domingo, 31 de julio de 2016

EN UN TIEMPO....SIN TIEMPO

Parménides, que vivió cuando todo tenía ya tiempo, fue el primero que enunció el principio de contradicción: "todo lo que se pueda pensar, puede ser". A la vez es la expresión de la posibilidad, que no incluye ni mucho menos la realidad de algo. Para Parménides el SER, con mayúsculas, es el único camino que nos llevará a la Verdad, cualquiera que ésta sea. Lo Real, lo existente, es solamente una parte de esa posibilidad. Cuando de lo no-existente se desprende la realidad sensible, ya con leyes invariables e universales, empiezan en distintas dimensiones los espíritus, los componentes de la materia y el espacio-tiempo. Un acto de Voluntad que quiere manifestarse. En esa Voluntad creadora no hay tiempo, no hay lugar, sólo la Palabra. La Palabra no es espíritu, ni materia, ni espacio, ni tiempo, sólo es infinita potencialidad. La Palabra hace que la potencia se haga acto. Palabra imperativa, Verbo que crea. Pero la palabra no se agota, es anterior a todo, es el manantial eterno que todo lo decide, pero sin agotarse (S. Agustín utilizará más tarde un ejemplo muy parecido, para otros fines que hoy no son los míos)

Si algún conocimiento viene de un tiempo........sin tiempo, viene como palabra directamente a una mente consciente. Sabemos o no sabemos, quizá lo imaginamos, que en el momento exacto en que se hace la luz, aparecen los espíritus que saben las palabra y cada uno construye el eón encargado. Y entonces se produce, como expresión de lo opuesto, el mal, el bien, el querer del poder, la envidia, la soberbia... etc. Y se enfrentan violentamente, pues ambos lados tienen las mismas facultades, excepto la palabra creadora y el nombre de la palabra. Pero, si bien no pueden crear, sí pueden destruir.

Y desde entonces, cualquier cosa que viene y desaparece, cualquier criatura que consiga la vida, viene condenada a la destrucción, porque la guerra sigue, por los siglos de siglos, en círculos eternos que se van y retornan. y lo que ha sido, será y, lo que no ha sido, será. Hasta el fin de los tiempos en que uno de los bandos o bien disfrutará de su obra o disfrutara por el triunfo de su poder de destrucción.

Y todo espíritu, sea bueno o malo, necesita materia para manipular y una mente para planear esa manipulación.

Por eso, si alguien me dice que su saber viene de un tiempo......sin tiempo viene desde el principio, quizá a través de varias formas, pero siendo el mismo espíritu. Y, por sus obras los conoceréis, y no por las palabras que salgan de sus bocas.

Se me ocurre, ya en un terreno más humano que si alguien viene de un tiempo.......sin tiempo, quizá haya sido monje. En un monasterio se vive con la vida tan repetitiva que un día no se diferencia de otro, hasta perder la idea del tiempo. Y es un buen sitio para aprender y llenar tu mente de conocimientos orientales, occidentales o medio pensionistas.

Y también la locura, una locura endémica que sólo ansía saber, saber, saber. Pero como es locura, será una presa fácil para el espíritu maligno, que como no es tonto, elige a los mejores.

Y, si eres capaz de abandonar tu cuerpo, porque te has ido tan dentro que el exterior no te llega, quizá en este estado de conciencia, seas capaz de  entrever lo que de otra forma no podrías. Anula tus sentidos, prívate de sensaciones, métete dentro, cada vez más dentro. Tu cuerpo está en el tiempo, pero tú no, porque la mente salta y vuela en todas direcciones y de golpe y porrazo, cuando veas en tu mente el arcoiris brillar, prepárate y escucha: Por que Dios te va a hablar.



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