DE LOS NÚMEROS RAROS
El
asunto de los números también tiene su aquel. Ocurre que los número
que manejan los científicos son los más raros. Por ejemplo, el
famoso ”pi”, el 3,1416 famoso que no es el que he escrito, que el
último 6 todos sabemos que es un redondeo, porque es un número
infinito. No es entero, pero es infinito. Leí en algún sitio que un
japonés (estas cosas siempre las hacen los japoneses) lleva no sé
cuantos años con una computadora, que trabaja día y noche, con la
intención de encontrar el final del número “pi” y hoy
es el día en que todavía no lo ha conseguido. Podríamos recordar a
este respecto a la escuela de Elea y a su aporía de Aquiles y la
Tortuga. Empiezan con una verdad evidente (o casi): entre el uno y el
dos hay una serie infinita de números virtuales, por lo que, si
partimos del uno, nunca podemos llegar al dos. En cambio, llegamos. O
sea, a esa verdad racional oponemos la verdad de la realidad y,
aunque la serie de “pi” sea infinita, podemos dibujar un círculo,
hacer una esfera, triangular el espacio. Incluso mandar cápsulas
calculando las trayectorias y acertando en el blanco. Vamos a la
Luna, a Marte, tenemos el Hubble lejos
y mandándonos (eso nos dicen) paradisíacas fotografías de todo el
Universo, que, por cierto, si os fijáis, está bastante roto y tiene
flotando muchos deshechos de los que le sobran cuando acaba una
galaxia.
Otro
número intrigante es la raiz cuadrada de 2, imprescindible para, por
ejemplo, hallar la hipotenusa de un triángulo rectángulo de lado 1.
No existe tal raiz cuadrada y sin embargo, la hipotenusa la podemos
medir con una escala numerada y, el triángulo es una figura de la
que no podemos prescindir en matemáticas. Ahí tenemos las
Pirámides, ¿os imagináis si no pudiéramos manejar en la realidad
ni cuadrados ni triángulos? Sencillamente, mucho me temo que, y esto
quizá sea una exageración, no
habríamos salido de las cavernas. Para cualquier refugio que el
hombre construya, maneja el círculo, el cuadrado, el triángulo.
El
año- luz, ¿qué podemos decir del año-luz que vemos continuamente
cada vez que nos quieren entretener con Tierras distantes. Es una
medida de distancia sobre una medida de tiempo. ¿es una medida de
tiempo o de distancia? Yo diría que las dos cosas. Acerca
del asunto, hay cuestiones que no pensamos a la primera. Si
percibimos la luz de una estrella determinada, esa estrella ya no es
la que está, sino la que recibes. La luz que recibes salió de
aquella estrella hace………. ¿cuánto?. Pues depende de la
distancia de la que nos informen. Si la estrella más próxima (alfa
Centuri, según creo recordar) está a cuatro años luz de distancia,
parece fácil afirmar que la recepción de su luz ha durado cuatro
años, pero eso ¿cuántas UA, unidades astronómicas
de distancia significa?. Pues mucha, en realidad demasiada como para
llegar a ella con nuestra tecnología. Si queréis saberla
exactamente,
debéis partir de la velocidad de la luz (300.000 k/s, por
convención). Digo por convención porque he aquí otro número usado
alegremente fuera del campo científico. La velocidad de la luz no es
300.000 k/s; es menos y, si queremos ser exactos hay que tener en
cuenta la distorsión de
la luz debido a fenómenos como el plegamiento del espacio o las
ondas gravitacionales. Pero para hacernos una idea, multiplicamos
300.000 por sesenta segundos del minuto, por sesenta minutos de la
hora, por veinticuatro horas al día, por trescientos sesenta y cinco
días del año y, por último por cuatro años. Es una cifra tan
grande que tendremos que expresarla de forma abreviada (con potencias
del 10, por ejemplo). Y, si sobrevivimos al esfuerzo, nos quedamos
atónitos ante la enorme distancia que nos separa de lo más próximo.
No digo nada de cuando los titulares resaltan cifras más altas que,
a primera vista, no parecen grandes distancias. P.e. 38 años luz y,
como nos gusta la ciencia-ficción, enseguida pensamos en
hibernación, pero se olvida la cuestión de la energía. Ya sabemos
calcular la distancia, pero ¿la energía, cuánta energía
necesitamos para los
tanques de hibernación y la enorme distancia? Pues no lo sé, pero
en expresión crematística os informo que para poner un kilogramo en
órbita alrededor de la tierra cuesta 20.000. Y sólo en órbita. A
partir de aquí, el que quiera que calcule costos, distancia, energía
de aceleración, y gastos diarios. ¿Y de verdad sois capaces de
creer tanta tontería con la que intentan intoxicarnos?.
Podemos
echar una ojeada a la famosa ecuación e= m.c2 (sí, esa, la de la
relatividad) que todos nos sabemos aunque no alcancemos a comprender
lo que significa. Ssu significado es la energía en reposo, o sea, la
energía que necesita una partícula por el sólo hecho de tener
masa. O sea, que ya me
contaréis. Si estando en reposo una partícula cumple tal ecuación,
en cuanto se mueva un milímetro…… la intemerata.
El
n.º “e”, es también rarillo. Pero tiene más que ver en el
terreno económico y ese es un terreno árido que sólo interesa a
los aburridos.
Antes
de acabar, quiero decirles algo a todas esas personas que se atreven
a opinar sobre lo divino y humano y, cuando se les enfrenta con
cualquier número concreto, se cubren las espaldas con el consabido
“es que soy de letras”. No, no eres de letras, no eres de nada,
pues, aunque en tu día tuvieras que elegir, has renunciado al lado
más interesante del universo e incluso de la realidad. No te pido
que te aprendas las fórmulas, pero intenta entender los conceptos
porque, si no, tú solo te meterás los goles en tu propia portería.
Y
QUEDA EL NÚMERO MÁS DESCONOCIDO DE TODOS LOS NÚMEROS: EL DE LOS
TONTOS
Pero,
para ellos, ya nos dejaron los latinos su veredicto:
ESTULTORUM
NUMERUM INFINITUM EST.
Y,
espero que mañana vuelva a amanecer
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