MIRA LO QUE HE SOÑADO.
Pues
es el caso que hay un allá, más allá que el acá, donde viven los
espíritus. Los espíritus no tienen cuerpo, así que allá no tiene
ningún lugar. Los espíritus no son materiales, así que no mueren,
por eso el allá no tiene tiempo. Y cantan y ríen y juegan pero no
hay sonido, porque los espíritus no tienen bocas. Los espíritus no
son todos iguales, unos son más alegres que otros, unos inventan
poesías mejor que otros y hasta se cuentan historias. Y esto lo
hacen sólo con el pensamiento, porque los espíritus sólo tienen
pensamiento. Ellos dicen: “cogito, sed non sum, ergo sum”. Eso es
lo que decían en mi sueño.
Estas
noche, cuando yo estaba muy dormida, porque hay que estar muy dormida
cuando te visita un espíritu. Cuando estamos muy dormidos, nuestro
cuerpo no nos necesita casi para nada y nuestro espíritu (ya os
contaré luego cómo es nuestro espíritu) sale de nuestro cuerpo,
unas veces por la boca, si la tenemos abierta y, otras veces por la
nariz. Por los ojos no, porque los tenemos cerrados. Si veis un
espíritu y tenéis los ojos abiertos, tirarle un zapato para que se
vaya. No hace falta darle, él se va igual. No son buenos, pero
tampoco quieren asustarnos, porque asustados no servimos para nada y
ellos intentan que nos alegremos de verlos para, así, enseñarnos a
mentir, a odiar, a pegar, nos dicen que somos mejores porque somos
blancos, nos enseñan unas oraciones que no entendemos, dirigidas a
un dios que no conocemos, nos cuentan historias que nunca ocurrieron,
nos enseñan trucos, nos dicen que es malo mirar nuestro cuerpo,
dicen que los padres siempre llevan razón, que hay que obedecer
siempre a los maestros que ellos saben siempre lo que nos conviene; a
mí una vez uno me dijo que si mi madre me daba un bofetón, sufría
ella más que yo….. ahí ya empecé yo a sospechar que esos
espíritus venían a engañar…. Pues, anda que no dolía un
bofetón… ¿cómo le va a doler más al que me lo da, si yo no se
lo devuelvo?.
Estos
espíritus, muchas veces, tienen forma humana. Pero, no os fiéis,
son más malos que la varicela. Y, mira que es mala la varicela que,
cuando yo la tuve, me liaron las manos con muchos trapos para que no
me rascara con las uñas, pero era lo mismo, me rascaba con los
trapos. El médico, que además de ser un mal espíritu, es un brujo,
mandó que cambiaran la bombilla y la pusieran roja…..Espera, no….
Esto fue cuando el sarampión. Y la tuvieron que quitar porque mi
hermano dijo que eso eran supersticiones de tontos y además la
habitación tenía pinta de puticlú… eso dijo mi hermano.
Bueno,
pues esta noche que yo estaba muy dormida, salí a oir a los
espíritus y hablaban del Primero. “Qué es el Primero”,
pregunté yo, más que nada para que supieran que estaba allí.
“Pues, un espíritu… ¿qué quieres que sea?”, “…. pero
¿como vosotros?”, “Pues claro, tonta….¿cómo quieres que
sea?”. Mientras ellos seguían con lo suyo, yo estaba muy
pensativa, porque yo soy un espíritu pensativo. Por lo menos mi
hermano siempre lo decía: “oye, hermana, ¿no te cansas de
pensar?”, “¿es que tú no piensas”, “sí… pero no tanto”,
“¿Cómo se puede pensar tanto o cuanto? El que piensa piensa y
nadie puede no pensar”,”Sí, pero tú piensas más. Tú piensas
las cosas”, “oye, pero ¿no dices que soy un desastre?”. “Sí,
hermana, eres un desastre porque siempre estás pensando”. Es
evidente que ni mi hermano se explicaba ni yo le entendía. Pero,
cuando estoy durmiendo, lo entiendo todo: entiendo lo que están
diciendo los otros espíritus y, a la vez, estoy pensativa. Y “¿por
qué le llamáis Primero?”, “porque es el Primero”, “no lo
entiendo ¿será que estoy durmiendo?”, “no, es porque no lo has
pensado”, “Si lo he pensado, pero no lo entiendo…. ¿vosotros
sois Segundo, Tercero, Cuarto…., y así?”, “no, nosotros no
tenemos número. Número sólo lo tiene el Uno”, “y, Uno es
Primero…….”, “Y vosotros, ¿qué sois?”, “pues lo mismo
que tu espíritu, somos Uno”, “¿Somos todos Uno?”, “claro”,
“pero, ¿cómo todos somos Uno sin ser Primero si el Primero es
Uno”, “bueno, PRIMERO (quítale el artículo, que es un
determinante) es UNO y TODO. Y ES PRIMERO Y ES ULTIMO Y ES UNICO”,
“y……..”, “anda, vete a cuidar ese cuerpo, que se está
despertando”.
Y,
era verdad: me estaba despertando. Siempre me pasa lo mismo: cuando
estoy a punto de saber el misterio de algo, me despierto o se
estropea el teléfono o no tengo a quién preguntar…. En fin, me
desperté y, con las ventanas abiertas de par en par, en la
habitación faltaba oxígeno. La temperatura era la misma dentro que
fuera. Snoopy estaba en el comedor, tirado sobre las baldosas,
desmadejao. Movió la cola por compromiso, pero ni siquiera se dignó
abrir los ojos. En estado semicatatónico puse la cafetera, me senté
a esperar. Hoy era viernes; tendría que hacer algo de compra; me
apetecía sandía fresca, pero, como no tenía, me bebí un gran vaso
de agua de la nevera, es delicioso sentir cómo baja enfriando todo
el camino.
Y,
cuando oí el café subir, mientras cogía la taza “Ich denke an
dich”, la verde, expresé en alto la primera sentencia del día:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡JOPÉ,
PERO QUÉ PARANORMAL ES TODO!!!!!!!!!!!!!!
Y,
el café, como siempre, me supo a gloria.
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