sábado, 13 de mayo de 2017

ASÍ QUE LA CIENCIA TIENE TODAS LAS RESPUESTAS, EH? JA,JA Y REQUETEJÁ


CAOS Y ORDEN 
DE
ANTONIO ESCOHOTADO

Uno de los autores más lúcidos de nuestro panorama cultural y cuyas obras deberían ser obligatorias en todos los niveles de Enseñanza, incluso para enseñar a leer a los niños.

EL LOTE DE LA INTUICIÓN
ANEXO
LOS FRUTOS DEL PURO CALCULO

Vivimos por obra y gracia de la invención. Anticipando la existencia de cierta partícula es urgente encontrarla, o desmentir la anticipación, y menos urgente -por no decir en segundo plano- aquello que movió a postular ese nuevo ser. mientras físicos teóricos y experimentales disputan sobre su existencia efectiva se aplaza lo inquietante en sí, el hecho de que la realidad se retoca para defender ciertas ecuaciones.
«No me satisface comenta Einstein a Born en 1953- la idea de poseer una maquinaria que permita profetizar, pero a la que no somos capaces de conferir un sentido claro»22. Desde esas palabras, escritas hace medio siglo, no se ha producido una interpretación de la mecánica cuántica aceptable para quienes la cultivan: sencillamente, no hay acuerdo en las conclusiones 23. Buena parte de la responsabilidad es atribuible a progresos en la observación de lo inmenso y lo minúsculo. Obligada a atender datos procedentes de ambos dominios, esa mecánica certifica una escisión entre micro y macrocosmos, que sucesivas generaciones se esforzarán -hasta hoy en vano- por salvar con una teoría unificada de campos.
22 Einstein-Born, 1982, pág. 230. '' Cfr. Laloe, 1990, pág. 175.
El microcosmos obedece al criterio del cuanto y sus saltos, sujeto a mera probabilidad; el mundo visible se suponía ligado al determinismo de la mecánica newtoniana, con las correcciones allí introducidas por la relatividad. Curiosamente, también cabe decir lo opuesto: que la mecánica cuántica es determinista en su dominio de lo muy pequeño, y que la probabilidad corresponde al comportamiento de los objetos mayores, gobernados por la teoría clásica.

Un físico podría poner en duda tal escisión, afirmando que la mecánica cuántica ha servido para abordar temas del macrocosmos. Pero hay una coincidencia casi unánime en considerar que esa mecánica resulta defectuosa para lo macroscópico. Por si fuera poco, media un abismo entre la última explicación del mundo -la que Einstein ofrece como una incurvación del espacio/ tiempo proporcional a la cantidad de material energía y los modelos que se ligan a matrices, números cuánticos y otra parafernalia calculística. Tan banal como negar algunas ventajas de la cuantificación sería negar que ignora, por sistema, cualquier diferencia entre mundo físico y mediciones. De ahí que entre el universo visible y el no visible siga sin haber tránsito, aunque cualquier ser vivo pase fluidamente desde lo microscópico a lo macroscópico, y lo pequeño y lo grande pertenezcan a un mismo universo.

Esta heterogeneidad en el seno de una homogeneidad acontece justamente cuando materia y energía se han mostrado convertibles y, por tanto, cuando ninguna ley de las llamadas fundamentales puede considerarse esencialmente correcta. Más aún, acontece cuando la producción de altas energías en laboratorio ha permitido descomponer el viejo átomo en muchísimas «partículas»,y las técnicas de observación inventan sensores de sutileza asombrosa, mostrando un rico juego de interacciones entre ellas.

1

Parecía maduro el momento para no seguir atribuyendo el monopolio de lo real a leyes. En otras palabras, para reanudar un diálogo entre el espíritu newtoniano y el aristotélico, cuyo núcleo es la physis que va inventándose y que, por lo mismo, resulta
tan impermeable a adivinaciones y exactitud como afín a lo cualitativo. Y eso acabarían haciendo, en efecto, el estudio de fenómenos como el desequilibrio termodinámico o las matemáticas de lo complejo. Pero la física fundamental estaba resuelta a descubrir los ladrillos últimos de la materia, y combinando grandes medios con eximios calculistas alimentó la paradoja: al buscar lo simple por excelencia, la partícula final, abrió un escenario de filigranas bizantinas, con legiones de partículas aspirantes a ladrillos últimos y ningún hilo que ofreciese conceptos unitarios.

Violaba así una venerable regla de economía lógica (la «navaja de Occam))), en cuya virtud la oscuridad de un proceso jamás desaparecerá multiplicando la cantidad de sus agentes. Primero los cientos de seres exóticos trataron de reunirse bajo el modelo llamado estándar, cuya virtud era ((mantener un excelente acuerdo con la observación». Sin embargo, a despecho de ese excelente acuerdo, la construcción: a) maneja unas seis docenas de partículas llamadas elementales; b) utiliza más de una docena de constantes arbitrarias e incalculables; c) no incluye la gravitación; d) no trata los demás campos de modo unificado 24. Su talón de Aquiles son frecuentes divergencias -resultados infinitamente grandes, o ambiguos, de sus propias ecuaciones-, que suprime por el procedimiento llamado «renormalizacióm, donde los productos desairados se evitan multiplicando por un factor y sumando una constante, usando términos proporcionales a las potencias de cierta cantidad o con alguna cosmética análoga.

24 Sobre la historia de las partículas elementales, cfr. Glashow, 1994, y Gell-Mann, 1995.

Sintiéndose a disgusto dentro de una teoría tan escasamente teórica -tan parecida a una lista de ingredientes con pretensiones de balance, pero con demasiados retoques arbitrarios del contable-, el modelo estándar quiso revisarse con la llamada «teoría de la gran unificación» o modelo SU(3). No obstante, ese constructo: a) incluye todavía más partículas distintas como ladrillos
«últimos»; b) eleva aún más el número de constantes arbitrarias e incalculables; c) sigue dejando fuera el campo gravitatorio;
d) solo trata unificadamente los demás campos considerándolos sometidos a condiciones hipotéticas (tan imposibles de observar cuanto que suponen a veces temperaturas superiores a las producidas por una nova). De ((gran unificación » apenas tiene el nombre, y lo vagamente parecido allí a una estructura no viene de las propias cosas examinadas, sino de una rama de la matemática pura conocida como grupos de Lie, cuyo objeto son modos simétricos de combinar conjuntos.

El desasosiego ante lo incompleto, abstracto y poco elegante de ambos modelos suscitó la actual ortodoxia, conocida como cromodinámica cuántica, que se basa en ladrillos últimos de los ladrillos últimos, también denominados quarks. El número creciente de partículas elementales producía bochorno, y postular de nuevo unos elementos (ahora sí) absolutamente últimos pareció una tabla de salvación. A diferencia de otras subparticulas, los quarks obedecen leyes que les hacen inobservables por completo, sugiriendo a una eminencia en este campo que su inobservabilidad es la forma que tiene la naturaleza de decirnos que hemos llegado al final de la búsqueda»25.( Glashow, 1994, cap. 11.)
Pero la cromodinámica cuántica no solo parte de unos simples dudosamente simples, y sin duda hipotéticos: a) sigue dejando fuera el campo gravitatorio; 6) sigue utilizando constantes arbitrarias; c) sigue postulando cosas dudosas -por ejemplo, que los quarks deben darse en familias completas- para disponer de un modelo manejable; d) sigue demandando un número ridículamente grande de partículas -61 para ser exactos- a fin de cuadrar sus cálculos; y e) sigue sin rozar el problema específico de la física fundamental, que es el origen de la masa. El barroquismo que hereda del modelo estándar y la (supuesta) gran unificación se complementa aquí con mundano humor, ya que los hiperelementales quarks (18 en total) obedecen a tres colores, dos sabores, una extrañeza y un encanto. Eso sí, son colores, sabores, extrañezas y encantos cuánticos, cuya virtud es no parecerse en nada a los que conocemos por experiencia 26.





2
Esta escueta reseña sugiere hasta qué punto una actividad profetizante puede cumplirse sin rozar una explicación o sentido de lo profetizado. Cabría añadir que en tiempos recientes el indivisible e inobservable quark ha tratado de subdividirse en nuevas ristras de cosas simplicísimas (rishones, estratones, preones,
maones, dyones ...).
En realidad, la inflación de partículas y subpartículas perfila un círculo vicioso: las falsas estructuras («todos» meramente analíticos, iguales a la suma de sus partes) colapsan en busca de un verdadero fundamento, que al no serlo vuelve a colapsar en otro y otro. El signo de su incompletitud es que cada substrato se va presentando como sencillez final, aunque en vez de esa sencillez final -algo causante de sí mismo- ofrezca catálogos de numerosas cosas no ya distintas sino sueltas, en su mayoría perfectamente inútiles para dar cuenta de lo que llamamos materia.

'He ahí un caso de extensión analógica inverso al que denuncian Sokal y Bricmont (véase I,2), donde no es el lego quien usa abusivamente el idioma del especialista, sino el especialista quien usa abusivamente la jerga del lego.

Lo llamativo, sin embargo, no es que los esfuerzos fracasen por ahora, pues como dijo Hölderlin: mucho que sentir, y pocas certezas, forman en buena medida nuestra suerte)). Lo llamativo es que estos modelos -tan defectuosos hasta para sus propios inventores-alardeen de «funcionan) con niveles muy altos de precisión. ?Cómo hallar discrepancia entre un sistema de mediciones en cadena y las mediciones mismas? De hecho, las evoluciones de la física fundamental no acaban de explicarse sin recordar que el presupuesto de sus experimentos ha ido aumentando vertiginosamente.

Tras unos primeros años llenos de resultados espléndidos, con experimentos que no costaban prácticamente nada, cualquier conjetura sobre el comportamiento de una partícula exótica requiere hoy equipos formados por cientos de especialistas con grado doctoral, miles de operarios y aceleradores capaces de producir billones de electrovoltios, que exigen inversiones no menos billonarias en papel moneda. Para averiguar, por ejemplo, si existe o no el llamado bosón de Higgs (a quien algunos atribuyen nada menos que el origen de la masa en todas las partículas) procede construir una mole con forma de rosquilla, cinco metros de diámetro y una longitud de 70 kilómetros, desembolsando aproximadamente cuatro mil millones de dólares 27; hace poco, el Congreso norteamericano revocó su decisión de apoyar las obras iniciadas en Tejas para poner en marcha un aparato levemente más modesto, el llamado Supercolisionador/Superconductor (SSC), y una amalgama sindical de constructores y físicos nobelizados -Steven Weinberg, Carlo Rubbia, Abdus Salam- denuncia desde entonces ese sabotaje a la ciencia, que según Gell-Mann '' Cfr. Glashow, 1996, pág. 363. ) representa (un conspicuo revés para la civilización humana» 28. En las alegaciones presentadas ante el Congreso, las empresas constructoras mencionaron también el valor ornamental de tales obras, aduciendo que los imperios ilustres legaron a la posteridad grandes monumentos, y los supercolisionadores podrían competir sin desdoro con las pirámides de Egipto o la Gran Muralla china.



BONITAS PALABRAS PARA UN SÁBADO LLUVIOSO, AUNQUE AGRADABLE.



La mayoría quizá conozca el nombre de Pitágoras por  su famoso teorema. Pero fué algo más que un simple geómetra. Siempre he tenido la idea de que algunos de los filósofos griegos bebieron de las fuentes egipcias; la mayoría, los que más destacaron, viajaron a Egipto, dónde alguno de ellos fue iniciado en los antiguos misterios. Pitágoras fundó una escuela, al estilo monacal posterior, con unas normas de vida que se seguirán o se copiarán con el paso del tiempo. En esta escuela se impartían dos tipos de enseñanzas: una dedicada al gran público (exotérica) y otra a los elegidos (esotérica). Parte de su obra o se ha perdido o fué absorbida por autores posteriores. Como ejemplo, os ofrezco estos "Versos Aureos" que nos permiten descansar de tanto "Rayo Cósmico" que, según mi opinión están acercándose peligrosamente a un adoctrinamiento en toda regla, con el agravante de que los resultados  veremos tras varias vidas. El sometimiento a la autoridad, la renuncia a la individualidad en bien de los intereses del grupo que señalan el camino por  medio de la iluminación, no me convence y tampoco la llamada al sacrificio individual siempre que redunde en beneficio de la Humanidad (Beneficio que sólo ve el iniciado y los Maestros ascendidos, cuyos nombres son secretos y que viven en diversas partes del mundo. La alusión a varias razas que han evolucionado desde la raza raiz hasta la "aria" , de la que saldrá una nueva que será el no va más, me suena a propaganda fascista. Bueno, ya llevo mucho leído que me está dando un tufo que no me gusta. Me parece que no va a haber más Rayos. Ya hemos visto la teoría, que es el resultado de orientalizar conceptos y formas de pensar occidentales. Como curiosidad yo ya he tenido bastante. Así que se acabaron los rayos.
Si a alguien le interesa el tema completo, basta con poner en el buscador el nombre de la autora (Alice A. Bailey) y podrá elegir entre muchos otros escritos. Hay que tener muy en cuenta la fecha de los escritos (alrededor de 1920) y las circunstancias históricas por las que atraviesa Europa. La 2ª Guerra Mundial no tardará en empezar y todas las ideas que contienen estos escritos podrían perfectamente servir de base a la debacle que se va a cerner sobre todos.
YO HE ACABADO CON LOS RAYOS.
Además, no estoy buscando tristezas ni sustos, prefiero las proposiciones que den apoyo a mi convencimiento sobre Dios y los conocimientos científicos que se van haciendo.
BUEN FIN DE SEMANA A TODOS.


Pitágoras
LOS VERSOS ÁUREOS

Honra, en primer lugar, y venera a los dioses inmortales, a cada uno de acuerdo a su rango.

Respeta luego el juramento, y reverencia a los héroes ilustres, y también a los genios subterráneos:
cumplirás así lo que las leyes mandan.

Honra luego a tus padres y a tus parientes de sangre.

Y de los demás, hazte amigo del que descuella en virtud.

Cede a las palabras gentiles y no te opongas a los actos provechosos.

No guardes rencor al amigo por una falta leve.

Estas cosas hazlas en la medida de tus fuerzas, pues lo posible se encuentra junto a lo necesario.

Compenétrate en cumplir estos preceptos, pero atente a dominar ante todo las necesidades de tu estómago y de tu sueño, después los arranques de tus apetitos y de tu ira.

No cometas nunca una acción vergonzosa, Ni con nadie, ni a solas: Por encima de todo, respétate a ti mismo.

Seguidamente ejercítate en practicar la justicia, en palabras y en obras,

Aprende a no comportarte sin razón jamás.

Y sabiendo que morir es la ley fatal para todos, que las riquezas, unas veces te plazca ganarlas y otras te plazca perderlas.

De los sufrimientos que caben a los mortales por divino designio, la parte que a ti corresponde, sopórtala sin indignación; pero es legítimo que le busques remedio en la medida de tus fuerzas; porque no son tantas las desgracias que caen sobre los hombres buenos.

Muchas son las voces, unas indignas, otras nobles, que vienen a herir el oído: Que no te turben ni tampoco te vuelvas para no oírlas. Cuando oigas una mentira, sopórtalo con calma.

Pero lo que ahora voy a decirte es preciso que lo cumplas siempre: Que nadie, por sus dichos o por sus actos, te conmueva para que hagas o digas nada que no sea lo mejor para ti.

Reflexiona antes de obrar para no cometer tonterías: Obrar y hablar sin discernimiento es de pobres gentes.

Tú en cambio siempre harás lo que no pueda dañarte.

No entres en asuntos que ignoras, mas aprende lo que es necesario: tal es la norma de una vida agradable.

Tampoco descuides tu salud, ten moderación en el comer o el beber, y en la ejercitación del cuerpo.
Por moderación entiendo lo que no te haga daño.


Acostúmbrate a una vida sana sin molicie, y guárdate de lo que pueda atraer la envidia.

No seas disipado en tus gastos como hacen los que ignoran lo que es honradez, pero no por ello dejes de ser generoso: nada hay mejor que la mesura en todas las cosas. Haz pues lo que no te dañe,
y reflexiona antes de actuar.

Y no dejes que el dulce sueño se apodere de tus lánguidos ojos sin antes haber repasado lo que has hecho en el día: "¿En qué he fallado? ¿Qué he hecho? ¿Qué deber he dejado de cumplir?"

Comienza desde el comienzo y recórrelo todo, y repróchate los errores y alégrente los aciertos.

Esto es lo que hay que hacer. Estas cosas que hay que empeñarse en practicar, Estas cosas hay que amar. Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección.

¡Por quien trasmitió a nuestro entendimiento la Tetratkis (Ver nota) la fuente de la perenne naturaleza. ¡Adelante pues! ponte al trabajo, no sin antes rogar a los dioses que lo conduzcan a la perfección.

Si observares estas cosas conocerás el orden que reina entre los dioses inmortales y los hombres mortales, en qué se separan las cosas y en qué se unen.

Y sabrás, como es justo que la naturaleza es una y la misma en todas partes, para que no esperes lo que no hay que esperar, ni nada quede oculto a tus ojos.

Conocerás a los hombres, víctimas de los males que ellos mismos se imponen, ciegos a los bienes que les rodean, que no oyen ni ven: son pocos los que saben librarse de la desgracia.

Tal es el destino que estorba el espíritu de los mortales, como cuentas infantiles ruedan de un lado a otro, oprimidos por males innumerables: porque sin advertirlo los castiga la Discordia, su natural y triste compañera, a la que no hay que provocar, sino cederle el paso y huir de ella.

¡Oh padre Zeus! ¡De cuántos males no librarías a los hombres si tan sólo les hicieras ver a qué demonio obedecen!

Pero para ti, ten confianza, porque de una divina raza están hechos los seres humanos, y hay también la sagrada naturaleza que les muestra y les descubre todas las cosas.

De todo lo cual, si tomas lo que te pertenece, observarás mis mandamientos, que serán tu remedio,
y librarán tu alma de tales males.

Abstente en los alimentos como dijimos, sea para las purificaciones, sea para la liberación del alma, juzga y reflexiona de todas las cosas y de cada una, alzando alto tu mente, que es la mejor de tus guías.

Si descuidas tu cuerpo para volar hasta los libres orbes del éter, serás un dios inmortal, incorruptible, ya no sujeto a la muerte.


Nota: Tetraktys o Cuaternidad. Número sagrado y fundamental de los
pitagóricos por el cual juraban su fidelidad. Simboliza la unidad origen y
principio, la dualidad de las oposiciones y las complementariedades, y el triunfo
de la trinidad, que finalmente se despliega en el universo del cuatro. 1 + 2 + 3 +
4 = 10, la unidad expandida en la manifestación, = 1 + 0 = 1, el retorno a la


unidad del origen. N. del T.

jueves, 11 de mayo de 2017

TRATADO DE LOS SIETE RAYOS. FILOSOFÍA HERMÉTICA VII

D. El Principio Sensible. El alma es el principio sensible que subsiste en toda manifestación externa, compenetra todas las formas y constituye la conciencia de Dios Mismo. Cuando el alma, sumergida en la sustancia, es simplemente sensibilidad, agrega, mediante su interacción evolutiva, la cualidad y la capacidad de reaccionar a la vibración y al medio ambiente. Así se expresa el alma en los reinos subhumanos de la naturaleza.

Cuando el alma, expresión de sensibilidad y cualidad, agrega a éstas la capacidad de percibir al yo en forma desapegada, aparece esa entidad autoidentificada que llamamos un ser humano. Cuando el alma agrega a la sensibilidad, a la cualidad y a la autopercepcíón, la conciencia grupal, tenemos entonces la identificación con el grupo de un rayo y aparece el discípulo, el iniciado y el maestro.

Cuando el alma agrega a la sensibilidad, a la cualidad, a la autopercepción y a la conciencia grupal, la conciencia del propósito sintético divino (denominado el Plan), tenemos entonces ese estado de ser y conocimiento que caracteriza a todos los que están en el Sendero de Iniciación, incluyendo a esas Vidas graduadas desde el discípulo más avanzado hasta el Logos planetario mismo.

No olvidemos al hacer estas diferenciaciones que existe sin embargo una sola Alma, la cual funciona y actúa a través de vehículos de diversas capacidades y distintos refinamientos, con mayores y menores limitaciones, así como un hombre constituye una sola identidad que actúa a veces mediante un cuerpo físico y otras a través de un cuerpo sensorio, o de un cuerpo mental, y aún otras llega a conocerse como el Yo -acontecimiento raro y poco común aún para la mayoría. Cada forma
manifestada realiza dos cosas:

  • 1. Se apropia o es compenetrada por el alma del mundo, hasta donde le permite su capacidad. Tanto el átomo de la sustancia como la molécula o la célula, poseen alma, pero no en el mismo grado que un animal; un animal tiene alma, pero no en el mismo grado que la tiene un Maestro, y así sucede arriba o abajo de la escala.


  • 2. A través de la interacción entre el alma que mora internamente y la forma, ocurren dos cosas:


a. La sensibilidad y la cualidad se expresan según el tipo de cuerpo y su grado de evolución.


b. La compenetrante alma impele a la actividad a la naturaleza corpórea y la impulsa a ir adelante en el sendero del desarrollo, proporcionando así al alma un campo de experiencia, y al cuerpo una oportunidad de reaccionar al impulso superior del alma. Así también se beneficia el campo de expresión y el alma domina la técnica de hacer contado, lo cual es su objetivo, en cualquier forma dada.

Por lo tanto, el alma vista desde cierto ángulo, es un aspecto porque hay un alma en todos los átomos que componen los cuerpos de todos los reinos de la naturaleza. La sutil alma coherente, resultado de la unión del espíritu y la materia, existe como una entidad aparte de la naturaleza corpórea, y constituye (cuando está separada del cuerpo) el cuerpo etérico o el doble, como se lo denomina a veces, o la contraparte del cuerpo físico. Ésta es la suma total del alma de los átomos que constituyen el cuerpo físico. Ésta es la verdadera forma, el principio de coherencia en cada forma.

El alma, en relación con el ser humano, es el principio mente, en dos funciones, o la mente que se expresa de dos maneras. Estos dos modos se registran y llegan a ser parte del equipo organizado del cuerpo humano cuando está adecuadamente refinado y suficientemente desarrollado:

1. La mente concreta inferior, el cuerpo mental, "chitta" o sustancia mental.

2. La mente superior espiritual o abstracta.

Estos dos aspectos del alma, sus dos cualidades básicas, traen el reino humano a la existencia y permiten al hombre establecer contacto con los reinos inferiores de la naturaleza y con las realidades superiores espirituales. El primero, la cualidad de la mente en su manifestación inferior, lo posee potencialmente cada átomo contenido en cada forma y en cada reino de la naturaleza. Es parte de la naturaleza corpórea inherente y potencial y la base de la hermandad, la unidad absoluta, la síntesis universal y la divina coherencia de la manifestación. El segundo, el aspecto superior, es el principio de autopercepción, y cuando se combina con el aspecto inferior produce la autoconciencia del ser humano. Cuando el aspecto inferior ha dado forma y ha compenetrado las formas en los reinos subhumanos, y cuando ha trabajado sobre esas formas y su sensibilidad latente, a fin de lograr un adecuado refinamiento y sensibilidad, la vibración se hace tan poderosa que atrae a lo superior y produce fusión o unificación. Esto es análogo a una recapitulación superior de la unión inicial del espíritu y la materia, que trajo el mundo a la existencia. Así viene un alma humana a la existencia, así comienza su larga carrera y ahora es un ente diferenciado.

La palabra Alma se emplea para expresar el summum de la naturaleza síquica -el cuerpo vital, la naturaleza emocional y la materia mental. Una vez alcanzada la etapa humana es algo más, es una entidad espiritual, un ser síquico consciente, un hijo de Dios que posee vida, cualidad y apariencia -la peculiar manifestación en tiempo y espacio de las tres expresiones del alma que acabo de definir:
1. El alma de todos los átomos que componen la apariencia tangible.
2. El alma personal o la suma total sutil y coherente que llamamos Personalidad, compuesta de los cuerpos sutiles -etérico o vital, astral o emocional y el aparato mental inferior. La humanidad comparte estos tres vehículos con el reino animal en lo que concierne a la vitalidad, la sensibilidad y la mente potencial; con el reino vegetal en lo que concierne a la vitalidad y a la sensibilidad, y con el reino mineral en lo que concierne a la vitalidad y a la sensibilidad potencial.
3. El alma es también el ser espiritual, o la unión de la vida y la cualidad. Cuando se establece la unión de las tres almas, según se las denomina, tenemos un ser humano.

Así se establece en el hombre la mezcla o fusión de vida, cualidad y apariencia, o espíritu, alma y cuerpo, por medio de una forma tangible. En el proceso de diferenciación estos diversos aspectos han atraído la atención, pero la síntesis subyacente ha sido pasada por alto o descartada. Sin embargo, todas las formas son diferenciaciones del alma, pero dicha alma es una sola Alma cuando se la observa y considera espiritualmente. Cuando se la estudia desde el punto de vista de la forma no se percibe nada más que diferenciación y separación. Cuando se la estudia desde el aspecto conciencia o sensibilidad, emerge la unidad. Cuando se alcanza la etapa humana y la autopercepción y se fusiona con la sensibilidad de las formas y con la minúscula conciencia del átomo, comienza tenuemente a surgir en la mente del pensador la idea de una posible unidad subjetiva. Cuando se alcanza la etapa del discipulado, el hombre empieza a considerarse como parte sensible de un todo sensible, y lentamente reacciona al propósito e intención de este todo. En forma paulatina capta el propósito, a medida que entra conscientemente en el ritmo de la totalidad, de la que él es una parte. La parte se pierde en el todo cuando se alcanzan etapas más avanzadas y formas más sutiles y refinadas; el ritmo del todo somete al individuo a una participación uniforme en el propósito sintético, pero la comprensión de la autopercepción individual persiste y enriquece la contribución individual que ahora se ofrece inteligente y voluntariamente, de modo que la forma no sólo constituye un aspecto de la totalidad (que siempre e inevitablemente ha sido así, aunque no sea comprendido), sino que la consciente entidad pensante conoce la rectilidad de la unidad de la conciencia y de la síntesis de la vida. Tres factores debemos tener en cuenta a medida que leemos y estudiamos:

1. La síntesis de la vida espíritu
2. La unidad de la conciencia alma
3. La integración de las formas cuerpo

Estos tres siempre han estado unidos, pero la conciencia humana no lo ha sabido. Su comprensión y su integración en la técnica del vivir, constituyen para el hombre el objetivo de toda su experiencia evolutiva. Hablando en forma simbólica consideremos ahora al Alma universal o conciencia del Logos que trajo a la existencia nuestro universo, y consideremos a la Deidad como que compenetra con Su vida la forma de Su sistema solar, la cual es consciente de Su trabajo, de Su proyecto y de Su meta. Este sistema solar es una apariencia, pero Dios permanece trascendente. Dentro de todas las formas Dios es inmanente y, sin embargo, permanece apartado y separado. Así como un ser humano pensante e inteligente, actúa por medio de su cuerpo, pero mora principalmente en su conciencia mental o en sus procesos emocionales, así Dios mora absorbido en Su naturaleza mental, y el mundo creado y compenetrado con Su vida avanza hacia la meta para la cual Él lo ha creado. Sin embargo dentro del radio de Su manifestante forma se llevan a cabo grandes actividades; se observan distintos estados de conciencia y etapas de percepción; surgen distintos grados de sensibilidad, y hasta en el simbolismo de la forma humana tenemos los diferentes estados de sensibilidad, tal como los registrados por el cabello, los organismos internos del cuerpo, el sistema nervioso, el cerebro y la entidad que llamamos yo -que registra la emoción y el pensamiento. De la misma manera la Deidad, dentro del sistema solar, expresa amplias diferencias de conciencia.

Existe una conciencia del cuerpo; existe un mecanismo sensorio que registra las reacciones del medio ambiente; existe una conciencia de los estados de ánimos, de la cualidad, de las reacciones mentales al mundo de las ideas; existe una conciencia más elevada del plan y del propósito, y existe una conciencia de la vida.

Es interesante observar, en relación con la Deidad, que esta respuesta sensoria al medio ambiente es la base de toda la astrología y el efecto de las constelaciones sobre el sistema solar y las fuerzas interplanetarias.

En relación con el hombre podríamos resumirlo de la manera siguiente: La naturaleza forma del hombre reacciona conscientemente a la naturaleza forma de la Deidad. La vestidura externa del alma (física, vital y síquica) es parte de la vestidura externa de Dios. El alma del hombre autoconsciente se halla en armonía con el alma de todas las cosas. Es parte integrante del alma universal, y debido a eso puede llegar a percibir el propósito consciente de Deidad, colaborar inteligentemente con la voluntad de Dios y trabajar con el plan de la Evolución.



El espíritu del hombre es uno con la vida de Dios, y está dentro de él, profundamente arraigado en su alma, así como el alma está arraigada en su cuerpo. El espíritu, en algún tiempo lejano, lo pondrá en armonía con ese aspecto de Dios que es trascendente, y así cada hijo de Dios hallará oportunamente su camino hacia ese centro -absorbido y abstraído- donde mora Dios, más allá de los confines del sistema solar.

Estas palabras son formuladas en un esfuerzo por trasmitir una idea del orden, del plan, de la síntesis universal, de la integración, de la incorporación del fragmento en el todo, y de la parte con el todo. Trataré de responder a la segunda pregunta, recordando que lo único que puedo hacer es penetrar simbólicamente en los propósitos prácticos de la Deidad. Como escribo para simples aspirantes, no puedo trasmitir la verdad hasta que llegue el momento en que se establezca una armonía completa, con sus propias almas, o más completa de lo que es ahora. Sin embargo, el esfuerzo por captarlo que no puede ser expresado con palabras produce una precipitación de la mente abstracta o intuición, lo cual a su vez estimula y desarrolla las células cerebrales y produce una constante estabilidad del poder de permanecer en el "ser espiritual"; entonces es posible captar lo inexpresable y vivir por el poder del mismo.

Pregunta 2. ¿ Cuáles son el origen, la meta, el propósito y el plan del Alma? Los siete rayos son la suma total de la divina Conciencia, la Mente Universal; podrían ser considerados como las siete Entidades inteligentes a través de las cuales el plan se desarrolla. Personifican el divino propósito; expresan las cualidades requeridas para la materialización de ese propósito; crean las formas, y son las formas mediante las cuales la idea divina puede ser llevada a su consumación.

Simbólicamente pueden considerarse como que constituyen el cerebro del divino Hombre Celestial. Corresponden a los ventrículos del cerebro, a los siete centros del cerebro, a los siete centros de fuerza y a las siete glándulas principales que determinan la calidad del cuerpo físico. Son los conscientes ejecutores del propósito divino y los siete Alientos que animan todas las formas que han sido creadas por Ellos para llevar a cabo el plan.

Tal vez sería más fácil comprender la relación de los siete rayos con la Deidad, si recordamos que el hombre mismo (por ser hecho a imagen de Dios) es un ser séptuble, capaz de expresar siete estados de conciencia y los siete principios o cualidades fundamentales que le permiten percibir los siete planos en los cuales actúa en forma consciente o inconsciente. Es un septenario en todo momento, pero su objetivo es percibir conscientemente todos los estados del ser, expresar conscientemente todas las cualidades y actuar libremente en todos los planos.

Los Seres que pertenecen al séptimo rayo, a diferencia del hombre, son totalmente conscientes y perciben en su totalidad el propósito y el Plan. Están siempre en "profunda meditación", y llegaron al punto en que, a través de Su avanzada etapa de desarrollo, son "impulsados hacia la realización". Son totalmente conscientes de sí mismos y del grupo; constituyen la suma total de la mente universal, y se hallan "despiertos y activos". Su meta y propósito es de tal naturaleza que sería inútil especular sobre ambos, porque el punto más elevado de realización para el hombre es el punto más bajo para Ellos. Estos siete Rayos, Alientos y Hombres Celestiales tienen como tarea luchar con la materia a fin de subyugarla al propósito divino, y la meta -hasta donde podemos percibirla- es someter las formas materiales a la acción del aspecto vida, produciendo así esas cualidades que llevarán la voluntad de Dios a su culminación. Por lo tanto, constituyen la suma total de todas las almas dentro del sistema solar, y Su actividad produce todas las formas; de acuerdo a la naturaleza de la forma así será el grado de conciencia. A través de los siete rayos fluye la vida o aspecto espíritu, pasando cíclicamente a través de todos los reinos de la naturaleza, produciendo así estados de conciencia en todos los campos de percepción.

Para llevar a cabo los propósitos de este tratado los estudiantes tendrán que aceptar la hipótesis de que todo ser humano es arrastrado a la manifestación por el impulso de algún rayo, está coloreado por esa particular cualidad de rayo que determina el aspecto forma, e indica el camino que debe seguir y le permite (cuando llegue a la tercera iniciación) presentir y luego colaborar con el propósito de su rayo. Después de la tercera iniciación comienza a presentir el propósito sintético para el cual trabajan los siete rayos. Como este tratado ha sido escrito para los aspirantes y discípulos, y no para los iniciados de tercer grado, es innecesario hacer conjeturas sobre este destino final.

El alma humana es una síntesis de la energía material cualificada por la conciencia inteligente, además de la energía espiritual que está, a su vez, cualificada por uno de los siete tipos de rayo. Así emerge el ser humano, un hijo de Dios encarnado en la forma, con una mano, como dice El Antiguo Comentario, aferrada firmemente a la roca de la materia y la otra sumergida en un mar de amor. Una antigua escritura lo expresa de esta forma:
"Cuando la mano derecha del hombre material toma la flor de la vida y la arranca para él, la mano izquierda permanece vacía. "Cuando la mano derecha del hombre material toma el loto dorado del alma, la izquierda desciende buscando la flor de la vida, aunque no lo hace para fines egoístas. "Cuando la mano derecha sostiene firmemente el loto dorado y la mano izquierda toma la flor de la vida, el hombre descubre que es la planta de siete hojas que florece en la tierra y también ante el Trono de Dios."

El propósito de la Deidad, como lo conoce el Creador, es desconocido totalmente para todos, excepto para los iniciados más elevados. Pero el propósito de cada Vida de rayo puede ser sentido y definido, sujeto por supuesto a las limitaciones de la mente humana y a lo inadecuado de las palabras. La actividad planeada de cada rayo cualifica toda forma que se halla dentro de su cuerpo de manifestación. Hemos llegado ahora a una declaración técnica que debe ser aceptada para bien del argumento, pues es imposible comprobarlo. Los Señores de los rayos crean todos un cuerpo de expresión, y de este modo han venido a la existencia los siete planetas. Damos a continuación sus expresiones principales:

El Sol (que oculta a Vulcano)
Júpiter
Saturno
Mercurio
Venus
Marte
La Luna

Las energías de estas siete Vidas, sin embargo, no están confinadas a su expresión planetaria, sino que se extienden alrededor de los confines del sistema solar, así como los impulsos de la vida de un ser humano -sus fuerzas vitales, el impulso de sus deseos y sus energías mentales- recorren su cuerpo activando los diversos órganos, permitiéndole llevar a cabo su intención, vivir su vida y cumplir el objetivo para el cual creó su cuerpo de manifestación.

Cada uno de los siete reinos de la naturaleza reacciona a la energía de alguna Vida particular de rayo. Cada uno de los siete planos reacciona en forma similar. Cada septenario de la naturaleza vibra con uno de los septenarios iniciales, porque los siete rayos establecen ese proceso que asigna los límites de influencia para todas las formas. Son aquello que determina todas las cosas, y al emplear estas palabras quiero indicar la necesidad de que prevalezca la Ley. La Ley es la voluntad de las siete Deidades, que se plasman en la sustancia a fin de producir una intención específica, mediante el método del proceso evolutivo.

A. Los Tres Rayos de Aspecto
Ahora me referiré al propósito del rayo descripto en una antigua enseñanza, redactada en hojas tan viejas que la escritura se va desvaneciendo lentamente. La traduciré en lenguaje moderno, aunque se perderá gran parte del significado.

EL PRIMER PROPÓSITO DE LA DEIDAD

1er. Rayo. Voluntad o Poder.

Detrás del sol central sagrado, se halla oculta dentro de sus rayos una forma. Dentro de esa forma fulgura un punto de poder que aun no vibra, pero brilla cual luz eléctrica. Igneos son sus rayos. Consume todas las formas, pero no afecta la vida de Dios encarnado.
Desde el Uno que contiene a los siete, surge una palabra. Esa palabra reverbera a lo largo de la línea de esencia ígnea, y al resonar dentro del círculo de las vidas humanas, se convierte en una afirmación, un mandato expresado o una palabra de poder. Así queda plasmado en el molde viviente, el pensamiento de... (el nombre oculto e inexpresable del rayo.)
Que el dinámico poder y la eléctrica luz revelen el pasado, destruyan la forma y abran la puerta dorada. Esta puerta revela el camino que conduce hacia el centro donde mora Aquel cuyo nombre no puede ser oído dentro de los confines de nuestra esfera solar. Su manto azul oculta su eterno propósito, pero cuando el sol sale y se pone, su rojo orbe es visto.
Su palabra es poder. Su luz es eléctrica. El relámpago es su símbolo. Su voluntad se halla oculta en la cámara de su pensamiento.

Nada es revelado.

Se siente su poder. Los hijos de los hombres, que reaccionan a su poder, elevan a los límites más remotos de la luz, un interrogante: ¿Por qué este poder ciego? ¿Por qué la muerte? ¿Por qué esta desintegración de las formas? ¿Por qué negar el poder de poseer? ¿Por qué la muerte, oh Poderoso Hijo de Dios?

Imperceptiblemente llega la respuesta: poseo las llaves de la vida y de la muerte. Ato y desato. Soy el Destructor. Este Señor de rayo no está aún en plena expresión, excepto a medida que causa destrucción y pone fin a los ciclos. Las Mónadas de poder son numéricamente inferiores a las otras. Los egos que pertenecen al rayo de poder no son muchos, y se caracterizan por la voluntad dinámica, y su poder dentro de la familia humana se desarrolla como fuerza destructiva, pero en último análisis es una destrucción que traerá la liberación. A medida que estudiamos los egos y las personalidades de primer rayo, observamos que la muerte y la destrucción siempre están presentes en su trabajo, de allí, la aparente crueldad e impersonalidad de sus reacciones. Los que pertenecen al primer rayo no tienen en cuenta la forma; su energía produce la muerte de la forma, pero introduce grandes períodos cíclicos de pralaya (Sánscrito). Es un período de obscuración o reposo (planetario, cósmico o universal); lo opuesto al Manvantara. (Doctrina Secreta, I, 397); el primer rayo controla el drama de la muerte en todos los reinos -destruye las formas, lo cual origina la liberación del poder y permite la "entrada a la Luz a través del portal de la Muerte". La intención del Señor de primer rayo es permanecer detrás de Sus seis Hermanos, a fin de destruir las formas que Ellos han construido después de haber realizado Su propósito. Esto lo realiza haciendo pasar Su Poder a través de Sus cuerpos, y Su esfuerzo unido conduce a la abstracción y a retornar al centro del cual provino el impulso inicial. El propósito del primer rayo consiste, por lo tanto, en producir la muerte; una idea del mismo puede vislumbrarse al analizar algunos de los nombres aplicados al Señor de este rayo.
El Señor de la Muerte
El Que Abre la Puerta
El Que Libera de la Forma
El Gran Compendiador
El Elemento Ígneo que trae destrucción
El Cristalizador de la Forma
El Poder que toca y se retrae
El Señor de la Tierra Ardiente
La Voluntad que irrumpe en el Huerto
El Violador de Almas
El Dedo de Dios
El Aliento que quema
El Relámpago que aniquila
El Altísimo
Las cualidades y características de este Señor, que trae consigo la liberación, pueden ser inferidas de los seis aforismos que, según una antigua leyenda, le fueron dados por Sus seis Hermanos cuando Le rogaban que detuviera Su mano y Les diera tiempo para desarrollar Sus propósitos:

1. Mata el deseo cuando el deseo ha cumplido su trabajo. Tú eres el que señala la realización.
Cualidad clara visión.
2. Busca el camino apacible, Oh Señor de Poder. Espera a tu hermano en el sendero de Amor. Él construye las formas que pueden resistir tu poder.
Cualidad poder dinámico.
3. Detén tu mano hasta que haya llegado el momento. Entonces, otorga el don de la muerte, oh tú que abres la Puerta.
Cualidad sentido del tiempo.
4. No permanezcas solo, únete a los muchos. Tú eres el Uno, el Aislado. Ven hacia los tuyos.
Cualidad soledad.
5. Conduce a los tuyos, pero aprende a conocerlos. No odies el apego, pero ve su plan y su propósito.
Cualidad desapego.
6. La vida palpita a través de ti, el ritmo se impone. La vida es todo. Ama la vida en todas sus formas.
Cualidad unidad de propósito.

Las seis cualidades enumeradas expresan la fuerza de este rayo al hacer sentir su presencia en el cuarto reino de la naturaleza. Los efectos en los demás reinos difieren, pero limitaremos nuestra atención al punto de vista de la humanidad. El propósito del primer rayo y su principal trabajo consiste en hacer que terminen y mueran todas las formas de todos los reinos de la naturaleza y en todos los planos.

La energía de este Señor de rayo provoca la muerte de una hormiga o un sistema solar, de una organización, una religión o un gobierno, de un tipo de raza o un planeta. Su voluntad o propósito actúa a través de la ley de periodicidad.




EL SEGUNDO PROPÓSITO DE LA DEIDAD

2do. Rayo. Amor-Sabiduría.
El Verbo emana desde el corazón de Dios, y emerge desde un punto central de amor. Ese Verbo es el amor mismo. El divino deseo colorea toda esa vida de amor. Dentro de la Jerarquía humana, tal afirmación adquiere poder y sonido. En el principio era el Verbo. El Verbo ha morado y mora en Dios. En él era la luz. En Él era la vida. Dentro de Su luz caminamos. Su símbolo es el trueno, el Verbo que se expresa cíclicamente durante las edades.
Algunos de los nombres aplicados a este Señor de rayo, que imparten su propósito son:

El Que despliega la Gloria
El Señor de Amor Eterno
El Imán Cósmico
El Dador de Sabiduría
La Radiación de la Forma
El Maestro Constructor
El Otorgador de Nombres
El Gran Geómetra
El Que Oculta la Vida
El Misterio Cósmico
El Portador de Luz
El Hijo de Dios Encarnado
El Cristo Cósmico

La leyenda dice que los seis Hermanos resumen sus cualidades en los siguientes aforismos:
1. Emite el Verbo y expresa el radiante amor de Dios. Haz que todos los hombres oigan.
Cualidad amor divino.

2. Que brille la gloria del Señor. Que haya radiante luz lo mismo que radiante amor.
Cualidad radiación.

3. Atrae hacia ti el objeto de tu búsqueda. Arrebátalo de la noche del tiempo y trae a la luz del día a aquel que tú amas.
Cualidad atracción.

4. Cuando la luz y el amor se demuestren deja que el poder interno produzca la perfecta flor. Que se emita la palabra que cura la forma. La secreta palabra que deberá ser entonces revelada.
Cualidad el poder de salvar.

5. Salvación, luz y amor, con el poder magnético de Dios, producen la palabra sabiduría. Emite esa palabra, y conduce a los hijos de los hombres desde el sendero del conocimiento al sendero de la comprensión.
Cualidad sabiduría.

6. Dentro del radio del amor de Dios, dentro del círculo del sistema solar giran todas las formas, todas las almas, todas las vidas. Que cada hijo de Dios entre en su sabiduría. Revela a cada uno la unicidad de las muchas vidas.
Cualidad expansión o inclusividad.

El tercer rayo, que tiene un ciclo muy extenso y está en manifestación desde 1425 d.C., tiene un efecto directo sobre la quinta raza raíz o Aria, y en conexión con esto hay una serie de frases curiosas que expresan su propósito.

EL TERCER PROPÓSITO DE LA DEIDAD

3er. Rayo. Inteligencia Activa o Adaptabilidad.
Que el Guardián del Sur continúe con la construcción. Que aplique la fuerza que creará la brillante piedra viviente que encaja con toda exactitud en los planos del templo. Que prepare la piedra angular y la coloque sabiamente en el norte, bajo el ojo de Dios Mismo, y la someta al equilibrio del triángulo.

Que el Investigador del pasado descubra el pensamiento de Dios, oculto profundamente en la mente de los Kumaras de Amor(Los Kumaras son altos seres de luz que llevan este nombre no en forma individual sino simbólica, pues se trata de un cargo o servicio por realizar), y lleve a los Agnishvattas (devas o ángeles) , que esperan en el lugar de la oscuridad, al lugar de la luz.

Que el Guardián de las chispas exhale el aliento divino sobre los puntos de fuego y avente la llama de lo que está oculto, lo que no se ve, e ilumine así todas las esferas donde Dios actúa.

Quisiera llamar la atención sobre el hecho de que lo único que aquí puedo hacer es poner en palabras ciertos antiguos símbolos y acentuar el proceso (adoptado por los antiguos instructores iniciados) de emitir una palabra o sonido, que produzca una forma simbólica, que a su vez pueda ser traducida en palabras, las cuales también deben ser a su vez captadas intuitivamente y adaptadas a la necesidad individual, para ser asimiladas y llevadas a la práctica en la vida. De otra manera estas antiguas e interesantes ideas y estos nombres interpretativos y aforismos que trasmiten el "poder de las cualidades", serían más que inútiles y servirían sólo para aumentar la responsabilidad. La capacidad de ver los significados objetivos y luego aplicarlos a la vida, es una expresión del verdadero sentido esotérico. Si se estudian con atención estas frases y clasificaciones, se hallará que indican el rayo individual de cada uno y sus tendencias y propósitos en la vida; si la atracción que ejercen las distintas afirmaciones hechas sobre un rayo particular, evocan una comprensión intuitiva de parte del estudiante, de modo que se reconozca a sí mismo, la energía de su rayo y los aspectos de su latente y profundamente ansiada naturaleza espiritual, lo que aquí imparto sobre el Propósito, el Nombre y la
Cualidad, será beneficioso y útil.
Algunos de los nombres del Señor del tercer rayo indican cómo emplea Su fuerza y cuál es Su verdadera naturaleza, éstos son:
El Custodio de los Archivos
El Señor de la Memoria
El Unificador da los Cuatro Inferiores
El Intérprete de lo Que he visto
El Señor del Equilibrio
El Divino Separador
La Esencial Vida Discriminadora
El Que produce la Alianza
El Triángulo de Tres lados
El Iluminador del Loto
El Constructor de los Cimientos
El Precursor de la Luz
El Que vela y sin embargo revela
El Dispensador del Tiempo
El Señor del Espacio
La Mente Universal
El Triple Pabilo
El Gran Arquitecto del Universo

y muchos otros términos que señalan la relación que existe con la luz, el tiempo, el espacio, el Logos manifestado, la materia y “el poder que evoca la forma". Si todos estos nombres se estudian en conexión con el desarrollo moderno, o la cultura y ciencia modernas, se evidenciará cuán poderosa e influyente es en nuestros días y época esta Vida especial de rayo, y cómo se aplican Sus energías (habiendo producido los mundos objetivos tangibles, para manifestar la moderna civilización, con su énfasis sobre el materialismo, su búsqueda respecto a la naturaleza del tiempo y el espacio, y ese desarrollo mental cuya expresión es gloria y destino de nuestra particular raza.

Las cualidades que caracterizan a este Señor de rayo están enumeradas en las siguientes frases:

Se debe tener en cuenta que la séptima característica o sintética, de cada uno de los rayos está contenida en el nombre del rayo y no se menciona específicamente en las otras seis cualidades. Sus seis Hermanos, Hijos del Padre Uno, entonaron estos mandatos en el día de Su renovada actividad (denominado el día de la creación).

1. Que se produzca la forma dual y oculte la vida. Que aparezca la forma y pruebe que es divina. Todo es de Dios.
Cualidad el poder de manifestar.

2. Que dé forma a la envoltura de acuerdo a lo que la habita. Que aparezca el huevo del mundo. Que pasen las edades, entonces que aparezca el alma. Que emerja la vida dentro del tiempo designado.
Cualidad el poder de evolucionar.

3. Que la mente controle. Que el claro fulgor del sol de la vida revele la mente de Dios, y que ponga en su camino a Aquel que brilla. Luego que lo conduzca al punto central donde todo se pierde dentro de la luz sempiterna.
Cualidad iluminación mental.

4. Dios y Su forma son uno. Oh soberano Señor de la forma revela este hecho. Dios y Su forma son uno. Niega el concepto dual. Da color a la forma. La vida es una; la armonía es completa. Comprueba que los dos son uno.
Cualidad el poder de producir síntesis en el plano físico.

5. Que se confeccionen las vestiduras del Señor y se presente el manto de muchos colores. Luego que se separe el manto de Eso que se oculta entre sus numerosos pliegues. Que se aparten las envolturas que velan. Que Dios sea visto. Que descienda Cristo de la cruz.
Cualidad investigación científica.

6. Que converjan los dos senderos. Que equilibre los pares de opuestos y que aparezca el sendero entre ambos. Dios, el sendero y el hombre son uno.
Cualidad equilibrio.

Así los tres rayos principales resumen en sí mismos el proceso de la creación y de la energetización mediante el impulso de la divina voluntad; el trabajo de los cuatro rayos menores (como se los denomina, aunque no existen menores ni mayores) consiste en elaborar o diferenciar las cualidades de la vida y producir la infinita multiplicidad de formas que permitirá a la vida asumir sus muchos puntos focales y expresar, mediante el proceso evolutivo de manifestación, sus diversas características.


B. Los Cuatro Rayos de Atributo
EL CUARTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD

4to. Rayo. Armonía, Belleza, Arte.
Color y, sin embargo, no se ve color alguno. El Sonido y el Uno inaudible se encuentran en un punto infinito de paz. El Tiempo y el Uno imperecedero niegan los pensamientos de los hombres. Pero el tiempo no existe. Allí se encuentra la forma, sin embargo, el sentido síquico revela lo que la forma es incapaz de ocultar -la síntesis interna, el omniabarcante prisma, ese punto de unidad que, al ser debidamente alcanzado, revela otro punto, donde los tres son uno y no existen solamente los dos.

Forma y alma se fusionan. La visión interna vigila la fusión, conoce la divina relación y ve a los dos como uno. Pero desde ese punto de realización elevada fulgura una visión superior ante el abierto ojo interno. Los tres son uno. No sólo los dos. Sigue tu camino en el Sendero, oh peregrino.

Al leer estas palabras el estudiante debe tener en cuenta que la antecámara ha quedado atrás y el hombre se encuentra (cuando ha permitido que el cuarto rayo haga su trabajo y él pueda actuar por lo tanto en el cuarto plano o búdhico) dentro del templo del Señor. Ha descubierto cierta medida de luz, pero en esa luz ve ya la luz, y visualiza una revelación y brillantez mayores. Esto se convierte ahora en el objeto de su búsqueda. Ha dominado la manera de utilizar la dualidad y ha aprendido a unificar el alma y el cuerpo en un sólo instrumento para el espíritu. Ahora continúa su camino para lograr la gran síntesis.

El Señor del cuarto rayo tiene muchos nombres que merecen una cuidadosa consideración y estudio. En menos de cien años este Señor de poder armonizador tendrá más influencia contrarrestará algunas de las alteraciones de Saturno,mproducidas en el primer decanato de Acuario. Mientras tanto, en el estudio de Sus nombres hallaremos resumidos Sus esfuerzos y erigirá un conjunto de pensamientos constructivos que facilitarán Su trabajo cuando esté nuevamente en manifestación activa. Sin embargo, en lo que concierne a la familia humana, ejerce siempre cierto poder, porque hay una alianza numérica entre el cuarto rayo y la cuarta Jerarquía Creadora o mónadas humanas, y el cuarto reino de la naturaleza. Por consiguiente, su poder está siempre activo:
El Percibidor en el Camino
El Vínculo entre los Tres y el Tres
El Divino Intermediario
La Mano de Dios
El Uno Oculto
Da Simiente, que es la Flor
La Montaña donde muere la Forma
La Luz dentro de la Luz
El Corrector de la Forma
El Que señala la bifurcación del Camino
El Maestro
El Morador del Lugar Sagrado
El Inferior de los Tres, el Superior de los Cuatro
La Trompeta del Señor

Los aforismos relacionados con el cuarto rayo no son fáciles de comprender. Se necesita ejercitar la intuición y se imparten a través de seis cortos y extremadamente breves mandatos, pronunciados en forma curiosa, al finalizar el período creador y en la época en que la cuarta Jerarquía Creadora vino a la encarnación:

1. Pronuncia quedamente la palabra. Habla quedamente.
Cualidad poder de penetrar en las profundidades de la materia.

2. Defiende el deseo. Da al buscador lo que necesita.
Cualidad los aspectos duales del deseo.

3. Haz descender el hilo. Abre el camino. Vincula al hombre con Dios. Levántate.
Cualidad el poder de revelar el sendero.

4. Todas las flores te pertenecen. Afirma las raíces en el lodo, las flores en el sol. Comprueba que el sol, el lodo, las raíces y las flores son uno.
Cualidad el poder de expresar la divinidad. Crecimiento.

5. Gira, retorna y vuelve a girar. Circula cíclicamente alrededor del círculo de los cielos. Comprueba que todo es uno.
Cualidad la armonía de las esferas.

6. Cobra el sonido. Emite el color. Produce las notas y observa que pasan a los semitonos, que a su vez producen los sonidos. Así todos son vistos como uno.
Cualidad la síntesis de la verdadera belleza.

Esta instrucción sobre los rayos tiene una significación más profunda de lo que se puede captar. Un cuidadoso y sistemático estudio y la abstención sensata para llegar a rápidas conclusiones, será la forma más inteligente de encarar esta instrucción. Me es imposible tratar en la primera etapa sus aplicaciones sicológicas y definidamente humanas. Trato de dar un delineamiento general, impartir ideas, introducir ciertos conceptos básicos en la conciencia del lector, e intento revestir este tema, tan abstruso y difícil, en forma tal que pueda iniciar un nuevo ritmo de pensamientos y captar y asimilar una nueva comprensión. Todo esto representa en la actualidad un proceso cósmico prototípico que oportunamente conducirá a comprender la parte que puede desempeñar un individuo en el maravilloso todo cósmico. Comenzaremos con lo universal y terminaremos con lo particular, que es siempre el verdadero método ocultista.

Sin embargo, todo lo que afirmo sobre la Vida de un rayo puedo igualmente afirmarlo respecto a una vida humana, pero debe tenerse en cuenta que el tipo puro de rayo todavía no existe, porque aún no existen la forma, el mecanismo o la expresión perfectas de la cualidad de rayo, ni esa apariencia absolutamente pura, en la familia humana, excepto en casos tan raros como el Buddha o el Cristo y (en otro campo de expresión) un Alejandro o un Julio César. Leonardo Da Vinci fue una expresión análoga. Los rayos conciernen a la energía y a la conciencia y determinan la expresión, pero cuando la materia utilizada y el vehículo al que se le ha dado forma no ha evolucionado en forma perfecta, existe entonces la limitación y queda excluida automáticamente gran parte de la energía. El efecto de la fuerza de rayo, al actuar a través de formas imperfectas, lógicamente será deformado, restringido y mal aplicado. Permítaseme ilustrarlo.

He dicho que la energía de primer rayo actúa como destructora de las formas; debe recordarse que el destructor puro es totalmente desconocido, lo cual afortunadamente para la raza es así. Es una bendición que el ego de primer rayo esté todavía tan limitado y obstaculizado por la forma y la cualidad de ésta, que la incapacita para usar adecuada o inteligentemente su fuerza destructiva. Como bien saben, las personalidades de primer rayo son por lo general destructoras, pero la energía generada no es suficiente para causar mucho daño. Repito, el amor puro no puede ser expresado hoy, porque la naturaleza forma impide que afluya. La consideración de ambos ejemplos ayudará al lector a apreciar la situación. Pero se aproxima el momento en que se expresará más plenamente el propósito, el tipo y la cualidad de rayo y surgirá, en consecuencia, una apariencia más real.

Esto se debe a la inminente aparición o manifestación de ciertas grandes Vidas, las cuales personificarán la energía de los rayos segundo, tercero, quinto y séptimo. Constituirán puntos focales para la afluencia de estos cuatro tipos de energía divina y producirán un enorme estimulo en las unidades de vida que corresponden y responden a ellas. Se puede esperar que estos cuatro Seres aparezcan como seres humanos en el mundo moderno, antes de finalizar este siglo, y Su esfuerzo unido inaugurará definitivamente la Nueva Era e introducirá un período que pasará a la historia como época gloriosa para la quinta raza raíz. Cada uno de estos cuatro Maestros, pues en verdad lo son, constituirán subjetivamente un punto focal para la triple afluencia de energía desde el centro en el Cuerpo de Dios, simbólicamente mencionado como "el corazón del Sol". Cada rayo es a su vez una triple entidad en manifestación, como lo es la Deidad Solar Misma. Su característica sobresaliente será el amor, y mediante esa atractiva fuerza magnética vendrán a la existencia nuevas formas, lo cual permitirá que aparezcan tipos de rayo más puros y, por lo tanto, de apariencia más expresiva. Una gran parte de la energía destructora que
existe hoy en el mundo se debe a la presencia, en el plano astral, de un discípulo de primer rayo del Logos planetario. Su trabajo es despejar el camino para la manifestación de estos cuatro Discípulos mayores, primordialmente Constructores;
iniciarán Su trabajo cuando hayan concluido su tarea los demoledores de la forma.

Quisiera hacerles una sugerencia, pues es necesario que comiencen a comprender ciertos métodos de la Jerarquía. El trabajo de lo que en Occidente se denomina "principio crístico", consiste en construir formas para la expresión de la cualidad y la vida. Ése es el trabajo característico del segundo aspecto de la divinidad. El trabajo del Anticristo consiste en destruir las formas y ésta es esencialmente la tarea de la primer expresión de la divinidad. Pero la tarea del destructor no es el trabajo de magia negra, y cuando la humanidad ignorante considera que al Anticristo trabaja desde el lado de la oscuridad está muy equivocada. Su trabajo es tan benéfico como el del aspecto constructor; sólo la aversión del hombre a la muerte de la forma hace que se considere que el trabajo del destructor sea magia negra y esté en contra de la divina voluntad y del proyecto divino. El trabajo de los representantes de ese misterioso poder que llamamos mal cósmico y el de los representantes que le responden, merece el calificativo de magia negra, pero no es aplicable al trabajo del Anticristo. Podría agregarse que el trabajo de las fuerzas negras irrumpe de abajo, mientras que el trabajo de los destructores es impulsado de arriba. Los símbolos de estos dos caminos son la espada y la cruz.

Después de estas observaciones preliminares, que tiene por objeto indicar la magnitud del tema, analizaré ahora los tres rayos que quedan aún por ser considerados.

EL QUINTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD

5to. Rayo. Conocimiento Concreto o Ciencia.
Los truenos retumban alrededor de la cima de la montaña; oscuras nubes ocultan la forma. La niebla, que asciende desde la esfera acuosa sirve para deformar el maravilloso..., que se halla en el lugar secreto. La forma se encuentra allí. Emite su nota. Un haz de luz ilumina la forma; lo oculto aparece. El conocimiento de Dios y el conocimiento de cómo Él Mismo se oculta, halla su culminación en los pensamientos de los hombres. Las energías y las fuerzas reciben sus nombres secretos, revelan su propósito interno, y todo es visto como ritmo, como un retorno a sí mismo. El gran papiro puede ya ser leído. El propósito de Dios y Sus planes ya han sido fijados, y el hombre puede leer la forma. El Plan toma forma. El plan es forma. Su propósito es la revelación de la mente de Dios. El pasado revela la forma, pero el presente indica la afluencia de energía.

Lo que está en camino viene como una nube que vela al sol. Pero oculto detrás de esta inmanente nube está el amor, y en la tierra hay amor y en el cielo hay amor, y éste -el amor que renueva todas las cosas- debe ser revelado. Éste es el propósito que se halla detrás de todos los actos de este gran Señor del Conocimiento.

Antes de citar los nombres de esta gran Vida, quisiera indicar que el quinto rayo es de potencia excepcional y peculiar, en lo que al reino humano respecta. La razón reside en que el plano de la mente es la esfera de Su mayor actividad y en ese quinto plano se hallan los tres aspectos de la mente:

1. La mente abstracta o superior, la personificación de la tríada superior.
2. La mente concreta o inferior, el aspecto superior del yo inferior.
3. El Ego o Ángel Solar, el Hijo puro de la Mente, que expresa inteligencia abstracta y concreta, es el punto de unificación.

Esta Vida tiene también mucho poder en la actualidad en relación con la quinta raza raíz y con la trasferencia de la conciencia de la humanidad al quinto reino o espiritual. Los estudiantes aprenderían mucho si compararan el poder constructor de la mente superior con el poder destructor de la mente inferior. Así como la personalidad no tiene otra función en el divino plan que la de ser un canal para él y el medio de expresión del alma, así también la mente inferior está destinada a ser un canal para la libre afluencia de energía de la mente superior.

El quinto rayo es un Ser que posee una luz espiritual de gran intensidad y en Su manifestación, en el quinto plano, que peculiarmente le corresponde, simboliza los tres aspectos en forma aún no lograda por ningún otro rayo. Debido a la cualidad de su mente superior, este rayo es un canal puro para la divina voluntad. A través de los grupos septenarios de Vidas solares que aparecen en los niveles mentales, puso en actividad los siete reflejos que corresponden a los siete centros de la Deidad; en lo que concierne a nuestro planeta esto es algo que ninguno de los otros seis rayos ha hecho. Esta afirmación tiene poco significado para ustedes, pero el enorme sacrificio y esfuerzo involucrados sólo ha sido igualado por el Buddha en su vida; razón por la cual, en esta quinta raza, el amor y la mente deben recíproca y oportunamente revelarse mutuamente.
Algunos de los nombres dados al Señor de este rayo son:

El Revelador de la Verdad
El Gran Vinculador
El Divino Intermediario
El Cristalizador de las Formas
El Triple Pensador
La Nube sobre la Cumbre de la Montaña
El Precipitador de la Cruz
La Espada Divisora
El Aventador de la Broza
El Quinto Gran Juez
La Rosa de Dios
El Celestial
El Portal de la Mente de Dios
La Energía Iniciadora
El Regidor del Tercer Cielo
El Guardián del Portal
El Dispensador del Conocimiento
El Ángel con la Espada Flamígera
El Custodio del Secreto
El Amado del Logos
El Hermano que viene de Sirio
El Maestro de los Hierofantes

Este quinto rayo tiene muchos nombres debido a Su íntima conexión con el hombre (desde que el hombre fue originalmente creado), pues no ha sido fácil elegir los que serian de mayor utilidad para permitir al estudiante formarse una idea de las características y la misión del quinto rayo; pero el estudio de los seis aforismos y las cualidades que indican, demostrarán cuán potente e importante es este Señor de rayo. Estos seis aforismos fueron entonados por Sus seis Hermanos en esa trascendente crisis cuando vino a la existencia la familia humana y los Ángeles solares se sacrificaron a sí mismos. Esotéricamente hablando, "descendieron al infierno y hallaron su lugar en la prisión". Ese día nacieron las almas. Un nuevo reino de expresión vino a la existencia, y los tres planos superiores y los tres inferiores fueron llevados a un brillante intercambio.

1. Dios y sus Ángeles ahora se levantan y ven. Que las cimas de las montañas emerjan de la densa y acuosa niebla. Que el sol toque sus cumbres y permanezcan en la luz. Que resplandezcan.
Cualidad la entrada y la salida de la forma.

2. Dios y sus Ángeles ahora se levantan y oyen que un profundo murmullo se eleva y el clamor del hombre que busca penetra en sus oídos. Que el hombre escuche. Que el hombre llame. Que hable en voz alta.
Cualidad el poder de hacer oír la Voz del Silencio.

3. Dios y sus Ángeles ahora se levantan y palpan. Traigan el Cetro de Poder. Extiéndanlo externamente hacia los hijos de los hombres; tóquenlos con el fuego y luego acérquenlos. Háganlo.
Cualidad actividad iniciadora.

4. Dios y Sus Ángeles ahora se levantan y saborean. Que vengan todas las experiencias. Que aparezcan todos los caminos. Que disciernan, elijan, desmenucen y analicen. Todos los caminos son uno.
Cualidad la revelación del camino.

5. Dios y Sus Ángeles ahora se levantan y perciben el olor que asciende de la tierra ardiente del hombre. Que el fuego haga su trabajo. Atraigan al hombre dentro de la hoguera, y dentro del centro rojo-rosado se despoje de la naturaleza que lo demora. Que el fuego arda.
Cualidad purificación por el fuego.

6. Dios y Sus Ángeles ahora se levantan y fusionan los muchos en el Uno. Que continúe el trabajo de fusión. Lo que ha traído las cosas a la existencia que produzca la causa de su cesación, Que surja ahora un solo templo. Que aparezca la gloria culminante. Que así sea.
Cualidad manifestación de la gran luz blanca. (El Shekinah. A.A.B.)

El lector que se aboque al estudio de estas cualidades hallará enseñanzas de utilidad práctica. Cuando a él le parece que pertenece a algún rayo particular le indicará algunas de las características que debe buscar y también lo que debe hacer, expresar y superar. Dichas cualidades deben estudiarse desde dos ángulos: su aspecto divino y el opuesto, la forma. Este quinto rayo, por ejemplo, demuestra ser el revelador del camino, y debemos recordar que revela el camino que desciende a la muerte o a la encarnación (la prisión del alma similar a la muerte) o el camino que asciende de la oscuridad a la luz pura del día de Dios. Menciono esto porque ansío grandemente que todos los que lean este tratado apliquen sus enseñanzas en la vida diaria. No tengo interés en tratar temas sobrenaturales y poco comunes que sirvan para el deleite de un apetito mental malsano. El hecho de atiborrar la mente con detalles sobre lo oculto no tiene propósito útil y sólo sirve para forzar las células cerebrales y nutrir el orgullo.

EL SEXTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD
6to. Rayo. Devoción o Idealismo.
Este rayo, que está saliendo de la manifestación, es de vital importancia para nosotros porque ha puesto su impronta sobre nuestra civilización occidental en forma más definida que los otros rayos, siendo para nosotros el más familiar y mejor conocido. El mántra que define su propósito es diferente de los demás y podría expresarse más o menos así:

La cruzada ha comenzado. Los guerreros marchan. Aplastan y matan todo lo que impide su camino; pisotean todo lo que se yergue ante su camino. Marcha hacia la luz. El trabajo sigue adelante. Los trabajadores cubren sus ojos por compasión y por temor. El trabajo es lo único de valor. La forma debe desaparecer para que el espíritu amoroso pueda descansar. Nada puede detener el progreso de los trabajadores del plan. Inician el trabajo asignado con himnos y cantos.

La cruz se erige en lo alto; la forma es colocada allí, y en esa cruz tiene que entregar su vida. Cada uno construye una cruz que forma la cruz, y asciende a la cruz. A través de la guerra, del trabajo, el dolor y la fatiga, se realiza el propósito. Así lo expresó el símbolo.

Se observará en qué forma este propósito produce su liberación cuando el hombre se lo aplica a si mismo. Cuando el hombre lo aplica al hombre produce la corrompida y terrible historia de la crueldad del hombre contra el hombre. En el anterior mántram se hallará la clave del propósito del sexto rayo, tal como aparece en el reino humano, y un amplio y ajustado estudio (observen esta frase paradójica) de las ideas subyacentes, revelará una pequeña parte de un propósito mayor. El alma es y debe ser despiadada para su forma y sus problemas. Sin embargo, el alma puede comprender la necesidad del dolor y las dificultades del mundo, porque el hombre puede ampliar el conocimiento de su propia técnica que aplica a si mismo y aplicar la técnica que Dios aplica a Su mundo, pero nada hace a sabiendas que pueda aumentar posiblemente la pena y el dolor en el mundo.
Algunos de los nombres dados a este benéfico, pero algo violento y enérgico Señor de Rayo, son:
El Que niega el Deseo
El Que Ve lo Correcto
El Visionario de la Realidad
El Divino Ladrón
El Devoto de la Vida
El Aborrecedor de la Forma
El Guerrero en Marcha
El Portador de la Espada del Logos
El Sostenedor de la Verdad
El Crucificador y el Crucificado
El Picapedrero
El Flamígero Imperecedero
El Que Nada puede Desviarlo
El Regidor Implacable
El General en el Perfecto Camino
El Que Guía a los Doce

En forma curiosa, este Señor de sexto rayo ha sido siempre un amado enigma para Sus seis Hermanos. Esto se pone de relieve en las preguntas que le formularon en cierta ocasión cuando Se reunieron "bajo el ojo del Señor" a fin de intercambiar Sus planes para una acción unida, divina y armónica. Le formularon estas preguntas con espíritu de alegría y amor celestiales, pero con la intención de arrojar alguna luz sobre la cualidad casi desconocida de Su amado Hermano.

1. ¿Por qué es rojo el deseo? ¿Por qué es rojo como la sangre? Di ¡oh Hijo de Dios!, ¿por qué tu camino está enrojecido por la sangre?
Cualidad poder de matar el deseo.

2. ¿Por qué vuelves tu espalda a la esfera de la Tierra? ¿Es demasiado pequeña? ¿Demasiado pobre? ¿Por qué la pateas como una pelota en un campo de juego?
Cualidad despreciar lo que no se desea.

3. ¿Por qué clavar la cruz desde la tierra al cielo? La tierra puede ser un cielo. ¿Por qué ascender a la cruz y morir?
Cualidad inmolación propia.

4. ¿Por qué luchar contra todo lo que está alrededor? ¿No buscas acaso la paz? ¿Por qué te interpones entre las fuerzas de la noche y del día? ¿Por qué permaneces inconmovible y sereno, incansable y sin temores?
Cualidad resistencia y valentía.

5. ¿No ves a Dios en todo, la vida en todo y el amor en todo? ¿Por qué abandonar a aquellos a quienes amas y conoces bien?
Cualidad poder de desapegarme.

6. ¿Puedes detener las aguas de la sexta gran esfera? ¿Puedes detener el diluvio? ¿Puedes recuperar al cuervo y a la paloma? ¿Puedes tú, el pez, nadar libre?
Cualidad subyugar las aguas de la naturaleza emocional.

Este saliente rayo de devoción al ideal, y el rayo entrante de orden mágico y organización, son en gran parte responsables del tipo de conciencia del hombre de hoy que es esencialmente devoto (hasta el fanatismo) por lo que pueda ser la meta asignada a su vida, alcanzar el discipulado o formar una familia,, adquirir dinero, obtener popularidad o cualquier otro objetivo al cual consagra su tiempo y energía, pero cualquiera sea ésta, le dedica todo lo que es y todo lo que posee. El hombre también es, esencial e inherentemente, quien produce la ley y el orden, aunque esta cualidad recién ahora está comenzando a hacer sentir su presencia. Esto se debe a que el género humano por fin se está centrando mentalmente, por eso tenemos hoy en el mundo los mismos y variados intentos de rectificar los asuntos comerciales, nacionales, económicos, sociales y otros, para producir algún sistema y orden y lograr la reorganización de las energías, con el fin (aún no conscientemente comprendido) de inaugurar la Nueva Era. Sin embargo, debido al deficiente control mental y a la ignorancia casi universal de las leyes del pensamiento y a que desconoce completamente su naturaleza, el hombre trabaja ciegamente. Los ideales presentidos no son correctamente interpretados por la mente ni aplicados en forma apropiada y general. De allí la confusión y la experimentación caótica que se está efectuando y también la imposición de una autoridad personal para imponer por la fuerza la idea individual del ideal.

Lo que se necesita actualmente es una sólida enseñanza sobre las leyes del pensamiento y las reglas que rigen la construcción de esas formas mentales que deben encarnar las ideas enviadas desde la divina mente universal. Los hombres deben comenzar a desarrollar el orden necesario en los planos subjetivos de la vida. Cuando comprendan esto tendremos un importante grupo de hombres que se ocuparán de los asuntos mundiales, o de la tarea de gobierno en todas sus ramas, ayudados en el plano mental por los pensadores entrenados, para que haya una correcta aplicación y un correcto ajuste del Plan. Esto aún está muy lejos, de allí las deformaciones y tergiversaciones que existen en la tierra sobre el Plan, tal como existe en el cielo, empleando una frase cristiana.

La comprensión de que se necesitaban en el mundo pensadores iluminados y trabajadores subjetivos indujo, a Quienes guían, a dirigir de cierta manera las energías espirituales entrantes, que trajo la formación en todas partes de grupos esotéricos; también condujo a que se publicara la gran cantidad de literatura mística y oriental sobre la meditación y temas análogos, que en la actualidad inundan al mundo. Por eso, como trabajador interno de la vida, me esfuerzo por enseñar en este tratado la nueva sicología y por demostrar al hombre cuál es su equipo y cuán apropiado es para el trabajo para el que ha sido creado y que aún no ha comprendido. Sin embargo, la fuerza y el efecto de la influencia del séptimo rayo le revelará el trabajo mágico; en los próximos dos mil quinientos años se producirán tantos cambios y se podrán efectuar tantos denominados "milagros", que incluso se cambiará totalmente la apariencia externa del mundo; se modificarán y desarrollarán la vegetación y la vida animal, y se expresará gran parte de lo que está latente en las formas de los dos reinos mediante la libre afluencia y la inteligente manipulación de las energías que crean y constituyen todas las formas. El mundo ha cambiado increíblemente durante los últimos quinientos años, y en los próximos doscientos años los cambios serán aún más rápidos y estarán más hondamente arraigados, porque el aumento de los poderes intelectuales del hombre está tomando Impulso, y el Hombre, el Creador, está entrando en posesión de Sus poderes.

EL SÉPTIMO PROPÓSITO DE LA DEIDAD

7mo. Rayo. Orden Ceremonial o Magia.
"Que se construya el Templo del Señor", pregonó el séptimo gran Angel. Entonces siete grandes hijos de Dios, en sus lugares, en el norte, sur, este y oeste, se encaminaron con paso mesurado y tomaron asiento. Así comenzó el trabajo de construcción. Las puertas se cerraron. La luz brilló tenuemente. Los muros del templo no se divisaban. Los siete permanecían silenciosos y sus formas estaban veladas. El momento no había llegado para que brillara la luz. EL Verbo no podía ser pronunciado. Sólo las siete Formas llevaron a cabo el trabajo. Un silencioso llamado fue emitido de una a otra. Sin embargo la puerta del templo permanecía cerrada. A medida que pasaba el tiempo se escuchaban los sonidos de la vida. La puerta se abrió y luego se cerró y cada vez que se abría aumentaba el poder dentro del templo, la luz se acrecentaba con más fuerza, porque uno a uno penetraban en el templo los hijos de los hombres, pasaban de norte a sur, de oeste a este y en el centro del corazón hallaron luz, comprensión y poder para trabajar. Atravesaron la puerta; pasaron ante los Siete; levantaron el velo del templo, y entraron en la vida. El templo se acrecentaba en belleza. Sus líneas, sus paredes y sus decorados, su altura, profundidad y anchura emergían lentamente y penetraban en la luz.

Del este surgió la Palabra: Abrid la puerta para todos los hijos de los hombres que vienen desde el oscuro valle de la tierra y buscan el templo del Señor. Dadles la luz. Descorred el velo del santuario interno y, mediante el trabajo de los artesanos del Señor, ampliad los muros del templo, y así iluminará al mundo. Emitid la Palabra creadora y resucitad a los muertos.

Así el templo de la luz será llevado del cielo a la tierra. Así sus muros serán erigidos en las grandes llanuras del mundo de los hombres. Así la luz revelará y nutrirá todos los sueños de los hombres. Entonces el Maestro despertará en el este a todos los que están dormidos. Entonces en el oeste el guardián probará y juzgará a todos los verdaderos buscadores de la luz. Entonces el guardián del sur instruirá y ayudará a los ciegos. Entonces el portal del norte quedará abierto de par en par, porque allí el Maestro invisible tenderá la mano para dar la bienvenida, y con el corazón comprensivo conducirá a los peregrinos hacia el este, donde brilla la verdadera luz.

"¿Por qué la apertura del templo?", claman los Siete mayores. "Porque el trabajo está preparado; los artesanos también están preparados. Dios ha creado en la luz. Sus hijos pueden ahora crear. ¿Qué más puede hacerse?". "¡ Nada!" fue la respuesta de los Siete mayores. "Que continúe el trabajo. Que los hijos de Dios creen”

La mayoría observará que estas palabras tienen un profundo significado e indican la amplia intención (durante el ciclo venidero) de abrir de par en par la puerta del templo de los misterios ocultos para el hombre. Uno a uno seremos sometidos a la prueba de la contraparte esotérica y espiritual del factor sicológico denominado "prueba mental". Esa prueba demostrará la utilidad del hombre para el poder y el trabajo mentales y se probará su capacidad para construir formas mentales y vitalizarlas. De esto me he ocupado en Tratado sobre Magia Blanca, y la relación de este tratado con el trabajo mágico del séptimo rayo y su ciclo de actividad serán cada vez más evidente. En dicho tratado intenté formular las reglas para el entrenamiento y el trabajo que permitirá, al aspirante a los misterios, entrar en el templo y ocupar su lugar como trabajador creador, a fin de ayudar en el trabajo mágico del Señor del Templo.

Los nombres por los cuales este Señor del rayo es conocido, son muchos, y su significado es hoy de primordial significación. El trabajo futuro se desprende del estudio de los nombres siguientes:

El Mago Develado
El Trabajador del Arte Mágico
El Creador de la Forma
El Que Confiere la Luz proveniente del Segundo Señor
El Manipulador de la Varita
El Que Observa desde el Este
El Custodio del Séptimo Plan
El Invocador de la Ira
El Custodio de la Palabra Mágica
El Guardián del Templo
El Representante de Dios
El que eleva hacia la Vida
El Señor de la Muerte
El Que alimenta el Fuego Sagrado
La Esfera Giratoria
La Espada del Iniciador
El Divino Trabajador Alquimista
El Constructor del Cuadrado
La Fuerza Orientadora
El Ígneo Unificador
La Clave del Misterio
La Expresión de la Voluntad
El Revelador de la Belleza
Este Señor de rayo tiene un poder especial en la tierra y en el plano físico de la manifestación divina, y es evidente su utilidad para Sus seis Hermanos. Hace surgir el trabajo que deben realizar. Es el más activo de los rayos en este período mundial, y está en manifestación desde hace más de mil quinientos años. Es como si girara dentro y fuera del trabajo activo en un rápido ciclo, y Su parentesco más próximo, simbólicamente, se relaciona con Sus Hermanos del segundo y quinto rayos en este período mundial.

Construye (con la colaboración del segundo rayo) mediante el poder del pensamiento (colaborando así con el Señor del quinto rayo en el plano físico, su propia esfera esencial y peculiar), En otro período mundial, podrá cambiar Su relación con los otros Señores de rayo, pero en la actualidad Su trabajo será comprendido más fácilmente cuando se reconozca que presta ayuda al Señor constructor del segundo rayo y utiliza las energías del Señor del pensamiento concreto.
Los aforismos que encierran Sus cualidades son los siguientes, y fueron susurrados esotéricamente en Sus oídos, cuando Él "abandonó el lugar más elevado y descendió a la séptima esfera para llevar a cabo el trabajo asignado":

1. Lleva las herramientas contigo, hermano de la luz constructora. Talla hondo. Construye y da forma a la piedra viviente.
Cualidad poder de crear.

2. Elige bien tus trabajadores. Ama a todos. Selecciona a seis, para que cumplan tu voluntad. Que el séptimo permanezca en el este. Llama al mundo para que penetre en aquello que construirá. Fusiona todo en la voluntad de Dios.
Cualidad poder de colaborar.

3. Siéntate en el centro, lo mismo que en el este. No te muevas de allí. Envía tus fuerzas para que cumplan tu voluntad y recupera luego esas fuerzas. Emplea bien el poder del pensamiento. Siéntate inmóvil.
Cualidad poder de pensar.

4. Observa cómo todas las partes entran en el propósito. Construye para la belleza, hermano Señor. Procura que todo los colores sean brillantes y diáfanos. Observa la gloria interna. Construye bien el santuario. Hazlo con cuidado.
Cualidad revelación de la belleza de Dios.

5. Cuida bien tus pensamientos. Entra a voluntad en la mente de Dios. Arrebata de allí el poder, el plan y la parte a desempeñar. Revela la mente de Dios.
Cualidad poder mental.

6. Permanece en el este. Los cinco te han dado la Palabra de amistad. Yo, el sexto, te digo, que la emplees con los muertos. Revive a los muertos.

Construye de nuevo las formas. Cuida bien esa Palabra. Procura que todos los hombres la busquen por sí mismos.
Cualidad poder de vivificar.

Hasta aquí, hemos estudiado una pequeña parte del trabajo de los siete rayos. La enseñanza ha tenido que ser trasmitida mediante símbolos y para poder entenderla es necesario poseer un sentido esotérico despierto, y aún así es imposible comprenderla totalmente.

Los Chohanes de la sexta iniciación guían a esas unidades de conciencia en las cuales predominan sus vibraciones de rayo y color. Con frecuencia se pasa por alto el valor de este hecho, aunque los aspirantes a la iniciación lo reconozcan teóricamente. De allí la importancia de determinar el rayo del ego y de la Mónada -algo muy vital después de la tercera iniciación. En todos los sectores de la vida hay quienes constituyen siempre una mayoría o una minoría. Lo mismo sucede en el trabajo del Logos, y al final del ciclo mayor (manvantara) una gran mayoría hallará su camino hacia el sintético rayo de amor y una pequeña minoría hacia el rayo de poder, minoría que está destinada a desempeñar una función importante. Formará el núcleo que (en
el próximo sistema solar) constituirá la mayoría, que hallará su síntesis en el primer rayo. Éste es un gran misterio y no puede ser fácilmente comprendido. Indicios de su revelación están ocultos en el verdadero significado de las palabras "exotérico y

esotérico”.