domingo, 27 de noviembre de 2016

DIOS SIGUE HABLANDO CON NOSOTROS EN ESTOS TIEMPOS DE TRIBULACIÓN (III)


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De acuerdo, entonces las creencias de la humanidad sobre Dios y la Vida están incompletas, y son estas comprensiones incompletas las que hemos transmitido a nuestros hijos de generación en generación, con lo que creamos la crisis política, económica, social y espiritual que el mundo enfrenta hoy.

Correcto.

Y si podemos cambiar esas creencias, podemos cambiar todo esto.

Sí.

Podemos terminar con el asesinato y el sufrimiento.

Pueden.

Podemos terminar con la pobreza y la desesperación.

Pueden.

Podemos poner un alto a la opresión, la agresión y la represión.

Por supuesto que pueden.

Suena tan esperanzador. Me hace sentir que tenemos una oportunidad.

Oh, tienen más que una oportunidad, hijo mío. Tú y todos los hijos de Dios tienen un destino feliz que cumplir. Y utilizando el poder, el prodigio y la gloria de todos los dones que les he otorgado, lo cumplirán. Sólo si no utilizan ese poder, sólo si hacen a un lado el prodigio de quiénes son y desechan mis dones, pueden no cumplirlo.

Pero será muy difícil que los desechen. Les he dificultado mucho no llegar a su meta, pues los dones que les he dado son tan extraordinarios que hacen prácticamente imposible que no lleguen. ¡Tan sólo miren lo que han hecho hasta ahora! 
Contra todos los obstáculos han llegado por sí mismos al ser, y llevado a su especie a la conciencia. 
Contra todos los obstáculos han adquirido la suficiente comprensión del mundo que los rodea como para obtener logros físicos verdaderamente extraordinarios.
Contra todos los obstáculos incrementaron el conocimiento de sí mismos hasta el punto en quereconocieron que había algo más grande que su limitada experiencia y desarrollaron arte, cultura, ciencia, filosofía y espiritualidad para expresar su visión ampliada de la existencia.
Cuando echen una mirada a su Universo (lo cual pronto estarán tecnológicamente capacitados para hacer de manera mucho más efectiva), verán que no son logros pequeños. De todas las formas de vida existentes, sólo una minoría lo ha logrado.

Y vean sus vidas personales. Muchos de ustedes se han convertido en seres tan dinámicos, productivos, amorosos, solícitos y compasivos, profundamente preocupados por los sentimientos de los demás, profundamente comprometidos con el mejoramiento de todo, y profundamente determinados a explorar con valentía los límites de su conocimiento, que pueden crear un mañana aún más brillante.
¿Ven la magnificencia de eso? eso es quienes son, y sólo es el comienzo.

¿Eso es cierto? ¿Realmente lo crees?

Déjame decirte, ustedes son capaces de logros y experiencias que van más allá de sus sueños más delirantes. Incluso ahora se encuentran en el límite de una Edad de Oro, en el comienzo de Mil Años de Paz, lo cual podría conducir a una gloria para la especie humana mayor de lo que su corazón puede imaginar.
Éste puede ser su don para el futuro. Éste puede ser su destino. Sólo necesitan elegirlo.

Hablas de cambiar toda nuestra experiencia de vida en este planeta, pues a pesar de todos nuestros logros y lo que hemos comprendido, no hemos sido capaces de lograr la paz. Cuando mencionas mil años de ella,te refieres a modificar todo nuestro estilo de vida.

Sí, es de eso de lo que hablamos. Para eso me pediste ayuda, ¿no?

Así es, pero simplemente no logro ver que haya una panacea, una “píldora mágica” que pueda hacer todo lo que se necesita para lograrlo.

La hay.

Nuestras creencias.

Sus creencias.

Específicamente, ¿nuestras creencias sobre Dios?

Sobre Dios y sobre la Vida.

¿Y qué hay sobre la gente que no cree en Dios?

No importa si la gente cree en Dios o no. Toda la gente tiene creencias sobre la Vida. Y lo que te sorprenderá es que las creencias colectivas de la gente sobre la Vida reflejan en mucho las creencias colectivas de la humanidad sobre Dios. Esto es comprensible, dado lo que ahora te vaya decir -y que es algo que algunas personas podrían no aceptar.

¿Qué es?

Dios y la Vida son lo mismo.

Podrías ponerle a estas cosas dos nombres diferentes, pero son lo mismo. Dios es lo que es la Vida, y la Vida es lo que es Dios. Dios es la energía que llaman Vida, y la Vida es la energía que llaman Dios. Todo es lo mismo.

La Vida es Dios, expresado en términos físicos.

Entonces, ¿lo que estás diciendo es que si creemos en la Vida creemos en Dios?

Sí.

No pueden separar a Dios de la Vida, y no pueden separar a la Vida de Dios. Pueden decir que creen en la Vida pero no en Dios, pero eso es como decir que creen en el cerebro pero no en la mente.
Pueden ver y tocar el cerebro, por lo tanto, saben que está allí. Como no pueden ver o tocar la mente, no están tan seguros de lo que es, o si está allí o no El cerebro es la mente, expresada en términos físicos. Sin embargo, es su mente la que les permite incluso contemplar su cerebro. Sin su mente, ni siquiera sabrían que el cerebro existe.
Exactamente lo mismo pasa con Dios y la Vida.

Entonces no tenemos que “creer en Dios” para cambiar al mundo.

Para nada.

Pero esas personas que creen en Dios tienen una ventaja inicial.

No necesariamente.

¿Qué?

Dije, no necesariamente.

¿Quieres decir que creer en Dios no es un beneficio aquí? ¿No es una ventaja?

En realidad podría ser una desventaja.

¿Cómo puedes decir que creer en Dios podría ser una desventaja para cambiar el mundo?

Todo depende no de si creen EN Dios, sino de lo que crean sobre Dios. Ya te he dicho que no tienen que creer en Dios en absoluto para utilizar creencias con las que puedan cambiar el mundo. Todo en lo que tienen que creer es en la Vida. Y pueden creer en la Vida porque están viviéndola.
Aunque seas una de esas personas que creen en Dios, que creen que Dios puede tener un impacto extraordinario en lo que creen sobre la vida -así como en la manera en que la viven y en que la experimentan.

Por lo tanto, lo que crean sobre Dios se vuelve crucial.

Y, para repetir, ¿el mundo está en el lugar en el que se encuentra hoy -un lugar de crisis, violencia, asesinato y guerra- por lo que actualmente creemos sobre Dios?

Así es.

Bueno, entonces comencemos por aquí. ¿Cuáles son las creencias que tenemos sobre Dios que crean crisis, violencia, asesinato y guerra?

En primer lugar, ustedes creen que Dios necesita algo.
En segundo, creen que Dios puede no obtener lo que necesita.
En tercero, creen que Dios los ha separado de Él porque no le han dado lo que necesita.
En cuarto, creen que Dios aún necesita lo que necesita con tanta desesperación que ahora quiere que ustedes, desde su posición separada, se Lo den.
En quinto, creen que Dios los destruirá si no cumplen Sus requerimientos.

Estas cinco falacias sobre Dios han ocasionado más dolor y destrucción a su existencia diaria que todas las demás creencias combinadas.

Bueno, está bien... Podemos discutir esas creencias en detalle. Supongo.. .

Podría serles de provecho hacerlo.

Y me gustaría, después. Pero, ahora no veo cómo esas creencias sobre Dios crean crisis, violencia, asesinato y guerra entre la gente.

Es fácil. Ustedes piensan que es apropiado actuar unos con otros igual que creen que Dios actúa con ustedes. También piensan que cuando crean crisis, violencia, asesinato y guerra, lo hacen para cumplir lo que Dios les ha pedido. Creen que están ayudando a Dios a satisfacer sus necesidades.
Muchos de ustedes creen que Dios quiere crisis, violencia, asesinato y guerra, si ése es el precio para dar1elo que pide. En este contexto, creen que se puede asesinar porque ésa es la Voluntad de Dios.

¿Los seres humanos creemos eso? No conozco a nadie que crea algo así.

Puede que no los conozcas personalmente, pero puedo asegurarte que existen y han existido en su planeta por mucho tiempo. Desde los primeros días han descrito las peores experiencias humanas y desastres -incluso los actos de terror cometidos por los hombres como “la Voluntad de Dios”.
De hecho, fue por esforzarse para entender las cosas malas que les sucedían como comenzaron a creer en la existencia de Dios-y a creer en un Dios que hace maldades.

Explica eso por favor.

En sus épocas más primitivas, lo que llamarían la edad de las cavernas y aun antes, los humanos no entendían los aspectos más sencillos de la vida que los rodeaba. Lo único que sabían era que había vida a su alrededor. Es decir, que había algo además de ellos. Esa otra cosa que existía se manifestaba por todas partes. Se revelaba como viento, lluvia, sol, luna, nubes, plantas, árboles, diminutas cosas vivas que hoy llaman insectos y grandes cosas vivas que hoy llaman animales; en forma de efectos espectaculares como fuegos que comenzaban espontáneamente en el bosque, truenos, relámpagos, enormes olas en el océano y, a veces, pavorosos temblores del mismo suelo.
Los Homo sapiens no sabían qué hacer con todas esas cosas. No sabían por qué la gente moría, por qué se producían huracanes, tornados o sequías que destruían todo, o simplemente por qué pasaban las cosas. Para explicar estas cosas los primeros humanos concluyeron que debía haber algún poder más grande que el suyo que las ocasionara. Imaginaron que había “espíritus” que causaban que lo bueno y lo malo se manifestara en sus vidas de varias maneras.
Cuando vieron que el día se volvía noche y la noche día, que la hierba crecía y las flores retoñaban, que los árboles perdían sus hojas y las recuperaban, empezaron a deificar a la naturaleza. Imaginaron que había “dioses de la lluvia': “el dios del Sol” y muchos otros dioses que hacían cosas según su humor y capricho. Concluyeron que lo que debían hacer eran cosas que influyeran en ese humor y que gustaran a los dioses, para que éstos hicieran lo que se les pedía.
Crearon toda clase de ritos y rituales para “invocar” al espíritu de los dioses que se necesitaran o desearan según el momento, para apaciguarlos y para honrarlos con el fin de lograr que hicieran lo que los humanos ardientemente suplicaban. Había ritos de fertilidad, de transición y rituales de todo tipo e intención. Con el paso de los siglos esto se convirtió en lo que algunos de ustedes llaman hoy “costumbres paganas”.

Se crearon mitos sobre cómo los poderes sagrados influían directamente en la vida sobre la Tierra, y sobre cómo la vida en la Tierra puede influir de manera directa en los poderes sagrados. Estos
mitos se volvieron historias que se contaron una y otra vez, y que luego se convirtieron en creencias. Es decir, se hicieron verdad para la gente, ya que cuando un mito se hace verdad, se convierte en religión organizada.
De las llamadas religiones paganas a las principales religiones de su tiempo no hubo un gran salto. La mayoría de los humanos de hoy sigue creyendo en un poder más grande que ellos, y en que hay algo que deben hacer para tranquilizar a la Fuente de tal poder.
Hoy en su planeta hay miles de religiones, algunas de las cuales reverencian a una pluralidad de dioses, y otras adoran a un único Dios.

Sí, pero hay una sola religión verdadera.

Allá vamos de nuevo. Ésa es la respuesta a tu pregunta. Ésa es la manera en que las creencias sobre Dios crean crisis, violencia, asesinato y guerra entre la gente.

¡Pero es verdad! Sólo hay una religión que está en lo correcto. Las otras pueden tener buenas intenciones, pero simplemente no están en lo correcto.' Y tenemos que ser cuidadosos de no caer en falsas creencias que pueden sonar bien pero no tienen nada que ver con la Ley de Dios. Porque si negamos al único Dios verdadero y la Ley de Dios no nos salvaremos, sino que iremos derecho al infierno.

¿Cuándo?

¿Cuándo?

Sí. ¿Cuándo sucederá eso?

Cuando muramos, por supuesto.

Y, si los verdaderos creyentes consideran que mereces ir al infierno porque no crees en el Único Dios Verdadero o no sigues la Ley de Dios, se les permite mandarte allí inmediatamente, asesinándote.

Por supuesto, en algunos casos están obligados a hacerlo. Cuando los líderes de una religión emiten un mandato, como matar a alguien, se pide a todos los verdaderos creyentes que lo sigan y maten a quien ellos les indiquen. .

¿Quién te dijo eso?

Tú.

¿Yo?

Sí. Tú dijiste que podemos destruir a cualquier persona, gobierno o nación cuyas acciones signifiquen apostasía. Eso es lo que usamos como nuestra autoridad: Tu Palabra.

¿Usan mi palabra como su autoridad en esos asuntos?

Por supuesto. Saber que estamos cumpliendo la Voluntad de Dios es lo que nos guía, nos dirige, nos da ánimo y nos consuela cuando matamos gente.

Pero yo nunca decretaría eso.

¿Qué quieres decir? Lo hiciste.

¿Ah sí?

¿Acaso no separaste el Mar Rojo para permitir que tu pueblo escapara? ¿Y no cerraste luego el mar, sepultando bajo toneladas de agua a unos seiscientos de los que los seguían? ¿No destruiste a casi todas las personas que vivían en Sodoma y Gomorra? ¿Y no mataste a muchos otros o exigiste o aprobaste que los asesinaran a través los años?
Gracias a ésos y otros relatos sobre las instrucciones y exigencias de la Deidad halladas en la Biblia, en el Corán, en el Bhagavad- Gita, en el Libro de Mormón y en otras Escrituras, todos los estudiantes de todas las culturas saben sobre la Ira de Dios.

Sí, ése es el problema.

¿Por qué sería un problema enseñar a nuestros hijos la verdad?

Porque no es la verdad.
No existe eso de Ira de Dios.
Es una de sus falsas creencias sobre Dios. Pero me queda claro que crees que es cierto, y que crees que es apropiado actuar para con los demás de la misma manera que crees que Dios actúa para contigo. En realidad sus líderes religiosos han hecho que crean esto. Han llamado a “todos los verdaderos creyentes” a “matar a los apostatas”.

Bueno, a veces decimos “¡Maten a los infieles!” pero significa lo mismo. “Infiel”, “apóstata”, no importa. Son sólo palabras. La cuestión es que, si los otros no creen lo que nosotros creemos, Dios dice que tenemos que matarlos. Lo han hecho los cristianos, los musulmanes y muchos otros grupos de creyentes.

¿Conoces la historia de algunos de ellos?

Por supuesto. El Papa Urbano 11llam6 a una “cruzada” en Clermont, Francia, en 1095, cuyo resultado fue una serie de expediciones militares organizadas por los cristianos occidentales contra los musulmanes y otros “infieles”. Estas cruzadas duraron doscientos años, y su resultado fue la muerte de cientos de miles.
Asimismo, los líderes musulmanes patrocinaron durante siglos agresión tras agresión, asesinato tras asesinato, matanza tras matanza, en nombre de la erradicación de la apostasía.

Y estas conductas no se han limitado a los tiempos medievales. En 1989 el Ayatola Ruhollah ]omeini, en aquel entonces líder espiritual del Irán revolucionario, condenó públicamente un libro llamado Los Versos Satánicos, y emitió una fatwa contra el autor, Salman Rushdie.
Se dijo que los musulmanes de todo el mundo tenían el deber de ejecutar a Rushdie en cuanto lo vieran, y que cualquier musulmán que lo hiciera iría derecho al cielo. El hombre tuvo que esconderse durante diez años, hasta que el gobierno iraní revocó la fatwa.
Más recientemente, a fines de los 90, los musulmanes radicales, muchos de los cuales vivían en Afganistán, declararon la guerra a la civilización occidental, diciendo a los musulmanes de todo el mundo que era su deber llevar la “muerte a América” y la “muerte a Israel” -entre otros enemigos especificados.

En otras palabras, su historia se repite.

Una y otra vez. Y no parece que podamos encontrar una manera de impedirlo. Ahora nos enfrentamos a horribles actos terroristas y a la muerte de mucha gente inocente.

Entre tanto, la Encyclopedia Britannica 2001, en un artículo sobre los doscientos años de los ataques cristianos, incluía un comentario irónico que describía esas cruzadas. Decía que esos irreflexivos actos de terrorismo “con su combinación de idealismo, ambición, heroísmo, crueldad y locura, son un fenómeno medieval y, como tal, ajenos a la experiencia del hombre moderno”.

Espero que vuelvan a escribir esta línea para la próxima edición...



5

Entonces, las Cinco Falacias Sobre Dios crean crisis, violencia, asesinato y guerra.

Sí. Es observable.

También dijiste que había creencias sobre la Vida que nos extraviaban.

Sí.

¿Cuáles son?

Las Cinco Falacias Sobre la Vida que crean crisis, violencia, asesinato y guerra son:
1. Los seres humanos están separados unos de otros.
2. No hay suficiente de lo que los seres humanos necesitan para ser felices.
3. Para obtener aquello de lo que no hay suficiente, los seres humanos deben competir entre sí.
4. Algunos seres humanos son mejores que otros.
5. Está bien que los seres humanos resuelvan discrepancias graves creadas por las demás falacias matándose unos a otros.

Esas Cinco Falacias Sobre la Vida, combinadas con las Cinco Falacias Sobre Dios, contribuyen a una letanía de errores que ha creado, y sigue creando hasta hoy, un mundo de profunda ira, brutal violencia, terrible pérdida, inexorable dolor e incesante terror. Ustedes creen que otra gente los aterroriza, pero la verdad es que son sus creencias las que los aterrorizan. Ellas son lo que deben cambiar si desean realizar su sueño de un mundo que viva en paz, armonía y felicidad.

Lo repito una y otra vez, no pueden cambiar las condiciones de ira, violencia, pérdida, dolor y terror Por medios Políticos o económicos. Pueden afectar estas condiciones -es decir, de algún modo pueden alterarlas por un corto periodo, o pueden interrumpir- pero no pueden eliminarlas sin un cambio en sus creencias.

Porque “las creencias crean conductas”.

Correcto.

Bueno, como dije antes, quiero discutir estas falsas creencias, todas, después.

Bien, pues es el propósito de este diálogo.

Pero primero, al principio de esta conversación, dijiste que había cinco cosas que podemos hacer ahora si lo que queremos lograr es cambiar nuestro mundo, y la dirección autodestructiva hacia la cual está avanzando. Las llamaste los “Cinco Pasos hacia la Paz”, aunque ninguno de ellos me sonó mucho a un plan de acción. Parecían intrincados caminos más bien filosóficos. Perdóname, no lo digo despectivamente. Sólo quisiera saber si esta información es del tipo que ayudará a la gente y servirá al mundo en este momento.

La finalidad del diálogo es despertar a la gente y sanar al mundo. Esta intención ayuda y sirve. Ahora bien, lo que dije fue que hay cinco cosas que ustedes pueden elegir. No dije nada sobre cinco cosas que pueden hacer. Repito que la paz en su planeta sólo se logrará cuando modifiquen sus creencias, porque a menos que “capten” esto, no lograrán sanarlo. Lo que intentan sanar son las heridas creadas por sus creencias. Sus creencias más profundas han creado las conductas que han producido las heridas. El avasallador deseo de la humanidad es la paz, y les estoy mostrando que sus creencias actuales no los hacen muy pacíficos que digamos.

Ser “pacífico” no es algo que hagan. Ser “pacífico” es algo que se es.
No se dice, “hago pacifico”, sino 'soy pacifico”. Y el 'ser” es una expresión del alma y la mente.

¿Lo repites, por favor?

“El ser” es una expresión del alma y la mente. “El hacer” es una expresión del cuerpo. Todas las experiencias del cuerpo proceden de experiencias del alma y la mente. Tienen que elegir cuál Prefieren. Si eligen la mente, como se sienta su mente, se sentirá su cuerpo. Si eligen su alma, como se sienta su alma, se sentirá su cuerpo.
El alma siempre siente alegría, porque el alma es alegría. El alma siempre siente amor, porque el
alma es amor. El alma siempre se siente conectada con la maravilla de la vida, porque el alma es la maravilla de la vida, expresada.

Para sentir esto siempre, tienen que estar fuera de su mente. Tienen que “salirse de su cabeza” y entrar en su corazón.

Pensé que dirías en su alma.

El corazón es el puente entre la mente y el alma. Primero sálganse de su mente y métanse en el espacio de su corazón. Desde allí el salto a su alma es rápido. Cuando están en el espacio de su corazón con otra persona, es cuando pueden sostener una real plática del alma. Cuando están en el espacio de su corazón con ustedes mismos, es cuando pueden experimentar el conectarse con su alma a un nivel muy profundo. Es cuando pueden experimentar la comunión con Dios.

Si se quedan en su mente, influirán en ustedes las construcciones de su mente. Si la mente es obstaculizada o debilitada, el cuerpo funcionará de manera que refleje eso. Si la mente es elevada, fortalecida o renovada, el cuerpo funcionará de manera que refleje eso. Si a la mente se le desalienta, disminuye, restringe, frustra, enfurece, hiere o agita, el cuerpo lo mostrará. Si a la mente se la excita, amplía, se le quitan limitaciones, y es exuberante, alegre, sana y está en paz, el cuerpo se comportará de manera totalmente distinta.

Pero, ¿no es así como la “religión de los viejos tiempos” hace sentir a la gente? ¿Acaso no habla sobre la “renovación de tu mente”? ¿No hace sentir a la gente excitada, ampliada, sin límites, exuberante, alegre, sana, victoriosa? ¿No es precisamente ése su atractivo? ¿No es ésa su promesa explícita?

Por supuesto. Sin embargo, ésa es una promesa que las antiguas religiones no han podido mantener para la humanidad como un todo.

¿Por qué pasa eso? Si la religión puede exaltar a los individuos, ¿por qué no puede sanar al mundo?

Porque la religión organizada tal como actualmente la crean es en mucho una experiencia exclusiva. Es exclusiva para el individuo o el grupo que la experimenta. No han encontrado la manera de incluir a todos en la misma experiencia -es decir, a la sociedad como un todo porque no han encontrado la manera de que todos estén de acuerdo en cómo debe vivirse la experiencia.
Desde luego, el desacuerdo sobre esta cuestión es tan grande que han interrumpido su propio éxtasis para expresar su desaprobación al otro por no experimentar su éxtasis de la misma manera.
Han discutido, se han peleado y se han matado por su enojo respecto a este éxtasis.

¿Por qué? ¿Por qué lo hemos hecho? ¿Y por qué las religiones no pueden sanar esto?

Por su naturaleza, las religiones organizadas excluyen a tantos como los que incluyen. Esto no representaría un problema si las religiones fueran tolerantes con aquellos a quienes excluyen, sin embargo, muy a menudo no sucede así.
Las religiones, en las cuales confían para enseñar tolerancia, no han aprendido a practicarla. Por ello enseñan justo lo contrario.

Me da tanta tristeza. Y no habría creído que el problema fuera tan grave -y lo es, hasta hoy día- si no hubiera tenido la evidencia ante mis propios ojos. La demostración más reciente, y para mí la más impactante, de lo que se comenta aquí salió en un artículo del Arizona Republic, escrito por Stephanie Simon que apareció originalmente en Los Angeles Times, el primero de diciembre del 2001. Quiero reproducir aquí ese artículo, completo, porque deseo que todo el mundo sepa lo insidioso -y grave- que es este problema.
La mayoría de las personas a quienes mostré este artículo se horrorizaron. Se quedaron boquiabiertas.

Aquí está:

"Pastor luterano atacado Al participar en un evento entre personas de distintas religiones al que llamaron herejía
St. Louis. 
Para el reverendo David Benke, la ceremonia en el Estadio de los Yanquis era una bendición, una oportunidad para reunirse con otros líderes religiosos y civiles a fin de ofrecer consuelo por la herida en carne viva infligida a la nación a causa del ataque terrorista al World Trade Center y el Pentágono. Se unió a las celebridades y los políticos en el escenario para cantar canciones patrióticas y orar.
Pensó que era su deber como pastor. Sin embargo, algunos colegas pastores adoptaron un punto de vista muy diferente. Consideraron herejía su participación en un evento entre personas de diferentes religiones. Seis pastores del Sínodo de la Iglesia Luterana de Missouri presentaron la semana pasada cargos formales contra él pidiendo que sea expulsado de la iglesia.

Otros han solicitado que se expulse a Gerald Kieschnick, el presidente de la iglesia, por tolerar que Benke participara en el evento y por rezar él mismo con capellanes de otras sectas luteranas después de un recorrido por los escombros del World Trade Center en octubre. Uno de los disidentes, el reverendo David Oberdieck, dijo al St. Louis Post-Dispatch que Benke “participó en idolatría al concurrir con no cristianos” en el servicio del 23 de septiembre. Oberdieck no haría más comentarios el viernes, al afirmar que la disputa era un “problema familiar” que no debía ventilarse en los “medios seculares”. Sin embargo, sostuvo su interpretación de que Benke era un “adorador de ídolos”.

Él y otros miembros del clero también acusaron a Benke de “sincretismo”, que significa promover la idea de que todas las religiones son iguales. La instancia de diez páginas contra Benke calificaba su participación en la ceremonia de Nueva York de “egregia ofensa contra el amor de Cristo, que dio la impresión de que la fe cristiana es sólo una entre varias a través de las cuales la gente puede implorar a Dios”.

Según estas críticas, al orar junto a “herejes” como musulmanes, judíos, hindúes y cristianos de otras sectas, Benke respaldó implícitamente la fe de esas religiones, dando la impresión de que todas ofrecen un camino igual a la salvación.

Los líderes eclesiásticos sostienen que no deben orar en público con nadie de otra fe, ni siquiera con luteranos de otras sectas. Creen en rendir culto sólo con quienes interpretan las Escrituras y entienden a Dios exactamente como ellos lo hacen. “No podemos ir en el carril de la eucaristía con alguien que tiene una idea completamente diferente de ella”, explicó el reverendo David Strand, un vocero de la iglesia, cuya base está en las afueras de St. Louis.

La secta protestante más grande de la nación, la Convención Bautista del Sur, integrada por 16 millones de miembros, sigue una tradición similar. “No tengo un sólo hueso ecuménico en mi cuerpo”, ha dicho con frecuencia el reverendo Paige Patterson, expresidente de la iglesia. Y, desde luego, varios pastores bautistas sureños insistieron en mantenerse alejados de los servicios con gente de otras religiones después de los ataques del 11 de septiembre.

Sin embargo, Benke y Kieschnick insisten en que la ceremonia del Estadio de los Yanquis no era un servicio de culto formal, de modo que no estaba fuera de los límites de los miembros del Sínodo de Missouri.

Lo consideraron un evento secular, organizado por el alcalde Rudolph Giuliani y dirigido por el actor James Earl Jones, que incluía algunas oraciones.

Cuando tocó el turno a Benke en el micrófono, éste pronunció una breve plegaria que comenzó y terminó con referencias a Cristo. Aunque se mantuvo en respetuoso silencio mientras otros líderes religiosos hablaron, sus defensores insisten en que no estaba rindiendo culto con ellos. Tampoco estaba aprobando sus puntos de vista.

“Sugerir que cuando el imán oraba a Alá, el Dr. Benke oraba con él... es un insulto, ya lo es tan sólo insinuar que lo estaba haciendo”, afirmó Strand. Strand señaló que la misma justificación aplicaba en el caso de la improvisada sesión de plegarias de Kieschnick con sacerdotes de otras sectas.

Ahora leo este artículo y pienso que he de ser muy ingenuo. Quiero decir, creí que yo era un tipo con bastante sentido común que entendía lo que sucedía en el mundo, pero aquí veo que no tengo la menor idea de lo que ocurre a mí alrededor.
Este artículo me causó una conmoción. Me quedé profundamente escandalizado, triste y enfermo cuando lo leí por primera vez. No tenía idea... Creí que tenía que mirar hacia otra parte del mundo para hallar este nivel de histeria y radicalismo, de intolerancia religiosa.

Era tiempo de que reconocieras una verdad humana que nadie quiere ver. Uno de los mayores problemas del mundo de hoy es la religión organizada.
Las religiones organizadas son un problema.
No son una solución, son un problema.
No todas las religiones, pero sí la mayoría. Y sin duda la mayoría de las más grandes.
Lo que tienen en el caso de la mayoría de sus religiones organizadas más grandes e influyentes es a los ciegos dirigiendo a los ciegos.
Efectivamente. Quiero decir, he aquí a una nación en medio de un dolor increíble, buscando apoyo espiritual en un momento de necesidad, intentando experimentar su unidad e igualdad en tiempos de confusión, sólo para que sus propias religiones lo decepcionen.
He aquí a personas que sólo desean unir brazos y caminar al mismo paso, llamando cada una al Dios de su interpretación, sabiendo cada una que la sanación comienza con la expresión de tolerancia para los modos de interpretar la religión de los demás, sólo para encontrarse con que la religión organizada lo prohíbe.

Las religiones prohíben la tolerancia. ¿Te imaginas? Los bautistas se niegan a rezar con los judíos o los católicos. Los luteranos se niegan a orar con otros luteranos. Como si hubiera un tiempo equivocado, o un lugar equivocado, o una persona equivocada con quien orar.

¿Es extraño que los seres humanos del mundo pregunten, “¿Qué tiene de malo esta situación?”.

¿Es extraño que hayan comenzado a aparecer calcomanías en las defensas y anuncios que dicen: “DIOS, SÁLVAME DE TU GENTE?”. ¿Quién en el mundo querría creer en un Dios que es menos caritativo y menos tolerante de lo que es el mismo?

¿Cómo podemos pedirle al mundo que se sane a sí mismo cuando la religión organizada -la institución misma cuyo objetivo era proporcionar esa sanación- lo único que hace es infligir más y más daño, abrir cada vez más la herida, difundir más y más lejos su virtuosa indignación, su no aceptación, su completa decoloración, su total intolerancia?

¿Sin embargo, cómo puedes culpar a la religión si las religiones creen en un Dios que hace exactamente lo mismo?

Su interpretación de Dios es el mayor problema.

Lo diré de nuevo, para que no se les escape. .. El problema que la humanidad enfrenta hoy es espiritual.

No entienden quiénes son. 
No entienden quién es Dios. 
No entienden cómo funciona el mundo. 
No entienden que el amor es la base de todo en la vida, tampoco logran comprender un amor que es incondicional.

Imaginan que Dios es una deidad pequeña, insignificante, celosa, que dice a la gente que está inclinada orando: “Disculpen, pero es a mi modo o se friegan. Escucho tu plegaria. No escucho la tuya porque no la hiciste correctamente. No me complaciste”. Al hacer esto me convierten en una réplica de lo peor de la humanidad.
Alegan que se esfuerzan por ser como Dios en sus vidas... y si éste es el Dios al cual se están esforzando en ser, lo han logrado brillantemente.  Pueden agradecer a la religión organizada el enseñarles cómo hacerlo.

No todas las religiones organizadas están en esta categoría. Algunas enseñan tolerancia y de verdad la practican. Algunas enseñan sobre un Dios inclusivo, y viven realmente de acuerdo con esta enseñanza. La Iglesia de la Unión es una de las que me viene a la mente. La Iglesia Unida de la Ciencia Religiosa es otra. Y hay más, como la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, y muchas otras. Así es que no todas las religiones organizadas quedan en esta categoría.

Tu afirmación es correcta. Sin embargo, la mayoría de ellas sí entran en ella. Cuando digo “religión organizada” o “religión” en general, en el contexto del diálogo que estamos sosteniendo, quiero que sepan que estoy hablando de aquellas religiones que enseñan una doctrina de exclusividad. En otras palabras: “nuestra religión es la única religión verdadera”.

Este tipo de religión es el problema. No toda la religión, sino la de este tipo. El tipo de religión que enseña filosofía separatista y teología exclusivista.

Y, como dijiste, por desgracia la mayoría de las principales religiones del mundo caen en esta categoría.

Podría ser peor aún de lo que entienden, pues estas religiones apoyan su interpretación en creencias espirituales que simplemente no son ciertas, pero eso tiene una repercusión enorme sobre la sociedad en general -creyentes en Dios y no creyentes por igual como mostraremos conforme este diálogo continúe.

Sí, hay otros problemas que enfrenta la humanidad. Hay problemas de hambre, pobreza, crimen, corrupción, de agitación política, abuso gubernamental, codicia corporativa y muchos otros problemas sociales también. Pero en la base de todos -de todos hay problemas espirituales.

Ésa es la cuestión. Éste es el centro de esta discusión. Pues si sus interpretaciones espirituales estuvieran completas, no existiría ninguno de estos problemas. No permitirían que existieran.
Sin embargo, muchas de sus religiones organizadas más grandes, poderosas e influyentes, no les permitirán que sus interpretaciones espirituales estén completas, pues no proporcionan un espacio para ello. No permiten que las meditaciones de ustedes se aventuren seriamente más allá de los límites de las doctrinas de ellas.
Así, aunque su planeta enfrenta un problema espiritual de proporciones gigantescas, ustedes tratan de resolverlo por medios temporales. Corren por todas partes curando los síntomas, en vez de la causa, de su enfermedad mundial.
Intentan producir, para la humanidad como un todo, excitación, expansión, supresión de límites,
exuberancia, alegría, salud y paz. Pero tratan de lograrlo con política, economía, educación, programas sociales, hasta con bombas.

No puede hacerse así.

Tratan de arreglarlo todo, menos lo que hay que arreglar. Tratan de cambiarlo todo, excepto lo que hay que cambiar. Se ocupan de todo, menos de sus creencias básicas. Sin embargo, son sus creencias básicas las que crean el problema.

Ésa es la razón por la que los Cinco Pasos para la Paz tienen que ver con Dios y con el espíritu,no con el cuerpo.



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Está bien, ya lo entendí. Estoy convencido. Entonces regresemos a eso. En realidad nunca comentamos esos Cinco Pasos para la Paz. ¿Podemos analizarlos?

Sí. Pueden elegir dar esos pasos ahora si lo que desean lograr es cambiar su mundo y la dirección autodestructiva hacia la que está avanzando. Declaren esto:

1. Reconozco que algunas de mis antiguas Creencias sobre Dios y la Vida ya no funcionan.

2. Reconozco que hay algo que no entiendo sobre Dios y la Vida, cuya interpretación     podría modificarlo todo.

3. Estoy dispuesto a concebir nuevas comprensiones de Dios y la Vida, comprensiones que podrían producir un nuevo modo de vida en este planeta.

4. Estoy dispuesto a explorar y examinar estas nuevas comprensiones y, si están de acuerdo con mi verdad y conocimiento interiores, a ampliar mi sistema de creencias a fin de incluirlas.

5. Estoy dispuesto a vivir mi vida como una demostración de mis creencias.

Bueno, demos el primero. Hay mucha gente que no está en absoluto dispuesta a admitir que sus creencias no funcionan. En particular sus creencias religiosas. De hecho, afirman que un poquito de la Religión de los Tiempos Antiguos es exactamente lo que este mundo necesita ahora. Que todo funcionaría a la perfección si tan sólo comenzáramos a escucharla, obedecerla y hacer lo que dice.

Sí. A un grupo de creyentes religiosos que han dicho esto se les conoce como “fundamentalistas”.

Éstos son lo que algunos han llamado “puristas religiosos': que creen que el camino hacia delante es el camino hacia atrás, hacia las palabras originales y exactas de la Sagrada Escritura -cualquiera que sea la Escritura en la que crean- para leerla al pie de la letra y aplicarla literalmente.
Hay fundamentalistas en cada movimiento de fe.

¿Tienen razón? ¿El mundo sería mejor si tan sólo escucháramos esas palabras exactas y las obedeciéramos?

La primera dificultad es que escucharlas no es suficiente. Tienen que interpretarlas -y al momento en que lo hacen, se convierten en quien decide lo que significan. En ese momento dejan de ser la Palabra de Dios. Son sus palabras sobre la Palabra de Dios. Y todo el mundo ha dado por hecho que ustedes saben de lo que hablan. Por supuesto, simplemente no hay manera de saberlo, por lo tanto, los demás tienen que confiar en su palabra.

Varias religiones intentan otorgar infalibilidad sobre escrituras o autoridad suprema sobre individuos en posiciones de liderazgo espiritual para soslayar este problema.

¿No han hecho los católicos romanos esto con el Papa?

Sí. La teología católica romana proclama que el Papa, al actuar como maestro supremo, y en ciertas condiciones -al hablar ex cathedra, o “desde su púlpito ''-, no puede equivocarse cuando enseña en materias de fe o moral.

¿Y acaso en el Bhagavad-Gita no hay algunas afirmaciones acerca de que las palabras atribuidas al Señor Krishna son infalibles?

Es verdad que en el Bhagavad-Gita, Arjuna dice al Señor Sri Krishna que acepta que lo que dice es completamente perfecto. “Sarvam etad rtam manye” son las palabras exactas o, “Acepto que todo lo que Tú dices es verdad”.

¿Y acaso los musulmanes no proclamaron que el Corán es infalible, y también confirieron infalibilidad a los ulama –maestros religiosos y “eruditos” en la umma, o comunidad?

Por supuesto. En el Islam se le otorga amplia autoridad al ulama en materias de dimensión tanto moral como temporal en la vida de los musulmanes desde su nacimiento hasta su muerte.

¿No se tiene también la idea, en algunas interpretaciones del Islam, de que los musulmanes deben seguir siempre el camino de la mayoría de la comunidad, a la que el Corán ha asignado una misión y ordenado aceptar un reto, y de quienes se dice están siempre protegidos por la mano de Dios -y, por lo tanto, se les ha otorgado infalibilidad?

Veo que le has echado un ojo a la teología comparativa.

Sí.

¿Y qué has concluido?

Que ningún ser humano es infalible, y que asignar infalibilidad a alguna persona o grupo puede ser muy peligroso. Veo que la doctrina de infalibilidad -la idea de que “siempre tenemos razón”- conduce invariablemente a que el otro esté equivocado. Produce desavenencia y conflicto. También puede producir cierta arrogancia, que es lo opuesto a la humildad que supuestamente es el fundamento de todas las religiones.

En realidad lo ha hecho.

Pero tengo curiosidad. ¿Qué le dirías a la gente que afirma que seguir las palabras de su Escritura Sagrada al pie de la letra, e interpretarlas literalmente es el único camino?

Les pediría darse cuenta de que esas palabras fueron escritas en una época diferente y en un lugar y circunstancia muy diferentes. Les advertiría que, aunque estas enseñanzas tuvieron como base un conjunto firme de principios, interpretar ahora sus palabras literalmente, en vez de tratar de entender el principio subyacente que revelan, podría conducir, al final, a una falsa interpretación y, en el peor de los casos, a una pérdida de la sabiduría original en la que se basaban.
Invitaría a los humanos a explorar si acaso no se obtendrían más beneficios de las enseñanzas originales de todas las tradiciones de la fe si se las enmarcara en el contexto de una sociedad en constante evolución.

En otras palabras, a permanecer abiertos a la posibilidad de nuevas interpretaciones que nos permitirían aplicar mejor la antigua sabiduría a la vida contemporánea.

Exacto.

Finalmente le diría a la gente de todas partes: Crean lo que deseen, sigan su corazón y su alma hacia donde los lleven, pero no busquen imponer sus puntos de vista a otros -y, por supuesto, no intenten hacerlo por la fuerza.

¿Y si insisten en que la suya es la única “manera correcta” de vivir? ¿Y si piensan que se les exige que hagan vivir a otros de la misma manera?

Les preguntaría: ¿Quién se lo exige?

¿Y si respondieran que “Dios”?

Les diría, “Me han malinterpretado. No les pido hacer eso. No quiero que lo hagan. Nunca le daría el libre albedrío a la gente sólo para que ustedes se lo quitaran”.

Ésa es una afirmación poderosa. Es muy impactante, porque hasta los fundamentalistas radicales creen en la doctrina del Libre Albedrío. Ahora, quiero entender algo, y tengo que tener un “caso específico” para poderlo hacer.

Adelante.

¿Cómo pueden religiosos fundamentalistas como los talibanes de Afganistán exigir que las mujeres se cubran de la cabeza a los pies con una burka, y que todos los hombres lleven la barba de cierto largo, decir a las mujeres que no pueden salir de sus casas sin un pariente masculino de la misma sangre, que no pueden trabajar y que las niñas no pueden ir a la escuela hasta que ellos vuelvan a diseñar el programa de estudios para enseñarles sólo lo que se supone que deben oír? No lo entiendo. Trato de entenderlo y no lo logro.

Hay escritos en el Corán y en el Hadith que se pueden interpretar que respaldan todos estos preceptos.

Pero son exigencias represivas. ¿Por qué pedirían tales cosas?

Las sociedades represivas han existido desde los inicios de la historia registrada. Las exigencias y las restricciones de quienes dirigen tales sociedades no se basan en la voluntad de Dios, sino en lo que los líderes religiosos sostienen que son las “Leyes de Dios': basados en sus propios temores de que la libertad completa permitiría a la gente desviarse del camino que tales líderes desean que siga. Y, de hecho, probablemente muchas personas seguirían otro camino por la simple razón de que lo preferirían. Sin embargo, en una sociedad represiva no hay lugar para las preferencias personales. Y en una sociedad represiva basada en los principios de una religión organizada, sólo hay lugar para las preferencias de Dios.

¿Pero quién puede decir que realmente las conoce?

Los líderes y maestros de cada sociedad represiva. ¡Sólo pregúntales!

Sin embargo, ¿qué clase de líder guía por la fuerza? y, ¿qué clase de maestro debe usar la fuerza para convencer a sus estudiantes sobre la sabiduría de sus enseñanzas? Y, ¿qué clase de sociedad no permitiría a sus propios miembros ser educados o expuestos a pensamientos diferentes a aquellos con los que ella está de acuerdo?
¿Acaso ésta no es una sociedad que vive en el miedo extremo? ¿Angustiada porque una vez oídos esos pensamientos diferentes pudieran resultar más atractivos? ¿Y una sociedad temerosa, con qué herramienta podría modelarse a sí misma si no con el mismo miedo?

Sin embargo, no sorprende que surjan sociedades humanas como éstas, pues es así como ustedes imaginan que es el reino de Dios. Imaginan que Dios les exige que lo amen o de lo contrario. .. Les exige que acepten sus enseñanzas sino no... Les exige que se comporten de cierta manera o de lo contrario... Sólo un Dios miedoso haría esto. Un Dios amoroso nunca lo haría. Un Dios amoroso nunca tendría que hacerla, pues el amor engendra su propia lealtad, mientras el miedo la rechaza.
Sin embargo, si Dios se comporta miedosamente y usa el miedo para obtener lo que quiere y necesita, ¿no tendrían ustedes que hacerla también? y, por supuesto, ¿no deberían hacerla en Su Nombre?
Éste es el círculo de la lógica que han creado y ustedes mismos han quedado atrapados en él. Es un círculo vicioso, y están experimentando lo que tiene de vicioso en este momento en su planeta.

¡Lo sé! Por eso te pido ayuda. Dinos qué hacer. Todos queremos la paz. Todos queremos poner un hasta aquí a la tristeza, al sufrimiento y a los asesinatos que cometemos contra los demás y no parecemos capaces de detener. Buscamos un mundo nuevo. Dinos qué es lo que funcionará.
Por favor.

Te lo he dicho. Primero debes reconocer que lo que hacen ahora no funciona. Y no es sólo su religión lo que no funciona. Tampoco lo hacen sus estructuras políticas ni sus sistemas económicos ni sus programas educativos. Ninguna de las construcciones que han colocado en su sociedad la están sosteniendo, por el contrario, la están hundiendo.
Todas estas estructuras están firmemente basadas en creencias que no reflejan la realidad. Ya no les sirven. Libérense de ellas.

¿Liberamos de ellas? ¿Deshacemos de todo lo que hemos hecho para crear la civilización?

Lo que han creado no es civilización. Es todo menos “civilizado”. Sin embargo, no digo que se “deshagan de todo”. No digo que destruyan las 'estructuras de su sociedad. Cuando afirmé: “Libérense de ellas': me refería a algunas de las creencias que han creado las estructuras de su sociedad en su forma actual. Ésas son las que tienen que cambiar.

No destruyan las estructuras políticas, económicas y educativas; añádanles, altérenlas, mejórenlas.

¿Incluso nuestras religiones?

En especial sus religiones. Están invitados a crear una nueva manera de experimentar sus religiones examinando profundamente la sabiduría que hay en ellas, para después utilizar esa sabiduría a fin de moldear una nueva expresión de la naturaleza espiritual de ustedes. Están invitados a abrirse a nuevas ideas, nuevos pensamientos y nuevas revelaciones cuando exploren esta nueva expresión espiritual.

Entonces necesitamos de una revisión completa, ¿verdad?

Si lo que eligen es lo que dicen que eligen -un mundo que viva en paz, armonía y felicidad- la respuesta es sí. Deben remodelar su mundo y su sociedad a todos los niveles.

El universo los invita ahora a recrearse a ustedes mismos, en la próxima y más grande versión de la más grandiosa visión que hayan tenido sobre Quiénes Son.

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