miércoles, 12 de octubre de 2016

CONVERSACIONES CON DIOS. VOLUMEN 2 (VIII)


A la larga, cada problema geopolítico, al igual que cada problema personal, se reduce a un problema espiritual. Todo lo que concierne a la vida es espiritual y, por lo tanto, todos los problemas de la vida tienen una base espiritual, y se solucionan espiritualmente.

En este planeta, las guerras se desatan porque alguien tiene algo que otro quiere. Esto es lo que ocasiona que alguien actúe en una determinada manera que no aprueba algún otro. Todo conflicto surge de un deseo fuera de lugar. La única paz que se sostiene en todo el mundo es la Paz Interna. Es necesario permitir que cada persona encuentre la paz en su interior. Cuando encuentres la paz en el interior, descubres también de que puedes prescindir. Esto simplemente significa que ya no necesitas las cosas de tu mundo exterior. La "ausencia de necesidad" es una gran libertad. Te libera primero, del temor: temor de que haya algo que no tengas; temor de que haya algo que tengas y que puedas perder, y temor de que sin una cierta posesión, no serás feliz.
Segundo, la "ausencia de necesidad" te libera del enojo. El enojo es temor expresado. Cuando no tienes nada que temer, no tienes por qué enojarte.

No te enojas cuando no obtienes lo que quieres, porque tu deseo sólo es una preferencia, no una
necesidad. Por lo tanto, no sientes un temor relacionado con la posibilidad de no obtenerlo. De ahí que no haya enojo.

No te enojas cuando alguien no es amable, porque no tienes necesidad de que sean amables. No te
enojas cuando alguien no es cariñoso, porque no tienes necesidad de que te amen. No te enojas cuando alguien es cruel, o hiriente o busca perjudicarte, porque no tienes necesidad de que se comporten en otra forma, y estás seguro de que no pueden dañarte.

Ni siquiera sientes enojo si alguien busca quitarte la vida, porque no temes a la muerte.

Cuando se te suprime el temor, se te puede despojar de todo lo demás y no sentirás enojo. Sabes en tu interior, instintivamente, que todo lo has creado y se puede crear de nuevo, o - lo que es
más importante - que no tiene valor.

Cuando encuentras la Paz Interior, ni la presencia ni la ausencia de cualquier persona, lugar o cosa, condición, circunstancia o situación, puede convertirse en Creador de tu estado mental o la causa de tu experiencia de ser.

Esto no quiere decir que rechaces todas las cosas del cuerpo. Lejos de eso, experimentas plenamente el ser en tu cuerpo y los deleites de él, como nunca lo has hecho antes. Sin embargo, tu vinculación con lo relacionado con el cuerpo será voluntaria, no obligatoria.

Experimentarás sensaciones físicas porque así lo elegiste y no porque te sea necesario para sentirte feliz o justificar la tristeza.

Este sencillo cambio, la búsqueda y el encuentro de la paz interior, si todos lo emprendieran, podría terminar con las guerras, eliminar los conflictos, impedir la injusticia y llevar al mundo a una paz perdurable.

Ninguna otra fórmula es necesaria, o posible.

¡La paz mundial es algo personal!

Lo que se requiere no es un cambio de circunstancias, sino un cambio de consciencia.

¿Cómo podemos encontrar la paz interior cuando tenemos hambre? ¿Situarnos en un lugar de serenidad cuando estamos sedientos? ¿Permanecer en calma cuando nos traspasa la lluvia y tenemos frío y carecemos de albergue? ¿O evitar el enojo cuando nuestros seres queridos mueren sin causa? Hablas muy poéticamente, ¿pero es práctica la poesía? ¿Tiene algo que decirle a la madre en Etiopía que ve morir a su hijo anémico por falta de una rebanada de pan? ¿Al hombre en América Central que siente que una bala le desgarra el cuerpo porque trató de impedir que un ejército se adueñara de su aldea? ¿Y qué le dice tu poesía a la mujer en Brooklyn que fue violada ocho veces por una pandilla? ¿O a la familia entera en Irlanda que desaparece por una bomba terrorista colocada en una iglesia la mañana del domingo?

Es difícil escuchar esto, pero yo te digo: En todo hay perfección. Empéñate en ver la perfección. Ése es el cambio de consciencia del cual hablo. No necesites nada. Desea todo. Elige lo que se presente. Siente tus sentimientos. Llora tus llantos. Ríe tus risas. Respeta tu verdad. Y cuando consumas toda la emoción, quédate tranquilo y reconoce que Yo Soy Dios. En otras palabras, en medio de la tragedia más grande, percibe la gloria del proceso. Incluso cuando mueras con una bala en el pecho, incluso cuando te esté violando una pandilla.

Esto suena como algo imposible de hacer. Sin embargo, cuando te ubicas en la consciencia de Dios, lo puedes lograr.

Desde luego, no tienes que hacerlo. Depende de cómo desees experimentar el momento. En un momento de gran tragedia, el reto siempre consiste en acallar la mente y situarse en lo profundo del alma.

Cuando no tienes control sobre ello, lo haces automáticamente.
¿Has hablado con una persona que accidentalmente se salió de un puente con el automóvil? ¿O se
encontró con una pistola frente a ella? ¿O casi se ahogaba? Con frecuencia te dirán que el tiempo
detuvo su marcha, que se sintieron inundados con una curiosa calma, que no tuvieron miedo en
absoluto.

"No temas, porque estoy contigo." Eso es lo que la poesía tiene que decir a la persona que enfrenta a la tragedia. En tu hora más oscura, Yo seré la luz. En tu momento más oscuro, Yo seré tu consuelo. En tus tiempos más difíciles y cansados, Yo seré tu fortaleza. ¡Por lo tanto, ten fe! Yo soy tu pastor; no tendrás carencias. Yo ocasionaré que reposes en prados verdes; te conduciré junto a aguas tranquilas.

Yo restauraré tu alma, y te conduciré por los senderos de la virtud en consideración a Mi Nombre.
Y sí, aunque camines a través del valle de la Sombra de la Muerte, no temerás ningún mal; ya que Yo estoy contigo. Mi vara y mi Báculo te reconfortarán.
Estoy preparando una mesa para ti en la presencia de tus enemigos. Ungiré tu cabeza con crisma. Tu copa se desbordará.
En efecto, la bondad y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida, y morarás en Mi casa, y en Mi corazón, para siempre.
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Eso es maravilloso. Lo que has dicho es simplemente maravilloso. Desearía que el mundo pudiese
percibirlo. Desearía que el mundo pudiese entenderlo, pudiese creerlo.

Este libro ayudará a eso. Tú estás ayudando. Por lo tanto; estás representando un papel, estás desempeñando tu parte en el fomento de la Consciencia Colectiva. Eso es lo que todos deben hacer.

Sí.

¿Podemos pasar a un nuevo tema? Creo que es importante que hablemos acerca de esa actitud, esa idea sobre diversos aspectos de la vida, la cual Tú dijiste hace poco que querías que estuviese
equitativamente presente.

La actitud a la cual me refiero, y que sostiene mucha gente, es la que a los pobres se les ha dado bastante; que debemos de dejar de gravar a los ricos - se les castiga, en efecto, por trabajar duro y alcanzar el éxito - para proporcionarles aún más a los pobres.

Estas personas creen que, básicamente, los pobres son pobres porque quieren serlo. Muchos ni siquiera intentan mejorar su posición económica. Prefieren succionar el pezón del gobierno que asumir la responsabilidad de sí mismos.

Son muchos los que creen que la redistribución de la riqueza - la participación - es un mal socialista. Citan el Manifiesto Comunista -"de cada quien según su capacidad, a cada quien según su necesidad" - como evidencia del origen satánico de la noción de asegurar la dignidad humana básica para todos por medio de los esfuerzos de todos.
Creen en "cada hombre para sí mismo". Si se les dice que ese concepto es frío y despiadado, se refugian en la declaración de que la oportunidad llama por igual a la puerta de todos los seres humanos; afirman que ningún hombre está sujeto a una marginación inherente; que si ellos pudieron "lograr el éxito", ello significa que todo mundo puede, y que si alguien no lo hace, "es por su propia culpa".

Tú consideras que es un pensamiento arrogante, enraizado en la ingratitud.

Sí, ¿pero Tú qué piensas?

No tengo ningún juicio al respecto. Es un pensamiento simplemente. Sólo hay una pregunta relevante sobre éste o cualquier otro pensamiento. ¿Te es de utilidad apegarte a esa idea? ¿En términos de Quién Eres y Quién buscas Ser, te es útil ese pensamiento?

Si miramos el mundo, ésa es la pregunta que la gente tiene que plantearse. ¿Nos es de utilidad
apegarnos a ese pensamiento?

Mi observación es la siguiente: Existen personas - en efecto, grupos enteros - que nacieron en lo que tu llamas condiciones de desventaja. Eso es indudablemente cierto.

Es verdad, asimismo, que en un nivel metafísico muy alto, nadie está "en desventaja", ya que cada alma crea para sí misma las personas, acontecimientos y circunstancias exactos que se necesitan para alcanzar lo que desea.

Ustedes eligen todo. Sus padres, su país de nacimiento, todas las circunstancias que rodean su reingreso.
De modo similar, en el transcurso de los días y etapas de la vida, continúan eligiendo y creando personas, acontecimientos y circunstancias diseñados para generar las oportunidades exactas, convenientes y perfectas que desean ahora a fin de conocerse a ustedes mismos como son realmente.

En otras palabras, nadie está "en desventaja" dado lo que alma desea lograr. Por ejemplo, es posible que el alma desee trabajar con un cuerpo discapacitado o en una sociedad represiva, o bajo enormes restricciones políticas o económicas con la finalidad de producir las condiciones necesarias para lograr lo que se ha propuesto.

Así, vemos personas que enfrentan "desventajas" en el sentido físico, pero estas son realmente las condiciones convenientes y perfectas metafísicamente.

Como una concepción práctica, ¿qué significa eso para nosotros? ¿Debemos ofrecer ayuda a los que están "en desventaja", o darnos cuenta simplemente de que, en verdad, sólo son lo que quieren ser y, por tanto, permitirles "resolver su propio karma"?

Ésa es una pregunta muy acertada y muy importante.

Recuerda primero que todo lo que piensas, dices y haces es un reflejo de lo que decidiste acerca de ti mismo; una declaración de Quién Eres; un acto de creación en tu proceso de decidir quien quieres ser. Sigo regresando a este punto por que es lo único que estás haciendo aquí; es tu tarea. 

No está pasando nada más, no hay ninguna otra agenda para el alma. Estas buscando ser y experimentar Quién Eres Realmente, y como crearlo. Te estás creando de nuevo en cada momento del Ahora. Pues bien, en este contexto, cuando te encuentras con una persona que parece, en términos relativos según la observa tu mundo, estar en desventaja, la primera pregunta que tienes que plantearte es:

¿Quién soy yo y quién elijo ser, en relación con eso?

En otras palabras, la primera interrogante que deberías plantearte cuando te encuentres con alguien, sean cuales fueren las circunstancias, es: ¿Qué quiero yo aquí?

¿Escuchaste? Tu primera pregunta siempre debe ser: ¿Qué quiero aquí?, y no: ¿Qué quiere la otra persona aquí?

Es la revelación más fascinante que he recibido acerca de la forma en que se debe proceder en las
relaciones humanas. Y se opone a todo lo que se me ha enseñado.

Lo sé. Sin embargo, la razón por la cual tus relaciones se encuentran en esa confusión es que siempre estas tratando de imaginar que quiere la otra persona, que quieren los demás, en vez de que identifiques lo que tú quieres realmente. Entonces tú tienes que decidir si darás o no. Y he  aquí como decides:

Examinas rápidamente lo que puedes querer de los demás. Si piensas que no hay nada que quieras de ellos, desaparece tu primera razón para darles lo que quieren, y, por lo tanto, rara vez lo haces. 

Si, por otra parte, te das cuenta de que hay algo que quieres o es posible que quieras de ellos, surge tu modalidad de autosupervivencia, y tratas de darles lo que quieren.

Después lo resientes, especialmente si la otra persona, a la larga, no te da lo que quieres.

En ese juego de "intercambio" estableces un equilibrio muy delicado. Tu satisfaces mis necesidades y yo satisfago las tuyas.

Sin embargo, el propósito de todas las relaciones humanas, tanto entre naciones como entre individuos, no tiene nada que ver con esto. El propósito de tu Relación Sagrada con cada persona, lugar o cosa no consiste en imaginarte lo que ellas quieren o necesitan, sino lo que tú necesitas o deseas ahora a fin de crecer, a fin de ser Quién quieres Ser.

Por eso creé la relación con los demás. De lo contrario, podrían haber continuado viviendo en un vacío, en una nada, la Eterna Completitud de la cual proviene todo. Sin embargo, en la Completitud simplemente eres y no puedes experimentar tu "consciencia" como algo en particular, ya que, en la Completitud, no hay nada que no seas.

Por lo tanto, elaboré un medio para crearte de nuevo, y Saber Quién Eres en tu experiencia. Esto lo hice con el fin de proporcionarte:

1. La relatividad, un sistema donde podrías existir en relación con todo lo demás.

2. El olvido, un proceso mediante el cual te sometes voluntariamente a la amnesia total, de modo que no puedas saber que la relatividad no es más que un truco, y que eres Todo en ella.

3. La consciencia, un estado del Ser en el cual creces hasta alcanzar el conocimiento pleno, para convertirte entonces en un Dios Verdadero y Viviente, creando y experimentando tu propia realidad, expandiendo y explorando esa realidad, cambiando y recreando esa realidad, mientras extiendes tu consciencia hacia nuevos límites - o, deberíamos decir, hacia la ausencia de límites.

En este paradigma, la Consciencia es todo. La Consciencia - de la cual tienes pleno conocimiento - es la base de toda verdad y, por lo tanto, de toda espiritualidad verdadera.

¿Pero cuál es el punto de todo eso? ¿Primero nos haces olvidar Quiénes Somos, a fin de que podamos recordar Quiénes Somos?


No completamente. El objetivo es que puedan crear Quiénes Son y Quienes Quieren Ser.

Éste es el acto de Dios siendo Dios. ¡Soy Yo, siendo Yo a través de ustedes!

Éste es el quid de toda la vida.

A través de ustedes, Yo experimento Quién y Qué Soy Yo. Sin Ustedes, podría saberlo, pero no experimentarlo. Conocer y experimentar son diferentes. Siempre elegiré experimentar.

Y, en efecto, lo hago, a través de ustedes.

Me parece que ya perdí la pregunta original.

Bueno, es difícil mantener a Dios en un tema. Soy un tanto expansivo.

Veamos si podemos regresar.

Ah, sí, qué hacer en relación con los menos afortunados.

Primero, decir Quién y Qué Eres en Relación con ellos.

Segundo, si decides que deseas experimentarte a ti mismo como Socorro, como ayuda, como Amor y Compasión e Interés, entonces intenta ver cómo puedes ser mejor en todas esas virtudes. Y observa que tu habilidad para ser todo ello no tiene nada que ver con lo que los otros sean o hagan. Algunas veces, la mejor forma de amar a otros, y la mayor ayuda que puedes dar, consiste en dejarlos solos o facultarlos para que se ayuden a sí mismos.

Es como un festejo. La vida es un ambigú, y tú puedes darles una gran ración de sí mismos. Recuerda que la mayor ayuda que puedes dar a las personas es despertarlas, recordarles Quienes Son Realmente. Hay muchas formas de hacer esto. Algunas veces con un poco de ayuda; un empujón, un impulso, un codazo... y otras veces con la decisión de dejarlas recorrer su propio curso, seguir su camino, explorar su senda, sin ninguna interferencia o intervención de tu parte. (Todos los padres tienen conocimiento de esta elección y, a causa de ella, se atormentan todos los días.)

Lo que tienes la oportunidad de hacer por los menos afortunados es ayudarlos a recordar, a rememorarse, es decir, incitarlos a que desarrollen una Mente Nueva, una Memoria Nueva, acerca de sí mismos.

Y tú también tienes que crearte una Mente Nueva en lo que concierne a ellos, porque si los ves como desafortunados, lo serán.

El mayor regalo de Jesús fue que él vio a todos como quienes son realmente. Se rehusó a aceptar las apariencias; se rehusó a creer lo que los demás creían de sí mismos. Siempre tenía un pensamiento más alto, y siempre invitó a todos a que lo imitaran.

Sin embargo, también respetó lo que otros elegían ser. No les solicitó que aceptaran su idea más elevada, sólo la presentó como una invitación.

Abordó, asimismo, la compasión, y si otros elegían verse así mismos como Seres necesitados de ayuda, no los rechazó por su juicio imperfecto, sino que les permitió que amaran su Realidad, y amorosamente los asistió en la expresión de su elección.

Jesús sabía que, para algunos, el camino más rápido hacia Quiénes Son era el camino a través de
Quiénes No Son. Él no lo llamó un camino imperfecto y, por consiguiente, no lo condenó. En cambio, lo vio también como "perfecto" y, por lo tanto, apoyó a todos para que fueran lo que querían ser.

Por esta razón, cualquiera recibía la ayuda que le pidiese a Jesús.

No se la negó a nadie, pero siempre tuvo cuidado de observar que la ayuda que otorgaba respaldara un deseo pleno y honesto de la persona.

Si otros buscaron genuinamente la iluminación, y expresaron con honestidad su preparación para pasar al siguiente nivel, Jesús les dio la fortaleza, el valor, la sabiduría para hacerlo. Él se ofreció -debidamente - como un ejemplo e incitó a las personas, si no podían hacer nada más, a tener fe en él. Como el dijo, no los conduciría por un mal camino.
Muchos pusieron su fe en él, y hasta estos días él ayuda a quienes invocan su nombre. Su alma está comprometida a despertar a aquellos que buscan estar plenamente despiertos y plenamente vivos en Mí.

Sin embargo, Cristo tuvo misericordia de aquellos que no lo hicieron. Rechazó la soberbia y, como su Padre en el cielo, nunca emitió juicios.
El concepto de Jesús acerca del Amor Perfecto consistía en conceder a todas las personas la ayuda que solicitaban exactamente, después de decirles la clase de ayuda que podían recibir.

Nunca se negó a ayudar a alguien, y mucho menos lo haría basándose en el pensamiento de que "tú te lo buscaste".

Jesús sabía que si daba a las personas la ayuda que solicitaban, en vez de únicamente la ayuda que él quería dar, las estaba habilitando para el nivel en el cual quedaban preparadas para recibir la capacidad.

Éste es el camino de todos los grandes maestros. Aquellos que caminaron por este planeta en el
pasado, y aquellos que transitan por él en la actualidad.

Ahora estoy confundido. ¿Cuándo es inhabilitante ofrecer ayuda? ¿Cuándo funciona en contra, en vez de a favor, del crecimiento de otro

Cuando tu ayuda se ofrece de forma tal que crea una dependencia continua, en vez de una independencia rápida. Cuando permites que otros, en el nombre de la compasión, empiecen a depender de ti en vez de que dependan de sí mismos.

Eso no es compasión, eso es compulsión. Ustedes tienen una compulsión por el poder. Esa clase de
ayuda es, realmente, un obstáculo para el poder de otros. Esta distinción puede ser muy sutil, y algunas veces, ni siquiera te das cuenta de que obstaculizas el poder. En realidad, sostienes la creencia de que simplemente estás haciendo lo mejor para ayudar a otros... sin embargo, cuida de no alimentar a través de los demás tu propia valía. En la medida en que permitas que otras personas te hagan responsables de ellas, en esa medida habrás permitido que te hagan poderoso. 

Y, desde luego, ello te hará sentir apreciado.

Sin embargo, esta clase de ayuda es un afrodisíaco que seduce a los débiles.

El objetivo es ayudar a que los débiles se vuelvan fuertes, y no propiciar que el débil se vuelva más débil.

Ése es el problema con muchos de los programas de asistencia del gobierno, ya que, con frecuencia, se apegan a lo último en vez de a lo primero. Los programas del gobierno pueden ser autoperpetuables. Su objetivo puede ser tanto justificar su propia existencia como proveer ayuda.

Si hubiese un límite para toda la asistencia del gobierno, se ayudaría a las personas cuando
genuinamente necesitaran esa ayuda, de modo que no pudieran volverse adictas a ella, y en cambio buscaría desarrollar la propia autodependencia de esas personas.

Los gobiernos entienden que la ayuda es poder. Ésa es la razón por la cual ofrecen tanta asistencia al mayor número de personas que les es posible, ya que, a cuantas más personas ayude el gobierno, tantas más personas ayudan al gobierno.

A quién el gobierno apoya, apoya a su vez al gobierno.

Entonces no debe haber redistribución de la riqueza. El Manifiesto Comunista es satánico.

Por supuesto, no existe Satán, pero entiendo lo que quieres decir.

La idea que respalda la declaración "De cada quién según su capacidad, para cada quién según su
necesidad" no es mala, es hermosa. Simplemente es otra forma de decir que tú eres el guardián de tu hermano. La puesta en práctica de esa hermosa idea es la que puede volverse nefasta.

La participación debe ser una forma de vida, no un edicto impuesto por el gobierno. La participación debe ser voluntaria, no obligada.

Pero - ¡aquí vamos de nuevo! - en el mejor de los casos, el gobierno es el pueblo, y sus programas son simples mecanismos por medio de los cuales el pueblo, como "una forma de vida", los comparte con muchos otros ciudadanos. Y yo aduciría que el pueblo, colectivamente, a través de sus sistemas políticos, eligió hacerlo porque la gente ha observado, y la historia lo ha mostrado, que los que "tienen" no comparten con los que "no tienen".

El campesino ruso pudo haber esperado hasta que las ranas criaran pelo para que la nobleza rusa compartiera su riqueza, la cual, generalmente, se obtenía y acrecentaba por medio del duro trabajo de los campesinos. A los campesinos se les daba sólo lo suficiente para subsistir, como un "incentivo" para seguir trabajando la tierra y hacer más ricos a los terratenientes. ¡Y se habla acerca de una relación de dependencia! ¡Esta fue la disposición de Yo-te-ayudaré-sólo-si-tú-me-ayudas, más explotadora y más obscena que cualquier otros sistema que haya inventado el gobierno!

Contra esta obscenidad se sublevaron los campesinos rusos. De la frustración del pueblo ante el hecho de que los que "tienen" no darían a los que "no tienen" por su propia voluntad, nació un gobierno que aseguraba que toda la gente sería tratada por igual.
Me recuerda lo que dijo María Antonieta a las masas hambrientas, cubiertas con harapos, que clamaban bajo su ventana, mientras ella descansaba en una bañera revestida con oro sobre una base enjoyada, regalándose con uvas importadas: "Denles pasteles".

Ésta es la actitud contra la que se rebelaron los sometidos. Ésta es la condición que causa revoluciones y crea gobiernos de la llamada opresión.

A los gobiernos que les quitan a los ricos y les dan a los pobres se les llama opresores, mientras que los gobiernos que no hacen nada mientras los ricos explotan a los pobres son represivos.

Pregúntales a los campesinos de México incluso hoy en día. Se dice que 20 o 30 familias - la élite de los ricos y poderosos - dirigen literalmente el país (¡debido principalmente a que son dueños de él!), mientras 20 o 30 millones viven en la miseria absoluta. En 1993-1994 los campesinos emprendieron una revuelta, buscando obligar al gobierno elitista a que reconociera su deber de ayudar a la gente, y proporcionarle los medios para una vida de una exigua dignidad por lo menos. 
Hay una diferencia entre los gobiernos elitistas y los gobiernos "de, por y para el pueblo".

¿Acaso los gobiernos del pueblo no son creados por gente enojada y frustrada por el egoísmo básico de la naturaleza humana? ¿No es verdad que los programas del gobierno se crean como un recurso ante la renuencia del hombre a proporcionar un remedio él mismo?

¿No es esto la génesis de las leyes de vivienda justa, de estatutos sobre el trabajo de los menores, los programas de apoyo para madres con hijos dependientes?

¿No fue la Seguridad Social del gobierno un intento para proporcionar a los ancianos algo que sus
familias no querían o no podían proporcionarles?

¿Cómo reconciliamos nuestro odio por el control del gobierno con nuestra falta de voluntad para hacer algo que no tenemos que hacer cuando no hay controles?

Se dice que algunos mineros del carbón trabajaban bajo condiciones horribles hasta que los gobiernos obligaron a los sucios y ricos dueños de las minas a que limpiaran sus sucias minas. 

¿Por qué no lo hicieron los mismos dueños por sí mismos? ¡Porque se habrían reducido sus utilidades! Y a los ricos no les importaba cuantos pobres morían en minas inseguras para mantener el flujo y el crecimiento de las utilidades.

Las empresas pagaban salarios de esclavos a los trabajadores principiantes hasta que el gobierno
impuso requerimientos de salario mínimo. Aquellos que están a favor de regresar a los "días buenos de ayer" dicen: ¿Por qué no? Ellos proporcionaron empleos, ¿no es así? Y a propósito, ¿quién está corriendo el riesgo? ¿El trabajador? ¡No! ¡El inversionista, el dueño, corre todos los riesgos! ¡Por tanto, él debe obtener la mayor recompensa!

A cualquiera que piense que los trabajadores - de cuya labor dependen los dueños - deben ser tratados con dignidad, se le llama comunista.

A cualquiera que piense que no se les debe negar a las mujeres oportunidades o promociones en el
empleo debido simplemente a que son del sexo equivocado se le llama feminista radical.

Y cuando los gobiernos, por medio de sus representantes electos, emprenden gestiones para solucionar esos problemas que la gente que posee el poder en la sociedad se niega firmemente a resolver por sí misma, ¡a estos gobiernos se les califica de opresores! (Nunca por la población a la que ayudan, por cierto. Sólo las personas que se rehúsan a proporcionar la ayuda ellas mismas.)

En ningún otro aspecto es esto más evidente que en la atención a la salud. En 1992, un presidente
estadounidense y su esposa decidieron que era injusto e inconveniente que millones de estadounidenses no tuviesen acceso al cuidado preventivo de la salud; ese concepto inició una polémica sobre la atención médica, que arrastró al combate a la profesión médica incluso y a la industria aseguradora.

La verdadera pregunta no es quién tiene la mejor solución: el plan propuesto por el gobierno o el plan propuesto por la industria privada. La verdadera pregunta es: ¿Por qué la industria privada no propuso su propia solución desde hace tiempo?

Te diré por qué. Porque no tenía que hacerlo. Nadie se quejaba. Y la industria estaba impulsada por las utilidades.
Utilidades, utilidades, utilidades.
Mi punto, por lo tanto, es éste: podemos despotricar y gritar y quejarnos todo lo que queramos. La simple verdad es que los gobiernos proporcionan soluciones cuando el sector privado no lo hace.

Podemos también afirmar que los gobiernos están haciendo lo que están haciendo contra los deseos del pueblo, pero mientras el pueblo controle al gobierno - como lo hace en un alto grado en Estados Unidos - , éste continuará produciendo y requiriendo soluciones para los males sociales debido a que la mayoría de los habitantes no son ricos y poderosos, y, por lo tanto, legislan para sí mismos lo que la sociedad no les dará voluntariamente.

Sólo en los países donde la mayoría de la población no controla al gobierno, éste hace poco o nada acerca de las injusticias. De ahí, entonces, el problema: ¿En que medida es demasiado el gobierno? ¿Y en que medida es demasiado poco? ¿Dónde y cómo lograremos un equilibrio?

 ¡Uau!  ¡Nunca te había oído explayarte así! Es el tiempo más largo, en los dos libros, en que nos has tenido pendientes de tus palabras.

Bien, dijiste que en este libro abordarías algunos de los problemas globales más grandes que enfrenta la familia del hombre. 

Me parece que he expuesto uno muy importante.

Elocuentemente, sí. Todo mundo, durante cientos de años, pasando por Toynbee, Jefferson y Marx, han tratado de solucionarlo.

De acuerdo, ¿cuál es Tu solución?

Vamos a tener que retroceder; vamos a tener que revisar ciertos antecedentes. Adelante. Tal vez necesito oírlos dos veces. Entonces empezaremos con el hecho de que Yo no tengo la "solución". Y eso se debe a que no veo nada de esto como problemático. Sólo es lo que es, y no tengo preferencias al respecto. Aquí sólo describo lo que es observable; lo que todos pueden ver fácilmente.

Bien, Tú no tienes ninguna solución y ninguna preferencia. ¿Me puedes ofrecer una observación?

Observo que el mundo todavía tiene que proponer un sistema de gobierno que proporcione una solución total, si bien, hasta ahora, el gobierno en Estados Unidos es el que se ha aproximado más a ese fin.

La dificultad es que la bondad y la justicia no son cuestiones políticas, sino morales.

El gobierno es el intento humano para imponer la bondad y asegurar la justicia. Sin embargo, sólo hay un lugar donde nace la bondad, y ese es el corazón humano. Sólo hay un lugar donde se puede
conceptualizar la justicia, y ése es la mente humana. Sólo hay un lugar donde se puede experimentar verdaderamente el amor, y ése es el alma humana, porque el alma humana es amor.

No puedes legislar la moralidad. No puedes aprobar una ley que diga: "Amaos los unos a los otros".
Ahora estamos dando vueltas en círculos, puesto que ya hemos cubierto todo esto antes. Sin embargo, la discusión es útil, así que sigue trabajando en eso. Incluso es provechoso si cubrimos el mismo terreno dos o tres veces. El intento aquí consiste en llegar al fondo del asunto; ver cómo quieres crearlo ahora.

Pues bien, te plantearé la misma pregunta que te formulé antes. ¿Todas las leyes no son simplemente un intento del hombre por codificar los conceptos morales? ¿La "legislación" no es simplemente nuestro convenio combinado respecto a lo que está "bien" y lo que está "mal"?

Sí. Y en tu sociedad primitiva se requieren ciertas leyes civiles, normas y reglamentos. (Entiende que en las sociedades avanzadas esas leyes son innecesarias. Todos los seres se rigen así mismos.) En esta sociedad, las personas aún se enfrentan a algunas preguntas muy elementales. ¿Te detendrías en la esquina antes de proseguir? ¿Comprarías y venderías de acuerdo con ciertos términos? ¿Habrá restricciones acerca de cómo se comportan entre sí?
Pero, verdaderamente, incluso estas leyes básicas - prohibiciones contra el asesinato, el perjuicio, el fraude, o incluso pasarse una luz roja - no deben ser necesarias y no serían necesarias si todas las personas en todas partes siguieran simplemente las Leyes del Amor.

Es decir la ley de Dios.

Lo que se necesita es un desarrollo de la consciencia, no una expansión del gobierno.

¿Quieres decir que si sólo siguiéramos los Diez Mandamientos estaríamos bien?

No existe algo como los Diez Mandamientos. (Véase el libro anterior para un análisis completo del tema.)

La Ley de Dios es No Ley. Esto es algo que no puedes entender.

Yo no requiero nada.

Muchas personas no podrán creer Tú última declaración.

Pídeles que lean el libro anterior. En él se explica completamente todo esto.

¿Es eso lo que sugieres para este mundo? ¿La anarquía completa?

No sugiero nada. Sólo observo lo que funciona. Te estoy diciendo lo que es observable. Y no, no observo que pudiese funcionar esa anarquía - la ausencia de gobierno, normas, reglamentos o
limitaciones de cualquier clase -. Un arreglo de este tipo sólo es práctico en seres avanzados, lo que no observo que sean los seres humanos.

Por lo tanto se va a requerir cierto nivel de gobierno hasta que evolucionen al punto en que harán
naturalmente lo que es naturalmente correcto.

Entre tanto, son muy sabios en gobernarse. Los puntos que estableciste hace un momento son
sobresalientes, irrebatibles. Con frecuencia, las personas no hacen lo que es "correcto" cuando se les deja actuar como se les da la gana.

La verdadera pregunta no es por qué los gobiernos imponen tantas normas y regulaciones en la
población, sino ¿por qué los gobiernos tienen que hacerlo?

La respuesta se relaciona con la Consciencia de Separación.

El hecho de que nos veamos a nosotros mismos como separados uno del otro.

Sí.

Pero si no estamos separados, entonces somos Uno. ¿Y no significa eso que somos responsables unos de otros?

Sí.

¿Y acaso no nos inhabilita para alcanzar la grandeza individual? ¡Si yo soy responsable de todos los demás, entonces el Manifiesto Comunista estaba en lo correcto! "De cada quién según su capacidad, para cada quién según su necesidad."

Ésa es como ya he dicho, una idea muy noble. Pero se le despoja de su nobleza cuando se impone despiadadamente. Ésa fue la dificultad con el comunismo. No fue el concepto, sino su ejecución.

Hay quienes dicen que el concepto tenía que imponerse, ya que violaba la naturaleza básica del hombre.

Le has dado al clavo. Lo que necesita cambiarse es la naturaleza básica del hombre. Ahí es donde debe realizarse el trabajo.

Para crear el cambio de consciencia del cual nos has hablado.

Sí.

Pero estamos dando vueltas en círculos de nuevo. ¿Una consciencia de grupo no ocasionaría la falta de poder en los individuos?

Vamos a examinarlo. Si a cada persona en el planeta se le satisfacen sus necesidades - si la masa de la población pudiese vivir con dignidad y librarse de la lucha por la simple supervivencia -, ¿no abriría esto un camino para que toda la humanidad se ocupara de actividades más nobles?

¿Si se garantizara la supervivencia espiritual, se suprimiría realmente la grandeza espiritual?

¿Debe sacrificarse la dignidad individual por la gloria individual?

¿Qué clase de gloria se obtiene cuando se logra a expensas de otro?

En este planeta coloqué suficientes recursos para asegurar suministros adecuados para todos. ¿Cómo puede ser que miles se mueran de hambre cada año? ¿Cuántos se quedan sin casa? ¿Cuántos millones imploran por simplemente vivir con dignidad?

La clase de ayuda que terminaría con esto no es la clase de ayuda que quita el poder.

Si aquellos que disfrutan de una buena situación dicen que no quieren ayudar a los hambrientos y a quienes carecen de vivienda porque no quieren inhabilitarlos, entonces los adinerados son unos hipócritas. Nadie está realmente en una "buena posición" mientras otros se están muriendo. La evolución de una sociedad se mide por el beneficio que aporta a los menos entre sus integrantes.

Como he dicho, el reto consiste en encontrar un equilibrio entre ayudar a la gente y perjudicarla.

¿Puedes ofrecernos algunos lineamientos?

Un lineamiento general podría ser este: cuando estés en duda, más vale pecar por el lado de la compasión. He aquí una prueba de si estás ayudando o perjudicando: ¿Tu prójimo se engrandece o se empequeñece como resultado de tu ayuda? ¿Los hiciste más grandes o más pequeños? ¿Son más capaces o menos capaces?

Se dice que si les das todo a los individuos, estarán menos dispuestos a trabajar para sí mismos.

Sin embargo, ¿por qué deberían tener que trabajar por la dignidad más simple? ¿No hay suficiente para todos? ¿Por qué es necesario que "trabajar por ella" tenga que ver con todo lo demás?
¿No es la dignidad humana un derecho de nacimiento de todos los seres humanos? ¿No debe ser?
Si uno busca más que los niveles mínimos - más alimento, viviendas más grandes, vestimentas más finas para el cuerpo - es válido que se busque alcanzar estos objetivos. ¿Pero debe uno tener que luchar para sobrevivir siquiera, en un planeta donde hay más que suficiente para todos?

Ésa es la pregunta central que enfrenta la humanidad.

El reto no consiste en pugnar por que todos sean iguales, sino en darles a todos, por lo menos, la
seguridad de una supervivencia básica digna, de modo que cada uno tenga la oportunidad de elegir qué más quiere a partir de ahí.

Hay quien aduce que algunos, incluso cuando se les da, no aprovechan la oportunidad.

Y es un argumento correcto. Esto origina otra pregunta más: ¿A aquellos que no aprovechan las
oportunidades que se les presentan, se les debe dar otra y otra más?

No.

Si Yo asumiera esa actitud, todos estarían perdidos en el infierno para siempre.

Yo te digo: la compasión nunca termina, el amor nunca se detiene, la paciencia nunca se acaba en el Mundo de Dios. La bondad sólo está limitada en el mundo del hombre.

En mi Mundo, la bondad es infinita.

Aun cuando no la merezcamos.

¡Ustedes siempre la merecen!

¿Incluso si te lanzamos al rostro Tu bondad?

Especialmente si lo hacen ("Si un hombre te da una bofetada en la mejilla derecha, date vuelta y ofrécele la izquierda. Si un hombre te pide que recorras una milla con él, recorre dos con él".) Cuando me lanzan al rostro Mi bondad (lo cual, por cierto, la raza humana se lo ha estado haciendo a Dios durante milenios), veo que únicamente están equivocados. Desconocen lo que es en su mejor interés. Yo siento compasión porque el error no está basado en el mal, sino en la ignorancia.

Pero algunas personas son básicamente perversas. Algunas personas son intrínsecamente malas.

¿Quién te dijo eso?

Es mi propia observación.

Entonces hay algo que te impide ver bien. Ya te he dicho antes: nadie hace nada malo en función de su modelo del mundo. Expuesto en otra forma, todos hacen lo mejor que pueden en cualquier momento determinado.
Todas las acciones de los seres humanos dependen de los datos a la mano.

Ya lo he dicho antes: la consciencia es todo. ¿De qué estas consciente? ¿Qué es lo que sabes?

¿Pero cuando la gente nos ataca, nos hiere, nos perjudica, incluso nos mata para sus propios fines, no es perverso?

Te lo he dicho antes: todo ataque es una llamada de auxilio.

Nadie desea verdaderamente herir a otro. Aquellos que lo hacen, incluyendo a los gobiernos, por cierto, lo hacen por una idea equivocada de que es la única forma en que pueden obtener lo que desean.

En este libro ya definí la solución más elevada a este problema. No quieres nada simplemente. Ten preferencias pero no necesidades.

Sin embargo, éste es un estado muy alto del ser; es el lugar de los Maestros.

En términos geopolíticos, ¿por qué no trabajan juntos como un mundo para satisfacer las necesidades más básicas de todos?

Lo estamos haciendo - o tratando.

¿Después de todos estos miles de años de historia humana, es lo más que puedes decir?
El hecho es que apenas han evolucionado. Todavía operan con una mentalidad primitiva de "cada
hombre para sí mismo".
Saquean la Tierra, destruyen todos sus recursos, explotan a su población, y sistemáticamente descalifican a aquellos que están en desacuerdo con esas acciones, llamándoles "radicales".

Todo esto lo hacen para sus propios objetivos egoístas, porque desarrollan un estilo de vida que no
pueden mantener de otra forma. Tienen que derribar millones de hectáreas de árboles cada año o no podrán leer su periódico dominical. Tienen que destruir kilómetros y kilómetros del ozono protector que cubre el planeta, o no pueden disponer de aerosol para el cabello. Tienen que contaminar ríos y arroyos más allá de cualquier posible remedio, o no podrán lograr que sus industrias les den Más Grande, Mejor y Más. Y tienen que explotar a otros - los menos favorecidos, los menos preparados, los menos enterados - o no podrán vivir en la cumbre de la escala humana en un lujo inaudito (e innecesario). Por último, tienen que negar que están haciendo esto, o no podrán vivir con ustedes mismos.

Les resulta casi imposible encontrar en su corazón el concepto de "vivir simplemente", como para que otros simplemente vivan. Ese engomado en el parachoques sobre la sabiduría es demasiado sencillo para ustedes. Es pedir demasiado. Es dar demasiado. ¡Después de todo, trabajan tan duro para obtener lo que quieren! ¡No están dispuestos a renunciar a nada! Y si el resto de la raza humana, por no hablar de los hijos de sus hijos, tienen que sufrir por eso, mala suerte, ¿no es así? 

Ustedes hicieron lo que tenían que hacer para sobrevivir para "triunfar". ¡Ellos pueden actuar igual! Después de todo, cada hombre es para sí mismo, ¿verdad?

¿Hay alguna salida de este desastre?

Sí. ¿Debo decirlo de nuevo? Un cambio de consciencia.
No pueden resolver los problemas que acosan a la humanidad a través de la acción gubernamental o por medios políticos. Ya lo intentaron durante miles de años.

El cambio que debe efectuarse sólo se puede lograr en el corazón de los hombres.

¿Puedes resumir en un sola frase el cambio que debe hacerse?


Ya lo hice varias veces.
Deben dejar de ver a Dios como separado de ustedes, y a ustedes como separados de los demás.

La única solución es la Verdad Fundamental; no existe nada en el universo que esté separado de
cualquier otra cosa. Todo está intrínsecamente conectado, todo es interdependiente de manera
irrevocable e interactiva, entrelazado en la estructura de todo lo que existe.

Todos los gobiernos, todas las políticas, deben basarse en esta verdad. Todas las leyes deben estar enraizadas en ella.

Ésta es la esperanza futura de la raza humana; la única esperanza para este planeta.

¿Cómo funciona la Ley del Amor de la que hablaste anteriormente?
El amor lo da todo y no requiere nada.

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