa ya la filosofía y por algo que hay en mí que me lleva a buscar las fuentes. Y este trabajo se lo ofrezco a todo el que quiera leerlo, comentarlo y darlo a conocer entre sus amigos, porque, entre otras cosas, esa es la intención y la petición de quienes lucharon para que sobreviviera.
Pero he encontrado una traducción, que coincide con la antigua que yo borré, que no me parecía buena y que estaba hecha con mucho traductor de Google. Estaba en un blog, lo cual no me importa. Lo que sí me parece un abuso y una traición a la finalidad de la obra es, primero, que te obliguen a registrarte y, segundo, que sea una página con publicidad.
Ante la posibilidad de que los listillos, que siempre los hay, se quieran aprovechar de mi trabajo, a lo que no estoy dispuesta,, este blog seguirá abierto en las mismas condiciones que hasta ahora, pero no volveré a publicar más hasta ver de qué forma protejo mi trabajo de bandidos y filibusteros. A costa mía sólo os podéis enriquecer espiritualmente, pero no crematísticamente. HE DICHO.
Estimada Dulcinea, te escribí en este mismo sitio y al finalizar esta publicación, pero al dar Enter para publicar se borró.
ResponderEliminarTe decía que ahora que leí esta tu entrada, entiendo por qué quedó borrado tu anterior trabajo, aunque espero que lo tengas archivado en tu memoria, pues aun cuando no te gustara la traducción era un trabajo
brutal.
Te decía que estoy de acuerdo contigo en lo que hiciste y que rechazo de facto lo que hicieron de plagiar tu trabajo.
Creo que debes buscar un derecho de autor en la traducción al español y colocarlo en cada parte que vayas publicando o si tu espíritu lo dicta, que permitas la difusión universal en español, exigiendo, bajo registro y leyes, que no se altere el texto y haya reconocimiento de tu abnegada labor, colocando tu nombre adjunto a lo publicado. Eres escogida desde arriba, no me cabe la menor duda de esto. Quién o quienes yo no lo se, quizá tu sí. No te desanimes por favor. Sigue adelante, la humanidad te lo agradecerá. Saludos. Un abrazo.
Hola Dulcinea.
ResponderEliminarHe de decirte que la igual que tu he iniciado la traducción del Kolbrin porque las que habían eran lamentables... hasta que he encontrado la tuya, que coincide en gran medida con mi traducción. De hecho confío tanto en tu versión que la estoy usando como base para corroborarla con la versión en inglés. Espero que no te moleste. No tengo más intención que poder hacer una lectura de tan extraordinario libro el cual me aporta ese eslabón que une mis firmes creencias con mi absoluta confianza en la ciencia. Te ruego no dejes de hacer este trabajo porque somos muchos los que tenemos tus inquietudes y yo admiro tu trabajo. Si estas abierta a una colaboración estaré encantado de ayudarte. Mi intención es tener una buena traducción del libro completo y compartirlo con amigos que se hacen las mismas preguntas que nsotros. Gracias de nuevo y si quieres puedes contactar conmigo en : neochemtrails@gmail.com
Un saludo
Si necesitáis ayuda para algo estoy a vuestra disposición. Estoy en contacto con los Culdianos y también con Yvonne Whitman que está haciendo un trabajo brutal de investigación acerca del Kolbrin (podéis leer aquí https://grahamhancock.com/author/yvonne-whiteman/)
EliminarYo también estoy interesado en traducir el Kolbrin al castellano y quizá en un futuro podríamos colaborar. Mi email es mcufre84@gmail.com
Estamos en contacto