lunes, 29 de agosto de 2016

LA RELIGIÓN PROHIBIDA (11)

18. LUZ Y OSCURIDAD

Desde hace miles de años los hindúes vienen sosteniendo que toda la creación, todo lo creado, es maya, ilusión pura, engaño. Visto con los ojos del Espíritu, toda la obra del demiurgo no existe en realidad, no es más que una gran mentira. El mundo creado, tal como es percibido por los sentidos, es el gran obstáculo que separa al hombre del mundo verdadero. Y no sólo por los engaños de la materia están extraviados los seres humanos. Al engaño de la materia, creada por el demiurgo, debe sumarse el engaño de la cultura, creada por el hombre y al servicio de aquél. Todos los estímulos culturales con los que es bombardeado el hombre continuamente, tienden a mantenerlo en un estado de confusión y mansedumbre. Libros, revistas, diarios, cine, televisión, estos son los medios de que se valen los representantes del demiurgo para que los hombres continúen hipnotizados y obedientes. Para que prosigan actuando como sonámbulos, trabajando, durmiendo, perdiendo el tiempo, desperdiciando oportunidades. Sin despertar jamás, como perfectos zombis o golems del demiurgo, sirviendo a un fin que no es el del Espíritu. Toda esta gran confusión, este gran maya que proviene de la creación y que es continuada por la cultura, es transmitida a su vez por los padres a sus niños pequeños y luego por los maestros en las escuelas. Así es aniquilado desde que el hombre nace, hasta el menor atisbo de Espíritu. A través de castigos, amenazas y lavados de cerebro son anuladas toda rebeldía, desobediencia, oposición y todo lo que provenga del Espíritu. Transformando a sus hijos en máquinas de ciega obediencia, los progenitores satánicos forman a los futuros esclavos del demiurgo.

En medio de esta gran confusión, los hombres creen saber lo que es bueno y lo que es malo. Creen también que haciendo lo que llaman “bueno” y evitando lo que llaman “malo”, están cumpliendo con todo su deber. No saben cuán confundidos están, no saben que viven en el error, no saben que continuamente se engañan a sí mismos y engañan a los demás. No lo saben porque están dormidos, porque les han lavado el cerebro, porque les han anulado el Espíritu desde su nacimiento. La mayoría de los hombres llama luz a lo que es verdadera oscuridad y a la Luz Verdadera la percibe como tinieblas. Llama “bien” a todo lo satánico proveniente del demiurgo, y a todo lo que proviene del Dios Incognoscible lo llama “mal”.

Hay dos fuerzas opuestas actuando fuera y dentro del hombre: el creador y el Incognoscible, lo creado y lo Increado, el alma y el Espíritu. Una de ellas representa al mal y a la oscuridad, la otra al Bien y a la Luz. Es fácil de imaginar cuales serán las posiciónes de un Gnóstico y las de un hombre dormido.

Se dice que toda la historia humana se puede explicar como la lucha entre la luz y la oscuridad, pero ¿Qué luz y qué oscuridad? La mayoría de los seres humanos desconoce que pasa su vida luchando a favor del mal verdadero. Lo que los hombres llaman luz es la luz creada por el demiurgo, pues no conocen una luz superior a esa. Es la luz que proviene del mundo creado y que para el Espíritu es una oscuridad insondable. Los hombres llaman luz a la oscuridad que proviene del demiurgo y de su creación demoníaca. Llaman verdad a la Gran Mentira, al Gran Engaño, a lo que podemos denominar la Gran Burla. Hay otra Luz, superior, inconcebible, incognoscible: la Luz Increada que proviene del reino del Dios Verdadero y Desconocido. ¿Qué ocurriría si esa Luz irrumpiera en este universo impuro? Los hombres se enceguecerían. ¿Qué verían? ¿Verían una luz? No, verían la noche. Sus ojos no están preparados para contemplar esa Luz infinitamente pura y perfecta. Se asustarían, temiendo con razón ser destruidos por ella. Entonces a esa Luz la llamarían “el mal”, “la oscuridad”, como ocurre con todo lo que es mirado con los ojos de lo impuro, del cuerpo y del alma del hombre, y no con los ojos del Espíritu. Esta es la confusión entre oscuridad y Luz, la misma confusión que hay entre el dios creador y el Dios Incognoscible, entre lo creado y lo Increado, entre el alma y el Espíritu. Por eso, sin saberlo los hombres llaman luz a la oscuridad verdadera, y a la Verdadera Luz la llaman oscuridad. La Verdadera Luz los dejaría ciegos, los destruiría. Si pudieran soportar su visión sin morir, sólo verían una oscuridad sin nombre, porque estarían viendo la Luz Verdadera.


19. LAS LOGIAS BLANCA Y NEGRA

Mucho se habla últimamente de la logia blanca y la logia negra. Los seres que las integran actúan en otros planos dimensionales, por lo que son invisibles para el hombre común. Se dice que la logia blanca está conformada por seres supuestamente muy evolucionados, que tratan de ayudar a los hombres a evolucionar, de acuerdo al Gran Plan que el dios creador tiene reservado para su creación material y para sus criaturas. Como esta logia trata de ayudar al hombre, para que este pueda cumplir satisfactoriamente su función dentro del plan de la creación, se la llama “logia blanca”, o “fraternidad blanca”. Sería algo así como “la
logia buena de los seres buenos de la luz”.

Por otra parte, ya podemos imaginar quienes son los miembros de la logia negra: los que están en contra del plan del dios creador, los que tratan de evitar que ese plan se lleve a cabo. Esta es la logia negra, los “malos de la película”. Debemos aclarar que estamos utilizando el término “logia negra” para evitar confusiones, porque así se la conoce vulgarmente, al haber sido denominada de esta forma por los agentes del demiurgo. Jamás los representantes del Espíritu integrarían una “logia”. Su verdadero nombre es Orden Negra. La logia blanca trabaja a favor del dios creador y de su plan, mientras que la logia negra trabaja en su contra. Por ello, a los miembros de la logia negra se los denomina “los hermanos equivocados”. Porque “pudiendo ayudar a construir, decidieron destruir”. Porque “pudiendo hacer el bien, optaron por el mal”. Al sostener que los miembros de la logia negra se oponen al “plan perfecto de un demiurgo bueno”, automáticamente se produce un rechazo y una aversión natural hacia estos “enemigos del bien”. Lo que deliberadamente se ha ocultado durante siglos, es que estos “enemigos del dios único” no se oponen porque sí a la obra de este creador. Se ha ocultado que ellos tienen otro dios, que no es el diablo sino el Dios Superior y Verdadero. Se ha ocultado que la lucha para hacer fracasar los planes del demiurgo es la empresa sagrada de estos guerreros del Verdadero Bien. Se ha ocultado que el Dios Incognoscible también tiene un plan, infinitamente luminoso y perfecto. Y todo esto se nos ha ocultado para engañarnos mejor. Para desprestigiar y calumniar con mayor eficiencia a los Guerreros del Espíritu. Para que no podamos despertar. Para que no podamos “ser como dioses, conocedores del bien y del mal”.

Hay una guerra que comenzó con el Big Bang, hace miles de millones de años, entre esas dos fuerzas de la oscuridad y de la Luz, entre el dios creador y el Dios Incognoscible. Las logias blanca y negra son sus respectivas huestes. Como este es el mundo del demiurgo, él es quien decide a quien llamar blanco y a quien llamar negro. El mundo del demiurgo es, también, el campo de batalla donde esta guerra es librada. ¿Cómo son representados vulgarmente estos “maestros de sabiduría” de la logia blanca? Se los representa con aspecto angelical y bondadoso, con barbas y ropajes blancos, como si fueran puros e inmaculados. Se los representa así para engañar mejor a los incautos. Para que nadie pueda sospechar que estos son los verdaderos demonios, encargados de hacer cumplir el plan satánico del demiurgo. Para que nadie pueda intuir que estos engañadores de hombres son quienes procuran que la humanidad prosiga a ciegas, avanzando hacia su muerte Espiritual. Para que nadie llegue jamás a saber que estos verdugos del Espíritu son quienes desean que cada hombre sea una pieza de relojería más, una máquina más, un eslabón más. Una hormiga más del Hormiguero Comunista Universal que el demiurgo satanás tiene reservado para la humanidad como destino final. Se dice que al final de la evolución de cada hombre, si ha perdido la batalla del Espíritu y no puede luchar nunca más, ahí es cuando verá los verdaderos rostros de estos falsos “maestros” de la logia blanca. En los últimos ciento cincuenta años, a estos miembros de la logia blanca se los ha comenzado a describir, cada vez con mayor claridad. Sus nombres, aspectos y características se encuentran en los libros de Helena Blavatsky y de sus continuadores, entre los que sobresale Alice Bailey. Hemos hablado de uno de ellos: Satán Kumara. ¡Miren que nombre! Eso fue demasiado, tuvieron que enmascararlo después, transformándolo en Sanat Kumara. Cada uno de ellos, como el demiurgo, tiene muchos nombres, muchos disfraces para engañar mejor. Algunos tienen directamente nombres de demonios, como Maitreya, de quien se dice que es “el verdadero Cristo”, o los “maestros” Morya y Dwall Khul. Otros ostentan títulos nobiliarios, como el “príncipe” Rakotzy, un verdadero “príncipe de las tinieblas”.

Hay muchos más, todos similares. Al igual que todo lo creado, todos estos demonios, cascarones vacíos del demiurgo, serán desintegrados en el pralaya. Por el contrario, a los miembros de la logia negra se los representa como seres horribles, monstruosos. ¿De qué otra manera se los podría representar en el mundo del demiurgo? Se los llama “enviados de Satán”, o “agentes del
Maligno”. Son representados como monstruos destructivos, generalmente vestidos de negro, para confundir mejor a los crédulos.

Dejando de lado las falsedades elaboradas para desprestigiar mejor, analicemos algunas características de los guerreros de la logia negra.

En primer lugar, ¿Qué aspecto podría tener un ser divino, un Ser de Luz que entre en este infierno? Cara de felicidad no ha de tener. Tendrá cara de dolor, desfigurada por el sufrimiento. El sacrificio de Seres de Luz, quienes invaden el mundo del demiurgo para ayudar a la humanidad
extraviada, implica el mayor sufrimiento que se pueda imaginar.

En segundo lugar, ¿De qué color dijimos que el hombre dormido percibe la Luz Increada? Del color negro más intenso, sin duda. Porque la Luz Verdadera enceguece a los impuros. Ser representado de color negro es un honor para un Guerrero del Espíritu, porque el negro significa Luz pura, Luz que enceguece, Luz Verdadera.

En tercer lugar, ¿Cómo es la conducta de estos Seres de Luz cuando irrumpen en el universo del demiurgo? Cuando los guerreros de la logia negra penetran en el infierno creado, lo hacen por un tiempo limitado, para cumplir una misión determinada y luego salir de allí lo más rápidamente posible. No tienen tiempo que perder, pues este mundo impuro es un tormento inconcebible para ellos. Llegados al gigantesco engendro demencial del demiurgo, lo correcto es golpear con eficacia donde más duela y escapar. Para quienes provienen del mundo incognoscible, la guerra contra lo creado es una Guerra Total. Para ellos, nada creado merece ser salvado.

Si un hombre común pudiera ver a estos seres, se asustaría de su agresividad y destrucción. Los percibiría como enemigos peligrosos, como a los seres imaginados por Lovecraft, o los de los films “Hellraiser” o “Predator”. Al contemplar la realidad a través de su cuerpo y de su alma, el hombre común ve a lo puro como impuro y a sus salvadores como enemigos. Los Guerreros del Espíritu aborrecen la materia. Son destructores, sí, pero destructores de lo impuro. Si un hombre común se enfrentara a estos seres, todo lo que haya de impuro en él, su cuerpo y su alma, sería desintegrado. Estos seres están constituidos del fuego antimateria del otro mundo, por lo tanto ni un solo átomo creado puede colisionar con ellos sin desaparecer. Si estos guerreros se acercaran a un hombre común destruirían su cuerpo y su alma, aunque no su Espíritu, que es de fuego puro, como ellos. Sólo se destruiría lo absurdo, lo enfermo, lo que aprisiona al Espíritu, el ataúd que lo envuelve: el cuerpo y el alma del animal equivocadamente llamado hombre.

Por el contrario, los hombres transmutados en Espíritu puro nada temerán. Ellos sí pueden contemplar las realidades tal como son. Ellos sí pueden discriminar acertadamente entre el Bien y el mal. Ellos sí pueden ver a los miembros de la logia negra como realmente son. Ellos saben que el fuego antimateria sólo destruye lo creado, no lo increado.

El Espíritu no teme a la muerte, simplemente porque la muerte no existe para él, porque es eterno. Y el día en que sea destruido todo lo que no sirve, el día en que toda la creación y su creador sean desintegrados, cuando no quede nada, ni un cuerpo, ni un alma, ni un átomo, sólo quedarán los Espíritus, liberados para siempre. Ya no habrá dualidad nunca más y el mundo volverá a ser uno solo: Fuego Eterno Incognoscible.

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