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Equilibrio emocional
Cuando te sientes por los suelos, te sientes por los suelos. El mayor problema es que las emociones negativas injustificadas limitan la percepción, significando que dejas de reconocer, recordar u observar el lado positivo de las cosas. Tus decisiones y la marcha de tus pensamientos quedan afectados, y creas consecuencias negativas que te atascarán todavía más profundamente en el barro. Esto crea un círculo vicioso en el que una actitud negativa crea una vivencia negativa que refuerza posteriormente la actitud negativa.
Lo que convierte en injustificada a una emoción negativa es que, o bien se prolonga más allá del suceso que la ha provocado, y no sirve más al propósito de motivarte para que resuelvas el problema, o bien que desciende sobre tí sin que exista un acontecimiento externo desencadenante. Un ejemplo de esto último serían las influencias lunares. Ciertos días podrías sentirte muy irritable o deprimido, pero estos sentimientos surgen por sí mismos. Sólo después de que dejas que siga la marcha de tus pensamientos parece que el sentimiento encuentre justificación.
Quizás, después de que te asalte un sentimiento de melancolía, empiezas a pensar sobre todas las cosas erróneas en tu vida, lo que sirve sólo para que la melancolía se haga más profunda. O quizá te sientes irritado sin motivo, pero a causa de esto alguien inocentemente te coge a contrapelo, y luego de que le dejes verde estalla una lucha verbal, haciendo que realmente te sientas irritado. Pero todo esto empieza con una actitud negativa injustificada, y si la cortas de raíz no crearás las consecuencias mentales y físicas que luego la reforzarán.
La única manera de romper con un estado negativo es escoger una alternativa más positiva con tu propio libre albedrío. Libre albedrío implica escoger qué es lo que prefieres como futuro, no que te sientas justificado continuando lo que está basado en el pasado. Así pues, si estás atrapado en una actitud negativa justificada por todos los pensamientos, recuerdos y consecuencias creadas por ella, podrías fácilmente pensar : ¿Por qué debería sentirme positivo? Mira mis problemas, estoy rodeado de ellos. Esto es elegir perpetuar el pasado, no iniciar un nuevo futuro. La respuesta correcta sería: Comprendo que en este momento no estoy emocionalmente equilibrado, y por esto elijo cambiar las cosas. Cambiando tu estado emocional puedes ver las cosas con más claridad, y darte cuenta de que la única razón para que tu actitud negativa se sintiera justificada antes era porque tu conciencia estaba limitada.
El primer paso es ser consciente de ti mismo mientras todavía estás bajo el influjo de una emoción negativa. Si en vez de obedecer ciegamente a la emoción, te separas y simplemente observas tus propias sensaciones internas durante un minuto (pulso acelerado, nudo en la garganta, estremecimientos de la cara, pesadez en cabeza y hombros...), te ayudarás a desapegarte del impulso para que pueda calmarse. Una vez consciente de la situación, entonces puedes escoger una técnica para salir de ella. Las cosas externas que actúan rápido contra emergencias incluyen realizar algunas respiraciones profundas, comer algo (especialmente chocolate), ir a dar un paseo, o descabezar un sueño. Pero esto son sólo soluciones temporales, que rozan el ser pillado. Otra solución es hablar de ello con alguien en quien confíes; a menudo cuando una actitud negativa viene impuesta externamente por fuerzas oscuras, que buscan meterte en pelea, mencionarlo a otra persona (si está abierta a esa posibilidad), detiene el atentado, y hace que la presión negativa cese de repente.
La técnica ideal es una interna en la que transformes tus emociones negativas en positivas, grado a grado. * Un método así se denomina cuerda salvavidas. Cuando te ahogas en negatividad necesitas una cuerda de salvamento que te devuelva a la playa. Algo debe llevarte desde el estado de embriaguez hasta el de sobriedad, para que tú lo mantengas. Sin ello, no estás equipado para hacer la transición. Durante los estados que, en definitiva, no son más que negatividad injustificada en vez de razonamientos de manera de ser, simplemente tiéndete un "cabo" que te lleve hacia un estado más equilibrado. Esta cuerda puede ser una oración, una afirmación, una meditación, un libro que te inspire, algo que te guíe internamente para que recuperes el equilibrio emocional. Como mencioné antes, la negatividad empaña la percepción y recoloca subjetivamente, distorsiona y oculta los hechos percibidos. Pero la oración, la meditación, la secuencia de hechos espirituales que vienen de un lugar de sobriedad, y están anclados en una impresión o en la memoria, sobreviven a cualquier transición que hagas hacia la negatividad, y sirven como cuerda de salvamento hacia la claridad y el equilibrio.
Si la idea te resulta atractiva, trata de crear tu propia cuerda de salvamento para utilizar cuando la necesites. Puede ser un mensaje que te escribas a tí mismo, cuando estás en un estado positivo, para leerlo cuando más tarde estés bajo presión. Puede ser algún tipo de poema corto que reflexione, progresando de grado en grado, de lo negativo a lo positivo (pena, compasión, comprensión, aceptación, confort, esperanza, gratitud, entusiasmo, alegría y finalmente, amor). Puede ser un libro de frases de sabiduría, que te recuerden las verdades espirituales y el panorama completo. A veces basta con enfocarse internamente, y centrarse en la palabra "paz" o "gratitud" durante un par de minutos. En realidad, con suficiente fuerza de voluntad y enfoque, puedes prescindir del instrumental mecánico y simplemente internalizarte, pensar en tu yo espiritual y en la grandeza del universo, y esto eleva tu frecuencia a un estado muy favorable. Pero si la presión es grave, la cuerda de salvamento puede ser un don del cielo.
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Lucha de opuestos
Un paso importante en el despertar y comenzar tu viaje hacia un mayor conocimiento, es discriminar entre lo positivo y lo negativo, entre lo que te eleva y lo que te arrastra hacia abajo. Como seres espirituales viviendo en cuerpos físicos, estamos atrapados en una batalla de opuestos. Esto se manifiesta interiormente como una lucha entre nuestras naturalezas más elevadas y más bajas, y exteriormente como una lucha entre fuerzas divinas y diabólicas. Lo que está dentro resuena con lo que está afuera, lo divino resuena y trabaja junto con nuestro yo superior, y lo diabólico hace lo mismo con nuestro yo inferior. Cada momento presenta una elección, y cada elección que hacemos es una respuesta a la siguiente pregunta : ¿a quién seguirás, a lo bajo o a lo alto?
Cuando enfrentas una elección, puedes sentir influencias en conflicto. Una parte quiere esto y la otra quiere lo otro. Para la mayoría de personas dormidas, estos conflictos ocurren entre las diversas subpersonalidades que abarcan el mosaico de sus mentes inconstantes. Pero, tarde o temprano, el contraste aumenta hasta que esencialmente el conflicto llega a ser entre lo que está escrito en tu corazón y lo que está programado en nosotros social, genética y psicológicamente.
No siempre es necesario conocer la elección correcta en una situación, basta con que elijas desde lo más elevado y soberano que se encuentra en ti. El alma crece con las dificultades, independientemente de dónde se origine el problema. Por ello, puedes defenderte sin tener que conocer los métodos específicos de engaño y persuasión empleados por las fuerzas oscuras. Sin embargo, de igual manera que la oscuridad tiene su lugar en la Creación como espejo de nuestras propias debilidades, y cataliza nuestro crecimiento, sus agentes tienen libre albedrío, y utilizan trucos extremadamente ingeniosos para conseguir su propósito. Es fácil ser descarriado, y el precio puede ser alto. La consecuencia no es sólo un retraso en el progreso, sino las oportunidades perdidas de estar al servicio de los demás. Así pues, cuanto más conocimiento, mejor. Quizás te gustaría saber cuáles de las inusuales oportunidades puestas ante ti, son genuinas y cuáles son trampas, cómo distinguir lo positivo de lo negativo. Es un tema importante porque nuestro tiempo en esta vida es limitado, y sacar el mejor partido de él requiere discernimiento para evitar los escollos.
En mi combate con este tema del discernimiento encontré útil dividir las influencias en ocho categorías, basadas en si se originan de una fuente positiva o negativa, si se manifiestan dentro o fuera de nosotros, y si son formas de estímulo o de resistencia.
Están relacionadas seguidamente, junto con características identificativas procedentes tanto de la observación interna como externa. No necesitas memorizarlas, sólo ser conscientes de ellas.
Resistencia negativa externa
Esto son intentos del Sistema de Control para interferir con los individuos que están realizando o contemplando alguna forma positiva de progreso. A veces, son mensajes diseñados para inyectar miedo y duda. Otras veces se manifiestan como distracciones y desvíos. Y de vez en cuando, son verdaderos ataques de frustración, manifestados a través de extraños. Sea cual sea el caso, las formas negativas de resistencia externa son amenazas vacías y compromisos opcionales. Ilusiones que sólo tendrán peso si escoges comprarlas. Atacan tu seguridad más que tu fortaleza. Más que oponerse por la fuerza a las acciones que eliges, estas influencias son meros intentos de minar tu confianza en empezarlas o proseguirlas. Sin embargo, estos mensajes pueden ser altamente manipulativos puesto que trabajan a través de cualquiera y de cualquier cosa que pueda ser influenciada por el Sistema de Control, permitiendo métodos de engaño demasiado sutiles para ser percibidos por la persona media.
Los ejemplos de resistencia negativa externa incluyen: la crítica irracional o ridiculización de tus elecciones, mostrarte ejemplos de otros que fracasaron, multiplicidad de individuos dándote los mismos avisos sin fundamento, y al mismo tiempo, dichos de la misma manera; acosamiento como miradas feroces y malignas y enigmáticos refunfuños por parte de extraños; gente estallando de rabia contigo, sin razón alguna; sucesos electrónicos y fenómenos paranormales, que sirven como presagios excesivamente dramáticos; y sincronicidades retorcidas que parecen rebuscadas y artificiales. Todo esto apela a tu ignorancia, miedo, inseguridad,vergüenza y auto importancia.
Resistencia positiva externa
Más que hostigar engañosamente tu libre albedrío, la resistencia positiva externa viene en forma de sutiles signos de aviso, y del bloqueo total de peligrosas vías de acción. Los signos de aviso son pistas que te guían para obtener una perspectiva más amplia de la situación, para que puedas ver algún peligro escondido. Al contrario que en la resistencia negativa, estas señales y sincronicidades requieren una mente clara para hacerse una idea. El bloqueo de acciones poco sabias viene en forma de retraso en los planes. Cuando son más severas se manifiesta como un incremento de accidentes, fallos mecánicos y problemas de salud.
La resistencia positiva es mucho más persistente, incluyente y definitiva que el tipo negativo, mucho más una pared de ladrillos que una señal de stop. Forzar el camino a través de esto resulta en cantidad de infortunios personales. La resistencia positiva externa hace un llamamiento a la razón, a la intuición y al discernimiento.
Estímulo negativo externo
Son oportunidades y mensajes engañosos que hacen llamamiento a tu debilidad, ignorancia, ilusiones y deseos primarios. Son ganchos espirituales colocados en este mundo por el Sistema de Control, para hacer tambalear a los débiles. Estos anzuelos están cebados con promesas vacías y sincronicidades artificiales, atractivas al ego (las partes negativas del yo inferior) o a las bajas emociones, y a veces se ven reforzadas por una "confirmación" en forma de descaradas coincidencias, diseñadas para dar la impresión de que "tenía que ser esto".
Ejemplos de estímulo negativo externo son: gente extraña que astutamente te ofrecen oportunidades que son demasiado buenas para ser verdad; sistemas de creencias que ofrecen resultados rápidos; "realidades" que satisfacen tus demandas, y oraciones basadas en tu ego, sueños que son literales en vez de simbólicos, e involucran personajes que tratan de convencerte de algo dudoso; ideas engañosas que te son presentadas simultáneamente por muchos individuos no relacionados; anomalías físicamente imposibles; sincronicidades estrafalarias, que aparecen durante períodos de inseguridad mental, para influir en tus decisiones; y demandas extrañamente calculadas para que participes en alguna forma de distracción.
Estímulo positivo externo
La realidad se alinea cuando uno fluye. La confirmación en forma de genuinas sincronicidades y señales tiende a aparecer después de haber hecho la elección o de perseguir alguna idea o acción positiva. Otro tipo de estímulo positivo externo es una oportunidad inesperada y accidental que responde a una llamada basada en el alma, o a una ansiosa necesidad. Lo que distingue a los tipos positivos de los negativos es que los positivos apelan a la razón e intuición, levantando los ánimos y trayéndote alivio. Los positivos carecen también de las vibraciones intuitivas de desesperada hostigación, además no están limitados a trabajar dentro del rango comparativamente estrecho de lo que es asequible al control negativo.
En su extremo, el estímulo positivo externo trabaja con el destino para hacer que los acontecimientos críticos se pongan en su lugar inesperadamente, y por tanto inevitablemente, siempre para lo mejor a largo plazo.
Resistencia negativa interna
Cuando ocurre de forma natural, la resistencia negativa interna se origina de la resistencia habitual al cambio, y la adicción emocional a las viejas formas de ser. Otros factores naturales incluyen variables químicas, astrológicas y de fases lunares.
Cuando se induce intencionalmente, la resistencia negativa interna se deriva de una combinación de emociones artificialmente rebajadas y de sugestiones destructivas posthipnóticas, que colocan a la mente débil en una espiral descendente de racionalización y reforzamiento de desencadenantes. Pueden manifestarse como toques inconscientes que imitan estrechamente los pensamientos reales, y por eso son activados de pasada, o se manifiestan como compulsiones que impulsan firmemente a la mente a resistirse a una acción positiva. Estos últimos aparecen más habitualmente como indecisiones o prejuicios infundados contra ideas beneficiosas. Sea cual fuera el caso, tales influencias pueden ser percibidas si te das cuenta de que suprimen la lucidez y el equilibrio emocional.
Ejemplos: el parloteo consigo mismo con críticas incesantes; el bloqueo mental o la confusión en relación a algún pensamiento o acción constructiva; sentirse como que uno está paralizado en un trance hipnótico; quedar repentinamente envuelto en una oscura nube emocional; sentimientos de miedo y desesperación racionalizados porque se detienen en inseguridades personales; tener una inexplicable hostilidad hacia una idea o persona inofensivas; sensaciones de presión aisladas en la zona del pecho, y destinadas a imitar el más sutil instinto visceral; síntomas de desobediencia a una orden hipnótica, y liberación de la presión de otras maneras, como un inexplicable no poder parar quieto y sentimientos repentinos de ansiedad o pánico que proceden de la nada; y pensamientos positivos contraatacados de inmediato por bucles de pensamientos desmoralizadores o aturdidores.
Resistencia positiva interna
Cuando el yo inferior actúa en oposición a una más alta sabiduría, esto aparece como sentimientos internos de indiferencia o de aviso hacia algún asunto. A pesar de tus intentos por racionalizarlo, este sentimiento persiste, y sólo puede ser sofocado distrayéndote con bajos impulsos y deseos. A menudo viene acompañado de una débil voz interior o de una impresión intuitiva, cuyo tono va desde el consejo calmado hasta el aviso urgente, pero que no se manifiesta nunca como crítica malévola o como orden amenazadora. Cuando está en forma de instinto visceral, este sentimiento tiende a circular a través de la zona superior del cuerpo en vez de sólo en el área del vientre o del pecho. Este último, aisladamente, puede ser accionado post-hipnóticamente para proporcionar una señal falsa.
Al contrario que con la resistencia negativa interna, la resistencia positiva pide lucidez en lugar de histeria, y pide racionalización para ignorar en vez de para creer. En total, la resistencia positiva interna es el corazón y la mente diciendo "no" al unísono.
Estímulo negativo interno
Éste te empuja a desenvolver un comportamiento precipitado, impulsivo, nocivo o aturdido, como hacer y actuar bajo bajas suposiciones, o perseguir fantasías sexuales y materiales. Los pensamientos programados pueden ser reforzados con bajas emociones e instintos animales para producir obsesión, ilusiones y prejuicios.
Las formas de estímulo negativo interno se clasifican desde las totalmente mecánicas (hábitos, costumbres, programación hipnótica) a las totalmente emocionales (hormonales, preservación del ego, instintos primarios), pero muy a menudo combinan las dos. Los tipos más sutiles simplemente visten ideas improductivas como si fueran buenas, y los tipos más extremos piden acción violenta. Cualquier tipo de estímulo negativo puede ser detectado por su naturaleza irracional, impaciente y desesperada.
Los síntomas físicos que acompañan un estímulo negativo interno incluyen el enmudecimiento o la paralización mental y emocional, respiración tensa, palpitaciones y presión sanguínea alta o sofocos.
Estímulo positivo interno
Ilumina el corazón, la mente y el alma. Una idea realmente buena será agradable tanto a la razón como a la intuición, profundizando la respiración y aportando una sensación de alivio y de conocimiento interno que anula cualquier necesidad de impaciencia.
Mientras que los tipos de estímulo negativo te impulsan a la acción de la misma manera como la gravedad te hace caer rodando por una colina, el estímulo positivo pone alas en tus pies. Siempre agudiza y energetiza la mente, atrayendo aspectos superiores como el asombro, la curiosidad, la alegría creativa, el entusiasmo y la satisfacción espiritual.
Si está activo a nivel mental, vendrá en forma de una realización repentina. Si lo está únicamente a nivel intuitivo, se manifestará como una sensación profunda y calmada de que algo es una buena idea, al contrario que en los negativos, en los que "una buena idea" sólo lo parece después de haberla racionalizado lo suficiente como para ahogar cualquier subyacente falta de interés del alma.
Discerniendo entre fenómenos similares
Lo positivo y lo negativo no son nunca idénticos, pero pueden ser similares. Entrenar el criterio comprende ejercicios cada vez más estimulantes. Siempre que los enfrentes con incerteza, ve a tu interior y reflexiona en tus propias experiencias. La verdad se encuentra reconciliando el ejemplo con el contraejemplo, extrayendo perspicacia de la paradoja, al buscar un panorama más amplio. Abajo hay algunos ejemplos de fenómenos positivos y de su contraparte negativa similar. Cómo puedes distinguir entre :
1). "Perder la fe en lo que realmente es una buena idea", y "la intuición surgiendo finalmente de que algo era una mala idea desde el principio" Ambos empiezan con esperanza, y son interrumpidos por el desánimo, por lo que de entrada parecen indistinguibles. Sabiendo que lo positivo y lo negativo no son nunca idénticos, debería existir una diferencia, y es ésta : mientras que el primero empieza con excitación de lo que es hasta encontrarse con el desánimo del ¿y si...?, el segundo empieza con el exceso de confianza de ¿y si...?, para ser finalmente vencido por lo que es.
En otras palabras, la pérdida de fe en una buena idea ocurre cuando los hechos son dominados por los escenarios de fracaso especulativo y parálisis mental, a través de la inseguridad y el miedo, en tanto que el reconocimiento intuitivo de una mala idea empieza desbordando entusiasmo fantaseante, y acaba en un duro despertar a los hechos.
2). "Indiferencia debido a la ausencia de interés del alma", y "programación para resistir y darse la vuelta". Ambos manifiestan falta total de entusiasmo por una idea o línea de acción. La diferencia es la siguiente: el primero significa una falta total de entusiasmo interior. El segundo sofoca el entusiasmo a través de escenarios de fracaso e inseguridad. En el primer caso no se puede encontrar entusiasmo interior. En el segundo caso, se puede encontrar si uno presta atención a pesar del ruido.
3). "Un buen plan que encuentra obstáculos" y "obstáculos que significan que la idea es mala" Ambos tratan con objetivos que son obstaculizados. La principal diferencia es que, en el primer caso, el obstáculo no tiene conexión con la validez real de la idea, mientras que en el segundo caso, el obstáculo muestra que la idea es defectuosa e impracticable. Lógicamente, el primero requiere superar el obstáculo, y el segundo pide que se abandone o modifique la idea.
4). "Resistencia derivada de la percepción intuitiva de peligro" y "ser programado para resistir sin paranoia" Ambos incluyen la impresión de que ahí hay un peligro, pero la diferencia radica en conciencia frente a reactividad. El primero crea una sensación de urgencia que eleva la conciencia y agudiza la percepción, mientras que el segundo tergiversa la percepción, induciendo síntomas fisiológicos de miedo y pánico. Ambos pueden incluir el miedo, pero en el primer caso el miedo sigue a la percepción, en tanto que en el segundo caso el miedo precede y moldea la percepción.
Todo lo escrito anteriormente puede no ser totalmente universal, dado que las pruebas de criterio están hechas a medida del usuario. Cuánto de todo ello se aplique a ti depende de cuánto puedas reconocer de lo que se ha dicho en tu propia vida. El objetivo era simplemente mostrarte la necesidad de discernir entre lo positivo y lo negativo, y de ilustrar que es posible hacerlo.
Cualquier cosa puede caer, pero no todo puede remontar el vuelo. Cuesta poco caer en la oscuridad, pero en ocasiones se necesita un esfuerzo considerable para oponerse al empuje de esta gravedad espiritual, y todavía más, para elevarse más arriba. De la misma manera que el peso determina con cuánta fuerza algo será atraído hacia abajo por la gravedad, así también el nivel de dominio que mantiene tu aspecto inferior determina cuán fuertemente somos afectados por las influencias negativas. Éstas tirarán de nosotros hacia abajo, mientras sigamos encadenados a ellas, a través de nuestra repetida indulgencia en las reacciones negativas y nuestro comportamiento mecánico irreflexivo. Pero a base de identificarnos y escoger lo que nos eleva, y que se origina en nuestros aspectos superiores más nobles, las cadenas se oxidan porque las descuidamos, y la posibilidad de volar se convierte en una realidad.
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