Ya sabéis que yo sé poquitas cosas, y las que sé, las sé muy poquito: pa´cubrir el expediente, como si dijéramos. El caso es que por la mañana, después de una intensa conversación con Dios, pero con el de verdad eh?, que yo no hablo con subalternos, me dí una vuelta por la página y leí un texto, que decían que pertenecía a la filosofía Zen. Era un cuento de una lección que le daba un maestro a su discípulo y, os lo juro, ni le encontré sustancia al cuento, ni vi lo que el discípulo descubrió y me pareció tan tonto que, cuando iba a poner directamente "vaya chorrada", miré que quién había puesto el texto era Jose Antonio, señor muy serio y bastante erudito. Así que volví a leer el texto, por si me había saltado algún renglón o no había sabido captar el intrínseco simbolismo que se pudiera esconder tras las palabras. Le volví a prestar mis cuatro sentidos (porque debe ser el quinto el que me falla) y me puse a meditar; hasta cerré los ojos, a ver si con tres sentidos sólo, lo captaba mejor. Pero, que si quieres arroz...... Había alguien que le daba otro nombre, pero, por lo visto eran sinónimos y yo me dijo, digo:" si no sé lo que es, pa´qué quiero un sinónimo". Así que, allí mismo dejé constancia de mi profunda ignorancia y me retiré para que hablaran los entendidos.
Pero también sabéis que a mí no me gusta no saber. Así que llevo casi dos horas leyendo páginas sobre la filosofía Zen y estoy encontrando de todo: primero me ha salido el famoso Zen Gardner, que escribe mucho y,, por supuesto, también acerca del tema. Según él nunca estamos solos, porque nos rodea Gaia. Copié el texto por tenerlo, porque lo que decía, ya lo estoy diciendo yo en mis largas conversaciones con Dios y, además, lo digo en un correctísimo idioma español, pero por si acaso tiene algo que ver con el tema, ahí ha quedao, archivao; después encontré un largo escrito, con letra pequeña y apretá, que escribía un señor catedrático, me parece que era catedrático, no me hagáis mucho caso que ya sabéis que en los detalles me pierdo. Se llama Richard Boylan y que conecta el tema con los "visitantes siderales", que es una forma fina de hablarnos de los "extraterrestres". Este me ha dejado a mí con la mosca detrás de la oreja, porque dice que estos contactos se producen, casi siempre en las siguientes situaciones:
a) un mensaje enviado como si fuera un sueño
b) nuevos conocimientos o intuiciones al despertar
c) pensamiento diurnos, ligeros o profundos pero tan atípicos como para llamar la atención, sugiriedo un origen externo.
Y, esto ya m´a llegao al alma. Porque ya sabéis que a mí, por la noche, me habla mi madre, me despierto y os cuento la idea tonta que se me ocurre y lo de los ramalazos también os lo he contado.
Y, me he dicho, digo: "a ver si no va a ser mi madre la que me habla de noche", "a ver si va a ser uno de estos". Pero he decidido que no, porque, hay que ser "muy, pero muy extraterrestre" para imitar a mi madre". Aparte de que ella no se dejaría imitar y los espantaría: "sí hombre, diría, lo que le faltaba a mi hija....... que le dierais ideas.... quita, quita, que ya se las doy yo" Con una madre así no hay extraterrestre que pueda.
Después el autor nos dice la enseñanza que trasmiten los "siderales" y resulta que coincide con mis conversaciones con Dios.
El tercer artículo empieza con el saber "hermético", con el que debería de estar al cabo de la calle cualquiera que siga este blog. Nos sabemos hasta las leyes del hermetismos. Y podemos dar lecciones sobre Hermes Trismegistos, en las entradas que titulábamos: los tres discículos.
He leído algunas cosas sueltas y he llegado a la conclusión de siempre, que por cierto encontré expuesta el otro día en un libro que estaba mirando a ver si convenía o no publicarlo con la gnosis. Mi idea es que la filosofía oriental, efectivamente, puede ser más antigua que la occidental, además ya sabemos de qué forma (LA LUCHA DEL BIEN CONTRA EL MAL) la sabiduría HIPERBÓREA tuvo que refugiarse en el Tibet, por causas históricas y cómo de allí empezó poco a poco a irradiar hacia occidente. Pero es la misma sabiduría gnóstica, los mismos conceptos, los mismos personajes, las mismas normas que la que tenemos en Occidente. Por otra parte, nuestras estructuras mentales se han ido moldeando de tal forma que entendemos mejor el gnosticismo occidental que el oriental. Sin quitarle valor a lo oriental, pienso que hay mucho snob en todo esto de la verdad, son los eruditos de salón, los revolucionarios de café, los intelectuales de las tertulias que, si tú dices, por ejemplo, "Cristo dijo....", ellos dice, dado bocanadas a su pipa (porque este tipo de personajes siempre fuman en pipa y tienen barba): "Bueno, pero Maitreya....." y, a mí, cuando los oigo se me alborota la sangre manchega y española. Pero no suelo decir nada, porque los manchegos españoles somos muy educados, que por algo tenemos sangre de todos y cada uno de los pueblos que pasaros por la Península, de Sur a Norte y viceversa. Por eso somos sabios.
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