domingo, 30 de octubre de 2016

CONVERSACIONES CON DIOS. VOLUMEN 3 (I)

(TERCERA PARTE)
NEALE DONALD WALSCH.






CONVERSACIONES CON DIOS
(3º PARTE)
CAPÍTULO 1.

Es Domingo de Pascua de 1994 y estoy aquí, con la pluma en la mano, como me lo indicaron. Estoy esperando a Dios. Prometió presentarse, como lo hizo en las dos Pascuas Pasadas, para iniciar otra conversación de un año. La tercera y última, por ahora.

Este proceso, esta comunicación extraordinaria, empezó en 1992. Estará terminado en la Pascua de 1995. Tres años, tres libros. El primero trató asuntos principalmente personales, como las relaciones románticas, encontrar el trabajo adecuado, tratar con las energías poderosas del dinero, el amor, el sexo y Dios y como integrarlas a nuestras vidas cotidianas. El segundo libro amplió esos temas, tratando consideraciones geopolíticas importantes, como la naturaleza de los gobiernos, cómo crear un mundo sin guerra, la base para una sociedad internacional unificada. Esta tercera parte final de la trilogía se enfocará, según me dicen, en los asuntos más grandes que enfrenta el hombre. Conceptos que tratan con otros reinos, otras dimensiones y cómo toda la intrincada trama encaja entre sí.

El proceso ha sido:

Verdades Individuales
Verdades Globales
Verdades Universales

Al igual que con los dos primeros manuscritos, no tengo idea hacia dónde se dirige éste. El proceso es simple Coloco la pluma en el papel, formulo una pregunta y veo los pensamientos que llegan a mi mente. Si no hay nada allí, sino recibo palabras, dejo todo hasta otro día. Todo el proceso tomo aproximadamente un año para el primer libro y más de un año para el segundo. (Ese libro todavía está en proceso cuando éste comienza.)

Espero que este sea el libro más importante de todos.

Por primera vez desde que empezó este proceso, me siento muy cohibido respecto a él. Han transcurrido dos meses desde que escribí los primeros cuatro o cinco párrafos. Dos meses desde la Pascua y nada se ha presentado, nada aparte de mi timidez.

He pasado dos semanas revisando y corrigiendo errores en el manuscrito del primer libro de esta trilogía y apenas esta semana recibí la versión final corregida del Libro 1, sólo para enviarla nuevamente para que lo corrijan, con 43 errores separados por corregir. Mientras tanto, el segundo libro todavía en manuscrito, se terminó apenas la semana pasada, con dos meses de retraso. (Se suponía que estaría terminado para la Pascua de 1994.) Este libro, iniciado el Domingo de Pascua, a pesar del hecho de que el Libro 2 no estaba terminado y ha permanecido en su carpeta desde entonces. Ahora que el Libro 2 esta terminado, pide atención.

No obstante, por primera vez desde 1992, cuando todo esto empezó, parece que me resisto ante este proceso, sino es que casi lo resiento. Me siento atrapado por la tarea y nunca me ha gustado hacer nada que tenga que hacer. Más aún, después de haber distribuido entre algunas personas copias no corregidas del primer manuscrito y de haber escuchado sus reacciones, estoy convencido de que estos tres libros serán ampliamente leídos, examinados, analizados por su relevancia teológica y apasionadamente discutidos durante docenas de años.
Esto dificultó mucho llegar a esta página y considerar mi amiga a esta pluma, por que aunque sé que este material debe publicarse, también sé que me estoy exponiendo a los ataques más soeces, al ridículo y quizá incluso al odio de muchas personas, por atreverme a dar esta información y por anunciar que Dios me la dio directamente.

Creo que mi mayor temor es que demostraré ser un vocero inadecuado e inapropiado de Dios, debido a la serie de errores y transgresiones que parecen interminables y que han marcado mi vida y caracterizado mi comportamiento.

Las personas que me conocieron en el pasado, incluyendo mis ex esposas y mis propios hijos, tendrán todo el derecho de dar un paso hacia delante y denunciar estos escritos, basándose en mi desempeño sin brillo como ser humano en las funciones simples y rudimentarias de esposo y padre. Fracasé miserablemente en esto, así como en otros aspectos de la vida relacionados con la amistad, la integridad, la industria y la responsabilidad.

En resumen, estoy muy consciente de que no soy digno de presentarme como hombre de Dios o mensajero de la verdad. Debería ser la última persona en asumir dicho papel o incluso en suponerlo. Cometo una injusticia con la verdad al suponer que la expreso, cuando toda mi vida ha sido un testimonio de mis debilidades.

Por estos motivos, Dios, te pido que me releves de mis deberes como Tu escriba y que encuentres a alguien cuya vida lo haga digno de tal honor.

Me gustaría terminar lo que empezamos aquí, aunque no tienes obligación de hacerlo. No tienes
obligaciones Conmigo ni con nadie más, aunque comprendo que tu pensamiento te hace sentir mucha culpa.
Le he fallado a la gente, incluyendo a mis propios hijos. 

Todo lo que ha sucedido en tu vida sucedió perfectamente para que tú y todas las almas relacionadas contigo crecieran con exactitud de la manera que necesitaban y deseaban crecer.
Ésa es la salida perfecta construida por todos los que en la New Age desean escapar de la responsabilidad de sus acciones y evitar los resultados desagradables.

Siento que he sido egoísta, increíblemente egoísta, la mayor parte de mi vida y que he hecho lo que meagrada, sin importar el impacto que esto cause en otras personas.

No hay nada de malo en hacer lo que te agrada...

Sin embargo, muchas personas resultaron lastimadas, decepcionadas...

Está sólo la pregunta de qué te agrada más. Parece que dices que lo que ahora te agrada más son los comportamientos que causan poco o ningún daño a los demás.

Eso es expresarlo con gentileza.

A propósito. Debes aprender a ser amable contigo mismo y dejar de juzgarte.

Eso es difícil, en particular cuando los demás están listos para juzgar. Siento que voy a ser una vergüenza para Ti y para la verdad; que si insisto en terminar y publicar esta trilogía, seré un embajador pobre de Tu mensaje y lo desacreditaré.

No puedes desacreditar la verdad. La verdad es la verdad y no puede ser probada ni desaprobada.
Simplemente es la verdad.

La maravilla y la belleza de mi mensaje no pueden ser ni serán afectadas por lo que piense la gente de ti. En realidad, eres uno de mis mejores embajadores, porque has vivido tu vida de una manera que llamas menos que perfecta. Las personas pueden relacionarse contigo, incluso cuando te juzgan. Si comprenden que eres verdaderamente sincero, pueden incluso perdonar tu sórdido pasado.

No obstante, te diré esto. Mientras estés preocupado por lo que los demás piensen de ti, ellos serán tus dueños.

Sólo cuando no requieras la aprobación exterior; podrás ser dueño de ti mismo.

Mi preocupación era más por el mensaje que por mí. Me preocupaba que el mensaje se deshonrara.

Si te preocupa el mensaje, entonces comunícalo. No te preocupes por deshonrarlo. El mensaje hablará por sí solo.

Recuerda lo que te enseñé. No es tan importante lo bien que se reciba el mensaje, sino lo bien que se envíe.

Recuerda también esto: enseñas lo que tienes que aprender.

No es necesario haber logrado la perfección para hablar sobre ésta.

No es necesario haber logrado la maestría para hablar de ella.

No es necesario haber alcanzado el nivel más alto de evolución para hablar de éste.

Sólo trata de ser genuino. Esfuérzate por ser sincero. Si deseas deshacer todo el daño que imaginas que hiciste, demuéstralo en tus acciones. Haz lo que puedas hacer y después deja las cosas en paz.

Resulta más fácil decirlo que hacerlo. En ocasiones me siento demasiado culpable.

La culpa y el temor son los únicos enemigos del hombre.

La culpa es importante. Nos indica que actuamos mal.

Mal... no hay tal cosa. Sólo hay lo que no te sirve; que no dice la verdad acerca de Quién Eres y Quién Eliges Ser.

La culpa es el sentimiento que te mantiene apegado a quién no eres.

Sin embargo, la culpa es el sentimiento que al menos nos permite notar que erramos el camino.

Estás hablando de consciencia, no de culpa. Te diré esto. La culpa es una plaga en la tierra, el veneno que mata la planta.

No crecerás a través de la culpa, sino que sólo te marchitarás y morirás.

La consciencia es lo que buscas. No obstante, la consciencia no es culpa y el amor no es temor.

Repito que el temor y la culpa son tus únicos enemigos. El amor y la consciencia son tus verdaderos amigos.

No debes confundir uno con el otro, puesto que uno te matará, mientras que el otro te da vida.

Entonces, ¿no debo sentir culpa por nada?

Nunca, jamás. ¿Qué bien hay en eso? Únicamente te permite no amarte a ti mismo y eso mata cualquier posibilidad de que puedas amar a otra persona.

¿Y no debo temer nada?

El temor y la precaución son dos cosas diferentes. Sé precavido, sé consciente, pero no seas temeroso. El temor sólo paraliza, mientras que la consciencia moviliza. Debes movilizarte, no paralizarte.

Siempre me enseñaron el temor a Dios.

Lo sé y desde entonces has estado paralizado en tu relación Conmigo. Sólo cuando dejas de temerme, podrás crear cualquier clase de relación significativa Conmigo. Si pudiera darte cualquier don, o cualquier gracia especial, eso te permitiría encontrarme, eso sería arrojo. Benditos sean los que no temen, porque ellos conocerán a Dios. Eso significa que debes ser lo bastante osado como para olvidar lo que piensas que sabes acerca de Dios. Debes ser lo suficientemente valiente para alejarte de lo que otros te han dicho sobre Dios. Debes ser tan intrépido como para osar entrar en tu propia experiencia de Dios.

Entonces no debes sentir culpa por eso. Cuando tu propia experiencia viole lo que pensabas que sabías y lo que todos los demás te han dicho sobre Dios, no debes sentir culpa.
El temor y la culpa son los únicos enemigos del hombre.

Aún así, hay quien dice que hacer lo que Tú sugieres es negociar con el diablo; que sólo el diablo sugeriría algo así.

No hay diablo.

Eso es algo que también diría el diablo.

El diablo diría todo lo que Dios dice, ¿no es así?

Sólo que más inteligentemente.

¿El diablo es más inteligente que Dios?

Digamos que más astuto.

Entonces, ¿el diablo confabula al decir que Dios diría?

Con un pequeño giro, sólo lo suficiente para sacar a uno del camino, para conducirlo por el camino
equivocado

Creo que tenemos que hablar un poco sobre el diablo.

Hablamos mucho sobre esto en el Libro 1.

En apariencia, no lo suficiente. Además, quizá algunas personas no leyeron el Libro 1 o el Libro 2. Por lo tanto,creo que un buen comienzo sería resumir algunas de las verdades que aparecen en esos libros. Eso establecerá la base para las verdades universales más grandes en este tercer libro. Hablaremos sobre el diablo desde el principio. Deseo que sepas cómo y por qué se inventó esa entidad.

Muy bien, de acuerdo. Tú ganas. Ya estoy en el diálogo y en apariencia va a continuar. Sin embargo, hay algo que la gente debe saber cuando yo inicié esta tercera conversación: ha transcurrido medio año desde que escribí las primeras palabras aquí presentadas. Hoy es el 25 de noviembre de 1994, el día siguiente al Día de Gracias. He tardado 25 semanas en llegar hasta aquí; 25 semanas desde tus últimas palabras que aparecen arriba, hasta mis palabras en este párrafo. Han sucedido muchas cosas durante esas 25 semanas. No obstante, algo que sucedió es que este libro no ha avanzado ni un centímetro. ¿por qué esta tomando tanto tiempo esto?

¿Te das cuenta cómo puedes bloquearte? ¿Comprendes cómo puedes sabotearte? ¿Comprendes cómo puedes detenerte de pronto cuando estás a punto de lograr algo bueno? Has hecho esto toda tu vida.

¡Hey, espera un minuto! No soy quién está obstruyendo este proyecto. No puedo hacer nada, no puedo escribir ni una sola palabra, a no ser que me sienta... Odio emplear esta palabra, pero supongo que tengo que hacerlo... inspirado para acercarme a este block de papel amarillo y continuar. ¡La inspiración es cosa Tuya, no mía!

Comprendo. Entonces, piensas que Yo me he estancado, no tú.

Sí, algo parecido.

Mi maravilloso amigo, esto es algo muy tuyo... y de otros seres humanos. Te sientas sobre las manos medio año, no haces nada acerca de tu mayor bien, en realidad, lo apartas de ti y después culpas a alguien o a algo ajeno a ti porque no llegas a ninguna parte. ¿No ves un patrón aquí?

Bueno...

Te diré esto: no hay un momento en que no esté contigo; nunca hay un momento en que no esté listo.

¿Acaso no te dije esto con anterioridad?

Bueno, sí, pero...

Siempre estoy contigo, incluso hasta el final del tiempo. No obstante, no impondré Mi voluntad sobre ti... nunca.

Elijo el mejor bien para ti, pero principalmente, elijo tu voluntad para ti. Esta es la medida de amor más segura. Cuando deseo para ti lo que tú deseas para ti, entonces, en verdad te amo. Cuando deseo para ti lo que yo deseo para ti, entonces, me estoy amando, a través de ti.

Por lo tanto, con la misma medida puedes determinar si otras personas te aman y si tú en verdad amas a los demás. El amor no elige nada para sí, sino que sólo busca hacer posibles las preferencias de la persona amada.

Eso parece contradecir en forma directa lo que tu dijiste en el Libro 1 acerca de que al amor no le preocupa lo que la otra persona es, hace y tiene, sólo lo que el Yo esta siendo, haciendo y teniendo. Esto me hace formular otras preguntas, como... ¿qué hay acerca de la madre que le grita al niño, ¡Aléjate de la calle O mejor aún, que arriesga su propia vida al correr entre el tráfico para quitar de allí al niño? ¿Qué hay acerca de esa madre? ¿Acaso no está amando a su hijo? Sin embargo, impuso su propia voluntad. Recuerda que el niño estaba en la calle porque quería estar allí.
¿Cómo explicar estas contradicciones?

No hay contradicción; sin embargo, no puedes ver la armonía. No comprenderás esta doctrina divina acerca del amor, hasta que comprendas que para Mí, mi elección más preciada es la misma que la tuya. Esto se debe a que tú y Yo somos uno.

La Doctrina Divina es también una Dicotomía Divina y esto es porque la vida en sí es una dicotomía, una experiencia dentro de la cual dos verdades aparentemente contradictorias pueden existir en el mismo espacio y al mismo tiempo.

En este caso, las verdades en apariencia contradictorias son que tú y Yo estamos separados y que tú y Yo somos uno. La misma contradicción aparente se presenta en la relación entre tú y todos los demás.

Sostengo lo que dije en el Libro 1: el error más grande que cometen las personas en las relaciones humanas es preocuparse por lo que la otra persona desea, es, hace o tiene. Deben preocuparse únicamente por el Yo.

¿Qué está siendo, haciendo o teniendo el Yo? ¿Qué desea, necesita o elige el Yo? ¿Cuál es la elección más preciada para el Yo? Sostengo también otra afirmación que hice en ese libro: La elección más preciada para el Yo se convierte en la elección más preciada para otra persona, cuando el Yo comprende que no hay nadie más.

Por lo tanto, el error no está en elegir lo que es mejor para ti, sino en no saber lo que es mejor. Esto surge por no saber Quién Eres Realmente , mucho menos quién buscas ser.

No comprendo.

Permite que te dé un ejemplo. Si intentas ganar las 500 millas de Indianápolis, conduciendo a 240 kilómetros por hora, podría ser lo mejor para ti. No obstante, si tu intención es llegar a salvo al supermercado, no es la elección correcta.

Estás diciendo que todo es contextual.

Sí. Todo en la vida lo es. Lo que es mejor depende de quién eres y quién intentas ser. No puedes elegir con inteligencia lo que es mejor para ti, hasta que inteligentemente decidas quién y qué eres. Yo, como Dios, sé lo que intento ser. Por lo tanto, sé lo que es mejor para Mí.

¿Y qué es eso? Dime, ¿qué es mejor para Dios? Esto debe ser interesante...

Lo que es mejor para Mí es darte lo que decidas que es mejor para ti, porque lo que estoy tratando de ser es Yo mismo, expresado y lo estoy siendo a través de ti.

¿Estás comprendiendo esto?

Sí, lo creas o no, en realidad lo comprendo.

Bien. Ahora te diré algo que quizá se te dificulte creer.

Siempre te doy lo que es mejor para ti... aunque admito que no siempre lo sabes.
Este misterio aclara un poco que has empezado a comprender lo que me propongo.
Soy Dios.
Soy la Diosa.
Soy el ser Supremo. El Todopoderoso. El Principio y el Fin, Alfa y Omega.
Soy la Suma y la Substancia. La Pregunta y la Respuesta. Lo Superior y lo Inferior. La Izquierda y la Derecha.
El Aquí y el Ahora. El Antes y el Después.
Soy la Luz y soy la Oscuridad que crea la Luz y la hace posible. Soy la Bondad sin fin y la Maldad que hace buena la  Bondad. Soy todas estas cosas, el Todo de Todo y no puedo experimentar alguna parte de Mi Ser sin experimentar Todo Mi Ser.

Y esto es lo que no comprendes acerca de Mí. Deseas hacerme uno y no el otro. Lo alto y no lo bajo. El bien y no el mal. No obstante, al negar la mitad de Mí, niegas la mitad de tu Yo y al hacerlo, nunca puedes ser Quién Eres Realmente.

Soy el Todo Magnífico y lo que intento es conocerme experimentalmente. Hago esto a través de ti y a través de todo lo que existe. Estoy experimentando Mi Yo como magnífico mediante las elecciones que hago, puesto que cada elección es autocreativa. Cada elección es definitiva. Cada elección me representa. Esto es, representa a Mí y a Quién Yo Elijo Ser Ahora.

Sin embargo, no puedes elegir ser magnífico, a no ser que haya algo de lo cual elegir. Alguna parte de Mí debe ser menos que magnífica para que Yo elija la parte de Mí que es magnífica.

Lo mismo sucede contigo.

Soy Dios, en el acto de crear Mi Yo.

Tú también lo eres.

Esto es lo que tu alma anhela hacer. Esto es lo que ansía tu espíritu.

Si evitara que tuvieras lo que eliges, evitaría que Mi Yo tuviera lo que Yo elijo. Mi mayor deseo es experimentar Mi Yo como lo Que Soy. Como lo expliqué cuidadosa y esmeradamente en el libro 1, sólo puedo hacer lo que está en el espacio de lo Que No Soy.

Por este motivo, creé cuidadosamente lo Que No Soy, para poder experimentar lo Que Yo Soy.
Sin embargo, soy todo lo que creo; por lo tanto, Yo Soy, en un sentido, lo Que Yo No Soy.

¿Cómo alguien puede ser lo que no es?

Fácil. Lo haces todo el tiempo. Sólo observa tu comportamiento.
Trata de comprender esto. No hay nada que Yo no sea. Por lo mismo, 

Yo Soy lo que Yo Soy y Yo Soy Lo Que Yo No Soy.

ESTO ES DICOTOMÍA DIVINA.

Éste es el Misterio Divino que, hasta ahora, sólo las mentes más sublimes pueden comprender. Aquí te lo revelo de una manera en la que más personas puedan comprenderlo.
Éste era el mensaje del Libro 1 y debes comprender esta verdad básica, debes conocerla profundamente, si deseas entender y conocer las verdades incluso más sublimes que presentaré aquí, en el Libro 3.

Ahora, permite que mencione una de estas verdades más sublimes, ya que contiene la respuesta a la segunda parte de tu pregunta.

Esperaba que regresáramos a esa parte de mi pregunta. ¿Cómo es que la madre ama al niño, si dice o hace lo que es mejor para el hijo, incluso si tiene que contrariar la propia voluntad del niño para hacerlo? ¿O acaso la madre demuestra el amor más verdadero al permitir que el niño juegue en el tráfico?

Ésta es una pregunta maravillosa. Es la pregunta que formulan todos los padres, en una u otra forma, desde que empezó la paternidad. La respuesta es la misma para ti como padre, que para Mí como Dios.

Entonces, ¿cuál es la respuesta?

Paciencia hijo Mío, paciencia. Todas las cosas buenas llegan a aquellos que esperan. ¿Nunca has oído eso?

Sí, mi padre solía decirlo y yo lo odiaba.

Sí, puedo comprender eso. Sin embargo, debes tener paciencia contigo mismo, en especial, si lo que eliges no te proporciona lo que piensas que deseas. La respuesta a la segunda parte de tu pregunta, por ejemplo.

Dijiste que quieres la respuesta, pero no la eliges. Sabes que no la estás eligiendo, porque no experimentas tenerla. En verdad, tienes la respuesta y la has tenido todo el tiempo. Sencillamente, no la estás eligiendo. Eliges creer que no conoces la respuesta, por lo tanto, no la conoces.

Sí, ya hablaste también sobre esto en el Libro 1. Tengo todo lo que elijo tener en este momento, incluyendo la comprensión total de Dios; no obstante, no experimentaré tenerla, hasta que sepa que la tengo.

¡Precisamente! Lo expresaste a la perfección.

¿Cómo puedo saber que lo tengo, hasta experimentar que lo tengo? ¿Cómo puedo saber algo que no he experimentado? ¿Acaso no dijo una gran mente, Todo saber es experiencia?

Estaba en un error.

Saber no sigue a la experiencia, sino que la precede.

En esto, la mitad del mundo entiende lo contrario. Entonces, quieres decir que tengo la respuesta a la segunda parte de mi pregunta, ¿sólo que no sé que la tengo?

Exactamente.

Sin embargo, no sé que la tengo, entonces, no la tengo.

Sí, ésa es la paradoja.

No la tengo... excepto que lo sepa.

Así es.

Entonces, ¿cómo puedo llegar a esta situación de saber que sé algo, si no sé que lo sé?

Para saber que sabes, actúa como si supieras.

Mencionaste también algo acerca de eso en el Libro 1.

Sí. Un buen punto para comenzar aquí sería recapitular lo que se habló en la enseñanza previa. Sucede que formulas las preguntas correctas, permitiéndome resumir en pocas palabras, al principio de este libro, la información que discutimos con cierto detalle en el material anterior.

Ahora, en el Libro 1, hablamos acerca del paradigma Ser - Hacer - Tener y cómo lo han invertido casi todas las personas. Casi toda la gente cree que si tiene alguna cosa (más tiempo, dinero, amor o lo que sea), puede finalmente hacer algo (escribir un libro, tener un pasatiempo, ir de vacaciones, comprar una casa, iniciar una relación), lo que le permitirá ser algo (feliz, pacífico, contento o estar enamorado).

En realidad, están revirtiendo el paradigma Ser - Hacer - Tener. En el universo como es en realidad (opuesto a como tú piensas que es), el tener no produce ser, sino todo lo contrario.

Primero eres ese algo llamado feliz (o conocedor o sabio o compasivo o cualquier otra cosa), luego empiezas a hacer las cosas desde este punto de ser y pronto descubres que lo que estás haciendo termina proporcionándote las cosas que siempre deseaste tener.
La manera de poner en movimiento este proceso creativo (y eso es lo que es... el proceso de la creación) es saber lo que deseas tener, preguntarte lo que piensas que serías si tuvieras eso y, enseguida, ir directamente a ser.
De esta manera, inviertes la forma en que has utilizado el paradigma Ser - Hacer - Tener en realidad, lo estableces correctamente y trabajas con la fuerza creativa del universo, en lugar de contra ella.

Ésta es una forma resumida de expresar este principio:

En la vida, no tienes que hacer nada.

Todo es cuestión de lo que estás siendo.

Éste es uno de los tres mensajes que mencionaré de nuevo al final de nuestro diálogo. Cerraré el libro con él.

Por el momento y para ilustrar esto, piensa en una persona que sepa que si sólo pudiera tener un poco más de tiempo, un poco más de dinero o un poco más de amor, sería en verdad feliz.

No capta el vínculo entre no ser muy feliz en este momento y no tener el tiempo, dinero o amor que desea.

Eso es correcto. Por otra parte, la persona que esta siendo feliz parece tener tiempo para hacer todo lo que es realmente importante, todo el dinero necesario y suficiente amor para que dure toda la vida.

¡Descubre que tiene todo lo que necesita para ser feliz... siendo feliz!

Exactamente. Decidir con anticipación lo que eliges ser produce eso en tu experiencia.

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Precisamente. La felicidad es un estado mental. Al igual que todos los estados mentales, se reproduce en forma física.

Hay una frase para un imán de refrigerador:

Todos los estados mentales se reproducen a sí mismos.

¿Cómo puedes ser feliz, para empezar, o ser cualquier cosa que intentes ser (más próspero, por
ejemplo, o más amado), si no tienes lo que piensas que necesitas para ser eso?

Actúa como si lo tuvieras y atraerás la felicidad hacia ti.

Lo que actúas como si lo fueras, en eso te conviertes.

En otras palabras,  Fíngelo, hasta que lo logres.

Sí, algo parecido. Sólo que en realidad no puedes estar fingiendo. Tus acciones tienen que ser sinceras.

Todo lo que hagas, hazlo con sinceridad o se perderá el beneficio de la acción.

Esto no es porque no te recompensaré. Dios no recompensa ni castiga, como sabes. La Ley Natural requiere que el cuerpo, la mente y el espíritu estén unidos en pensamiento, palabra y acción, para que el proceso de creación funcione.

No puedes engañar a tu mente. Si no eres sincero, tu mente lo sabe y así es. Terminaste con cualquier posibilidad de que tu mente pueda ayudarte en el proceso creativo.
Por supuesto, puedes crear sin tu mente, sólo que resulta mucho más difícil. Puedes pedirle a tu cuerpo que haga algo que tu mente no cree y, si tu cuerpo lo hace durante bastante tiempo, tu mente empezará a olvidar su primer pensamiento acerca de esto y creará un Pensamiento Nuevo. 

Una vez que tengas un Pensamiento Nuevo respecto a algo, estas en camino de crearlo como un aspecto permanente de tu ser, en lugar de algo que sólo actúas.
Esto es hacer las cosas de la manera más difícil e incluso en tales casos, la acción debe ser sincera. A diferencia de lo que puedes hacer con las personas, no puedes manipular el universo.

Aquí tenemos un equilibrio muy delicado. El cuerpo hace algo en lo que la mente no cree; sin embargo, la mente sólo agrega el ingrediente de la sinceridad a la acción del cuerpo para que esto funcione.

¿Cómo puede la mente agregar sinceridad, cuando no cree en lo que está haciendo el cuerpo?

Retirando el elemento egoísta del beneficio personal.

¿Cómo?

La mente quizá no pueda aceptar con sinceridad que las acciones del cuerpo pueden proporcionarte lo que eliges; no obstante, la mente sabe claramente que Dios proporcionará cosas buenas a otra persona a través de ti.

Por lo tanto, lo que elijas para ti, dalo a otra persona.

¿Podrías repetir eso, por favor?

Por supuesto.
Lo que elijas para ti, dalo a otra persona. Si eliges ser feliz, haz que otra persona sea feliz.
Si eliges ser próspero, haz que otra persona sea próspera.
Si eliges más amor en tu vida, haz que los demás tengan más amor en la suya.
Haz esto con sinceridad (no porque busques un beneficio personal, sino porque en realidad desees que la otra persona tenga eso) y todas las cosas que des vendrán a ti.

¿Cómo es eso? ¿Cómo funciona eso?

El sólo acto de que tú des algo hace que sientas que lo tienes para darlo. Puesto que no puedes dar a otra persona algo que no tienes ahora, tu mente llega a una nueva conclusión, un Pensamiento Nuevo, acerca de ti (esto es, que debes tener esto o no podrías darlo).
Este Pensamiento Nuevo se convierte en tu experiencia. Empiezas a ser eso. Una vez que empiezas a ser algo, pones en marcha la máquina de creación más poderosa en el universo, tu Yo Divino. Lo que estás siendo, lo estás creando.
El círculo es completo y crearás más y más de eso en tu vida. Se manifestará en tu experiencia física.
Éste es el mayor secreto de la vida. El Libro 1 y el Libro 2 se escribieron para decirte esto. Todo está allí, con mucho más detalle.

Explícame, por favor, por qué la sinceridad es tan importante para dar a otra persona lo que eliges para ti.
Si das a otra persona algo, como maquinación o manipulación con el objeto de obtener algo para ti, tu mente lo sabe. Le diste la señal de que tú no tienes eso. Puesto que el universo no es otra cosa que una maquina copiadora, que reproduce tus pensamientos en forma física, ésa será tu experiencia. Esto es, continuarás experimentando no tenerlo, ¡sin importar lo que hagas!
Más aún, ésa será la experiencia de la persona a la que tratas de darlo, notará que sólo intentas conseguir algo, que en realidad no tienes nada que ofrecer y el hecho de dar será un gesto vacío, visto desde toda la trivialidad autointeresada de la cual surge.
Eso que tratas de atraer lo alejarás.
No obstante, cuando das algo a alguien con pureza de corazón, porque comprendes que lo desea, lo necesita y debe tenerlo, entonces descubrirás que lo tienes para darlo. Eso es un gran descubrimiento.

¡Eso es verdad! ¡En realidad funciona de esa manera! Recuerdo que en una ocasión, cuando las cosas no iban muy bien en mi vida, me sostenía la cabeza y pensaba que ya no tenía dinero, que tenía muy poca comida y que no sabía cuando comería mi siguiente trozo de carne o cómo pagaría la renta. Esa misma noche, conocí a una joven pareja en la terminal del autobús. Había ido a recoger un paquete y estos pequeños se encontraban abrazados en una banca y usaban sus abrigos como manta. Al verlos, mi corazón fue hacia ellos. Recordé cuando era joven, cómo era cuando éramos niños, andando por ahí, de un lado al otro. Me acerque a ellos y les pregunté si querían ir a mi casa, sentarse junto a la chimenea, beber un poco de chocolate caliente y tal vez abrir el sofá cama y descansar bien durante la noche. Me miraron con los ojos muy abiertos, como niños en una mañana de Navidad.
Llegamos a la casa y les preparé una comida. Esa noche, todos comimos mejor de lo que lo habíamos hecho en mucho tiempo. La comida siempre había estado allí. El refrigerador estaba lleno. Sólo tuve que extender la mano y asir todo lo que había guardado allí. Sofreí <> ¡y fue magnífico! Recuerdo que me pregunté, ¿de dónde vino toda esta comida?

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