Al ser dueños de su propia y jubilosa sexualidad, podrán permitir y alentar en sus hijos la que les pertenece.
Otra vez, gracias. Ahora, alejándonos de la consideración de los niños y regresando al tema más extenso de la sexualidad humana, tengo que formularte una pregunta más. Y puede parecer impertinente e incluso ligera, pero no puedo permitir que termine este diálogo sin plantearla.
Bien, deja de disculparte y pregunta.
Estupendo, ¿Existe lo que llaman "demasiado" sexo?
No, por supuesto que no. Pero sí se puede presentar una necesidad en demasía de sexo.
Yo sugiero lo siguiente: Disfruta todo. No necesites nada.
¿Incluyendo a la gente?
Incluyendo a la gente. Especialmente a la gente. La necesidad de alguien es la forma más rápida de terminar con una relación.
Pero a todos nos gusta sentir que se nos necesita.
Entonces, deja de hacerlo. Inclínate en cambio por sentirte no necesitado, ya que el mayor regalo que le puedes dar a otra persona es la fortaleza y el poder para no necesitarte, no necesitarte para nada.
9
De acuerdo estoy listo para proseguir. Prometiste que hablarías de algunos de los aspectos más grandes de la vida en la Tierra, y desde que escuché tus comentarios acerca de la vida en Estados Unidos he querido conversar más sobre todo eso.
Sí, bien. Quiero que el Libro 2 aborde algunos de los dilemas más grandes que enfrenta este planeta. Y no hay asunto más importante que la educación de los hijos.
No lo estamos haciendo bien, es verdad... me doy cuenta por la forma en que lo expusiste.
Bueno, desde luego, todo es relativo. Si es relativo a lo que dicen que están tratando de hacer, no, no lo están haciendo bien.
Todo lo que digo aquí, todo lo que hasta ahora he incluido en este análisis y he ocasionado que se
coloque en este documento, debe situarse en ese contexto. No estoy haciendo juicios sobre "apropiado" o "impropio", "rectitud" o "maldad". Simplemente hago observaciones acerca de la efectividad relativa a lo que ustedes los humanos dicen que están tratando de hacer.
Lo entiendo.
Sé que dices que entiendes, pero llegará la hora, incluso antes de que termine este diálogo, de que me acuses de juzgarlos.
Nunca te acusaría de eso. Debo saberlo.
Las palabras "debo saberlo" no impidieron que, en el pasado, la raza humana Me llamara un Dios
juzgador.
Bueno, eso me detendrá.
Ya lo veremos.
Querías hablar acerca de la educación.
En efecto. Observo que la mayoría de las personas entienden mal el significado, el propósito y la función de la educación, por no hablar del proceso por el cual se emprende de la manera más óptima.
Ésa es una declaración muy importante, y necesito cierta ayuda con ella.
La mayoría de la raza humana decidió que el significado, el propósito y la función de la educación es transmitir conocimiento; que educar a alguien es darle conocimiento - generalmente, el conocimiento acumulado de la familia, clan, tribu, sociedad, nación, y mundo particular.
Sin embargo, la educación tiene muy poco que ver con el conocimiento.
¿Cómo? ¿Otra equivocación?
Claramente.
¿Con qué tiene que ver, entonces?
Con la sabiduría.
Sabiduría.
Sí.
Esta bien, me rindo. ¿Cuál es la diferencia?
La sabiduría es el conocimiento aplicado.
Así que no debemos tratar de darles conocimiento a nuestros hijos. Debemos tratar de darle sabiduría.
En primer lugar no es "tratar" de hacer algo. Es hacer. Segundo, no ignores el conocimiento a favor de la sabiduría. Eso sería fatal. Por otra parte, no ignores la sabiduría a favor del conocimiento. También eso sería fatal. Aniquilaría la educación. En tu planeta, sería aniquilarla.
¿Estamos ignorando la sabiduría en favor del conocimiento?
En la mayoría de los casos, sí.
¿Cómo hacemos eso?
Están enseñando a los niños qué deben pensar en vez de cómo pensar.
Explícate, por favor.
Por supuesto. Al darles conocimiento a los niños, se les está diciendo qué pensar. Es decir, les dicen lo que se supone que deben saber, lo que ustedes quieren que entiendan como cierto.
Cuando se les da sabiduría a los niños, no se les dice qué deben saber, o qué es cierto, sino, más bien, cómo obtener su propia verdad.
Pero sin conocimiento no puede haber sabiduría.
De acuerdo. Por eso dije que no se puede ignorar el conocimiento a favor de la sabiduría. Una cierta cantidad de conocimiento debe transmitirse de una generación a la siguiente. Obviamente.
Pero el menor conocimiento que sea posible. Cuanto más reducida la cantidad, tanto mejor.
Que el niño lo descubra por sí mismo. Escucha: el conocimiento se pierde. La sabiduría nunca se olvida.
¿Así que nuestras escuelas deberían enseñar lo menos posible?
Las escuelas deben dar un giro completo a su énfasis. Ahora mismo están profundamente enfocadas en el conocimiento, y otorgan una preciosa poca atención a la sabiduría. Muchos padres consideran amenazadoras las clases sobre pensamiento crítico, solución de problemas y lógica. Quieren que se retiren esas clases del plan de estudios. Y con razón, si es que quieren proteger su forma de vida. Los niños a quienes se les permite desarrollar sus propios procesos de pensamiento crítico presenta mayores probabilidades de abandonar las costumbres estándares y toda la forma de vida de sus padres.
A fin de proteger su forma de vida, construyeron un sistema educativo basado en el desarrollo de la memoria del niño, y no en su capacidad. A los niños se les enseña a recordar hechos y ficciones - las ficciones que cada sociedad ha establecido para sí misma - en vez de darles la capacidad para descubrir y crear sus propias verdades.
Los programas que piden que los niños desarrollen capacidades y destrezas en vez de memoria, son intensamente ridiculizados por quienes se imaginan que saben qué es lo que necesita aprender un niño.
Sin embargo, lo que se enseña a los niños conduce al mundo hacia la ignorancia, en vez de alejarlo de ella.
Nuestras escuelas no enseñan ficciones, enseñan hechos.
Ahora te estás mintiendo a ti mismo, igual que se miente a los niños.
¿Les mentimos a nuestros niños?
Desde luego. Toma cualquier libro de historia y revísalo. Los textos los escriben personas que quieren que sus hijos vean el mundo desde su ángulo particular. Cualquier intento por expandir los relatos históricos con un panorama más extenso de los hechos, es objeto de mofa, y se le llama "revisionista". A los niños no se les dice la verdad acerca del pasado, por temor a que los vean como realmente son.
La mayor parte de la historia está escrita desde el punto de vista de ese segmento de la sociedad a la que se le llama hombres Anglosajones Protestantes. Cuando las mujeres, o los negros, u otros en la minoría dicen: "No sucedió así, dejaron fuera una parte enorme", los estadounidenses se encogen de miedo y gritan y exigen que los "revisionistas" ya no traten de cambiar los libros de texto. No quieren que sus niños sepan como sucedió realmente. Quieren que sepan cómo justificaron lo que sucedió, desde su punto de vista. ¿Te doy un ejemplo de esto?
Por favor.
En Estados Unidos no se enseña a los niños todo lo que hay que saber acerca de la decisión de este país de dejar caer bombas atómicas en dos ciudades japonesas, que mataron o mutilaron a cientos de miles de personas. En cambio, les dan los hechos según los ven ustedes, y cómo quieren que ellos los vean.
Cuando se hace un intento por equilibrar este punto de vista con el punto de vista de otro - en este caso, el japonés -, gritan y se enfurecen y despotrican y saltan de arriba abajo y demandan que esas escuelas no se atrevan siquiera a pensar en presentar esos datos en su revisión histórica de este importante acontecimiento. Por lo tanto, no enseñan historia en lo absoluto, sino política.
Se supone que la historia debe ser un relato exacto y completo de lo que sucedió realmente. La política nunca se interesa en lo que sucedió en la realidad. La política siempre es el punto de vista de un sector acerca de lo que sucedió.
La historia revela, la política justifica. La historia descubre; lo dice todo. La política encubre; sólo cuenta una parte.
Los políticos odian la historia que se escribe con la verdad. Y la historia, que se escribe con la verdad, tampoco habla muy bien de los políticos.
Sin embargo, están usando el Nuevo Traje del Emperador, ya que los niños, a la larga, ven a través de ustedes. Los niños a quienes se ha enseñado a pensar críticamente, revisan la historia y dicen: "Vaya, cómo se han engañado a sí mismos nuestros padres y mayores"- Eso no lo pueden tolerar, así que tratan de extraerles esas ideas. No quieren que los niños cuenten con los hechos más básicos. Quieren que tengan su versión de los hechos.
Creo que estás exagerando, y que llevas este argumento un poco lejos.
¿De verdad? La mayoría de las personas en esta sociedad ni siquiera desean que sus hijos conozcan los hechos más básicos de la vida. La gente se desquició cuando las escuelas simplemente empezaron a enseñar a los niños el funcionamiento del cuerpo humano. Ahora se supone que no se debe decir a los niños como se transmite el sida, o cómo evitar que se transmita.
A menos, desde luego, que les digan cómo evitarlo desde un punto de vista particular. Entonces está bien. ¿Pero darles simplemente los hechos, y dejarlos que ellos decidan por sí mismos? Nunca en la vida. Los niños no están preparados para decidir estas cosas por sí mismos. Es necesario guiarlos adecuadamente.
¿Has observado tu mundo últimamente?
¿Qué pasa con él? Así es cómo guiaron a los niños en el pasado.
No, es cómo los hemos desaconsejado. Si el mundo está hoy tan descompuesto - y en muchos aspectos lo está demasiado - no se debe a que hayamos tratado de enseñar a nuestros hijos los viejos valores, ¡sino a que hemos permitido que se les enseñen todas estas innovaciones dudosas!
¿Realmente crees eso, verdad?
¡Estás en lo correcto, lo creo realmente! Si hubiésemos mantenido a nuestros niños limitados a lo
ortodoxo, en vez de alimentarlos con toda esta basura de "pensamiento crítico", estaríamos mucho mejor ahora. Si hubiésemos mantenido la llamada "educación sexual" fuera del salón de clases y la hubiésemos conservado en el hogar, que es el lugar al cual corresponde, no estaríamos viendo adolescentes que tienen bebés, y madres solteras a los 17 años solicitando asistencia social, y un mundo enloquecido. Si hubiésemos insistido en que nuestros pequeños vivieran de acuerdo con nuestros estándares morales, en vez de darles libertad y crear los propios, no habríamos convertido nuestra una vez nación fuerte y vibrante en una lastimosa caricatura de su antigua condición.
Ya veo.
Y algo más. No me digas que se supone que súbitamente debamos vernos como "equivocados" por lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki. Nosotros terminamos la guerra, por el amor de Dios. Salvamos miles de vidas. En ambos lados. Ése fue el precio de la guerra. A nadie le gustó la decisión, pero tenía que hacerse.
Ya veo.
Sí, ya ves. Me recuerdas a esos rojillos liberales comunistas. Quieres que revisemos nuestra historia, de acuerdo. Quieres que nos revisemos a nosotros mismos desde el principio de la existencia. Entonces, ustedes los liberales lograrán su objetivo: tomar el control del mundo, crear sociedades decadentes, redistribuir la riqueza. El poder para el pueblo y todos esos disparates. Pero ello nunca nos condujo a ninguna parte. Lo que necesitamos es un regreso al pasado, a los valores de nuestros abuelos. ¡Eso es lo que necesitamos!
¿Ya terminaste?
Sí. ¿cómo lo hice?
Muy bien. Eso estuvo realmente bien.
Bueno cuando uno pasa unos cuantos años hablando por la radio, se vuelve bastante fácil.
Así es como se piensa en tu planeta, ¿verdad?
Puedes estar seguro de que así es. Y no sólo en Estados Unidos. Quiero decir que podrías cambiar el nombre del país, y cambiar el nombre de la guerra; insertar cualquier ofensiva militar de cualquier nación en cualquier época de la historia. No importa. Todo el mundo piensa que está en lo correcto. Todo el mundo sabe que es la otra persona la que está equivocada.
Olvídate de Hiroshima. Inserta Berlín en cambio. O Bosnia.
Todo el mundo sabe también que los viejos valores eran los que funcionaban. Todo el mundo sabe que el globo se está yendo a pique. No sólo en Estados Unidos. En todos los países, en todas partes del planeta hay un clamor por el regreso a los viejos valores, y un regreso al nacionalismo.
Sé que lo hay.
Y lo que he hecho aquí es tratar de expresar ese sentimiento, esa preocupación, esa indignación.
Hiciste un buen trabajo, casi Me convences.
¿Y bien, qué les dices a aquellos que realmente piensan así?
¿Realmente piensas que las cosas eran mejores hace 30 años, hace 40 años, hace 50 años? Yo digo que la memoria tiene una pobre visión. Recuerdas lo bueno, y no lo peor. Es natural, es normal. Pero no te engañes. Enfráscate en el pensamiento creativo, y no te limites a memorizar lo que otros quieren que creas.
Para seguir con nuestro ejemplo, ¿te imaginas que en realidad fue absolutamente necesario lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima? ¿Qué dicen los historiadores estadounidenses acerca de los muchos informes, de aquellos que afirman saber más acerca de lo que sucedió realmente, de que el Imperio Japonés había revelado en privado a Estados Unidos su disposición de dar por terminada la guerra antes de que se lanzara la bomba? ¿Acaso la venganza por el horror en Pearl Harbor no representó una parte en la decisión del bombardeo? Y, si aceptas que era necesario lanzar la bomba, ¿por qué fue necesario lanzar una segunda bomba?
Podría ser, desde luego, que tu propio relato de todo sea lo correcto. Podría ser que el punto de vista estadounidense sobre todo esto, sea la forma en que sucedió realmente. Ése no es el punto de esta conversación. El punto es que el sistema educativo no permite el pensamiento crítico sobre estos temas, o muchos otros.
¿Te puedes imaginar lo que sucedería a un profesor de ciencias sociales o de historia que planteara en clase las anteriores preguntas, invitando y estimulando a los estudiantes a que examinen y exploren en profundidad este tema y saquen sus propias conclusiones?
¡Ése es el punto! No se quiere que los jóvenes saquen sus propias conclusiones. Quieren que lleguen a las mismas conclusiones que ustedes. Así, se les condena a repetir los errores a que condujeron esas conclusiones.
¿Y que piensas acerca de las declaraciones de tantas personas sobre los viejos valores y la desintegración de nuestra sociedad hoy en día? ¿Y en torno al increíble aumento en los embarazos en adolescentes, o madres solteras que dependen de la asistencia social, o de nuestro mundo enloquecido?
Este mundo ha enloquecido. En eso estoy de acuerdo. Pero no enloqueció a causa de lo que se enseña a los niños en las escuelas. Enloqueció por lo que no se permite que se les enseñe.
No se permite que en la escuela se hable de un amor que es incondicional.
Ni siquiera se permite que las religiones hablen de eso.
En efecto. Y tampoco se permite que se enseñe a los niños a celebrarse a sí mismos y a sus cuerpos, su humanidad y sus maravillosos seres sexuales. Y no se permite que sepan que son, primero y sobre todo, seres espirituales que habitan un cuerpo. Ni se les trata como espíritus que habitan en cuerpos.
En las sociedades dónde se habla abiertamente de la sexualidad, se analiza con libertad, se explica y se experimenta jubilosamente, prácticamente no hay delitos sexuales, sólo ocurre un diminuto número de nacimientos que no se esperan, y no hay nacimientos "ilegítimos" o no deseados. En las sociedades altamente evolucionadas, todos los nacimientos son bendiciones, y se atiende el bienestar de todas las madres y de todos los niños. Es un hecho comprobado, la sociedad no aceptaría otra opción.
En las sociedades dónde la historia no se adapta a los conceptos de los más fuertes y poderosos, se reconocen abiertamente los errores del pasado y nunca se repiten, y una vez es suficiente para las conductas que son claramente autodestructivas.
En las sociedades dónde se enseña el pensamiento crítico, la solución de problemas y las destrezas para la vida, en vez de hechos simplemente memorizados, incluso las acciones llamadas "justificables" del pasado son objeto de un intenso escrutinio. Nada se acepta por su significado aparente.
¿Cómo funcionaría eso? Usemos nuestro ejemplo de la Segunda Guerra Mundial. Un sistema escolar que enseña las habilidades para la vida, en vez de sólo hechos, ¿cómo abordaría el episodio histórico de Hiroshima?
Los maestros describirían en clase lo que sucedió ahí exactamente. Incluirían todos los hechos - todos los hechos - que condujeron a ese acontecimiento. Buscarían las opiniones de historiadores de ambos lados del encuentro, lo que permitiría a los alumnos darse cuenta de que hay más de un punto de vista para todo. No pedirían memorizar sucesos, fecha y cifras. En cambio, desafiarían a la clase. Dirían: "Ya escucharon todo lo relacionado con este acontecimiento. Saben los antecedentes y las consecuencias. Les hemos dado todo el "conocimiento" que pudimos obtener al respecto. Ahora bien, ¿a partir de ese "conocimiento", que "sabiduría" alcanzan? Si los escogieran para solucionar los problemas que se enfrentaban en aquellos días, y que se concluyeron con el lanzamiento de la bomba, ¿cómo los resolverían? ¿Pueden pensar en una salida mejor?"
Oh, seguro. Eso es fácil. Cualquiera puede encontrar respuestas de ese modo, con el beneficio de la retrospectiva. Cualquiera puede mirar por encima de su hombro y decir: "Yo lo hubiera hecho de una manera diferente".
¿Entonces por qué no lo hacen?
¿Perdón?
Dije: ¿Entonces por qué no lo hacen? ¿Por qué no miran por encima de sus hombros, aprenden del
pasado, y proceden de forma diferente? Te diré la razón: Si se permite a los hijos revisar el pasado y analizarlo críticamente - si, en efecto, se requiere que lo hagan como una parte de su educación - se correrá el riesgo de que ellos discrepen con el rumbo que siguieron ustedes.
Desde luego, discreparán de todos modos. Simplemente no se permite demasiado desacuerdo en los salones de clases. Por consiguiente, tienen que tomar las calles. Ondear consignas. Romper cartillas de reclutamiento. Quemar placas y banderas. Hacer todo lo que puedan para llamar la atención, para que se les vea. Los jóvenes gritan: "¡Tiene que haber una mejor forma!" Sin embargo, no se les escucha. No se les quiere escuchar. Y, ciertamente, no se les quiere alentar en el salón de clases a que empiecen a pensar críticamente a cerca de los hechos que se les describen.
Sólo capten, les dicen. No vengan a decirnos lo que hicimos mal. Limítense a captar que procedimos bien. Así es como se educa. Eso es lo que llaman educación.
Pero hay quién diría que son los jóvenes y sus ideas locas, absurdas, liberales, las que han llevado a este país y al mundo, al desastre. Al infierno. Lo han empujado al borde del olvido. Han destruido nuestra cultura orientada hacia los valores, y la han reemplazado con una moralidad de haz-lo-que-quieras hacer, lo que sea que "se sienta bien", que amenaza con poner fin a nuestra forma de vida. Los jóvenes están destruyendo esta forma de vida. La juventud siempre lo ha hecho.
La tarea es alentarlos, no desanimarlos.
No son ellos quienes destruyen los bosques, sino los que piden que se detengan ustedes. No son ellos quienes agotan la capa de ozono, sino los que piden que se detenga ese proceso. No son ellos quienes explotan a los pobres en talleres de mala muerte por todo el mundo, sino los que piden que se detengan. No son ellos los que fijan impuestos onerosos, para después usar el dinero en la guerra y la maquinaria de guerra, sino los que piden que las detengan. No son ellos quienes ignoran los problemas de los débiles y oprimidos, permitiendo que cientos de personas mueran de hambre cada día en un planeta con más que suficiente para alimentar a todos sus habitantes, sino los que piden que se detenga esa miseria. No son los jóvenes quienes participan en la política de engaño y manipulación, sino los que piden que la detengan. No son ellos los que están reprimidos sexualmente, avergonzados y desconcertados acerca de sus propios cuerpos y quienes transmiten esa vergüenza y desconcierto a sus hijos, sino los que piden que detengan esa actitud. No son ellos quienes establecieron un sistema de valores que defiende "el poder para el más fuerte" y un mundo que soluciona los problemas con violencia, sino los que piden que eso se detenga.
No, no lo están pidiendo... lo están suplicando.
¡Sin embargo, los jóvenes son los violentos! ¡Los jóvenes que se unen a pandillas y se matan mutuamente! Los jóvenes que desdeñan la ley y el orden, cualquier clase de orden. ¡Los jóvenes que nos están volviendo locos!
Cuando nunca se escuchan y nunca se les presta atención a los clamores y reclamos de los jóvenes; cuando ven que su causa está perdida - que ustedes impondrán las condiciones, sin importar lo que pase -, los jóvenes, que no son tontos, darán el siguiente paso más conveniente. Si no los pueden derrotar, se unirán a ustedes.
Los jóvenes se han unido a ustedes en sus conductas. Si son violentos, es porque ustedes lo son. Si son materialistas, es porque ustedes lo son. Si actúan sin cordura, es porque ustedes actúan de ese modo.Si usan el sexo manipuladora, irresponsable y vergonzosamente, es porque ustedes hacen lo mismo. La única diferencia entre los jóvenes y los mayores es que los primeros realizan sus actividades al descubierto. Los adultos ocultan sus conductas. Piensan que los jóvenes no pueden ver. Sin embargo, los jóvenes ven todo. Nada está oculto para ellos. Ven la hipocresía y tratan desesperadamente de cambiarla. No obstante, una vez que trataron y fallaron, no les queda más opción que imitarla. En eso están equivocados, pero nunca se les enseñó a actuar de forma diferente. No se les permitió analizar críticamente lo que hicieron sus mayores, sólo se les permitió memorizarlo. Lo que memorizas, lo conmemoras.
¿Cómo, entonces, debemos educar a nuestros jóvenes?
Primero, trátenlos como espíritus. Son espíritus que penetran en un cuerpo físico. No es algo fácil para los espíritus; ni es fácil para un espíritu acostumbrarse a esta condición. Es muy confinante, muy limitante. Como consecuencia, el niño protestará por estar tan limitado súbitamente.
Escuchen ese grito.
Entiéndanlo. Y denles a los niños tanta sensación cono sea posible de que están "ilimitados".
Como paso siguiente, introdúzcanlos con amabilidad y cuidado al mundo que ustedes mismos crearon.
Cuiden lo que depositen en su memoria. Los niños recuerdan todo lo que ven, todo lo que experimentan.
¿Por qué les dan una nalgada en el momento en que salen del útero de su madre? ¿Realmente se
imaginan que ése es el único medio para echar a andar sus motores? ¿Por qué alejan a sus bebés de sus madres minutos después de que fueron separados de la única forma de vida que han conocido en toda su existencia presente? ¿El procedimiento de medirlo y pesarlo y todas las demás manipulaciones no pueden esperar mientras el recién nacido experimenta la seguridad y comodidad de lo que le ha dado la vida?
Por qué permitir que algunas de las primeras imágenes a que se expone el niño sean imágenes de violencia? ¿Quién dijo que eso es bueno para los hijos? ¿Y por qué ocultar las imágenes de amor? ¿Por qué enseñar a los niños a avergonzarse y abochornarse de sus propios cuerpos y sus funciones, resguardando ustedes, como padres, sus cuerpos de la mirad y el contacto de ellos, y decirles que nunca se toquen en formas que les produzcan placer? ¿Qué mensaje les envían acerca del placer? ¿Y qué lecciones acerca del cuerpo?
¿Por qué colocan a sus hijos en escuelas en las cuales se permite y alienta la competencia, dónde se recompensa al "mejor" y al "más capaz" en el aprendizaje, dónde se califica el "desempeño" y a duras penas se tolera que traten de seguir su propio ritmo? ¿Qué entiende el niño de esto?
¿Por qué no enseñar a los niños el movimiento y la música y el deleite del arte y el misterio de los
cuentos de hadas y la maravilla de la vida?
¿Por qué no extraer lo que se encuentra naturalmente en el niño, en vez de buscar introducir en su vida lo que no es natural para el?
¿Y por qué no permitir que aprendan lógica y pensamiento crítico y solución de problemas y creatividad, usando los instrumentos de su propia intuición y su conocimiento interno más profundo, en vez de las reglas y los sistemas de memorización y las conclusiones de una sociedad que ha demostrado su absoluta incompetencia para evolucionar con estos métodos, y sin embargo, continua usándolos?
Por último, enseñen conceptos, no materias.
Inventen nuevos planes de estudios y constrúyanlos alrededor de tres Conceptos Esenciales:
Conciencia
Honestidad
Responsabilidad
Enseñen a los niños estos conceptos desde la edad más temprana. Hagan que transiten por los nuevos planes de estudio hasta el último día. Basen en ellos el modelo educativo completo. Que toda instrucción se encuentre inmersa en ellos.
No entiendo que quieres decir.
Quiero decir que todo lo que se enseñe provenga de estos conceptos.
¿Puedes explicar eso? ¿Cómo enseñaríamos lo fundamental?
Desde los libros de texto elementales hasta las lecturas más avanzadas, todos los cuentos, historias y materias deben girar alrededor de los conceptos esenciales. Es decir, serian historias de conciencia, de honestidad, de responsabilidad. Los niños se introducirían en los conceptos, quedarían inmersos en los conceptos.
Las tareas de escritura, de igual modo, deben girar alrededor de estos Conceptos Esenciales, y otros que están relacionados con ellos según avance el niño en su capacidad de autoexpresión.
Incluso las técnicas de computación deberían enseñarse dentro de este marco. La aritmética y las matemáticas no son abstracciones, sino los instrumentos más básicos para la vida en el universo. La enseñanza de todas las técnicas de computación se contextualizaría dentro de la experiencia más grande de la vida en una forma llamativa y que se enfoque en los Conceptos Esenciales y sus derivados.
¿Cuáles son esos "derivados"?
Para usar una frase que los medios han vuelto popular, son los productos secundarios. Todo el modelo educativo se puede basar en ellos, reemplazando las materias en los planes de estudio presentes que enseñan hechos, básicamente.
¿Por ejemplo?
Bien, usemos nuestra imaginación. ¿Cuáles son algunos de los conceptos que son importantes para ti en la vida?
Eeh... diría que... la honestidad, como Tu has dicho.
Sí, adelante. Ése es un Concepto Esencial.
Mmm... la justicia. Ése es un Concepto importante para mí.
Bien. ¿Algún otro?
Tratar a los demás amablemente. Ése es uno. No sé cómo reducirlo en un concepto.
Sigue. Deja que fluyan los pensamientos.
Congeniar. Ser tolerante. No lastimar a otros. Ver a los demás como iguales. Espero que pueda enseñar todo eso a mis hijos.
Bien. ¡Excelente! Continúa.
Creer en uno mismo. Ése es bueno. Y... espera, espera... ahí viene otro. Sí ése es: portarse con
dignidad. Creo que lo llamaría portarse con dignidad. Tampoco sé cómo resumirlo en un mejor concepto, pero tiene que ver con la forma como uno se comporta en la vida, y el modo en que se respeta a los demás y la senda que están tomando.
Es un buen material. Todo es buen material. Estás llegando al meollo del asunto. Y hay muchos otros conceptos semejantes que todos los niños deben comprender profundamente a fin de que evolucionen y crezcan como seres humanos completos. Sin embargo, no se enseñan esas ideas en la escuela, cuando son lo más importante de la vida. No se enseña lo que significa ser honesto. Ni lo que significa ser responsable. Ni lo que significa estar consciente de los sentimientos de otras personas y ser respetuoso de las sendas de otros.
Se dice que está a cargo de los padres enseñar estas cosas. Sin embargo, los padres sólo pueden
transmitir lo que se les transmitió a ellos. Y los pecados del padre se castigan en el hijo. Por lo tanto, están enseñando en sus hogares lo mismo que sus padres les enseñaron en sus hogares.
¿Qué tiene de malo?
Como lo he estado repitiendo, ¿te has fijado en el mundo últimamente?
Sigues llevándonos de nuevo a ese tema. Sigues insistiendo en que lo revisemos. Pero no todo es
nuestra culpa. No se nos puede culpar por la forma en que marcha el resto del mundo.
No es cuestión de culpa, sino de elección. Y si ustedes no son responsables por las elecciones que
hizo y sigue haciendo la humanidad, ¿quién es, entonces?
¡Bueno, no podemos asumir la responsabilidad de todo lo que pasa!
Yo te digo: Hasta que estén dispuestos a asumir la responsabilidad de todo, no podrán cambiar nada. No pueden seguir diciendo que ellos lo hicieron, y que ellos lo siguen haciendo, ¡y si sólo lo hicieran bien!. Recuerda esa maravillosa línea de Pogo, el personaje de la historieta cómica de Walt Kelly. Y nunca lo olvides: "Por fin conocimos al enemigo, y resulta que somos nosotros"
Hemos repetido los mismos errores durante cientos de años, ¿no es así?
Durante miles de años, hijo mío. Han cometido los mismos errores durante miles de años. La humanidad no ha evolucionado en sus instintos más básicos mucho más allá de la era del hombre de las cavernas.
Sin embargo, cada intento por cambiar se recibe con desdén. Cada desafío a revisar los valores, y tal vez incluso reestructurarlos, se acoge con temor, y después con enojo. Y, para colmo, Yo presento una idea para que se enseñen conceptos más elevados en las escuelas. Vaya, ahora sí estamos realmente caminando sobre arenas movedizas.
Sin embargo, en las sociedades altamente evolucionadas, eso es exactamente lo que se hace.
Pero el problema consiste en que no todas las personas están de acuerdo con esos conceptos, con su significado. Ése es el motivo por el cual no podemos enseñarlos en nuestras escuelas. Los padres se salen de sus casillas cuando tratan de introducir esas ideas en los planes de estudio. Dicen que estás enseñando "valores" y que en la escuela no tiene cabida esa clase de instrucción.
¡Están equivocados! Repito, basado en lo que se dice que se está tratando de hacer como raza humana - lo cual es "construir un mundo mejor" -. Están equivocados. Las escuelas son exactamente el lugar para esa instrucción. Debido, precisamente, a que las escuelas están aisladas de los prejuicios de los padres. Debido, precisamente, a que las escuelas están separadas de las ideas preconcebidas de los padres. Ya ves lo que resulta en este planeta con la transmisión de valores de padre a hijo. El planeta es un desastre.
No se entienden los conceptos más básicos de las sociedades civilizadas.
No saben cómo resolver conflictos sin recurrir a la violencia.
No saben cómo vivir sin temor.
No saben cómo actuar sin egoísmo.
No saben como amar sin condiciones.
Éstos son entendimientos básicos - básicos - y ni siquiera han empezado a acercarse a una plena
comprensión de ellos, y mucho menos a ponerlos en práctica... después de miles y miles de años.
¿Hay una salida a ese desastre?
¡Sí! ¡Esta en las escuelas! ¡Esta en la educación de la juventud! ¡La esperanza esta en las siguientes generaciones! Pero deben de dejar de sumergirlas en las formas del pasado. Esas formas no funcionan. No conducen a dónde dicen que quieren ir. ¡Sin embargo, si no tienen cuidado, llegarán exactamente a dónde se dirigen!
¡Alto! ¡Den vuelta! Siéntense juntos y reúnan sus pensamientos. Creen la versión más grandiosa de la imagen más grandiosa que hayan tenido de ustedes mismos como raza humana. Después, tomen los valores y conceptos que sustentan esa imagen y enséñenlos en las escuelas.
¿Qué te parece cursos como...
§ Entendimiento del poder.
§ Solución pacífica de conflictos.
§ Elementos de relaciones amorosas.
§ Personalidad y autocreación.
§ Cuerpo, mente y espíritu: como funcionan.
§ Dedicación a la creatividad.
§ Celebración del yo, valorar a los demás.
§ Expresión sexual jubilosa.
§ Justicia.
§ Tolerancia.
§ Diversidades y similitudes.
§ Estudio de la ética
§ Consciencia creativa y poder mental.
§ Discernimiento y estado de alerta.
§ Honestidad y responsabilidad.
§ Visibilidad y transparencia.
§ Ciencia y espiritualidad.
Gran parte de eso se enseña ahora. Lo llamamos Relaciones Humanas.
No me refiero a una unidad de dos días en un curso de un semestre. Hablo acerca de cursos separados sobre cada uno de estos conceptos, de una revisión completa de los planes de estudio en las escuelas, de una formación basada en valores. Ahora enseñan lo que es mayormente información sobre hechos.
Hablo de enfocar la atención de los niños en el mayor entendimiento que sea posible de los conceptos esenciales y las estructuras teóricas alrededor de las cuales se puede construir este sistema de valores como ahora se hace, con fechas, sucesos y estadísticas.
En las sociedades altamente evolucionadas de esta galaxia y de este universo (de las cuales
hablaremos más específicamente en el Libro 3), los conceptos para la vida se enseñan a los niños desde una edad muy temprana. Lo que ustedes llaman "sucesos", se consideran mucho menos importantes, por lo que se enseñan a una edad más tardía.
En este planeta se ha creado una sociedad en la cual el pequeño Juanito aprende a leer antes de salir de preescolar, pero todavía no aprende a dejar de pegarle a su hermano. Y Susanita perfecciona su conocimiento de las tablas de multiplicar usando tarjetas especiales y el ejercicio de la memoria, en grados cada vez más tempranos, pero no aprende que su cuerpo no contiene nada que sea vergonzoso o bochornoso.
Por ahora las escuelas existen principalmente para proporcionar respuestas. Sería mucho más benéfico que su función primordial consistiera en formular preguntas. ¿Qué significa ser honesto, o responsable, o "justo"? ¿Cuáles son las implicaciones? ¿Qué significa 2+2=4? ¿Cuáles son las implicaciones? Lassociedades altamente evolucionadas alientan a todos los niños a descubrir y crear esas respuestas por sí mismos.
¡Pero... pero eso conduciría al caos!
En comparación con las condiciones no caóticas en las cuales se vive ahora...
Está bien, esta bien... conduciría a mayor caos.
No estoy sugiriendo que las escuelas nunca compartan con los niños ninguna información que ustedes hayan aprendido o decidido acerca de esas cuestiones. Todo lo contrario. Las escuelas son de gran utilidad para los estudiantes cuando comparten con los Pequeños lo que los Mayores aprendieron y descubrieron, decidieron y eligieron en el pasado. Los estudiantes pueden entonces observar cómo ha funcionado todo. Sin embargo, en las escuelas se presentan estos datos al estudiante como Eso Que Está Bien, cuando, en realidad, deberían ofrecerse simplemente como lo que son: datos.
Los Datos del pasado no deben ser la base de la Verdad Presente. Los datos de un tiempo o experiencia anterior, siempre y únicamente deben ser la base para nuevas preguntas. El tesoro siempre debe estar en la pregunta, y no en la respuesta. Y las preguntas siempre son las mismas. En relación con estos datos del pasado que te he mostrado, ¿estás de acuerdo, o discrepas? ¿Qué piensas? ¿Qué piensas tú? ¿Qué piensas?
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