En aquellos tiempos, en un día de saludo y recibimiento de los alumnos que tratarían de desentrañar conmigo los secretos (para ellos misteriosos del todo) de la Filosofía, cuando les estaba explicando cómo iba a ser el curso, cómo les iba a calificar (en realidad esto les interesaba más que nada), fui interrumpida por un chaval de pelo revuelto, y pantalón caído (que era la moda) que gritando en todo reivindicativo chilló:
-TONTERÍAS, LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA HAY QUE EMPEZARLA POR NIETSCHE.
El silencio que se produjo se podía cortar. Todos miraban atrás y adelante, como esperando el chaparrón de mi parte. Pero yo, sólo percibí lo absurdo de la situación, puesto que ni siquiera hablábamos del programa. Yo, a veces, soy incapaz de disimular y así, poco a poco, primero mis labios, que dibujaron una sonrisa, reflejada en la cara de todos, que intuían que iba a llegar la sangre al río y después la inmensa carcajada que no pude contener y que contagié a toda la clase. El único que no reía era el chaval. Para que no se sintiera mal, cuando me pude recuperar le dije muy seriamente:
- Vamos a hacer una cosa. Mañana la primera clase se la dedicaremos a Nietsche. Si todos comprenden lo que explique, tendré que reconocer que tienes razón y que los jóvenes de hoy me han adelantado en conocimiento, con lo que a mí me costó comprenderlo.
Y así lo hicimos. A los 10 minutos, ya se empezaron a oír bufidos de cansancio y sus caras eran todo un poema. Cuando llegó el recreo, según noticias de mi hijo, casi lo mantean. Durante la comida me dijo:
- Mamá ¿es verdad que has empezado la filosofía con Nietsche?
- Sí, por petición del respetable
Y los dos acabamos a carcajadas porque la cosa tenía gracia.
No tengo que decir que, en la próxima clase la cosa empezó como todos los años: Los presocráticos.
Por cierto, aquel alumno al que acabé llamando en tono cariñoso "pelos", con su consentimiento, resultó ser muy bueno en filosofía, tenía una especial intuición para captar lo fundamental del asunto que tratáramos. Se hizo médico y anda por esos mundos con "médicos sin franteras"
Y observo que, ahora también se cita mucho a Nietsche como base para cualquier afirmación. Pero, muchas veces, me da la impresión de que quién lo cita, no lo ha leído
Bueno, pues hoy vengo a citar literalmente un párrafo de Nietsche:
"Hay casos en que la compasión es más fuerte que la pasión misma. Sentimos, por ejemplo, más pesar cuando un amigo nuestro se hace culpable de cualquier ignominia que cuando nos lo hacemos nosotros mismos. Y es que, en primer lugar, tenemos más fe que él en la pureza de su carácter; luego, nuestro amor por él es, sin duda, precisamente a causa de esta fe, más fuerte que el amor que él se tiene a sí mismo. Aunque en virtud del hecho de su egoísmo sufra más que nuestro egoísmo, dado que tiene que sufrir más acentuadamente las consecuencias enojosas de su delito, lo que hay en nosotros de no-egoísmo -esta palabra no debe entenderse nunca de un modo estricto, sino como un medio fácil de expresión- está exactamente más afectado por su falta que lo que hay de no-egoísmo en él "
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