LOS SIETE PRINCIPIOS Y LA
CIENCIA
La
visión de Michael Talbot –
La
naturaleza del Universo y física cuántica.
El
hombre pisa la tierra suavemente;
Lo
que a polvo se asemeja
Es
también la sustancia de la que están hechas las galaxias.
EVELYN
NOLT
Un
descubrimiento asombroso de la física cuántica es que si la materia
se rompe en trozos cada vez más pequeños, al final se llega a un
punto en que esos trozos (electrones, protones, etc) dejan de tener
características de cosas. Los físicos han descubierto que un
electrón si bien puede a veces comportarse como una partícula
compacta, materialmente no posee dimensión alguna
Esa
capacidad cameleónica es común a todas las partículas subatómicas,
incluidas las que se consideraban que se podían manifestar
únicamente como ondas: La luz, los rayos gama, las ondas de radio,
todo puede transformarse de onda en partícula y en onda otra vez.
Hoy los físicos creen que los fenómenos subatómicos no deberían
ser clasificados como ondas o como partículas, sino en una sola
categoría de “algos” que son siempre ambas cosas de un modo
otro. Esos “algos” se denominan “Quanta” y constituyen, según
los físicos, la materia básica de la que está hecho el universo
entero. . No podemos medir la anchura de un electrón. Un electrón
no es simplemente un objeto como lo conocemos. Un electrón puede
manifestarse o bien como partícula o bien cómo onda. Y también
puede disolverse en una nube borrosa de energía y comportarse como
si fuera una onda extendida por el espacio. Cuando un electrón se
manifiesta en forma de onda puede hacer cosas que la partícula no
puede. Así como los magos de los cuentos populares son capaces de
cambiar de forma, también el electrón se puede manifestar como
partícula o como onda.
Pero
lo más asombroso es quizá la existencia de indicios vehementes de
que el único momento en que los quanta se manifiestan como
partículas es cuando estamos mirándolos. Es decir, hay
descubrimientos experimentales que indican que un electrón, cuando
no está siendo observado, siempre es una onda. .
Imaginemos
que tenemos una bola que solo es bola cuando la miramos. Si
esparcimos polvos de talco sobre la pista y lanzamos la bola cuántica
rodando hacia los bolos veremos que mientras no la estábamos
observando, la bola habría dejado de trazar una sola línea y habría
dejando en cambio una amplia franja ondulante como la que deja una
serpiente cuando se mueve por la arena zigzagueando.
El
físico Nick Herbert afirma que muchas veces le ha hecho imaginar que
el mundo a su espalda siempre es un brebaje cuántico radicalmente
ambiguo que fluye sin cesar; pero que siempre que se da la vuelta e
intenta verlo, su mirada lo congela al instante y se convierte otra
vez en realidad ordinaria. Según él, esto nos convierte en pequeños
Midas, el rey legendario que nunca conoció el tacto de la seda o la
caricia de una mano porque todo lo que tocaba se convertía en oro. Y
concluye afirmando: “los seres humanos jamás podremos experimentar
la verdadera textura de la realidad, pues todo lo que tocamos se
convierte en materia.
El
Universo Holográfico – Michael Talbot
“La
capacidad de la forma para ser activa, es el rasgo más
característico de la mente y con el electrón ya tenemos algo
semejante a la mente.” Bohm
“Ver
un mundo en un grano de arena, Y un cielo en una flor silvestre,
Abarcar el infinito en la palma de la mano, Y la eternidad en una
hora.” William Blake
“Bohm
cree que las partículas subatómicas están conectadas como lo están
las imágenes de un mismo pez proyectadas en dos monitores de
televisión. Aunque parezca que las partículas, como electrones,
están separadas unas de otras, el hecho es que, en un nivel más
profundo de la realidad, sólo son aspectos distintos de una unidad
cósmica más profunda.
La
existencia de un orden más profundo, organizado holográficamente,
explica también que la realidad se haga no local en el nivel
subcuántico. Cuando algo está organizado holográficamente, deja de
funcionar toda semejanza con la localización. Decir que cada parte
de una película holográfica contiene toda la información que
contiene toda la película es sólo otra forma de decir que la
información está distribuida de forma no local. De ahí que si el
universo está organizado con arreglo a principios holográficos se
puede esperar que también tenga propiedades no locales.
Bohm
advierte que esto no significa que el universo sea una masa
gigantesca indiferenciada. Las cosas pueden formar parte de un todo
no dividido y poseer cualidades propias únicas. Para aclarar lo que
quiere decir, dirige la mirada a los pequeños remolinos que se
forman a menudo en los ríos. A primera vista parece que son cosas
independientes y que tienen muchas características individuales como
el tamaño, la velocidad, la dirección de rotación… No obstante
un análisis minucioso revela que es imposible determinar dónde
termina un torbellino y dónde empieza el río.
Lo
cierto es que la tendencia casi universal a fragmentar el mundo y a
prescindir de la interconexión dinámica que existe entre todas las
cosas es la causa de muchos problemas, no sólo en el campo de la
ciencia, sino también en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Por
ejemplo creemos que podemos extraer las partes valiosas de la tierra
sin afectar a la totalidad, Creemos que es posible tratar partes del
cuerpo sin preocuparnos por la totalidad….
En
fin, la idea de que la consciencia y la vida (como todas las cosas)
son conjuntos envueltos en todo el universo tiene un lado secundario
igualmente asombroso. Al igual que cada trocito del holograma
contiene la imagen del todo, cada porción del universo contiene el
todo. El Universo Holográfico – Michael
Talbot
¿Qué
relación existe entre las misteriosas conexiones cuánticas de las
partículas atómicas, la evolución de los seres vivos y las
facultades paranormales de las personas?
La
visión de Ervin Lazslo – Campo unificado - Los Enigmas de la
física cuántica
Aunque
a primera vista puede parecer que se trata de cuestiones totalmente
diferentes, podrían estar todas ellas sutilmente relacionadas a
través de la existencia de un campo cósmico de interconexión que
conserva y transmite la información. Algo que ahora la ciencia está
empezando a descubrir, o mejor dicho redescubrir, porque este
misterioso campo que rodea a todo lo que se encuentra en el Universo
y contiene toda la información, es algo conocido desde hace miles de
años por las tradiciones orientales: el llamado campo
akásico.
Este
concepto, considerado hasta ahora como un simple mito por la ciencia
occidental, está en los fundamentos de una nueva manera de entender
la ciencia, que podría llevar a la formulación de la llamada Teoría
del Todo, un empeño intelectual que uniría la física cuántica y
la relativista, la biología y la mente, en una solución global para
entender desde un punto de vista científico el mundo en que vivimos
y todos los misterios que las diversas ciencias compartimentadas, ya
sea la física, la biología, o la psicología, no son capaces de
explicar.
Durante
miles de años los videntes y místicos de diversas tradiciones han
sostenido que todo lo que existe en el Universo está unido de alguna
manera y que la totalidad de la información existente se mantiene,
se conserva, en algo que ha recibido varios nombres, pero los de
campo o registros akásicos serían los más conocidos. Un sabio
chino, Chiang Tzu, escribió hace miles de años "El cielo, la
Tierra y yo vivimos juntos y todas las cosas formamos una unidad
indisoluble". Los últimos avances científicos están apoyando
la existencia de este campo cósmico de interconexión, que conserva
y transmite la información.
La
física cuántica y la biología evolutiva apuntan a la existencia de
un campo cósmico de interconexión. Diversos experimentos indican la
existencia de una subestructura en el vacío cósmico. Por ejemplo,
están los trabajos de Vladimir Poponin, del Instituto de Física
bioquímica de La Academia de Ciencias Rusa, que encontró la
existencia de las llamadas ondas de torsión fantasma al determinar
que el campo electromagnético específico de una molécula de ADN
expuesta a un rayo láser permanecía incluso después de que esa
molécula fuese retirada. También tenemos el llamado enmarañamiento
cuántico, la relación que se establece entre partículas que han
ocupado alguna vez el mismo nivel cuántico, y que están ya siempre
relacionadas, aunque se encuentren separadas por grandes distancias.
La biofísica también apunta numerosos indicios de la existencia de
este campo de información. Las relaciones de los genes, de las
células y de organismos y especies con su entorno parecen asimismo
estar influidas por un campo de información.
Hace
décadas que los físicos se esfuerzan por desarrollar lo que
denominan teorías de gran unificación y de súper-gran unificación,
capaces de relacionar las fuerzas fundamentales de la Naturaleza en
un esquema lógico y coherente. Einstein trabajó sin éxito en
desarrollar una teoría del campo unificado que uniese las fuerzas
electromagnéticas y la gravitatoria. El desarrollo de la física
cuántica ha provocado el intento de crear una Teoría del Todo, que
pretende unir todas las fuerzas del Universo en una gran ecuación
matemática, utilizando el concepto de cuerdas y supercuerdas. Desde
este punto de vista sería realmente una Teoría del Todo, pero
limitada a las cosas físicas. Para que fuese genuina debería
abarcar además la vida, la mente y la cultura, y creo que esto es
posible si se tiene en cuenta que la información es una
característica real del Universo y que es transmitida a través de
un campo fundamental presente en toda la Naturaleza. El Universo es
una unión de campos continuos y fuerzas que llevan información en
lugar de energía. Estamos por lo tanto ante una visión de lo que se
puede llamar el Universo Informado; no se trata de un Universo basado
en la materia y la energía, sino en la información. Es un Universo
que está lleno de significado y que se presenta fácilmente
entendible incluso sin una formación científica.
En
el nivel cuántico la realidad es extraña y no-local: el universo
entero es una red de interconexión trascendente espacio-temporal.
-
En su estado original los cuantos no están exactamente en un lugar
en un instante dado. Cada cuanto está a la vez “aquí” y “allí”,
y en cierto sentido está en todas partes en el espacio y el tiempo.
-
Hasta que son observados o medidos los cuantos no tienen
características definidas, pero existen simultáneamente en diversos
estados al mismo tiempo. Estos estados no son “reales” sino
“potenciales”. Son estados que los cuantos pueden adoptar cuando
son observados o medidos.
-
Incluso cuando el cuanto es un conjunto de estados reales no nos
permite medirlos u observarlos al mismo tiempo. Cuando medimos uno de
sus estados (posición o energía), otro se hace borroso (como su
velocidad de movimiento o el tiempo de su observación.)
-
Los cuantos son muy sociables cuando alcanzan el mismo estado se
mantienen unidos no importa lo lejos que tengan que viajar unos de
los otros. Si uno de los cuantos anteriormente conectado está sujeto
a una interacción (es decir cuando son observados o medidos), elige
su propio estado y su gemelo lo hace también, pero no libremente
sino de acuerdo con la elección del primer gemelo. Siempre elige un
estado complementario y nunca el mismo.
Es
la piedra angular de una teoría científica que acabará por
convertirse en una auténtica “Teoría del Todo”. Emerge de la
física cuántica, de la cosmología, de las ciencias biológicas y
del nuevo campo de investigación de la consciencia. Su
descubrimiento revolucionario es que en todas las raíces de la
realidad aparece un campo cósmico de interconexión que conserva y
que transmite la información.
Durante
miles de años, los místicos y los videntes, los sabios y los
filósofos han mantenido la existencia de este campo. En oriente lo
denominaban el Campo Akásico. Pero la mayoría de los científicos
occidentales lo consideraban un mito. Hoy en día, con los nuevos
horizontes abiertos por los últimos descubrimientos científicos,
este campo se ha vuelto a descubrir. Los efectos de este campo
Akásico no se limitan al campo físico sino que informa a todas las
cosas vivas, a todo el tejido de la vida. Y también informa nuestra
consciencia.
En
efecto, el universo como un todo manifiesta correlaciones bien
afinadas que desafían cualquier explicación de sentido común.
Existen correlaciones directas asombrosas, al nivel de la cuántica:
cada partícula que haya ocupado alguna vez el mismo nivel cuántico
de otra partícula permanece relacionada con ella de una misteriosa
manera no energética (el enmaramiento cuántico). La teoría de la
evolución post-darwiniana y la biología cuántica descubren
enigmáticas correlaciones similares en el organismo y entre el
organismo y su entorno. Todas las correlaciones que salen a la luz en
las más avanzadas investigaciones sobre la consciencia son igual de
extrañas: tienen la forma de conexiones transpersonales entre la
consciencia de una persona y el cuerpo de otra.
Si
pudieran ver el cuerpo físico, desde el punto de vista de un
investigador de la física cuántica, se darían cuenta que está
compuesto por átomos y que los átomos están dispuestos a través
de espacios vacíos, apareciendo, desintegrándose, desapareciendo
constantemente. Estas partículas no son objetos materiales, aunque
parezcan serlo; en realidad, son fluctuaciones de energía en el
campo energético.
La
visión de Deepak Chopra – Principio de Vibración – Naturaleza
del Universo – Campo unificado - El alma
Si
pudiéramos ver el cuerpo tal cual es, lo veríamos,
proporcionalmente, tan vacío como el espacio intergaláctico. Cada
átomo del cuerpo es, en sí, un sistema solar completo. Repito, si
pudiéramos verlo tal cual es, sin el artificio de la experiencia
sensorial, sólo veríamos un gran vacío con algunos puntos aislados
y descargas eléctricas aisladas.
El
Ayurveda tiene mucho que decir sobre el vacío. El vacío es el
terreno esencial de nuestro ser. Y este vacío no es una porción
vacía de nada, es una plenitud de inteligencia no material. Eso es
lo que somos: inteligencia no material que se expresa como cuerpo
material. El cuerpo material viene y se va, pero la inteligencia
no-material, la plenitud de inteligencia no-material permanece por
siempre. Está más allá del tiempo y del espacio. Estructura la
experiencia del cuerpo físico.
En
función de cómo vibra la energía está codificada para transmitir
información diferente. Es como escuchar la radio si sintonizamos el
101.5 de la FM por ejemplo escucharemos sólo música clásica. Si
cambiamos a una frecuencia de ondas de radio ligeramente distinta por
ejemplo al 101.9 de la FM quizás escuchemos rock and roll. De esta
manera, el mundo físico, el mundo de los objetos y la materia esta
hecho de información contenida en una energía que vibra a distintas
frecuencias.
La
razón por la que no vemos el mundo como una enorme red de energía
es porque vibra demasiado rápido. Nuestros sentidos que funcionan
lentamente sólo pueden registrar trozos de esta energía y actividad
y estos conglomerados de información se convierten en una silla, en
mi cuerpo, en el agua, en todos los objetos físicos del universo
visible.
Esto
es similar a lo que ocurre cuando vemos una película. Como sabemos,
la película está compuesta por fotogramas individuales separados
por franjas. Sin embargo cuando vemos la película, pasa tan rápido
que nuestros sentidos no perciben la discontinuidad. Los percibimos
como un flujo constante de información.
En
el ámbito cuántico, los trozos de campos de energía que vibran a
diferentes frecuencias, y que percibimos como objetos sólidos,
forman parte de un campo de energía colectivo. Si pudiéramos
percibir todo lo que ocurre en el ámbito cuántico, veríamos que
formamos parte de un gran caldo de energía y que todas las cosas,
cada uno de nosotros y todos los objetos del ámbito físico, son
sólo un conglomerado de energía que flota en este caldo de energía.
En todo momento, nuestro campo de energía está en contacto con el
de todos los demás e influye en él; todos respondemos a esa
experiencia.
En
un nivel más profundo, en realidad no hay límites entre nuestro ser
y el Universo. Cuando tocamos un objeto, lo sentimos sólido, como si
hubiera un límite definido entre éste y nosotros. Los físicos
dirían que percibimos la solidez de ese límite porque todo está
hecho de átomos, que la solidez es la sensación que obtenemos
cuando los átomos chocan contra otros átomos. Pero piensa qué es
un átomo. Los átomos constan de un pequeño núcleo y una gran nube
de electrones que lo rodean. No hay un caparazón rígido en su
exterior, sólo una nube de electrones. Para visualizarlo, imagina un
cacahuete en medio de un estadio de fútbol. El cacahuete representa
el núcleo, y el estadio, el tamaño de la nube de electrones que lo
rodea. Cuando tocamos un objeto, percibimos solidez al contacto de
las nubes de electrones. Ésa es nuestra interpretación de la
solidez, dada la sensibilidad (o relativa insensibilidad) de nuestros
sentidos. Los ojos están programados para ver los objetos como
tridimensionales y sólidos. Las terminales nerviosas están
programadas para sentir los objetos como tridimensionales y sólidos.
Sin embargo, en la realidad del ámbito cuántico, la solidez no
existe. ¿Hay solidez cuando chocan dos nubes? No. Se funden y se
separan. Algo similar ocurre cuando tocamos un objeto. Nuestros
campos de energía (y nubes de electrones) chocan, algunas porciones
pequeñas se funden y luego te separas. Aunque nos percibamos como un
todo, hemos cedido un poco de nuestro campo de energía al objeto y a
cambio obtenemos un poco de la suya. Con cada encuentro
intercambiamos información y energía, y cuando nos separamos nos
transformamos un poco. Aquí podemos comprobar también cuan
conectados estamos con el mundo físico. Constantemente compartimos
porciones de nuestros campos de energía, por lo que todos, en este
nivel cuántico, en el nivel de nuestras mentes y seres, estamos
conectados. Todos estamos correlacionados con los demás.”
•
Masaru
Emoto, licenciado en Relaciones Internacionales y más tarde en
Medicina Alternativa, empezó a interesarse por las propiedades
sanadoras del agua unos 15 años antes de la edición de su libro,
Los Mensajes del Agua; tras 5 años entabló contacto con un
investigador californiano que estudiaba las vibraciones más sutiles
de las moléculas de agua utilizando las técnicas de la resonancia
magnética... Trabajando con este científico el profesor Emoto se
formuló la siguiente pregunta: ¿sería posible reflejar las
cualidades sanadoras de diferentes tipos de agua de una manera
visible y palpable? La 'idea feliz' para llevar a cabo este estudio
le llegó al probar de fotografiar los cristales hexagonales que
formaban distintas muestras de agua al helarse. Y de las imágenes
que obtuvo llegó la confirmación a su sorprendente hipótesis:
Ciertas muestras de agua corriente de grandes urbes presentaban una
estructura de cristalización muy tosca, mientras que muestras de
agua de manantiales ofrecían cristales de una gran belleza. Extendió
así su área de estudio al fotografiar cristalizaciones de agua de
diversos lugares del mundo (glaciares, lagos, agua de lluvia,
fuentes), obteniendo cristales de formas más bellas y sorprendentes
cuanto más alejados se hallaban del quehacer humano.
La
visión de Masaru Emoto – Vibración
La
sorpresa mayor llegó al conseguir transformar irregulares patrones
de agua contaminada en bellos cristales hexagonales al someter las
muestras a la audición de canciones tradicionales, oraciones
religiosas o bien música clásica.
O
bien al transformar 'indiferentes' cristales de agua destilada en
bellos patrones geométricos al susurrarles palabras de
agradecimiento, o bien al contrario, obtener horrorosas estructuras
al someterlas a frases desagradables.
•
El
tercer Gran Principio Hermético de la Vibración encierra la verdad
de que el movimiento se manifiesta en todo el Universo. Nada está en
reposo, todo se mueve vibra y circula. Este principio hermético,
reconocido en su tiempo por alguno de los más eminentes sabios de la
antigüedad, pasó al olvido cuando la historia entro en una fase de
materialismo tecnológico, hasta finales de siglo XIX, momento en que
la misma ciencia física reconoció esos mismos axiomas mediante
complicadas formulaciones. Finalmente Filosofía hermética y
científica resultaron unidos por un único objetivo: la búsqueda de
la Verdad total.
Una
explicación moderna del principio hermético de la vibración
Con
la terminología de la nueva era, nos ha dado por hablar de vibras y
de ondas, para demostrar percepciones buenas o malas, es decir,
afinidades de sincronización, como algo simbólico, intangible y
psíquico. Pero la vibración es real, es un acto científico,
matemático, metafísico, y anímico; es la cualidad de todos los
cuerpos. No es una palabra, ni una idea, es un hecho concreto. Sin
vibración, no habría existencia
Esta
ley hermética, no sólo acoge en sí misma el principio de vibración
universal, sino que además relaciona las diversas manifestaciones de
la materia, de la mente e incluso del espíritu, como resultado de
los diferentes estados de la vibración. Es decir, desde el Todo como
principio creador, hasta la burda materia, todo es vibración.
El
cuerpo humano es un gran ejemplo de este principio. En su composición
diferenciamos el cuerpo denso o material y el cuerpo sutil que
contiene el aliento que lo anima, el espíritu, y entre ambos
extremos hay vibraciones de miles de millones de intensidades y modos
diferentes.
Por
su parte, las moléculas están compuestas por átomos, estos por
corpúsculos, que también se mantiene en constante vibración. Los
átomos a su vez están formados por “electrones”, “iones”,
etc., cuyo movimiento circular alrededor de otros cuerpos en diversos
sistemas vibratorios, y asimismo las temperaturas de los cuerpos
forman parte de grados de vibración.
No
importa la clase de materia de la que la energía está compuesta;
sea cual sea su vibración siempre girará en torno a otra o incluso
a veces contra otra, y esto es aplicable a la luz, al calor, y a
otras diversas formas de energía que la ciencia relaciona de alguna
manera con el éter, definido por alquimistas, como una energía de
grado superior, al no ser visible por el ojo humano, y por tanto de
mayor nivel vibratorio, y que de hecho, es el eslabón que une a la
materia y su poder de atracción o campo de gravitación.
También
en el Universo, los planetas giran alrededor de un sol, y muchos de
ellos lo hacen también sobre sus propios ejes. Los soles, a su vez,
giran en torno de puntos centrales mayores, y se cree que éstos
circulan también alrededor de otros todavía más grandes, y así
sucesivamente, en una infinidad de formas y ritmos, formando en una
cadena vibratoria, que mantiene el cosmos vinculado mediante este
principio hermético. Así pues, todo es un movimiento permanente, y
como dice el axioma del Kibalyon: “Aquel que ha logrado comprender
el principio de vibración ha alcanzado el cetro del poder.
Es
muy clásico el ejemplo ilustrativo de la rueda girando para
demostrar el funcionamiento de la vibración en los cuerpos, y a él
recurriremos para adentrarnos en la comprensión del efecto que
provoca el continuo
Cuando
el dispositivo se activa, la rueda comienza su giro con lentitud
hasta tomar una cierta velocidad; nuestro ojo percibe perfectamente
el movimiento producido por la rueda que a partir de ahora la
definiremos como Objeto; en este punto el movimiento no emite sonido
alguno. Conforme aumenta la velocidad, aparece un ligero zumbido, de
tono grave, que incrementa progresivamente su vibración, elevándose
en la escala sonora, mientras van apareciendo nuevas notas al ritmo
de la velocidad del objeto, para finalmente, llegado a un punto
máximo acústico, desaparece el sonido, no porque deje de existir,
sino porque es imperceptible a nuestra capacidad auditiva, la cual
penetra en zona de silencio. Ahí da comienzo la vibración
ultrasónica. aumento de la intensidad vibratoria, y que es esencial
para comprender la mecánica de la medicina vibracional, en todas sus
formas.
Sigamos
subiendo de escala vibratoria; en el silencio, empieza a percibirse
poco a poco sucesivos grados de color, comenzado por el estado de
rojo oscuro, que es el color más denso de la escala cromática, y
que va aclarándose en luz y brillo conforme aumente la velocidad,
hacia el anaranjado, amarillo, la gama de verdes, y azules para
llegar finalmente al añil.
Llegado
a este punto, si la velocidad se acrecentara, entraríamos en la
vibración del color blanco, que en realidad no existe, pero el ojo,
al igual que antes el oído, no puede registrar la gama cromática
superior. Por eso se dice que el blanco es la suma de todos los
colores, ya que en realidad si pudiéramos ver, sería el arco iris
lo que sustituiría al blanco.
Cuando
el objeto ha alcanzado cierto grado de vibración, inexorablemente
comienza el ciclo de destrucción, y de la misma forma que se
originó, ahora sus moléculas se desintegran, resolviéndose en sus
elementos originales o átomos. Después de los átomos, según el
principio de vibración, se separarían en innumerables corpúsculos
o electrones, de los que están compuestos. Y, finalmente, hasta los
corpúsculos desaparecerían y podría decirse que el objeto estaría
compuesto por sustancia etérea.
La
ciencia no se atreve a llevar la ilustración más allá, pero los
herméticos dicen que si las vibraciones continuaran aumentando el
objeto pasaría sucesivamente por estados de manifestación
superiores, llegando al plano mental y después al espiritual, hasta
ser por último absorbido en el Todo que es El Espíritu Absoluto.
Esta
es la trayectoria vital que sufren todos los cuerpos y en realidad se
puede aplicar perfectamente al proceso de generación y destrucción,
de vida y muerte del ser humano. El antiguo símbolo oriental del
Ying y Yan Chino, es la manifestación gráfica de este recorrido, y
es el mismo libro de las mutaciones (ICHING) que en su oráculo nos
da la explicación más clara cuando habla de aumento y la merma como
ciclos naturales de la vida, en la que lo vacío se llena y lo lleno
debe vaciarse para comenzar el nuevo ciclo.
Todas
estas energías, si bien son muy superiores a la materia, en la
escala vibracional, están sometidas y confinadas en cuerpos
materiales, según la fuerza que se manifiesta a través de ellas,
incorporándose así, a su propia creación. Aquí volvemos de nuevo
al axioma hermético de la ley de Correspondencia: lo que es adentro
como lo que es afuera, lo que es Arriba como abajo. Es decir, la
fuerza creadora y sus obras unidas en un todo indivisible, y ese
sería nuestro origen divino.
Pero
ahí no termina la cosa, sino que los estados mentales también
emiten vibraciones. Cada pensamiento, voluntad, deseo e intención,
al igual que decíamos de las células provoca estado de atracción o
repulsión con respecto a otro campo energético, de manera que este
segundo se ve afectado por el nivel de vibración del primero. Este
es el poder de la mente.
Cada
estado mental vibra a una densidad y modalidad diferente, que
dependiendo del nivel del pensamiento y de la intensidad de emisión,
afectará sobre el objeto proyectado, y se reproducirá cuantas veces
se haga uso de ese estado mental, de la misma forma que las notas
musicales se reproducen en una guitarra cada vez que se utilice una
determinada cuerda en combinación con otra.
•
EL
PODER CURATIVO DE LOS PRINCIPIOS UNIVERSALES
«Para
cambiar vuestro humor o estado mental, cambiad vuestra vibración.»
- El Kybalion.
Axiomas
Herméticos:
Uno
puede cambiar sus vibraciones mentales por un esfuerzo de la
voluntad, en la dirección de fijar deliberadamente la atención
sobre un estado más deseable. La voluntad dirige la atención, y la
atención cambia la vibración. Cultivad el arte de la atención, por
medio de la voluntad, y habréis solucionado el secreto de la
maestría de los humores y los estados mentales.
«Para
destruir una frecuencia indeseable de vibración mental, poned en
operación el principio de polaridad y concentraos sobre el polo
opuesto a aquel que deseáis suprimir. Matad lo indeseable cambiando
su polaridad.» El Kybalion.
Ésta
es una de las fórmulas herméticas más importantes. Está basada
sobre verdaderos principios científicos. Se ha mostrado que un
estado mental y su opuesto eran meramente los dos polos de una cosa,
y que por la transmutación mental la polaridad podía ser invertida.
Este principio es conocido por los modernos psicólogos, que lo
aplican a la ruptura de hábitos indeseables ordenando a sus
estudiantes concentrarse sobre la cualidad opuesta. Si estás poseído
del temor, no pierdas el tiempo tratando de «matar» el temor, sino
que cultiva en cambio la cualidad del coraje, y el temor
desaparecerá.
Algunos
escritores han expresado esta idea muy fuertemente usando la
ilustración de la habitación oscura. No tenéis que traspasar o
barrer la oscuridad, sino que meramente abriendo los postigos y
dejando entrar la luz, la oscuridad ha desaparecido. Para matar una
cualidad negativa, concentraos sobre el polo positivo de esa misma
cualidad, y las vibraciones cambiarán gradualmente del negativo al
positivo, hasta que finalmente os volveréis polarizados en el polo
positivo en vez de en el negativo.
•
“Tu
cuerpo físico nació con unos intérpretes vibratorios tan
sofisticados y exactos que a menudo no eres consciente de que los
tienes o de que los utilizas para definir tu realidad física, pero
estamos en un mundo vibratorio, y todo lo que percibes se debe a tu
habilidad para interpretar la vibración:
La
teoría de Esther y Jerry Hicks: Nuestras emociones como guías
•
Tus ojos interpretan la
vibración, y por consiguiente tienes el sentido de la vista.
•
Tus orejas interpretan la
vibración, y por consiguiente tienes el sentido del oído.
•
Tu nariz interpreta la
vibración, y por consiguiente tienes el sentido del olfato.
•
Tu piel interpreta la
vibración, y por consiguiente tienes el sentido del tacto.
•
Tu lengua interpreta la
vibración, y por consiguiente tienes el sentido del gusto.
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