sábado, 17 de septiembre de 2016

CONVERSACIONES CON DIOS (IV)

Estoy diciendo que el mundo existe tal como es - igual que un copo de nieve existe tal como es -
por voluntad de alguien. Ustedes lo han creado de este modo, del mismo modo que han creado
vuestra vida exactamente como es. Yo quiero lo que ustedes quieran. El día en que realmente quieran acabar con el hambre, dejará de haber hambre. Les he dado todos los recursos necesarios para hacerlo. Disponen de todas las herramientas para llevar a cabo esa decisión. No lo han hecho. Y no porque no puedan: mañana mismo podría terminar el hambre en el mundo. Pero han decidido no hacerlo.

Pretenden que hay buenas razones por las que 40.000 personas deben morir diariamente de hambre. No las hay. Pero al mismo tiempo que dicen que no pueden hacer nada para que dejen de morir de hambre 40.000 personas diarias, traen al mundo a 50.000 personas cada día, a una nueva vida. Y a eso lo llaman amor. Y a eso lo llaman el plan de Dios. Se trata de un plan que carece absolutamente de toda lógica o razón, por no hablar de la compasión.

En resumidas cuentas, te estoy demostrando que el mundo existe tal como es porque ustedes lo han decidido. Están destruyendo sistemáticamente su propio medio ambiente, y luego consideran los llamados desastres naturales como una evidencia de una broma cruel de Dios, o de la violencia de la naturaleza. Son ustedes mismos quienes se han gastado esa broma, y son ustedes los crueles.

Nada, nada en absoluto, es más amable que la naturaleza. Y nada, nada en absoluto, ha sido más cruel con la naturaleza que el hombre. Pero eluden cualquier compromiso, niegan toda responsabilidad. No es culpa suya, dicen, y en eso tienen razón. No es cuestión de culpa, sino de decisión.

Pueden decidir poner fin a la destrucción de sus selvas mañana mismo. Pueden decidir que se detenga la reducción de la capa de ozono que cubre su planeta. Pueden decidir suspender el continuo ataque a su ingenioso ecosistema terrestre. Pueden tratar de formar de nuevo el copo de nieve - o al menos detener su inexorable fusión -; pero ¿lo haran?

Del mismo modo, mañana mismo pueden poner fin a todas las guerras. Sencillamente, fácilmente. Lo único que hace falta - lo único que siempre ha hecho falta - es que se pongan de acuerdo. Pero si ustedes no se ponen de acuerdo en algo tan sencillo como acabar con el asesinato del otro, ¿cómo piden al cielo, agitando los puños, que ponga su vida en orden? Yo no haré nada por ustedes que ustedes no hagan por ustedes mismos. Esa es la ley y los profetas. El mundo es como es por causa suya, y de las decisiones que han tomado; o dejado de tomar. (No decidir también es decidir).

La tierra es como es por causa suya, y de las decisiones que han tomado; o dejado de tomar. Su propia vida es como es por causa suya, y de las decisiones que han tomado; o dejado de tomar.

¡Pero yo no he decidido ser atropellado por un camión! ¡Yo no he decidido ser atracado por un
ladrón, o violado por un maníaco! La gente podría decir eso. Hay gente en el mundo que podría
decir eso.

Todos ustedes provocan, originalmente, las condiciones que crean en el ladrón el deseo, o la necesidad percibida, de robar. Todos ustedes han creado la consciencia que hace posible la violación. Cuando vean en ustedes mismos la causa del crimen empezaran, por fin, a poner remedio a las condiciones de las que ha surgido.

Alimenten a sus hambrientos. Restituyan la dignidad a sus pobres. Den una oportunidad a los menos afortunados. Pongan fin a los prejuicios que mantienen a las masas amontonadas y enfurecidas, con pocas esperanzas de un mañana mejor. Destierren los absurdos tabúes y restricciones que afectan a la energía sexual; o, mejor aún, ayuden a los demás a entender realmente este prodigio y a canalizarlo correctamente. Hagan esto y habrán avanzado un largo trecho hacia la desaparición definitiva del robo y la violación.

En cuanto al llamado <> - el camión que surge en una curva, el ladrillo que cae del cielo -, aprendan a saludar a cada uno de estos incidentes como una pequeña parte de un mosaico mayor. Han venido aquí para encontrar un plan individual encaminado a su propia salvación. Pero salvación no significa salvarse de las trampas del diablo. No hay nada parecido al diablo, y el infierno no existe. De lo que se salvan es del olvido de la no-realización. No pueden perder esta batalla. No pueden fracasar. Así, no se trata en absoluto de una batalla, sino simplemente de un proceso. Pero si no lo saben, lo verán como una constante lucha. Pueden incluso creer en la lucha lo suficiente como para crear toda una religión en torno a ella. Esta religión enseñará que el fin de todo es la lucha. Pero se trata de una enseñanza falsa. No es a través de la lucha como se desarrolla el proceso. Y la victoria se consigue mediante la rendición. Los accidentes ocurren por que ocurren. Ciertos elementos del proceso vital se han dado al mismo tiempo, de una cierta manera y en un determinado momento, con unos determinados resultados, resultados que deciden calificar de desafortunados por sus propias razones particulares. Pero es posible que, en relación al proyecto de su alma, no lo sean en absoluto.

Déjame que te diga algo: no hay ninguna coincidencia, y nada sucede <>. Cada acontecimiento y aventura es convocado a Ustedes por Ustedes mismos, con el fin de que puedan crear y experimentar Quienes Son Realmente. Todos los auténticos Maestros lo saben. He ahí por qué los Maestros místicos permanecen imperturbables frente a las peores experiencias de la vida (tal como ustedes las llamarían).

Los grandes profesores de su religión cristiana lo entienden muy bien. Saben que a Jesús no lo inquietaba la crucifixión, aunque la esperaba. Podía haberse marchado, pero no lo hizo. Podía haber detenido el proceso en cualquier momento. Tenía el poder para hacerlo. Pero no lo hizo. Permitió que lo crucificaran con el fin de poder demostrar la salvación eterna del hombre. 
"Miren -dijo - lo que puedo hacer. Miren qué es lo verdadero. Y sepan que todo esto, y más, también lo harán ustedes. ¿No les he dicho que son dioses? Sin embargo, no lo creen. Entonces, si no pueden creer en ustedes mismos, crean en mí".

Tal fue la compasión de Jesús, que buscó - y creó - la manera de causar en el mundo tan fuerte impacto que todos pudieran alcanzar el cielo (la Auto-realización), si no de otro modo, por mediación de él; puesto que derrotó a la miseria y a la muerte. Igual que pueden hacer ustedes. La más magnífica enseñanza de Cristo no fue que tendrán vida eterna, sino que ya la tienen; no fue que serán hermanos en Dios, sino que ya lo son; no fue que tendrán todo lo que pidan, sino que ya lo tienen. Lo único que hace falta es que lo sepan, ya que son los creadores de su realidad, y la vida no les puede descubrir otro camino que el que ustedes piensen. Ustedes piensan que es así. Este es el primer paso en la creación. Dios padre es pensamiento. Su pensamiento es el progenitor que da origen a todas las cosas.

Esta es una de las leyes que hemos de recordar.

Sí.

¿Puedes mencionarme otras?

Ya se las he mencionado. Les he hablado de todas ellas desde el principio de los tiempos. Les he hablado de ellas una y otra vez. Les he enviado a un maestro tras otro. Pero no escuchan a mis maestros: los matan.

Pero ¿por qué? ¿Por qué matamos a los más santos de nosotros? Los matamos o los deshonramos, que viene a ser lo mismo. ¿Por qué?

Porque se alzan frente a cualquier pensamiento suyo que me niegue. Y para poder negarse a Ustedes mismos deben negarme a Mí.

¿Por qué querría negarte a Ti, o negarme a mí?

Porque tienen miedo. Y porque mis promesas son demasiado buenas para ser verdad. Porque no
pueden aceptar la más magnífica Verdad. Y así, deben reducirse a ustedes mismos a una espiritualidad que enseña el temor, la dependencia y la intolerancia, en lugar del amor, el poder y la aceptación.

Están llenos de temor; y su mayor temor es que Mi mayor promesa pueda ser la mayor mentira de la vida. Así, crean la mayor fantasía posible para defenderse de ello: afirman que cualquier promesa que les otorgue el poder - y les garantice el amor - de Dios debe ser una falsa promesa del diablo. Dios nunca haría una promesa semejante - se dicen a ustedes mismos -; solo el diablo, para tentarlos, negando la verdadera identidad de Dios como el más terrible, justiciero, celoso, vengativo y castigador de todos los seres.

Aunque esta descripción encaja mejor con la definición del diablo (si lo hubiera), han atribuido estos rasgos diabólicos a Dios, con el fin de convencerse a ustedes mismos de que no han de aceptar las promesas divinas de su Creador, o las cualidades divinas del Yo. Tal es el poder del temor.

Estoy tratando de alejar de mí el temor. ¿Seguirás hablándome de más leyes?

La Primera Ley es que pueden ser, hacer y tener cualquier cosa que sean capaces de imaginar. La Segunda Ley es que atraen sobre ustedes aquello que temen.

¿Y eso por qué?

La emoción es la fuerza que atrae. Aquello que más temas es lo que experimentarás. Un animal - que ustedes consideran una forma inferior de vida (aunque los animales actúan con más integridad y mayor coherencia que los humanos) - sabe inmediatamente si tienes miedo de él. Las plantas - a las que consideran una forma de vida todavía inferior a los animales - responden a las personas que las aman mucho mejor que a aquellas a quienes les traen sin cuidado. Nada de esto ocurre por casualidad. No existe la casualidad en el universo: sólo un magnífico diseño, un increíble copo de nieve.

La emoción es energía en movimiento. Cuando se mueve energía, se crea un efecto. Si se mueve la energía suficiente, se crea materia. La materia es energía condensada, comprimida. Si se manipula la suficiente energía de una determinada manera, se obtiene materia. Todos los Maestros entienden esta ley. Esta es la alquimia del universo. Este es el secreto de la vida. El pensamiento es energía pura. Cualquier pensamiento que tengan, hayan tenido o vayan a tener es creador. La energía de su pensamiento nunca muere. Nunca. Abandona su ser y se dirige al universo, expandiéndose por siempre. Un pensamiento es para siempre.

Todo pensamiento se coagula; todo pensamiento choca con otros pensamientos, entrecruzándose en un extraordinario laberinto de energía, formando una estructura en continuo cambio de indescriptible belleza e increíble complejidad.

La energía atrae a la energía semejante, formando (por utilizar un término sencillo) grupos de energía del mismo tipo. Cuando un número suficiente de grupos similares se entrecruzan con otros - chocan con otros -, entonces se adhieren unos a otros (por utilizar de nuevo un término sencillo). Se requiere la adhesión de una cantidad de energía de una magnitud inimaginable para formar la materia. Pero la materia se formará a partir de energía pura. En realidad, sólo se puede formar de este modo. Una vez la energía se ha convertido en materia, sigue siendo materia durante mucho tiempo, a menos que su construcción se vea alterada por una forma de energía opuesta, o distinta. Esta energía distinta, actuando sobre la materia, en realidad la desmembra, liberando la energía originaria de la que se compone.

Esta es, en términos elementales, la teoría que subyace a su bomba atómica. Einstein estuvo mucho más cerca que cualquier otro ser humano - anterior o posterior - de descubrir, explicar y utilizar el secreto creador del universo.

Ahora entenderás mejor cómo la gente de mente semejante puede unir sus esfuerzos para crear una realidad favorable. La frase "dónde quiera que dos o más se reúnan en mi nombre" adquiere así un sentido mucho mayor. Por supuesto, cuando sociedades enteras piensan de una determinada manera, ocurren muy a menudo cosas asombrosas, no todas necesariamente deseables. Por ejemplo, una sociedad que viva en el temor, muy a menudo - realmente, inevitablemente - produce aquello que más teme. Del mismo modo, grandes comunidades o congregaciones con frecuencia encuentran el poder de producir milagros en su pensamiento combinado (o lo que algunos llaman oración común).

Y debe quedar claro que incluso los individuos - si su pensamiento (oración, esperanza, deseo, sueño, temor) es extraordinariamente fuerte - pueden, en y por sí mismos, producir tales resultados. Jesús lo hizo regularmente. Él sabía como manipular la energía y la materia, cómo reorganizarla, cómo redistribuirla, cómo controlarla totalmente. Muchos Maestros lo han sabido.

Muchos lo saben.
Tú puedes saberlo. Ahora mismo.

Esta es la ciencia del bien y del mal de la que participaron Adán y Eva. En tanto no supieron esto, no podía existir la vida tal como la conocen. Adán y Eva - los nombres míticos con los que han representado al Primer Hombre y a la Primera Mujer - fueron el Padre y la Madre de la experiencia humana.

Lo que se ha descrito como la caída de Adán fue en realidad su elevación, el mayor acontecimiento en la historia de la humanidad; ya que, sin él, el mundo de la relatividad no existiría. El acto de Adán y Eva no fue el pecado original, sino - en realidad - la primera bendición. Debes agradecérselo desde el fondo de tu corazón, puesto que, al ser los primeros que tomaron una decisión "equivocada. Adán y Eva produjeron la posibilidad de tomar cualquier tipo de decisión.

En su mitología, han hecho de Eva una mujer : la tentadora que comió del fruto, la ciencia  del bien y del mal, y que tímidamente invito a Adán a unirse a ella. Esta base mitológica les ha permitido considerar, desde entonces, a la mujer como la "caída" del hombre, resultando de ello todo tipo de realidades pervertidas; por no hablar de los criterios distorsionados y confusiones relativas al sexo. (¿Cómo les parece tan bien algo que es tan malo?) Lo que más temen es lo que más les atormentará. El temor lo atraerá hacia ustedes como un imán. Todas sus escrituras sagradas - o cualquier tipo de creencia y tradición religiosa que han creado - contienen esta clara advertencia: no teman. ¿Crees que es por casualidad? Las Leyes son muy sencillas.

1. El pensamiento es creador.
2. El temor atrae a la energía semejante.
3. El amor es todo lo que hay.

¡Eh! ¡Me has cogido con la tercera! ¿Cómo puede ser el amor todo lo que hay si el temor atrae la
energía semejante?

El amor es la realidad última. Es lo único. Lo es todo. El sentimiento del amor es su experiencia de Dios.mm Al nivel de la más alta Verdad, el amor es todo lo que hay, todo lo que ha habido y todo lo que habrá. Cuando penetras en lo absoluto, penetras en el amor.
La esfera de lo relativo fue creada con el fin de que Yo pudiera experimentarme a Mí Mismo. Ya te lo he explicado. Pero eso no hace que la esfera de lo relativo sea real. Es una realidad creada que ustedes y Yo hemos inventado y seguimos inventando, con el fin de poder conocernos experiencialmente.
Sin embargo, la creación puede parecer muy real. Su objetivo es que parezca tan real que admitamos que verdaderamente existe. De este modo, Dios ha logrado crear "algo distinto de
Sí mismo (aunque estrictamente eso es imposible, puesto que Dios es - Yo Soy - Todo lo Que Existe). Al crear "algo distinto" - a saber, la esfera de lo relativo -, he producido un medio en el que ustedes pueden decidir ser Dios, en lugar de decirse simplemente que son Dios; en el que pueden experimentar la Divinidad como un acto de creación, más que como un concepto; en el que la pequeña vela en el sol - la pequeña alma - puede conocerse a sí misma como luz.

El temor es el otro extremo del amor. Es la polaridad primordial. Al crear la esfera de lo relativo, en primer lugar creé lo opuesto a Mí Mismo. Ahora bien, en la esfera en la que viven en el plano físico hay únicamente dos lugares del ser: el temor y el amor. Los pensamientos arraigados en el temor producirán un tipo de manifestación en el plano físico; los pensamientos arraigados en el amor producirán otro.

Los Maestros que han pasado por el planeta son aquellos que han descubierto el secreto del mundo relativo, negándose a reconocer su realidad. En resumen, Los Maestros son aquellos que han elegido solo el amor. En cualquier caso. En cualquier momento. En cualquier circunstancia. Aunque fueran asesinados, amaban a sus asesinos. Aunque fueran perseguidos, amaban a sus opresores.

A ustedes esto les resulta muy difícil de entender; y mucho más de imitar. No obstante eso es lo que han hecho siempre todos los Maestros. No importa de qué filosofía, ni de que tradición, ni de que religión: es lo que han hecho todos los Maestros.
Este ejemplo y esta lección se les han manifestado de manera muy clara. Una y otra vez, siempre
se les han mostrado. En todo tiempo y en cualquier lugar. Durante todas sus vidas y en cada momento. El universo se las ha ingeniado para poner esta Verdad delante de ustedes. En
canciones y relatos, en poemas y bailes, en palabras y en movimientos; en imágenes en
movimiento - que ustedes llaman <> - y en colecciones de palabras - que ustedes
llaman <> -.
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Su grito se ha oído desde la más alta montaña, su rumor se ha escuchado en el lugar más recóndito. El eco de esta verdad ha atravesado los pasillos de toda experiencia humana: el Amor es la respuesta. Pero no la han escuchado.

Ahora acudes a este libro, preguntándole a Dios de nuevo lo que Dios les ha dicho incontables veces de incontables formas. Pero te lo diré otra vez, aquí, en el contexto de este libro. ¿Me escucharas ahora? ¿Realmente me vas a oír? ¿Qué crees que te ha acercado a este material? ¿Cómo es que se halla en tus manos? ¿Acaso piensas que no sé lo que hago? En el universo no existen las casualidades.

He oído el grito de tu corazón. He visto la búsqueda de tu alma. Sé cuán profundamente has deseado la Verdad. En tu sufrimiento, como en tu alegría, has clamado por ella. Me has suplicado interminablemente. Muéstramela. Explícamela. Revélamela. Y eso estoy haciendo ahora, en términos tan claros que no puedas dejar de entenderme. En un lenguaje tan sencillo que no puedas confundirte. En un vocabulario tan común que no puedas perderte en la verborrea.

Sigamos, pues, adelante. Pregúntame cualquier cosa. Cualquier cosa. Me las ingeniaré para conducirte a la respuesta. Utilizaré al universo entero para hacerlo. Estáte, pues, atento. Este libro está lejos de ser mi única herramienta. Formula una pregunta; luego deja este libro. Mas observa. Escucha. Las palabras de la próxima canción que oigas. La información del siguiente artículo que leas. El argumento de la siguiente película que vayas a ver. Las palabras que cruces casualmente con la próxima persona que te encuentres. O el murmullo del próximo río, el próximo océano, la próxima brisa que acaricie tu oído. Todos estos recursos son Míos; todos estos caminos están abiertos para Mí. Te hablaré si Me escuchas. Vendré a ti si me invitas. Te mostraré entonces que siempre he estado ahí. En todas partes.

CAPÍTULO 2
"Me enseñarás el camino de la vida
hartura de goces, delante de tu rostro,
a tu derecha, delicias para siempre."
(Salmos, 16, 11)

He buscado el camino hacia Dios toda mi vida...

Sé que lo has hecho.

... y ahora lo he encontrado, y no puedo creerlo. Me parece estar aquí sentado, escribiéndome a mí mismo.

Es lo que estás haciendo.

Pero no creo que sea eso lo que debería parecerme una comunicación con Dios.

¿Quieres clarines y trompetas? Veré qué puedo hacer.

¿Sabes?, habrá quienes digan que todo este libro no es más que una blasfemia. Especialmente si
sigues haciéndote el gracioso.

Deja que te explique algo. Tienes la idea de que Dios sólo se muestra de una única manera. Esa es una idea muy peligrosa. Eso te impide ver a Dios en todas partes. Si crees que a Dios se le ve y se le oye sólo de una manera, o es sólo de una manera, Me mirarás sin verme día y noche. Te pasaras toda la vida buscando a Dios, y no le encontrarás; precisamente porque estarás buscando a alguien. Lo pongo como un ejemplo.

Se ha dicho que, si uno no ve a Dios en lo profano y en lo profundo, se esta perdiendo la mitad de la historia. Es un gran Verdad.

Dios está en la tristeza y en la carcajada, en lo amargo y en lo dulce. Detrás de cada cosa se oculta un propósito divino; y, por lo tanto, en cada cosa se halla la presencia divina.

Una vez empecé a escribir un libro titulado Dios es un bocadillo de salami.

Habría sido un buen libro. Yo te di esa inspiración. ¿Por qué no lo escribiste?

Me pareció una blasfemia. O, cuando menos, una horrible irreverencia. 

¡Querrás decir una maravillosa irreverencia! ¿De donde has sacado la idea de que Dios es solo
"reverente"? Dios es lo alto y lo bajo. Lo caliente y lo frío. La izquierda y la derecha. ¡Lo reverente y lo irreverente! ¿Acaso piensas que Dios no ríe? ¿Imaginas que Dios no disfruta con una buena broma? ¿Crees que Dios carece de sentido del humor? Deja que te diga algo: Dios inventó el humor. ¿Debes hablarme en un tono circunspecto cuando te dirijas a Mí? ¿Se hallan fuera de mi comprensión los términos fuertes o la jerga? Te aseguro que puedes hablarme como hablarías con tu mejor amigo. ¿Crees que hay alguna palabra que Yo no haya oído?, ¿una visión que no haya visto?, ¿un sonido que no conozca? ¿Crees acaso que desprecio alguno de ellos, mientras que gusto de los otros? Te aseguro que no desprecio nada. Nada de ello resulta repulsivo para Mí. Eso es la vida, y la vida es el don; el tesoro inenarrable; lo más sagrado de todo. Yo soy la vida, puesto que Yo soy la sustancia que constituye la vida. Cada uno de sus aspectos tiene un propósito divino. No existe nada, absolutamente nada, sin una razón conocida y aprobada por Dios.

¿Cómo puede ser eso? ¿Y que hay del mal que ha creado el hombre?

No pueden crear nada - ni un pensamiento, ni un objeto, ni un acontecimiento, ninguna experiencia de ninguna clase - que no sea el resultado del plan de Dios; puesto que el plan de Dios respecto a ustedes es que creen cualquier cosa - todo aquello - que quieran. En esta libertad reside la experiencia de Dios como siendo Dios, y esta es la experiencia para la que Yo les he creado a Ustedes. Y a la propia vida.

El mal es aquello a lo que ustedes llaman mal. Pero incluso eso es de mi agrado, puesto que sólo a través de eso que llaman mal pueden conocer el bien; sólo a través de eso que llaman obra del demonio pueden conocer y hacer la obra de Dios. Yo no amo más lo caliente que lo frío, lo alto que lo bajo, la izquierda que la derecha. Todo es relativo. Todo forma parte de lo que es.

Yo no amo más lo "bueno" que lo "malo". Hitler fue al cielo. Cuando entiendas esto, entenderás a Dios.

Sin embargo, me han enseñado a creer que el bien y el mal existen; que lo correcto y lo
equivocado son términos opuestos; que algunas cosas no están bien, no resultan aceptables a los
ojos de Dios.
Todo resulta "aceptable" a los ojos de Dios, ya que ¿cómo puede Dios no aceptar algo que es? Rechazar algo significa negar que existe. Decir que algo no está bien significa afirmar que no forma parte de Mí; y eso es imposible.

Sin embargo, sean fieles a sus creencias, y mantengan como ciertos sus valores, ya que se trata de los valores de sus padres, y de los padres de sus padres, de sus amigos y de su sociedad. Estos forman la estructura de su vida, y perderlos equivaldría a deshacer el tejido que constituye su experiencia. No obstante, examínenlos uno por uno. Revísenlos pieza por pieza. No deshagan la casa, pero observen cada uno de los ladrillos, y reemplacen los que vean que están rotos y no pueden soportar ya la estructura.

Sus ideas respecto a lo correcto y lo equivocado son sólo eso: ideas. Son pensamientos que constituyen la forma y crean la sustancia de Quienes Son. Sólo habría una razón para cambiar alguna de ellas; sólo un propósito para alterarlas: si no son felices siendo Quienes Son. Únicamente ustedes pueden saber si son felices. Sólo ustedes pueden decir de su vida:"esta es mi creación (mi hijo), en la que me complazco. Si sus valores les sirven, manténganlos. Argumenten a su favor. Luchen para defenderlos. Pero procuren luchar de manera que no hagan daño a nadie. El daño no es un ingrediente necesario en la receta.

Dices "sean fieles a sus valores" y, al mismo tiempo, que todos nuestros valores son equivocados. Ayúdame a entenderlo.

Yo no he dicho que sus valores sean equivocados. Pero tampoco que sean correctos. Son simplemente juicios. Afirmaciones. Decisiones. En su mayor parte, se trata de decisiones que no han tomado cada uno de ustedes, sino algún otro. Quizá sus padres. Su religión. Sus profesores, historiadores, políticos... Muy pocos de los juicios de valor que han incorporado a su verdad son juicios que han formulado ustedes mismos basándose en su propia experiencia. Pero la experiencia es lo que vinieron a buscar aquí, y por su experiencia iban a crearse a ustedes mismos. Pero ustedes se han creado a ustedes mismos por la experiencia de los demás. Si hubiera algo parecido al pecado, seria esto: permitirse a ustedes mismos haber llegado a ser lo que son por la experiencia de los demás. He aquí el "pecado"  que han cometido. Todos ustedes. No esperan a tener su propia experiencia, sino que aceptan la experiencia de los demás como el evangelio (literalmente), y luego, cuando se encuentran con la experiencia real por primera vez, permiten que lo que ya sabían acerca del encuentro oculte lo que realmente piensan.

Si no obraran así, podrían tener una experiencia completamente diferente; una experiencia que haría aparecer a su maestro o fuente original como equivocado. En la mayoría de los casos, no
quieren que sus padres, escuelas, religiones, tradiciones o sagradas escrituras aparezcan como equivocados, de modo que niegan su propia experiencia a favor de lo que les han dicho que piensen. Ninguna realidad puede ilustrar esto con mayor profundidad que su tratamiento de la sexualidad humana.

Todo el mundo sabe que, de entre todas las experiencias físicas al alcance de los humanos, la experiencia sexual puede ser la más atractiva, emocionante, poderosa, estimulante, renovadora,
energética, íntima, y con mayor capacidad de afirmación, unión y recreación. Aun habiendo descubierto esto experiencialmente, han decidido en cambio aceptar los juicios, opiniones e ideas previos acerca del sexo difundidos por otros; todos ellos con intereses creados en que piensen de una u otra manera.

Dichas opiniones, juicios e ideas han ido directamente contra su propia experiencia; sin embargo, debido a que no están dispuestos a considerar equivocados a sus maestros, se convencen a ustedes mismos de que debe ser su experiencia la que está equivocada. El resultado es que han traicionado su auténtica verdad en relación a esta cuestión; y ello con resultados devastadores.

Lo mismo han hecho con el dinero. En aquellos momentos de su vida en que tienen mucho dinero, se sienten estupendamente. Se sienten estupendamente recibiéndolo, y se sienten estupendamente gastándolo. No hay nada malo en ello, no hay ningún mal, nada intrínsecamente "equivocado". Sin embargo, han arraigado tan profundamente en ustedes las enseñanzas de los demás sobre este tema, que han rechazado su experiencia a favor de la "verdad".

Al haber adoptado esta "verdad" como suya, han construido pensamientos en torno a ella;
pensamientos que son creadores. Han pues, creado una realidad personal en torno al dinero que
lo aleja de ustedes; ya que ¿para qué tratarían de atraer algo que no es bueno?

Sorprendentemente, han creado la misma contradicción en torno a Dios. Todas sus experiencias más profundas acerca de Dios les dicen que Dios es bueno. Todos aquellos profesores suyos que les enseñan algo acerca de Dios les dicen que Dios es malo. Su corazón les dice que hay que amar a Dios sin temerle. Sus profesores les dicen que hay que temer a Dios, puesto que es un Dios vengativo. Han de vivir en el temor a la cólera de Dios, dicen. Deben temblar en su presencia.

Durante toda su vida han de temer el juicio del Señor - les han dicho -, pues el Señor es "justo" ,y todo lo sabe; y se hallaran en apuros cuando se enfrenten a la terrible justicia del Señor. Deben, pues, "obedecer"  los mandamientos de Dios. O si no...

Sobre todo, no han de formular preguntas lógicas tales como: "si Dios quiere una estricta obediencia a sus leyes, ¡por qué creó la posibilidad de que dichas leyes fueran violadas?". Todos sus maestros les dicen que porque Dios quería que tuvieran "libre albedrío". Sin embargo, ¿qué clase de libre albedrío es ese, si elegir una cosa en lugar de otra lleva la condenación? ¿Cómo la "libre voluntad" puede ser libre, si no es su voluntad, sino la de algún otro, la que deben cumplir? Quienes eso les enseñan hacen de Dios un hipócrita.

Se les ha dicho que Dios perdona y es compasivo; pero si no le piden perdón del "modo correcto", si no "se dirigen a Dios" de la manera adecuada, su súplica no será escuchada, su clamor quedará sin respuesta. Incluso eso no sería tan malo si hubiera una sola manera adecuada;
pero se enseñan tantas "maneras adecuadas" como profesores hay.

Así la mayoría de ustedes pasan casi toda su vida adulta buscando la manera "correcta" de
rendir culto, de obedecer y de servir a Dios. La ironía del asunto está en que Yo no quiero su culto, Yo no necesito su obediencia, y no necesitan servirme.

Este tipo de comportamientos son los que históricamente han exigido de sus súbditos los monarcas; normalmente, monarcas egocéntricos, inseguros y tiránicos. En absoluto son exigencias divinas; y es extraordinario que el mundo no haya llegado ya a la conclusión de que tales exigencias son falsas, de que no tienen nada que ver con las necesidades o los deseos de Dios.

La divinidad no tiene necesidades. Todo lo Que Hay es exactamente eso: todo lo que hay. Por lo tanto, no quiere nada, ni carece de nada; por definición.

Si quieren creer en un Dios que de alguna manera necesita algo - y se siente tan dolido si no lo obtiene que castiga a aquellos de quienes esperaba recibirlo -, entonces es que quieren creer en un Dios mucho más pequeño que Yo. Y verdaderamente son Hijos de un Dios Menor.

No, hijos míos; por favor, déjenme que les asegure una vez más, por medio de este texto, que no tengo necesidades. No necesito de nada. Esto no significa que no tenga deseos. Deseos y necesidades no son la misma cosa (aunque para muchos de ustedes lo sean en su vida actual). El deseo es el principio de toda creación. Es el primer pensamiento. Es un sentimiento grandioso en el alma. Es Dios, decidiendo qué va a crear.

¿Y cuál es el deseo de Dios?

Yo deseo, en primer lugar, conocerme y experimentarme a Mí mismo, en toda Mi gloria; saber Quien Soy. Antes de inventarlos a ustedes - y todos los mundos del universo - era imposible para Mí hacerlo.

En segundo lugar, deseo que puedan conocer y experimentar Quienes Realmente Son, por medio del poder que les he dado de crearse y experimentarse a ustedes mismos de cualquier modo que escojan.

En tercer lugar, deseo que todo el proceso de la vida sea una experiencia de constante alegría, de continua creación, de interminable expansión y de total realización en cada momento. He establecido un sistema perfecto mediante el que estos deseos puedan realizarse. Se están realizando ahora, en este mismo momento. La única diferencia entre ustedes y Yo es que Yo lo sé.

En el momento en que alcancen el conocimiento pleno (momento que puede sobrevenir en cualquier instante), ustedes sentirán lo mismo que Yo siento constantemente: una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimientos totales.
Estas son las cinco actitudes de Dios; y, antes de seguir adelante con este diálogo, te mostraré cómo la aplicación de dichas actitudes en tu vida actual puede conducirte - y te conducirá - hacia la santidad.

Todo esto constituye una respuesta muy larga para una pregunta muy corta.

Sí, se fiel a tus valores, en la medida en que experimentes que te son útiles. Pero mira a ver si estos valores que te sirven a ti, con tus pensamientos, palabras y actos, traen al espacio de tu experiencia la idea mejor y más alta que jamás hayas tenido de ti mismo.

Examina tus valores uno por uno. Somételos a la luz del escrutinio público. Si puedes decir al mundo quién eres y en qué crees sin vacilaciones ni indecisiones, entonces eres feliz contigo mismo. No hay ninguna razón para ir más allá en este diálogo conmigo, puesto que ya has creado a un Yo - y una vida para este Yo - que no necesita ninguna mejora. Has alcanzado la perfección. Puedes dejar este libro.

Mi vida no es perfecta, ni siquiera se acerca a la perfección. No soy perfecto. En realidad, soy un
cúmulo de imperfecciones. Me gustaría - a veces de todo corazón - poder corregir esas
imperfecciones; lo que yo sé que origina mis comportamientos, que provoca mis caídas, que me
mantiene en mi camino. Supongo que por eso es por lo que he acudido a Ti. No he sido capaz de
encontrar las respuestas por mí mismo.

Estoy contento de que hayas acudido a Mí. Siempre he estado dispuesto a ayudarte. Y lo estoy ahora. No tienes por qué encontrar las respuestas por ti mismo. Nunca has tenido por qué.
Pero parece tan... presuntuoso... sencillamente sentarse y dialogar contigo de este modo... y
mucho más imaginar que Tú - Dios - me respondes. Quiero decir que es una locura.

Ya veo. Los autores de la Biblia estaban cuerdos, pero tú estas loco. Los autores de la Biblia fueron testigos de la vida de Cristo, y reprodujeron fielmente lo que vieron y oyeron.

Falso.

 La mayoría de los autores del Nuevo Testamento nunca conocieron ni vieron a Jesús en su vida. Vivieron muchos años después de que Jesús abandonara la tierra. No habrían reconocido a Jesús de Nazaret aunque se hubieran cruzado con él en la calle.

Pero...

Los autores de la Biblia fueron grandes creyentes y grandes historiadores. Recogieron los relatos que habían llegado hasta ellos y sus amigos de boca de sus mayores - quienes, a su vez, los habían oído a sus mayores -, hasta que finalmente surgió una recopilación escrita. Y no todos los autores de la Biblia fueron incluidos en el documento final.
Ya habían surgido las "iglesias" en torno a las enseñanzas de Jesús; y - como sucede siempre y dondequiera que la gente se agrupe en torno a una idea poderosa - hubo ciertos individuos en el seno de dichas iglesias, o enclaves, que determinaron qué partes de la historia de Jesús bebían mencionarse y cómo. Este proceso de selección y corrección continuó durante toda la recopilación, redacción y publicación de los evangelios y la Biblia.

Incluso varios siglos después de que se consignaran las escrituras originales, un Alto Consejo de la Iglesia determinó, una vez más, que doctrinas y verdades había que incluir en la Biblia oficial de entonces; y qué resultaría "malsano" o "prematturo" revelar a las masas.
Además, ha habido otras sagradas escrituras, cada una de ellas fruto de un momento de inspiración de hombres por lo demás corrientes, ninguno de los cuales estaba más loco que tú.

¿No estaras sugiriendo que estos textos podrían llegar a ser un día "Sagradas Escrituas"?

Hijo mío, todo en la vida es sagrado. Desde esta perspectiva, sí, son sagradas escrituras. Pero no
quiero hacer juegos de palabras contigo, pues sé lo que quieres decir. No, no estoy sugiriendo que este manuscrito llegará a convertirse un día en sagrada escritura. Al menos no durante algunos cientos de años, o hasta que su lenguaje no se vuelva anticuado.

Mira: el problema es que este lenguaje es demasiado coloquial, demasiado familiar, demasiado contemporáneo. La gente supone que, si Dios hablara directamente con uno, su voz no sonaría como la del vecino de al lado. La estructura del lenguaje debe poseer una matiz de unidad, por no decir de divinidad; un matiz de dignidad; una sensación de santidad.

Como he dicho antes, esto es sólo una parte del problema. La gente tiene una percepción de Dios como Alguien que " se manifiesta"  de una única forma. Cualquier cosa que viole esta forma se considera una blasfemia. Lo que yo he dicho antes. Lo que tú has dicho antes.

Pero vayamos al fondo de la cuestión. ¿ Por qué te parece una locura que tú puedas mantener un
diálogo con Dios? ¿acaso no crees en la oración?

Sí, pero esto es distinto. Para mí, la oración siempre ha tenido una sola dirección. Yo pregunto, y
Dios permanece inmutable.

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