Es cierto que existen hilos, pero finos, no cadenas
de las que te atan el alma, de las que nunca te sueltan.
Pero los hilos que mando para atravesar tinieblas,
a veces vuelven vacíos, y algunos entre las piedras
se enredan y si yo estiro, al otro lado no hay nadie,
algunas hierbas que, por el camino encuentran.
Y muchos, muchos ovillos me entretengo en recoger
que me van contando a trozos lo que yo querría ver:
hablan de lejanos valles, dónde siempre crece hierba
con muchos tonos de verde y de flores de colores
que te enamoran con verlas, y los olores del campo
del tomillo y hierbabuena.
Y me cuentan de montañas altas, altas hasta el cielo.
Y que algunos se aventuran porque quieren dar un salto
y engancharse a alguna nube que los separe del suelo.
Pero hoy he recibido, un hilo que no era mío
y que hablaban de cadenas. Pero argollas ya las tuve
y me supe liberar, dejando el alma a pedazos
porque no pude cortar trozos que por ahí quedaron
en cualquier lugar.
Yo sí quiero ese camino que tus cadenas abrieron
y que, al ser tuyas, tú usas a tu libre voluntad.
Porque te gustan los retos que en las palabras escondes
y que yo dedique tiempo para una clave encontrar
y me quede con la duda de si será la verdad.
Yo te ofrezco mi invisible hilo y que con él
me tranquilices la noche, que tu mano en mi cabeza
me trasmita, como siempre, esa paz que sabes dar.
Y, que luego,ya de día, sepa con seguridad
que efectivamente existes,
que eres tú quien me trasmite
el cariño que yo siento,
con esa tranquilidad con que entro en el ensueño,
con mi yo y tu yo unidos por lo que sea,
cariño, amor, necesidad, aliento,
No me mandes las cadenas que yo te mando
un hilo muy, muy fino, que me marque el camino
de dónde viene, por si en algún momento me necesitas
sepa yo al enrollarlo llegar a tu isla.
no, no me mandes más cadenas
que no las quiero
porque si me las pones
me arrancaré la mano para librarme
de las que te atan el alma, de las que nunca te sueltan.
Pero los hilos que mando para atravesar tinieblas,
a veces vuelven vacíos, y algunos entre las piedras
se enredan y si yo estiro, al otro lado no hay nadie,
algunas hierbas que, por el camino encuentran.
Y muchos, muchos ovillos me entretengo en recoger
que me van contando a trozos lo que yo querría ver:
hablan de lejanos valles, dónde siempre crece hierba
con muchos tonos de verde y de flores de colores
que te enamoran con verlas, y los olores del campo
del tomillo y hierbabuena.
Y me cuentan de montañas altas, altas hasta el cielo.
Y que algunos se aventuran porque quieren dar un salto
y engancharse a alguna nube que los separe del suelo.
Pero hoy he recibido, un hilo que no era mío
y que hablaban de cadenas. Pero argollas ya las tuve
y me supe liberar, dejando el alma a pedazos
porque no pude cortar trozos que por ahí quedaron
en cualquier lugar.
Yo sí quiero ese camino que tus cadenas abrieron
y que, al ser tuyas, tú usas a tu libre voluntad.
Porque te gustan los retos que en las palabras escondes
y que yo dedique tiempo para una clave encontrar
y me quede con la duda de si será la verdad.
Yo te ofrezco mi invisible hilo y que con él
me tranquilices la noche, que tu mano en mi cabeza
me trasmita, como siempre, esa paz que sabes dar.
Y, que luego,ya de día, sepa con seguridad
que efectivamente existes,
que eres tú quien me trasmite
el cariño que yo siento,
con esa tranquilidad con que entro en el ensueño,
con mi yo y tu yo unidos por lo que sea,
cariño, amor, necesidad, aliento,
No me mandes las cadenas que yo te mando
un hilo muy, muy fino, que me marque el camino
de dónde viene, por si en algún momento me necesitas
sepa yo al enrollarlo llegar a tu isla.
no, no me mandes más cadenas
que no las quiero
porque si me las pones
me arrancaré la mano para librarme
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