viernes, 4 de agosto de 2017

HOY ME APETECE HABLAR A MI (II)

DE LOS NÚMEROS RAROS
El asunto de los números también tiene su aquel. Ocurre que los número que manejan los científicos son los más raros. Por ejemplo, el famoso ”pi”, el 3,1416 famoso que no es el que he escrito, que el último 6 todos sabemos que es un redondeo, porque es un número infinito. No es entero, pero es infinito. Leí en algún sitio que un japonés (estas cosas siempre las hacen los japoneses) lleva no sé cuantos años con una computadora, que trabaja día y noche, con la intención de encontrar el final del número “pi” y hoy es el día en que todavía no lo ha conseguido. Podríamos recordar a este respecto a la escuela de Elea y a su aporía de Aquiles y la Tortuga. Empiezan con una verdad evidente (o casi): entre el uno y el dos hay una serie infinita de números virtuales, por lo que, si partimos del uno, nunca podemos llegar al dos. En cambio, llegamos. O sea, a esa verdad racional oponemos la verdad de la realidad y, aunque la serie de “pi” sea infinita, podemos dibujar un círculo, hacer una esfera, triangular el espacio. Incluso mandar cápsulas calculando las trayectorias y acertando en el blanco. Vamos a la Luna, a Marte, tenemos el Hubble lejos y mandándonos (eso nos dicen) paradisíacas fotografías de todo el Universo, que, por cierto, si os fijáis, está bastante roto y tiene flotando muchos deshechos de los que le sobran cuando acaba una galaxia.

Otro número intrigante es la raiz cuadrada de 2, imprescindible para, por ejemplo, hallar la hipotenusa de un triángulo rectángulo de lado 1. No existe tal raiz cuadrada y sin embargo, la hipotenusa la podemos medir con una escala numerada y, el triángulo es una figura de la que no podemos prescindir en matemáticas. Ahí tenemos las Pirámides, ¿os imagináis si no pudiéramos manejar en la realidad ni cuadrados ni triángulos? Sencillamente, mucho me temo que, y esto quizá sea una exageración, no habríamos salido de las cavernas. Para cualquier refugio que el hombre construya, maneja el círculo, el cuadrado, el triángulo.

El año- luz, ¿qué podemos decir del año-luz que vemos continuamente cada vez que nos quieren entretener con Tierras distantes. Es una medida de distancia sobre una medida de tiempo. ¿es una medida de tiempo o de distancia? Yo diría que las dos cosas. Acerca del asunto, hay cuestiones que no pensamos a la primera. Si percibimos la luz de una estrella determinada, esa estrella ya no es la que está, sino la que recibes. La luz que recibes salió de aquella estrella hace………. ¿cuánto?. Pues depende de la distancia de la que nos informen. Si la estrella más próxima (alfa Centuri, según creo recordar) está a cuatro años luz de distancia, parece fácil afirmar que la recepción de su luz ha durado cuatro años, pero eso ¿cuántas UA, unidades astronómicas de distancia significa?. Pues mucha, en realidad demasiada como para llegar a ella con nuestra tecnología. Si queréis saberla exactamente, debéis partir de la velocidad de la luz (300.000 k/s, por convención). Digo por convención porque he aquí otro número usado alegremente fuera del campo científico. La velocidad de la luz no es 300.000 k/s; es menos y, si queremos ser exactos hay que tener en cuenta la distorsión de la luz debido a fenómenos como el plegamiento del espacio o las ondas gravitacionales. Pero para hacernos una idea, multiplicamos 300.000 por sesenta segundos del minuto, por sesenta minutos de la hora, por veinticuatro horas al día, por trescientos sesenta y cinco días del año y, por último por cuatro años. Es una cifra tan grande que tendremos que expresarla de forma abreviada (con potencias del 10, por ejemplo). Y, si sobrevivimos al esfuerzo, nos quedamos atónitos ante la enorme distancia que nos separa de lo más próximo. No digo nada de cuando los titulares resaltan cifras más altas que, a primera vista, no parecen grandes distancias. P.e. 38 años luz y, como nos gusta la ciencia-ficción, enseguida pensamos en hibernación, pero se olvida la cuestión de la energía. Ya sabemos calcular la distancia, pero ¿la energía, cuánta energía necesitamos para los tanques de hibernación y la enorme distancia? Pues no lo sé, pero en expresión crematística os informo que para poner un kilogramo en órbita alrededor de la tierra cuesta 20.000. Y sólo en órbita. A partir de aquí, el que quiera que calcule costos, distancia, energía de aceleración, y gastos diarios. ¿Y de verdad sois capaces de creer tanta tontería con la que intentan intoxicarnos?.

Podemos echar una ojeada a la famosa ecuación e= m.c2 (sí, esa, la de la relatividad) que todos nos sabemos aunque no alcancemos a comprender lo que significa. Ssu significado es la energía en reposo, o sea, la energía que necesita una partícula por el sólo hecho de tener masa. O sea, que ya me contaréis. Si estando en reposo una partícula cumple tal ecuación, en cuanto se mueva un milímetro…… la intemerata.

El n.º “e”, es también rarillo. Pero tiene más que ver en el terreno económico y ese es un terreno árido que sólo interesa a los aburridos.

Antes de acabar, quiero decirles algo a todas esas personas que se atreven a opinar sobre lo divino y humano y, cuando se les enfrenta con cualquier número concreto, se cubren las espaldas con el consabido “es que soy de letras”. No, no eres de letras, no eres de nada, pues, aunque en tu día tuvieras que elegir, has renunciado al lado más interesante del universo e incluso de la realidad. No te pido que te aprendas las fórmulas, pero intenta entender los conceptos porque, si no, tú solo te meterás los goles en tu propia portería.


Y QUEDA EL NÚMERO MÁS DESCONOCIDO DE TODOS LOS NÚMEROS: EL DE LOS TONTOS

Pero, para ellos, ya nos dejaron los latinos su veredicto:

ESTULTORUM NUMERUM INFINITUM EST.


Y, espero que mañana vuelva a amanecer

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